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FORO DE CRÓNICAS DE LA GUINEA ECUATORIAL > FORO GENERAL > HISTORIA DE GUINEA ECUATORIAL
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Pepin
CITA
Decreto Foral 3/2008, de 22 eneroLPV\2008\46

ÁLAVA-MECENAZGO. Determina las actividades prioritarias de mecenazgo para el ejercicio 2008 Diputación Foral de Alava BO. Territorio Histórico de Alava 1 febrero 2008, núm. 14, [pág. 1102]



La Norma Foral 16/2004, de 12 de julio (LPV 2004, 273) , de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo establece el marco normativo sobre la participación del sector privado en la financiación de actividades o programas prioritarias de mecenazgo.

En concreto, el apartado 1 del artículo 29 de la citada Norma Foral señala que la Diputación Foral de Álava establecerá, para cada ejercicio, una relación de actividades o programas prioritarios de mecenazgo en el ámbito de los fines de interés general a que se refiere dicha Norma Foral. Dicho precepto determina la necesidad de aprobar este Decreto Foral.


En base a este artículo, las cantidades destinadas a actividades o programas prioritarios de mecenazgo disfrutan de un régimen especial. Estas cantidades aportadas deben ser puras y simples y, en consecuencia, exentas de toda contraprestación. Este régimen especial se puede resumir de la siguiente forma:


a) Las cantidades destinadas a las actividades o programas declarados prioritarios tendrán la consideración de gasto deducible en la determinación de la base imponible del Impuesto sobre Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de no Residentes cuando se opere mediante establecimiento permanente y, en el caso de empresarios y profesionales en el régimen de estimación directa del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.


b.) Los sujetos pasivos del Impuesto sobre Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de no Residentes que operen mediante establecimiento permanente podrán deducir de la determinada cuota el 18 por 100 de las cantidades destinadas a las actividades o programas declarados prioritarios, incluso en virtud de contratos de patrocinio publicitario.


c) Los sujetos pasivos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas que desarrollen actividades económicas en régimen de estimación directa, podrán deducir de la cuota íntegra el 18 por 100 de las cantidades destinadas a las actividades o programas declarados prioritarios, incluyéndose las cantidades satisfechas en virtud de contratos de patrocinio publicitario.


d) Los sujetos pasivos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas no incluidos anteriormente podrán deducir de cuota íntegra el 30 por 100 de las cantidades destinadas a las actividades o programas declarados prioritarios.

Según lo previsto en el párrafo tercero del artículo 3 del Reglamento Orgánico de la Comisión Consultiva de la Administración Foral de Álava, no es preceptivo el informe de la citada Comisión.

Visto el informe emitido al respecto por el Servicio de Normativa Tributaria.

En su virtud, a propuesta del Diputado de Hacienda, Finanzas Presupuestos, y previa deliberación del Consejo de Diputados en Sesión celebrada en el día de hoy, dispongo:


Artículo 1. Objeto


El presente Decreto Foral tiene por objeto el desarrollo del artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12 de julio, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo.


Artículo 2. Relación de actividades prioritarias para el año 2008

Uno. Se declaran actividades prioritarias, a los efectos del artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12 de julio, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo, para el ejercicio 2008, las siguientes actividades o programas:


a) En el ámbito de los servicios sociales:

1. Fundación Gokai.

2. Cantidades entregadas a entidades de carácter social declaradas de utilidad pública y que realicen actividades en el área de los servicios sociales.
La aplicación de lo dispuesto en el párrafo anterior requerirá que la entidad de carácter social se encuentre, a estos efectos, reconocida por la Diputación Foral de Álava.

b.) En el ámbito del medio ambiente:

Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta a Programas de recuperación, conservación, investigación y divulgación ambiental de los Parques Naturales de Álava.

c) En el ámbito del desarrollo tecnológico:

Cantidades entregadas a personas o entidades que realicen actividades de investigación y desarrollo.
La aplicación de lo dispuesto en el párrafo anterior requerirá que la persona o entidad se encuentre, a estos efectos, reconocida por la Diputación Foral de Álava.

d) En el ámbito cultural:

1. Fundación Artium de Álava.
2. Santa María Katedrala Fundazioa-Fundación Catedral Santa María.
3. Asociación Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz.
4. Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta al Desarrollo y Puesta en marcha del Plan Director de Recuperación Integral del Valle de las Salinas de Añana.
5. Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta a las excavaciones arqueológicas y al Museo de Iruña- Veleia
6. Escuela de Artes y Oficios de Vitoria-Gasteiz.
7. Cantidades entregadas a los siguientes Museos de la Diputación Foral de Álava: Museo de Bellas Artes, Museo de Arqueología, Museo de Ciencias Naturales, Museo «Fournier» de Naipes, Museo de Armería, Museo de Heráldica y Museo del Poblado de La Hoya.
8. Museo de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz.
9. Museo Vasco de Gastronomía de Llodio.
10. Museo Etnográfico de Artziniega.
11. Otras cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas a actividades de interés cultural.
12. Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca.
13. Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País.
14. Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos.
15. Instituto Alavés de Arqueología, para la consolidación del Poblado de La Hoya y de la iglesia paleocristiana de Buradón.
16. Centro de Interpretación del Ámbar de la Junta Administrativa de Peñacerrada.
17. Araba Dantzarien Biltzarra.
18. Cantidades entregadas al Obispado de Álava, para la rehabilitación integral de la Iglesia de Santa Lucía, integrada en el Conjunto Monumental «Santa María del Yermo».
19. Cantidades entregadas al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz para ser destinadas por éste a la celebración del «Festival de Nuevo Cine Europeo de Vitoria-Gasteiz».

e) En el ámbito deportivo:

1. Fundación Baskonia.
2. Fundación Deportivo Alavés.
3. Fundación Álava Vive Deporte (Alvide).
4. Cantidades entregadas a entidades deportivas representativas del Territorio Histórico de Álava cuya actuación tenga repercusión a nivel internacional.
La aplicación de lo dispuesto en el párrafo anterior requerirá que la entidad deportiva se encuentre, a estos efectos, reconocida por la Diputación Foral de Álava.

f) En el ámbito de la responsabilidad social empresarial:

Fundación Laboral San Prudencio.

g) En el ámbito social:

Fundación Fernando Buesa.
Dos. Igualmente se declaran actividades prioritarias las así establecidas por los órganos competentes del Estado y de los Territorios Históricos, siempre que, en la normativa aprobada por los mismos, se reconozcan de forma recíproca las actividades aprobadas por la Diputación Foral de Álava en el apartado anterior.


Artículo 3. Certificación

Para poder aplicar los beneficios fiscales contemplados en el artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12 de julio, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo, será necesario que el obligado tributario aporte, junto con la autoliquidación del Impuesto correspondiente, una certificación en la que se acredite que las cantidades objeto de deducción se han destinado a las actividades o programas declarados prioritarios.

La referida certificación deberá ser expedida por la entidad receptora de las cantidades entregadas por el obligado tributario.
En el supuesto de la letra b.) del apartado Uno del artículo 2 anterior, la certificación a la que hacen referencia los dos primeros párrafos del presente artículo deberá ser expedida por la Dirección de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Álava.

Asimismo en los casos previstos en los números 4, 5, 7, 11 y 17 de la letra d) del apartado Uno del artículo 2 anterior, la certificación a la que hacen referencia los dos párrafos anteriores deberá ser expedida por la Dirección de Euskera, Cultura y Deportes de la Diputación Foral de Álava.

DISPOSICIÓN ADICIONAL.

A efectos de lo dispuesto en el número 2 de la letra a) del apartado Uno del artículo 2 del presente Decreto Foral, se reconoce a las siguientes entidades:
1. Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y Demencia Senil de Álava, AFADES.
2. Asociación Pro-Síndrome de Down en Álava «Isabel Orbe».
3. Asociación Benéfico-Cultural «Hogar Alavés».
4. Asociación de Padres de Niños y Afectos Oncohematológicos de Álava, ASPANAFOA.
5. Comité Ciudadano Anti-Sida de Álava.

DISPOSICIONES FINALES.

Primera. Habilitación Normativa
Se autoriza al Diputado Foral de Hacienda, Finanzas y Presupuestos, para dictar cuantas disposiciones sean precisas en orden a la aplicación y desarrollo del presente Decreto Foral.

Segunda. Entrada en vigor
El presente Decreto Foral entrará en vigor el mismo día de su publicación en el «Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava» y surtirá efectos para el año 2008.




CITA
Decreto Foral 3/2007, de 30 eneroLPV\2007\61

ÁLAVA-MECENAZGO. Determina, a los efectos del artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12-7-2004 (LPV 2004\273), de Régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos e incentivos fiscales al mecenazgo, las actividades prioritarias para el ejercicio 2007
Diputación Foral de Alava BO. Territorio Histórico de Alava 14 febrero 2007, núm. 19, [pág. 1373]

Notas de vigencia
Sustituido tácitamente por Decreto Foral 3/2008, de 22 enero LPV\2008\46
.


La Norma Foral 16/2004, de 12 de julio (LPV 2004, 273) , de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo establece el marco normativo sobre la participación del sector privado en la financiación de actividades o programas prioritarias de mecenazgo.

En concreto, el apartado 1 del artículo 29 de la citada Norma Foral señala que la Diputación Foral de Álava establecerá, para cada ejercicio, una relación de actividades o programas prioritarios de mecenazgo en el ámbito de los fines de interés general a que se refiere dicha Norma Foral.

Dicho precepto determina la necesidad de aprobar este Decreto Foral.

Según lo previsto en el párrafo tercero del artículo 3 del Reglamento Orgánico de la Comisión Consultiva de la Administración Foral de Álava, no es preceptivo el informe de la citada Comisión.

Visto el informe emitido al respecto por el Servicio de Normativa Tributaria.

En su virtud, a propuesta del Diputado de Hacienda, Finanzas y Presupuestos, y previa deliberación del Consejo de Diputados en Sesión celebrada en el día de hoy, dispongo:

Artículo 1. Objeto

El presente Decreto Foral tiene por objeto el desarrollo del artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12 de julio (LPV 2004, 273) , de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo.

Artículo 2. Relación de actividades prioritarias para el año 2007

Uno. Se declaran actividades prioritarias, a los efectos del artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12 de julio, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo, para el ejercicio 2007, las siguientes actividades o programas:

a) Fundación Artium de Álava.
b.) Santa María Katedrala Fundazioa-Fundación Catedral Santa María.
c) Fundación Fernando Buesa.
d) Asociación Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz.
e) Fundación Laboral San Prudencio.
f) Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta a Programas de recuperación, conservación, investigación y divulgación ambiental de los Parques Naturales de Gorbeia, Valderejo e Izki.
g) Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta al Desarrollo y Puesta en marcha del Plan Director de Recuperación Integral del Valle de las Salinas de Añana.
h) Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta a las excavaciones arqueológicas de Iruña- Veleia
i) Escuela de Artes y Oficios de Vitoria-Gasteiz.
j) Museo de Arte Sacro de Vitoria-Gasteiz.
k) Museo de Bellas Artes de Álava.
l) Euskaltzaindia-Real Academia de la Lengua Vasca.
m) Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País.
n) Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos.
ñ) Instituto Alavés de Arqueología, para la consolidación del Poblado de La Hoya y de la iglesia paleocristiana de Buradón.
o) Centro de Interpretación del Ámbar de la Junta Administrativa de Peñacerrada.
p) Fundación Baskonia.
q) Fundación Deportivo Alavés.
r) Fundación Gokai.
s) Fundación Alava Vive Deporte (Alvide).
t) Araba Dantzarien Biltzarra.
u) Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas a actividades de interés cultural.
v) Cantidades entregadas a la Diputación Foral de Álava para ser destinadas por ésta a los Actos Conmemorativos del VI Centenario de Canciller Ayala.
w) Cantidades entregadas al Obispado de Álava, para la rehabilitación integral de la Iglesia de Santa Lucía, integrada en el Conjunto Monumental «Santa María del Yermo».
x) Cantidades entregadas al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz para ser destinadas por éste a la celebración del «Festival de Nuevo Cine Europeo de Vitoria-Gasteiz».

Dos. Igualmente se declaran actividades prioritarias las así establecidas por los órganos competentes del Estado y de los Territorios Históricos, siempre que, en la normativa aprobada por los mismos, se reconozcan de forma recíproca las actividades aprobadas por la Diputación Foral de Álava en el apartado anterior.

Tres. Asimismo tendrán el tratamiento de actividades prioritarias para el ejercicio 2007 las llevadas a cabo por el Instituto Cervantes para la promoción y la difusión de la lengua española y de la cultura mediante redes telemáticas, nuevas tecnologías y otros medios audiovisuales.

Cuatro. Asimismo tendrán el tratamiento de actividades prioritarias para el ejercicio 2007 las llevadas a cabo para el apoyo a la celebración de EXPO Zaragoza 2008, según lo dispuesto en la Disposición Adicional Quincuagésima Sexta de la Ley 30/2005, de 29 de diciembre (RCL 2005, 2570 y RCL 2006, 672) , de Presupuestos Generales del Estado para el año 2006.


Artículo 3. Certificación

Para poder aplicar los beneficios fiscales contemplados en el artículo 29 de la Norma Foral 16/2004, de 12 de julio, de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos e Incentivos Fiscales al Mecenazgo, será necesario que el obligado tributario aporte, junto con la declaración del Impuesto correspondiente, una certificación en la que se acredite que las cantidades objeto de deducción se han destinado a las actividades o programas declarados prioritarios.

La referida certificación deberá ser expedida por la entidad receptora de las cantidades entregadas por el obligado tributario.
En los casos previstos en las letras f) y g) del artículo 2 anterior, la certificación a la que hacen referencia los dos párrafos anteriores deberá ser expedida por la Dirección de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Álava.

Asímismo, en el supuesto de la letra t) del artículo 2 anterior, la certificación a la que hacen referencia los dos primeros párrafos del presente artículo deberá ser expedida por la Dirección de Cultura y Deportes de la Diputación Foral de Álava.

DISPOSICIONES FINALES.

Primera. Habilitación Normativa
Se autoriza al Diputado Foral de Hacienda, Finanzas y Presupuestos, para dictar cuantas disposiciones sean precisas en orden a la aplicación y desarrollo del presente Decreto Foral.

Segunda. Entrada en vigor
El presente Decreto Foral entrará en vigor el mismo día de su publicación en el «Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava» y surtirá efectos para el año 2007


FUENTE ARANZADI_WESTLAW
Bruce Beelher
G-20: España, de lo regional a lo global

Nuestro país ya estaba en la Unión Europea, la OTAN y la comunidad iberoamericana. Ahora ha hecho bien en pugnar por incorporarse a un foro que puede sentar las bases de un nuevo escenario internacional

GUSTAVO SUÁREZ PERTIERRA

EL PAÍS
Opinión
27-11-2008


Durante las pasadas semanas se planteó un animado debate acerca de si España debía postularse, y de qué manera, para participar en la cumbre del G-8 + países emergentes que se celebró en Washington los días 14 y 15. Ante la opción por un formato que, en principio, nos dejaba fuera, el Gobierno puso en marcha una ofensiva dirigida a hacer real esa posibilidad. Causó sorpresa a muchos que la cuestión se sustanciara públicamente, pero el resultado demostró la plena compatibilidad entre la discreción que requieren las gestiones diplomáticas de importancia y la oportunidad de un debate público que implique a la propia sociedad. A la postre, el debate transparente sobre cuestiones relevantes, amplio e inclusivo, es condición indispensable para tomar conciencia de la trascendencia de determinadas posiciones y, además, en su caso, para fraguar consensos en torno a ellas.

Es evidente que nos encontramos ante una crisis del sistema económico internacional cuyo alcance todavía es difícil valorar. Y es evidente también que esta crisis llega en un momento decisivo para las relaciones internacionales, porque estamos asistiendo a un cambio de escenario que, con seguridad, instalará en el mundo un nuevo paradigma.

Frente a esto, las instituciones que inciden en la gobernanza global se muestran superadas por los acontecimientos. Naciones Unidas no es una organización pensada para administrar la globalización. Las grandes instituciones económicas, el FMI, el Banco Mundial, tienen problemas de legitimidad, de recursos, de falta de mandato... Por diversas razones, el G-8 no parece en absoluto un foro adecuado para estos fines y, mientras tanto, el gobierno político de la globalización se estanca en el comercio (Ronda Doha), en el cambio climático (Kyoto), en la regulación del modelo energético (precios), en la lucha contra la pobreza o en la política sobre la inmigración. Urge recomponer las estructuras institucionales del gobierno político y económico mundial para responder con eficacia a los grandes problemas globales.

En estas circunstancias, y ante la virulencia de la crisis financiera, el llamado G-20 sí puede ser un foro adecuado para, al menos, sentar las bases de un nuevo protocolo de actuación internacional. Grosso modo, este grupo de países comprende casi el 70% de la población global, más del 80% del PIB nominal mundial, entre el 70% y el 80% del comercio internacional y más del 60% de la superficie territorial del planeta. Sus miembros representan una influencia estratégica indudable que se reparte entre todas las regiones del mundo. Pero, además, permite reunir a los dirigentes políticos con el FMI y el Banco Mundial y con los bancos centrales, que no pueden sentarse en el G-8.

Pues bien, en este punto se abre la pregunta que viene siendo objeto de atención pública durante las últimas semanas: ¿hicimos bien en estar allí, hicimos bien en pugnar por abrir una posición a nuestro país en este foro? Es muy claro que sí; que sí, sin duda.

En los días previos al encuentro de Washington, menudearon en España las explicaciones que apelan al PIB, a la inversión en el exterior, al bienestar o a las infraestructuras, así como al prestigio internacional del modelo de supervisión bancaria y a la importancia de los mecanismos puestos en marcha por el Banco de España para eliminar del mercado productos complejos, difíciles de valorar y la exposición a los activos tóxicos del mercado americano.

Sin embargo, lo más importante es que vivimos en un mundo sin barreras, en el que la información y hasta los capitales fluyen en tiempo real. España no podía estar ausente de una reunión internacional que estaba llamada a ser el punto de partida de un proceso que afronte con mirada nueva el escenario global. No pudimos estar en Bretton Woods ni participar en la gestación de las grandes organizaciones internacionales de las que no formábamos parte porque nuestro sistema político estaba lastrado por la dictadura. Ahora se trata, más que de estar presentes en una simple reunión internacional, de hacer valer la posición de España en los ámbitos que pretenden gobernar la globalidad poniendo en marcha nuevas estrategias.

Nuestra participación en los foros y organizaciones internacionales ha evolucionado en paralelo a la situación política, al peso económico y a la apertura al mundo de España. La llegada de la democracia permitió el ingreso en instituciones como el Consejo de Europa, que se produjo en 1977 gracias al compromiso del Gobierno y la oposición de entonces de aprobar una Constitución que respetara la democracia pluralista y los derechos humanos. Casi al mismo tiempo se iniciaba el debate sobre instituciones que, como la OTAN o la Comunidad Económica Europea, exigían una cualificación y unas condiciones que aún no se daban y para las que también se requería un gran consenso.

Ese acuerdo se alcanzó. Los españoles y sus Gobiernos construyeron con gran esfuerzo el camino que llevó a nuestro país a ingresar en dichas organizaciones de carácter regional. Un amplio debate, a veces muy cargado de polémica, nos condujo a ello. En el caso de la OTAN se incorporó al programa de gobierno de Calvo Sotelo en su investidura, se debatió en el Parlamento y en 1986 sería objeto de un referéndum. Nuestro papel en el seno de la Unión Europea ha sido y sigue siendo objeto de debate público permanente, gozando en general de un amplio acuerdo entre los partidos políticos y la sociedad española. En 2005, más del 76% de los votantes apoyó en referéndum un mayor grado de compromiso con la Unión, con el apoyo de los grandes partidos políticos españoles.

Pero ambas organizaciones, la UE y la OTAN, tienen carácter regional. El mundo ha cambiado mucho en estos años. Ahora se trata de dar el salto desde lo regional a lo global. Ahí tenemos mucho que decir, porque la historia española de los últimos 30 años es una historia de éxito en los terrenos económico, social y político, y también porque tenemos una privilegiada capacidad de interlocución que nos concede la posición geopolítica, la cultura y la historia.

La decisión de poner en marcha una operación diplomática dirigida a participar en la reunión de Washington y en las cumbres subsiguientes tuvo gran calado político y supuso ciertas dosis de riesgo para el presidente del Gobierno. No pocos países destacados se han quedado fuera de este proceso: Suecia, miembro del G-10 y con un PIB per cápita que casi dobla el de España; Polonia, que podría haber representado a toda Europa central y del Este; Pakistán o Nigeria, que rondan cada uno los 150 millones de habitantes; o Chile, que tiene gran relevancia regional.

Lo más importante, en todo caso, es que esta recién inaugurada presencia de España en los primeros niveles de decisión no puede ser el proyecto de un Gobierno concreto, sino de todos los ciudadanos. Ya fue un objetivo prioritario para anteriores Gobiernos, pero tal vez el error entonces fue no compartir con todo el país ese objetivo estratégico, no convertirlo en un gran asunto común.

Hay momentos que son clave para la historia de un país. Éste parece uno de ellos. Y aquí hay que aplicar el esfuerzo de todos, ciudadanos y formaciones políticas. Es la hora de un gran acuerdo, interno e internacional, sobre la naturaleza de los grandes cambios que afectan al planeta, sobre el significado de los problemas estructurales que tiene planteada la humanidad y sobre las exigencias que representa la posición y la imagen de España en el mundo. Es la hora de recuperar consensos históricos vividos por nuestra democracia, la hora de la unidad que, por supuesto, es perfectamente compatible con el pluralismo político que en nuestro sistema es considerado como un valor constitucional.

La reunión del G-20 indujo a distintas regiones del mundo (Latinoamérica, Asia y desde luego la UE) a concertar con carácter previo la postura que allí iban a defender sus representantes. También ha permitido en España concitar la aproximación de los líderes políticos de los partidos mayoritarios, sin duda convencidos de que el momento que estamos viviendo requiere la construcción de un camino común que permita situar a España en el lugar que le corresponde en el escenario internacional.



Gustavo Suárez Pertierra es presidente del Real Instituto Elcano.



http://www.elpais.com/articulo/opinion/G-2...lpepiopi_11/Tes
Francisco Alegre
Unos hallazgos bajo sospecha

La epigrafía y los poderes de Internet


ALICIA M. CANTO

EL PAÍS
28-11-2008


Después de dedicar 35 años a la investigación y docencia de la Epigrafía, a la lectura y revisión de lo que otros autores publican sobre inscripciones romanas, a diversos estudios sobre falsos epigráficos y, sobre todo, desde junio de 2006, dos años y medio bastante intensos al caso Iruña-Veleia, participando y/o moderando diez foros (Iruña-Veleia I-X) en el portal www.celtiberia.net, o creando archivos de información gráfica y textual sobre los óstraka, allí y en www.terraeantiqvae.com, me gustaría compartir algunas impresiones, en este momento de tensión profesional, institucional, mediática y social en torno a las polémicas e intrigantes cerámicas escritas de Iruña-Veleia. Creo cumplir algunas condiciones para ello, porque, si bien ya el 14 de junio de 2006 (cf. http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2042), ante las fotos del imposible grafito de "Anquises",con sus insólitas flechas dobles, y del blasfemo "R.I.P.", me pasé al más completo escepticismo, a la vez siempre defendí -y defiendo aún- que había que esperar a conocer la documentación del proceso de excavación. Ya que, si Eliseo Gil [director de las excavaciones] era capaz de demostrar aquella cápsula del tiempo que aseguraba, el buen método arqueológico debía prevalecer sobre todo lo demás. Una demostración que aún no ha hecho y que hubiera solventado en el acto (o solventaría aún) casi todas las dudas.

Quisiera, sin embargo, reflexionar au-dessus de la mêlée, esto es, sin entrar en el detalle de las trifulcas mediáticas y del barullo general al que estamos asistiendo en estos últimos días de cuchillos largos, ni en las responsabilidades por avales, silencios y ausencias, ni en diseccionar las curiosas carreras por el "ya lo decía yo" o el "esto lo predije" (pero a posteriori), de tanta, como dirían los romanos, vaticinatio ex eventu (el vaticinio de algo cuando ya ha ocurrido). En fin, todo esto, y más, ya lo habrán anotado y sopesado los lectores-espectadores más atentos y reflexivos.


Me temo que los qué, quién, cómo, cuándo y por qué son preguntas que se han ido de nuestras manos para entrar en las judiciales, de forma que para saber sus respuestas habrá que esperar al correspondiente sumario y a sus pruebas (por ejemplo, testigos fundamentales que aún no han informado, o periciales caligráficas que podrían ayudar en la cuestión). Sí diré que, debido a la ya intolerable zafiedad de varios de los grafitos sólo ahora conocidos ("Descartes", "Deidre" y compañía), debería abrirse paso a la posibilidad de que pudiera haber "intrusiones dentro de las intrusiones", acaso viejas y procedentes de frailes del hoy arruinado convento agustino de Santa Catalina de Badaya o, lo que sería peor, añadidas durante el proceso con el insano propósito de empeorar las cosas. Pero dejemos todo esto a los jueces y parémonos en las dos grandes preguntas que hoy se hace casi todo el mundo: ¿cómo pudo colar todo esto? y ¿cómo hemos podido llegar hasta aquí?


A la primera se contesta desde la falta de formación universitaria: muchos arqueólogos, historiadores y filólogos de nuestro tiempo, dicho en general, no saben epigrafía; y, también en general, no es por su culpa, o no toda. Los viejos profesores (casi todos ya al otro lado de la Estigia) sí sabían, porque la habían estudiado, junto con el latín y el griego. Luego vinieron planes nuevos para la licenciatura de Geografía e Historia, más tarde sólo Historia, y aquellas tres materias, tan básicas para el conocimiento del mundo romano, que acapara la mayor parte de la Arqueología y la Historia Antigua peninsulares, fueron literalmente machacadas, pasaron a ser optativas, o desaparecieron de los planes. Bastará decir que entre miles de profesores de Historia de todas las universidades españolas sólo existen hoy una cátedra y tres titularidades de Epigrafía y Numismática, y, dedicada a la epigrafía antigua, sólo la que desempeño. El que desde hace más de 30 años no haya en la Real Academia de la Historia ni un solo académico numerario que sea epigrafista, con tantos que había en ella en el XVIII y en el XIX, es sólo otro mal síntoma.


De tal manera que, siendo la epigrafía la principal fuente histórica material de la mayor parte de las culturas antiguas (y única en el caso de sumerios, acadios, babilonios, asirios, egipcios, micénicos, hititas y otros pueblos), y la que permite estudiar, restituir y fechar con garantías inscripciones que llegan a nosotros directamente desde el pasado, dándonos una preciosa y fiable información, en España es tradicionalmente menospreciada, quizá porque requiere (aunque no sólo) un conocimiento suficiente de latín, también eliminado hace muchos años de la formación del historiador y del arqueólogo. Desde hace varias décadas, la epigrafía carece de asignaturas propias y obligatorias en muchos planes de estudio, y lleva el mismo triste camino en el nuevo grado de Historia a la boloñesa que se está preparando. ¿Qué podemos esperar, entonces, de la calidad de su estudio, y menos aún de su práctica profesional dentro de la arqueología? Iruña-Veleia acaba de demostrar otra vez la importancia que tiene el conocimiento epigráfico (incluso tratándose, como es el caso, de epigrafía menor), y así concluiremos que si cualquier arqueólogo o historiador tuviera un dominio medio de la epigrafía, ni los óstraka hubieran estado tan (presuntamente) mal pergeñados, ni hubiera sido posible colarlos con tanta facilidad. Se impone, pues, recuperar la profesión de epigrafista, porque ha quedado bastante claro que sólo con ser arqueólogo, historiador o filólogo no basta.


Esta conclusión tiene que ver con la respuesta a la segunda pregunta: ¿cómo hemos podido llegar hasta aquí? Pues, por más que ahora se señalen como las "primeras llamadas de alerta" a dos artículos publicados en noviembre de 2006 (que influyeron, aunque no acusaban ningún fraude), ello no es verdad. La verdad es que el clima de escepticismo nació y creció en Internet desde el primer momento, y que durante meses no consta ninguna denuncia o aviso de expertos universitarios (lo que es muy preocupante hacia el futuro).El caso Veleia se abrió y se siguió en el portal www.celtiberia.net por parte de un amplio y variopinto colectivo de expertos y aficionados, donde muchos aportamos errores, extrañezas, incongruencias y anomalías, aunque nunca contamos más que con los únicos diez grafitos que llegaron a publicarse. El escepticismo empezó el propio 9 de junio de 2006, en cuanto aparecieron las primeras fotos, y todo fue desmenuzado allí, desde los ilegibles jeroglíficos al "R.I.P." y el "Anquises", pasando por los imposibles "Nefertiti" y "Akhenaton" o por la evidencia de que, a pesar de tanto laboratorio de prestigio, las fechas de las cerámicas no valen para datar lo escrito sobre ellas, sobre todo con ductus tan lavados. De hecho, puede comprobarse que hasta ahora ningún experto, ni vasco ni foráneo, ha aportado sobre las piezas más conocidas ni un solo argumento nuevo, nada que no hubiera sido ya descubierto y comentado en aquellos completos foros, y a veces lo han hecho hasta con las mismas palabras. Según informantes vascos de los que me fío, en 2006-2007 todo el que tenía o podía tener que ver con los grafitos empezaba el día viendo qué había de nuevo en Celtiberia.


Como segunda respuesta, pues, hemos llegado hasta aquí por el respeto a la persona y trayectoria de Eliseo Gil; por los análisis y los avales que acompañaron a los hallazgos, incluso cuando ya se sabía que muchos grafitos podían ser falsos (yo no creo que lo sean todos), y por una prensa no especializada, poco crítica (antes y ahora), y ávida de titulares, que, además, en aquellos 8 y 16 de junio no supo valorar una pista que, a mí al menos, me pareció decisiva: el desmarque de Euskaltzaindia. Pero tiene también un lado positivo: si se va a llegar a la verdad será sobre todo gracias a la atmósfera de escepticismo, a las informaciones y a la fuerte presión social generadas desde Internet, sin las cuales es muy posible que ahora se siguiera hablando de "los jeroglíficos entre el Nilo y el Zadorra", de un vetusto cristianismo en vasco (que la antigüedad del euskera no necesita), y del "paedagogium de los niños ricos de Veleia", con su polivalente "preceptor egipcio".


El caso Iruña-Veleia ha dado un ejemplo de libro del enorme poder y de la gran utilidad e influencia social que ya tiene Internet. Eso es bueno, y lo saben incluso quienes nunca lo reconocerán. Aunque, al fin y a la postre, todo haya resultado muy penoso, muy desilusionante y, sobre todo, demasiado caro.



Alicia M. Canto es profesora titular de Epigrafía de la Universidad Autónoma de Madrid.


http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/...28elpvas_11/Tes


http://www.elpais.com/solotexto/articulo.h...10&type=Tes

http://www.celtiberia.net/

http://foroterraeantiqvae.ning.com/

http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2372

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/pg0...IZ-SOC-061.html


Maripili
CITA
«Ser escritor en Guinea es como ser alpinista en el Sahara»

ALFONSO ARMADA
ABC.es
MADRID
Viernes, 28-11-08


«Es imposible vivir de la escritura en un país como el mío. Ser escritor en Guinea es como ser alpinista en el Sahara», dice Tomas Ávila, que en enero perdió el trabajo de analista clínico que le daba de comer y pese a sus cualificaciones no encuentra dónde colocarse. En España acaba de publicar «Avión de ricos, ladrón de cerdos» (El cobre). Estrella emergente de las letras guineanas, su enjuta figura envuelta en un largo abrigo azul destacaba entre los participantes en el I Congreso Internacional de Estudios Literarios Hispanoafricanos, que ayer cerró sus intensas y concurridas sesiones en la sede central del Instituto Cervantes en Madrid. Si bien su impulsor, Landry-Wilfred Miampika, destacó que hubieran tomado parte los mejores autores guineanos (tanto del interior como de la diáspora) y eximios especialistas (muchos de ellos procedentes de Estados Unidos, «donde hay más interés en la literatura hispano-africana que en España»), Ávila Laurel lamentó la escasez de tiempo para un debate en profundidad: «Como el tiempo es dinero no hubo tiempo para decir muchas cosas».


Desde que comenzó el siglo XXI, en Guinea se han publicado 25 libros de creación, los mismos que desde la independencia, en 1968, hasta el año 2000. Ahora las cosas han mejorado: se publica un libro de creación al mes. Son cifras que presenta Gloria Nistal Rosique, ex directora del Centro Cultural Español de Malabo: «No hay librerías, no hay libertad de expresión. Es una dictadura. Pero está empieza a surgir una clase media. Aumentan los autores y la auto-edición. El Gobierno no dedica nada a la promoción de su literatura, pero tolera que se publiquen libros críticos porque no le interesa o hace oídos sordos», agrega Nistal Rosique.


No lo ve tan claro la profesora Benita Sampedro Vizcaya, de la universidad de Hofstra, en Nueva York, estudiosa de la literatura guineana, quien sigue de cerca el caso de Ávila Laurel y reconoce la larga mano del régimen en las dificultades que el escritor tiene de hallar un empleo. Bajo el título «Guinea Ecuatorial, entre las sombras de la historia y la globalidad amorfa», Sampedro dibujó la topografía política y económica que condiciona la vida y la literatura guineanas, con hitos como Justo Bolekia Boleká, Maximiliano Nkogo Esono, César Mba Abogo, José Fernando Siale Djangany, Juan Manuel Davies o el propio Ávila Laurel, y resalta la amarga paradoja de que gas y petróleo guineanos crucen el Atlántico para ser refinados en lago Charles, en Louisina, «uno de los puertos de llegada de los barcos esclavistas que durante siglos partían, también, del golfo de Guinea».


Si el martes fue un jornada vibrante gracias a la diatriba anticolonial del poeta y ensayista Bolekia Boleká («casi nadie se atreve a escribir en lenguas africanas propias porque son innecesarias y seguirán siendo innecesarias»), el desternillante relato que leyó Elarbi El Harti (escritor marroquí en español) y la nutrida nómina de hispanistas cameruneses que escriben en español que presentó Guillermo Pié-Jahn, la de ayer fue emocionante gracias a la intervención -desde su silla de ruedas- del notable poeta y narrador Ciriaco Bokesa, rescatado (y traído y llevado con cariño) por el cineasta austriaco Mischa G. Hendel, que prepara un documental sobre la literatura guineana y le encontró en una residencia de ancianos de Parla, donde el pasado sábado puso Bokesa el punto final a «Los umbrales de la luz. Un ensayo vivencial», que sumó a cuatro novelas inéditas.


A pesar del congreso, como constató Donato Ndongo-Bidyogo, el novelista más celebrado de las letras hispano-africanas, «España sigue viviendo de espaldas a África»


http://www.abc.es/20081128/cultura-libros/...a-20081128.html



Me parece que ya se de que va esto de la Caldera de Luba. En realidad es una dritica a nuestra sociedad que no es consciente de muchas cosas. La educacion, la historia, la universidad, los medios de comunicacion, se ocultan periodos de la historia, una democracia puramente formal....... y en cambio se pasa todo el tiempo analizando asuntos triviales.
Katharina Von Strauger
Internet del futuro, un pulso europeo a EEUU y Japón por el mañana de la Red de redes

El objetivo principal es situar a Europa en una posición de privilegio frente a EEUU y Japón, en cuanto al futuro de Internet


Universia
Universidad Politécnica de Madrid
28/11/2008



La Asamblea para Internet del Futuro FIA (Future Internet Assembly) se reúne en la Universidad Politécnica de Madrid en el mes de diciembre para discutir las tecnologías y los aspectos socio-económicos de la Internet del Futuro. Reunirá a cerca de 300 expertos de alto nivel, procedentes de países de todo el mundo.

Creada por la Comisión Europea, está formada por representantes de las mayores empresas del sector TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), las universidades y centros de investigación más relevantes de Europa. Su objetivo es poner a Europa en una posición de privilegio frente a Estados Unidos y Japón en cuanto al futuro de Internet.

Después de una primera reunión en Bled (Eslovenia) ahora da su segundo paso en Madrid, acogida por la Universidad Politécnica de Madrid gracias a la importancia que concede a la investigación y desarrollo relacionados con Internet en su forma actual y futura.

Muchos de los expertos participantes son coordinadores de proyectos europeos de investigación de gran relevancia y cofinanciados por la Comisión Europea, con un presupuesto aproximado de más de 500 millones de euros. Varios expertos de Estados Unidos y Japón participarán asimismo en el evento.

El encuentro estará presidido por el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros, y por el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Javier Uceda. Contará con la participación de varios directores y jefes de unidades de investigación de la Comisión Europea como Joao da Silva o Mario Campolargo.

Congreso ServiceWave

La discusión sobre el Futuro de Internet tendrá continuidad en el congreso ServiceWave, que se celebrará a continuación, los días 11, 12 y 13 de diciembre, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid. Este congreso, organizado por la plataforma tecnológica europea NESSI, estará abierto a la participación de cualquier persona interesada y contará con la participación de conferenciantes de todo el mundo.

La Universidad Politécnica de Madrid se convierte, por lo tanto, en referente europeo de investigación y desarrollo de Internet, no sólo por su prestigio en cuanto a los proyectos desarrollados (más de 200 proyectos europeos en los últimos cinco años), sino por la proyección a todos los participantes de la imagen de una universidad española de gran nivel en investigación


http://www.universia.es/portada/actualidad...p?noticia=98028

Proyección a todos los participantes de la imagen de una universidad española de gran nivel en investigación. Atiza. Estos no saben donde se meten.

¡Espabila Antolín!
Bruce Beelher
CITA
El sueco insobornable


AMELIA CASTILLA

BABELIA
29-11-2008


Henning Mankell es uno de los responsables del auge de la novela policiaca. El escritor sueco cuenta desde Mozambique cómo los chinos pueden convertirse en los nuevos colonizadores de África. La salida de El chino coincide con la publicación de la segunda parte de Millennium, de Stieg Larsson, que también une el compromiso con la literatura negra.

A Henning Mankell (Estocolmo, 1948) le gusta contar historias. Autor de novelas, libros infantiles y piezas de teatro, se decanta por el arte escénico como su pasión más potente. Esta mañana en Maputo, la capital de Mozambique, donde el escritor pasa la mitad del año, se comporta como el anfitrión perfecto. Al director artístico del teatro Avenida se le nota en su salsa lejos de los cenáculos literarios. En la calle venden flores recién cortadas, zapatos usados, patatas africanas (negras y arrugadas, cuyo caldo se utiliza como antídoto contra el sida) y Mankell toma un tentempié en una terraza. Junto al escenario del teatro en el que el próximo febrero se estrena La señorita Julia, de Strindberg, el escritor ofrece detalles del atrevido montaje, que incluirá una piscina. La compañía se encuentra de gira, pero la camarera del pequeño bar del teatro y los actores que pasan por el local le tutean. A más de diez mil kilómetros de distancia, en la fría Suecia, su esposa, Eva Bergman, hija del cineasta recientemente fallecido, dirige el Backa Teater, de Gotemburgo, con el que el autor de La quinta mujer colabora.

Mankell pasa por ser uno de los responsables del auge de la novela negra en Europa; sin embargo, en las librerías de Maputo no es fácil dar con sus libros. Ha vendido más de 20 millones de ejemplares, traducidos a 40 idiomas, pero lleva varias décadas trabajando incansable en este modesto escenario, siempre inmerso en obras de remodelación. Su línea escénica abarca a autores clásicos o contemporáneos, desde Dario Fo hasta Lorca, sin desechar el musical, el teatro infantil o sus propias obras. Mankell se enganchó con África cuando tenía poco más de 20 años. Primero fue Guinea-Bissau, luego Zambia y finalmente Mozambique. Tras la independencia, Manuela Sueiro, la directora del teatro Avenida, le llamó para que se pusiera al frente del local. Entonces se alojaba en una habitación, con sus escasas pertenencias y su máquina de escribir todavía se escuchaban los impactos de las bombas y los disparos de los soldados fruto de la guerra civil que asoló el país, pero ahora vive en un piso pequeño en el centro de Maputo. Fue ahí donde puso el punto final a El chino (Tusquets), su nueva y esperada novela, sobre la que hablamos en un viaje organizado por la editorial. El Frelimo (en el poder desde la independencia y de ideología marxista) y la Renamo, los dos bandos enfrentados entonces, se disputan ahora el poder en las elecciones municipales, aunque las cosas en Mozambique parecen moverse despacio: Cuando llegué aquí, todos caminaban descalzos, mientras que ahora todos llevan zapatos, dice.

Hubo un momento exacto, hace seis años, en que Mankell encontró la base del argumento para su nueva novela. Tanto la escritura como el teatro necesitan construir mundos, y a pocos metros del teatro Avenida se desarrollaba una buena historia. Los chinos construían el Ministerio de Negocios Extranjeros, en una de las amplias avenidas de la ciudad, rebosantes de jacarandas y acacias, cuando empezaron a desatarse todo tipo de rumores sobre el maltrato que dispensaban a los trabajadores africanos; se habló, incluso, de castigos físicos. Ahí mismo empecé a planificar la novela tratando de plasmar en sus páginas una mirada crítica sobre lo que ocurría. ¿Colonialistas o amigos? Estamos viendo cómo la influencia de China crece en todo el mundo, y especialmente en algunos países pobres de África. Si pasas por el aeropuerto de Johanesburgo y miras a las personas que esperan para subirse a los aviones, al menos un cincuenta por ciento son chinos.

La feroz lucha del Partido Comunista Chino entre los viejos y los nuevos ideales maoístas ocupa buena parte de El chino. Como Mao Zedong decía, siempre hay dos caminos. La línea dominante parece decantarse hacia el mercado libre, pero se enfrenta a una resistencia muy fuerte dentro del propio partido. Veremos cómo evolucionan los acontecimientos. Si China mantiene una actitud solidaria, puede hacer cosas muy buenas. Por lo que pueda ocurrir, Mankell ha hecho una apuesta con un amigo: se juega diez dólares a que antes de cinco años el crimen organizado se ha instalado también en Maputo. Se refiere a las bandas organizadas que trafican en Europa con trabajadores, a los que tratan como esclavos en talleres clandestinos. Para ilustrar mejor sus palabras cuenta el caso de un grupo de jóvenes chinos que solicitaron asilo político en Suecia. Cuando el Gobierno quiso localizarlos habían desaparecido, seguramente en dirección a Alemania, bajo la tutela de la mafia. Todo se negoció en un restaurante chino de la capital.

A Mankell le gusta que sus obras sean un reflejo de la sociedad actual. La novela se inicia y acaba con un lobo hambriento moviéndose entre la nieve, aunque son los hombres los que se comportan como fieras.

El chino incorpora una nueva investigadora. Birgitta Roslin, una juez sueca de cerca de 60 años, con un matrimonio que se apaga, protagoniza de manera fortuita la investigación de un crimen espeluznante, en una aldea semiabandonada en la que han fallecido diecinueve personas. Como el inspector Wallander, el personaje creado ahora por Mankell resulta ser una persona bastante individualista e intuitiva, uno de esos héroes solitarios que tanto les gustan a los lectores de las novelas de crímenes. Las casi 500 páginas de El chino transmiten ese desasosiego en que parecen vivir los suecos. Al margen de la investigación policial llevada sin ningún éxito por Vivi Sundberg, una policía con problemas de sobrepeso bastante irritable .Dos gallos femeninos midiéndose el uno al otro, según uno de los personajes, a través de la mirada de la juez se puede sentir el peso de la emigración, el hambre y la desesperación.

Mankell no oculta que el hecho de que su padre fuera juez le influyó a la hora de elegir protagonista. Conocía de primera mano el mundo en el que se desenvuelven los magistrados suecos; durante años vivió en una vivienda adosada al edificio del juzgado y nunca utilizó esa experiencia, aunque para mantener un poco la distancia decidió que el personaje fuera mujer. Le gusta fundir investigación y ficción en dosis parecidas, así que para ampliar documentación habló largo y tendido con una juez, pero claramente en su cabeza y en su memoria bullían muchas de las historias de su infancia. Durante la redacción de la novela sentí como si mi padre hubiera estado mirando todo el tiempo por encima de mi hombro.

Creo que el papel del juez es muy importante, dice sonriendo. ¿Cómo se llama el que tienen ustedes en España, ese que quiere llevar ahora a Franco a los tribunales? Me gusta y es atrevido, especialmente por la manera en que relanzó el asunto Pinochet, pero ahora se ha vuelto un poco loco, no puedes llevar a los muertos a los tribunales. A Franco ya le ha juzgado la historia. Entre carcajadas retoma el pulso de la novela y vuelve a Birgitta Roslin. Su personaje central no es precisamente una juez estrella. Ella no quiere fotos ni protagonismo. Como es habitual en las novelas del autor de Asesinos sin rostro, utiliza el crimen para revelar las contradicciones de la sociedad. De sus obras se desprende que la solidaridad y la justicia son dos pilares básicos del sistema. La democracia no puede avanzar sin que la organización judicial funcione al cien por cien, y ésa es una discusión que hay que tener en todo el mundo. La defensa de la democracia le conduce hasta la crisis financiera. Los responsables deberían ser juzgados, de lo contrario tendremos que esperar otros quince años para que vuelva a suceder lo mismo. En ese sentido, Estados Unidos está mucho mejor que Europa porque es probable que allí algunos responsables de los bancos puedan ser juzgados y procesados como delincuentes, algo impensable aquí. Aquí es ahí mismo, justo en la puerta del teatro Avenida, en un banco de madera alargado en el que hay escrito un nombre: Siba-Siba. Desde la acera, sin necesidad de cruzar la calle, se divisa el imponente edificio de un banco de capital alemán, pero, más o menos diez años atrás, esas oficinas pertenecían a otro propietario en el que reinaba la corrupción más absoluta. Siba-Siba fue contratado por el Gobierno mozambiqueño para realizar una auditoría y buscar entre los gestores de la entidad a los responsables del despilfarro. Un día, cuenta Mankell, Siba-Siba fue asesinado, le arrojaron desde la ventana del último piso a la calle. También en Maputo un año antes asesinaron a un gran amigo de Mankell, el periodista Carlos Cardoso, una de las personas que más habían investigado y denunciado la corrupción política y económica. Estaba amenazado y sabía que iban a acabar con su vida, pero nunca se rindió.

¿Cómo le mataron? Mankell hace un gesto inequívoco con las manos: Ra, ta, ta, ta. En el teatro donde nos encontramos, Mankell montó una obra sobre la vida de Cardoso, y precisamente cuando se estaba representado mataron a Siba-Siba. En ese momento sentí que no sabía dónde acababa la realidad y empezaba el teatro. Los asesinos fueron detenidos y condenados a treinta años, pero su muerte dejó un gran vacío. Mankell se emociona hablando de Cardoso. No sólo él le echa de menos. Un graffiti y unas flores secas, que algún día formaron un ramo, recuerdan su memoria en el muro junto al que fue abatido cuando salía del periódico.

Seguramente El chino sea su novela más global; los personajes se mueven por tres continentes, pero parte de la obra transcurre en la Suecia que se desvanece con el nuevo milenio, plagada de granjas casi desiertas y pueblos aislados, un tipo de sociedad que Mankell conoce bien. Nació en Estocolmo, pero desde pequeño vivió en pequeñas aldeas en el norte del país en las que su padre ejercía como juez. Abandonados por su madre, él y sus hermanos fueron criados por su abuela, la persona que incitó desde bien pequeño a Mankell a escribir y a leer. Cuando recuerda el pasado y la aldea en la que creció y se contempla en Maputo no puede evitar cierta nostalgia y un golpe de vértigo: ¡Vaya viaje!, dice con la mirada perdida. La decisión de quedarse a vivir en África la tomé ¡en Salamanca!, en el curso de un viaje en coche desde Suecia hasta Portugal donde debía embarcar rumbo a Maputo. Alquiló una habitación en un hotel de carretera, pero el ruido de las cañerías y el tráfico no le dejaron conciliar el sueño. Pasé la noche en vela dando vueltas a una idea y nunca me he arrepentido. Pasar seis meses en Europa y seis en África me ayuda a mantener la perspectiva. Además de sus carreteras y hoteles inolvidables, de España le gusta Goya. Cada dos años como máximo regresa al Museo del Prado de Madrid para rendirse ante sus cuadros. Es el mejor contador de historias que conozco.

El inevitable paso del tiempo en una mujer que no se atreve a preguntarse qué ha sido de su vida y el recuerdo de su pasado como militante maoísta en los años sesenta le sirven en esta ocasión como marco argumental, pero Mankell niega cualquier proximidad ideológica con ese personaje. Nunca militó en la extrema izquierda ni en los grupos cercanos al partido comunista siempre fui libre con respecto a los partidos, aunque cuando contaba 20 años apoyó las protestas contra la guerra de Vietnam. Todavía tengo alguna marca, añade señalando en algún punto de su cabeza la cicatriz que oculta su blanca caballera. Se trata de una herida de guerra, recuerdo de la policía francesa cuando corría por las adoquinadas calles de París, en pleno Mayo del 68. Entonces y ahora, la cuestión básica en la que basa su militancia personal se llama solidaridad. Sin ella es difícil crear una sociedad justa. Para explicarlo recurre a una historia que les suele contar a los jóvenes: Imagina que te encuentras en casa viendo televisión y en un momento dado escuchas que alguien grita en la calle pidiendo socorro. Tienes dos opciones: subir el volumen o bajar a la acera y tratar de ayudar. La solidaridad pesa más que las ideologías. Muchas personas creen que esa fraternidad se identifica con un tipo de emoción, y es verdad, pero también es algo racional que tiene que ver con la inteligencia; si quiero que mis hijos tengan un mejor futuro, debo procurar que los otros también lo alcancen.

Esa militancia impregna todo su trabajo, aunque se defienda alegando que se trata de un artista, no de un político. Nunca soñó con triunfar en el género negro. El creador de Kurt Wallander, el inspector que le encumbró y al que retiró de un plumazo cuando empezó a cansarle, tuvo claro desde el momento en que inició esos libros que quería un personaje que cambiara constantemente, no deseaba alguien como Poirot. A partir del tercer libro hablé con una amiga que es médica para que le diagnosticara una enfermedad, dada su forma de vida, siempre mal alimentado y manteniéndose a base de café, y que resultó ser la diabetes. En el siguiente título, el inspector descubre que es diabético y fue el libro más popular. Nadie imagina a James Bond con esa enfermedad; claro que Bond juega en el Real Madrid, y Wallander, en la quinta división. No oculta el orgullo que le produce la adaptación que ha realizado el actor Kenneth Branagh para la BBC de tres de sus libros. Fue el propio actor el que planificó la serie en la que participa también como productor. Me gustó mucho hablar con él y tratar de ayudarle.

Otro escritor sueco, Stieg Larsson, y dos de los títulos de la trilogía Millennium ocupan las listas de libros más vendidos desde hace semanas en Europa, pero Mankell no parece muy interesado en hablar de ese fenómeno. Ha leído los libros que se publicaron tras la muerte del periodista, pero no le han emocionado. Su opinión es que el éxito de Larsson se puede equiparar al de cualquier best-seller, en el estilo Dan Brown. Y lo dice sin envidia. Ciertamente, Mankell no tiene problemas de ventas .Mi administrador dice que contando desde que nací hasta hoy habría vendido mil libros diarios, y el dinero, aunque sea fácil decirlo cuando sobra, no parece su prioridad. Nunca me voy a comprar un Mercedes, mi vida se basa en el trabajo y en vivir con mi mujer y mi familia. No quiero grandes mansiones con piscina. Tiene cuatro hijos de tres matrimonios anteriores a su relación con Eva Bergman. Dispone de un piso en Gotemburgo, otro en Estocolmo, y paga muchos impuestos, pero parte del dinero que gana lo dedica a apoyar proyectos en África.

Si con la obra de Larsson se mostraba reticente, su rostro se ilumina cuando escucha el nombre de John Le Carré: Es muy importante para mí. Los dos estamos muy enfadados con la situación del mundo. Ambos han criticado a las empresas farmacéuticas por el precio de los medicamentos en África o por su adulteración en algunos casos. En los 55 minutos que llevamos hablando han muerto 25 niños de malaria y sus muertes podrían haberse evitado porque hay medicamentos para atenderles, pero las grandes compañías prefieren ganar dinero. Hay una cosa que me duele mucho, el analfabetismo. Ahí reside la causa de todo. Aquí, en Maputo, el 75% de la población no sabe leer ni escribir, y ése es un problema que tendría fácil solución. Algunos creen que se trata de una cuestión de dinero, pero basta hacer las cuentas. Sólo con lo que nos gastamos en Europa en alimentar a nuestras mascotas durante un año solucionaríamos esa lacra; no quiero decir que no los alimenten, sino que se trata de poco dinero. Cómo se van a defender del sida si no saben leer.

Cuando Mankell se arranca a hablar de África no hay fisuras. La crisis del VIH en el continente africano o las condiciones de vida de sus habitantes le han inspirado nuevas historias que ha publicado en formato de literatura infantil, como la trilogía dedicada a Sofía, una historia real sobre una niña mozambiqueña que perdió las dos piernas al pisar una mina abandonada tras la guerra, en un accidente en el que falleció su hermana María y que en España ha publicado Siruela. La trilogía en la que recrea la cotidianidad en las aldeas africanas .A un kilómetro de donde nos encontramos hay gente que pasa hambre pone los pelos de punta. El dinero que ingresa por la venta de estos libros se destina a la aldea de Sofía. Mankell solía sentarse con ella y le leía los cuentos en los que relata cómo se desplazaba, apoyada en sus muletas, varios kilómetros para acudir al centro de salud o cómo la abandonó su marido en la selva para que la devoraran los animales, pero ya ha cerrado esa historia. El vínculo entre ellos es demasiado fuerte, tanto que el primer hijo de Sofía fue bautizado como Leonardo Henning.

Mankell parece haber encontrado en África algo más que esas historias con las que trata de conmover a los descreídos ciudadanos del primer mundo. Uno de sus trabajos relacionado con ese continente devastado, Moriré, pero mi memoria sobrevivirá, su particular reflexión sobre las personas que mueren de sida cada día sin fármacos para combatir la enfermedad, le dio mucha más satisfacción que la fama y los actos literarios en los que participa. Mientras viajaba por Uganda quería saber buscando documentación, en las afueras de Kampala se cruzó con Aida, una niña que había perdido a su madre. Aida no sabía leer ni escribir; abrazado en su regazo, guardaba un cuaderno del que emergió una mariposa azul al abrir las páginas. Como las que le gustaban a su madre. Los ojos del escritor se han llenado de lágrimas, una reacción propia de un personaje sensible, como Wallander, o de alguien que sabe por experiencia lo que supone crecer sin la mirada de una madre.



El chino. Henning Mankell. Traducción de Carmen Montes. Tusquets. Barcelona, 2008. 471 páginas. 20 euros.

http://www.elpais.com/articulo/semana/suec...elpbabese_3/Tes



CITA
El Chino

EL PAÍS ofrece a sus lectores las primeras líneas de la nueva novela del autor Henning Mankell, publicada por la Editorial Tusquets

ELPAÍS

ELPAIS.com
Cultura
27-11-2008


Skare, frío intenso. Mediados de invierno.

Uno de los primeros días de enero de 2006, un lobo solitario cruza la frontera sin señalizar y llega a Suecia desde Noruega a través de Vauldalen. El conductor de un ciclomotor cree haberlo avistado a las afueras de Fjällnas, pero el lobo se esfuma por entre los bosques en dirección este sin que nadie logre ver hacia dónde se dirige. En medio de los valles noruegos de Österdalarna, el animal encontró restos de un cadáver de alce congelado donde aún quedaban huesos por apurar. Sin embargo, de eso hacía más de dos días. Ahora empieza a acusar el hambre de nuevo y busca alimento.

Es un macho joven en busca de un territorio propio. Y continúa avanzando incansable hacia el este. Cerca de Nävjarna, al norte de Linsell, el lobo encuentra otro cadáver de alce. Durante un día entero permanece junto a él hasta saciar su hambre antes de proseguir. Siempre hacia el este. En las inmediaciones de Kårböle atraviesa a la carrera la helada superficie del Ljusnan y sigue el río en su accidentado discurrir hacia el mar. Una noche de luna clara, se mueve sobre sus mudas patas por el puente de Järvsö para adentrarse después en los espesos bosques que se extienden hacia el mar.

La mañana del 13 de enero, muy temprano, el lobo llega a Hesjövallen, un pequeño pueblo al sur de Hansesjön, en la región de Hälsingland. Se detiene y olfatea. Percibe un olor a sangre de origen indeterminado. El lobo otea a su alrededor. En las casas vive gente, pero de las chimeneas no sale humo. Ni su aguzado oído siente sonido alguno.

Sin embargo, ahí se percibe el olor a sangre, el lobo está seguro de ello. Aguarda en el lindero del bosque, intenta olfatear de dónde procede. Después comienza a correr despacio por la nieve. El olor llega arrastrándose desde una de las casas que se alza en los confines del pueblecito. Está alerta, en las proximidades del hombre hay que ser tan cauto como paciente. Se detiene de nuevo. El olor procede de la parte posterior de la casa. El lobo aguarda. Finalmente se pone en movimiento otra vez hasta que llega a su objetivo, un nuevo cadáver. Arrastra la pesada presa hasta el extremo del bosque. Nadie lo ha descubierto todavía, ni siquiera se ha oído el ladrido de ningún perro. El silencio llena cada rincón de aquella fría mañana.

En el lindero del bosque empieza a comer. Puesto que la carne aún no está congelada, le resulta fácil. Está muy hambriento. Después de haber arrancado uno de los zapatos de piel, comienza a roer la parte inferior de la pierna, justo por encima del pie.

Ha nevado durante la noche, hasta que se produjo una tregua. Mientras el lobo come empiezan a caer de nuevo leves copos de nieve sobre la tierra helada.


http://www.elpais.com/articulo/cultura/Chi...elpepucul_1/Tes
Andy Maykuth
El archivista y los empleos imaginarios

En Congo la gente va a trabajar a bibliotecas sin libros y a estaciones de ferrocarril que no funcionan hace años. Viven una ficción pero manifiestan así su esperanza en que el país resurja de sus cenizas.

MARIO VARGAS LLOSA

EL PAÍS
Opinión
30-11-2008


En la ciudad de Boma, capital de este inmenso país cuando se llamaba el Estado Libre del Congo y era propiedad privada del Rey de los Belgas, Leopoldo II, el señor Placide-Clement Mananga está entregado a luchar a favor de la civilización y contra la barbarie. Ésta, para él, no tiene la cara atroz de las violaciones, las matanzas, las epidemias y el hambre que adopta en otras regiones de su país, sino la del olvido. Monsieur Placide estuvo cuatro años de joven en un seminario católico, preparándose para ser cura. Pero el régimen de vida era muy severo y desistió. Tal vez en aquel periodo de ayunos, privaciones, oraciones y estricta disciplina contrajo el amor por los tiempos idos e intuyó que un país que se rinde a la amnesia histórica se queda tan sin defensas para enfrentar los problemas como esos campesinos de las alturas congolesas que, cuando bajan al llano, se hallan indefensos ante los mosquitos. El amor de Monsieur Placide por la historia no es arqueológico, está cargado de preocupación por el presente. "Conociendo nuestro pasado", dice, "entenderemos mejor por qué anda el Congo como anda y será más fácil atacar el mal en sus raíces".

Es un hombre suave, muy delgado, servicial, tímido, de maneras elegantes. Tiene un puestecillo menor en la Alcaldía y desde hace tiempo recolecta todos los papeles viejos, documentos, revistas, recortes de periódicos, cartas, que tienen que ver con Boma. Junto a su escritorio, apilados en el suelo, están esos materiales que serán algún día el embrión del Archivo Histórico del lugar. Paso un largo rato, distraído del calor pegajoso y las moscas indolentes, examinando legajos, silabarios y catecismos de la época colonial, manuales de buena conducta para señoritas, partidas de defunción, ordenanzas donde se clasifica a los indígenas por razas, etnias y domicilio, carteles con las prohibiciones que se colgaban en el barrio de los colonos y en el de los nativos en esos años en que desembarcaron aquí los europeos, con el fin, según el acuerdo de Berlín de 1885, de acabar con la trata de esclavos y civilizar al país usando el comercio libre para abrirlo al mundo y hacerlo prosperar. Nada de eso hicieron. Cuando, en 1960, el Congo se independizó, no había un solo profesional congoleño y la esclavitud, aunque encubierta, todavía existe. El comercio jamás fue libre, sino un monopolio de la potencia colonial, que, antes de irse, exprimió sin misericordia sus recursos y sus gentes.

Monsieur Placide es un libro de historia viviente y recorrer Boma con él es ver transformarse este pueblo pobre, abandonado y triste, en la activa y variopinta aldea de sus orígenes, cuando, a fines del siglo XIX, los despistados belgas encargaron a constructores alemanes la edificación de estas casas cuadradas, de dos pisos, de madera de pino traída de Europa y de planchas metálicas, que debían convertirlas en hornos a la hora del sol. Todavía están aquí, ruinosas pero en pie, con sus pilotes de piedra, sus largas terrazas, barandas y ventanas enrejadas y sus techos cónicos, formadas en hilera frente al río. Allí está también la primera iglesia, la del Espíritu Santo, diminuta y sofocante, toda de fierro. Pero el cementerio colonial, llamado "de los pioneros", ha desaparecido bajo la maleza, aunque, de pronto, asoma entre la verdura, llena de barro, la lápida descolorida de un misionero de Lieja, un topógrafo de Amberes o un agente comercial de Bruselas. La mansión del Gobernador General, rodeada de frondosos y centenarios baobabs, luce molduras donde, desdibujada, se divisa todavía la efigie de la Reina de Bélgica. El panorama del gran río africano, ancho, ocre, espumoso, salpicado de islas, que ha recorrido ya medio continente antes de llegar hasta aquí y avanza hacia el Atlántico, ancho, poderoso, silente, escoltado por bandadas de pájaros, es deslumbrante.

En el primer piso de esta casa que parece a punto de deshacerse como una momia milenaria, Monsieur Placide nos conduce a una habitación desnuda, en la que hay sólo dos mesitas, con dos mujeres sentadas ante ellas. No sin cierto orgullo, nos dice: "Ésta es la Biblioteca de Boma". Nos presenta a la bibliotecaria y su ayudante. Pero ¿y los libros? No hay uno solo. Nos explican que están guardados en cajas, en distintos depósitos, pero que, algún día, se construirán estantes y los libros serán traídos aquí y esta habitación se llenará de lectores. Entretanto, la bibliotecaria y su asistente vienen puntualmente a sus puestos de trabajo, donde pasan las ocho horas reglamentarias. Tienen un sueldo, sin duda, tan fantasmal como los libros que administran.

No es ésta mi primera experiencia con los trabajos imaginarios del Congo. La Biblioteca de Boma no es una excepción. Se trata también de una epidemia, pero, a diferencia del cólera o el paludismo, benéfica. Dos días atrás, en Matadi, a 130 kilómetros río arriba, visité la Estación del Ferrocarril construido por Stanley, sólido e imponente edificio amarillo donde una gran placa anuncia que de aquí partió el primer tren hacia Kinshasa (que entonces se llamaba Leopoldville) el 9 de agosto de 1877. El local está muy activo. Un destacamento policial cuida las instalaciones y hay un jefe de estación a quien diviso en su oficina, con una gorrita y un guardapolvo que deben ser del uniforme. En las oficinas conté hasta una veintena de personas, hombres y mujeres, sentados en escritorios, abriendo y cerrando cajones, ordenando estantes. Había, incluso, empleados atendiendo en las boleterías. Unos pizarrones indicaban las horas de salida de los trenes y las estaciones en que hacía escala el que iba rumbo a Kinshasa. Pero, el último tren que partió de aquí lo hizo hace ya muchos años (nadie quiso o supo decirme cuándo). Todos vivían una ficción, ni más ni menos que los personajes de la novela de Juan Carlos Onetti, El astillero. Van a trabajar a diario, llenan formularios, tarjetas, actualizan los informes, descansan los domingos.

Unos días después, en otro pueblo colonial del Bajo Congo, Mbanza Ngungu, me encuentro con idéntico espectáculo. Allí, la estación es, en verdad, un enorme taller de reparaciones y un depósito de vagones y locomotoras fuera de servicio. El lugar está lleno de operarios, vigilantes, empleados que ocupan todas las instalaciones y circulan de un lado a otro. Se diría que se hallan atosigados de trabajo. Pero, los vagones han sido desguazados hace tiempo y las locomotoras son unos esqueletos herrumbrosos sin ruedas ni timones. Este tráfago es una pura representación, una pantomima en la que participa toda la comunidad.

Poco a poco descubro que el Congo entero está atiborrado de ficciones semejantes. Sin ir más lejos, el Aeropuerto Internacional de Kinshasa tiene toda un ala, cuyas compañías han desaparecido, y sin embargo los empleados siguen yendo a ocupar sus puestos, mañana y tarde, como antaño.

¿De qué se trata? De un ejercicio colectivo de magia simpatética, parecido al de esos pueblos primitivos que, según cuenta Frazer en La Rama Dorada, zapatean contra la tierra imitando la caída de las gotas de la lluvia a fin de que así, contagiado, el cielo descargue sus aguas sobre la tierra sedienta. Pero, no hay nada primitivo sino una conducta altamente civilizada en este recurso a la ficción con que millares de congoleños siguen yendo a trabajar, aunque sepan perfectamente que esos trabajos ya no existen. Ellos hacen lo que pueden hacer. No está en sus manos resucitar las locomotoras destruidas, ni comprar libros para la biblioteca, ni sobornar a las compañías desertoras para que retornen. Pero, seguir yendo a sus puestos, contra todo realismo, es una manifestación de esperanza, una manera de resistir la desesperación, de proclamar a los cuatros vientos que hay un futuro, que la vida -el trabajo- volverá a renacer y que el desgraciado país que es el suyo resucitará de sus cenizas, como un Ave Fénix. Cuando aquello empiece a ocurrir, ellos estarán allí, en la primera fila, dando la batalla de la recuperación. Y, entonces, sin duda, recibirán otra vez esos salarios que hace tiempo se esfumaron de sus vidas, al igual que la paz, la seguridad, el sustento y la alegría. Cuando la realidad se vuelve irresistible, la ficción es un refugio. Por eso existe la literatura, esa escapatoria de los tristes, los nostálgicos y los soñadores. Los congoleños no la leen, la viven.



© Mario Vargas Llosa, 2008. © Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Diario EL PAÍS, SL, 2008



http://www.elpais.com/articulo/opinion/arc...lpepiopi_11/Tes
Katharina Von Strauger
Yo, mi marido y sus otras mujeres

La madrileña Sonia Sampayo se convirtió en 1997 en la tercera esposa del senegalés Pap Ndiaye. Su historia se ha hecho película: 'Princesa de África'. ¿Cómo una española llega a aceptar la poligamia? Ella misma lo cuenta.


LOLA HUETE MACHADO

EL PAIS SEMANAL
28-11-2008


"Un día se lo solté a mi madre: 'Tengo novio, es negro, tiene dos esposas y me voy a casar con él'. Preferí contárselo de golpe. Yo, nacida en Madrid en 1973, no había cumplido los 23, no tenía padre y siempre había sido hija modelo. Ella me conocía; sabía que no era una cabeza loca, así que pensó: 'Es el calentón del enamoramiento'. O quizá era por ayudarle, por los papeles... Pero no. Me casé a conciencia. Enseguida se lo presenté. Al principio no podía quererle, pero ahora le adora. ¡Es que conoces a Pap y te engancha! Los senegaleses son así. Con ese lenguaje de paz que poseen. Corría 1997. Fuimos al registro civil y ya. Soy bailarina de africano y oriental; doy clases en la escuela de Gloria Alba y en otras, y recuerdo que ese día de boda no hubo ni fiesta porque tenía actuación en Badajoz. Al volver, le llamé, porque era como: '¿Y qué hago ahora?, ¿adónde voy? Ya somos un matrimonio...'. Luego me casaron por el rito musulmán. Van los hombres, yo ni me enteré.

Mi marido, Pap Ndiaye, va a cumplir 43 años; es griot, la casta de los artistas y músicos, los trovadores, los jóvenes eternos; él es una persona ni de aquí ni de allá; un espíritu libre con un fortísimo lazo familiar. No habla bien español, a pesar de llevar tanto aquí; está por trabajo y, emocionalmente, por mí. Culpa mía. Nunca le obligué. Hasta en eso soy poco madre. No, no tenemos hijos. No quiero. Si quisiera, él sería feliz. Él se ve cubierto en lo paternal. Tiene seis con sus dos mujeres senegalesas, Kiné y Fama. La primera es de mi edad; Fama, más joven. Pap suele ir a Senegal una o dos veces al año. Pasa meses. Yo le acompaño. Me encanta Senegal, y Louga, su ciudad. La primera ocasión, ya casados, fue en 1999. Resultó muy duro para mí. Coincidió con el bautizo del primer hijo de Fama. Ella lo pasó fatal con mi boda; fue un mes después de la suya. Entre eso, el parto complicado y que yo llegaba... Pero yo me sentía aún peor. Me quedé ocho semanas. Ni bailar pude. Porque si voy y bailo, como hago siempre ahora, lo demás se anula; para mí bailar es una necesidad física, me salva de la locura. Pap no se daba cuenta de nada. Ni se planteó que tuviera que ayudarme a adaptarme. Nada. Hizo su vida, y punto. Ellos son así... Ya me he acostumbrado. Y él ha aprendido. Hoy, si me ve cabizbaja, se acerca a socorrerme. Pero entonces no. Uf, no había nadie en quien confiar. A mi madre no la hacía partícipe... ¿para qué darle detalles? Hubo un momento en que tomé la decisión de no contar nada. La gente te juzga muy rápido. Me decían: 'Loca, ¿dónde te metes?'. Amigos, familia... Una superprotección que no deseaba. En general, en nuestra cultura nos dejamos influir por los prejuicios. Si no estás casado, con hijos y coche, no triunfas. Yo veo más opciones.

¿Cómo nos conocimos? Sus hermanos eran mis profesores. Tenían un grupo de percusión, Livika. Yo era fan total. El padre de Pap fue famoso, el griot del presidente. Hizo giras por Europa. Vino a España y varios de sus 20 hijos se quedaron. Y aquí siguen. A Pap le conocí en una clase. Nos movíamos por Lavapiés, quedábamos a tomar té y allí estaban todos ellos, de charla, desparramados en el sofá. Sabía que estaba casado. Me lo contó. Me tiraba los tejos, pero yo no era receptiva. Todo cambió al viajar yo a Senegal en 1996, una excursión organizaba por sus hermanos... Fuimos a Louga con su familia. Me encantó. El ambiente, el color, la luz... Me enamoré de todo y de todos... Conocí incluso a Kiné, la primera esposa de Pap. Es curioso, la idea de la película Princesa de África surgió años después igual: con un viaje a Senegal de Juan Laguna, el director. Él también conocía a Pap de su grupo. Fueron en 2005 en busca de una historia musical, y al visitar a la familia descubrió que la historia estaba ante sus ojos: cuando Kiné, Fama y los críos le preguntaban: '¿Y Sonia? ¿Y Sonia?'. Lo visualizó: dos esposas senegalesas y otra española. Dos allí; una en Madrid. ¿Cómo lo viviría yo? Cuando regresó me dijo: 'Siéntate, te quiero proponer algo'. Juan afirma que en la película las mujeres somos cinco: nosotras tres, Marem (hija adolescente de Pap, la narradora) y la danza. Sin danza nada habría sucedido. Pap y yo tenemos la implicación sentimental, claro, pero sin la profesional no seríamos nada. ¿Qué he ganado con la película? De algún modo he querido reivindicar mi libertad, la de elegir.

Pap dice que conmigo él lo tenía claro desde el principio; había intentado ligar con otras, sí; aquí están solitos, lo intentan siempre... Como una hormiguita, me conquistó. La verdad, yo no pensaba que la cosa llegaría a tanto. Me limité a vivirlo. Un día me preguntó si quería casarme. Por dos razones: papeles y religión, por tranquilidad; no ven bien el sexo sin matrimonio. Dudé, pero me dije: 'Vale, si no voy a modificar mi vida, qué más da'. Ellos, además, tienen esa concepción tan seria de las relaciones, del sexo, ese respeto a los padres... Eso a mí me gusta; nosotros hemos perdido aquí ya mucho esos valores.

En mis visitas a Louga no tengo derecho a dormir con Pap. Es la norma. Ya le tengo en Madrid. Y no resido en la misma casa que Kiné y Fama. Nunca lo hice, nunca lo hago. No quiero. No podría soportar oírle decir 'buenas noches' y que se fuera con otra. Si estoy lejos, lo aguanto; sino, no. Por el día lo paso bien; por la noche, fatal. Él viene a verme, sí, pero no se queda. Kiné y Fama son rivales, sí, pero su relación es fraternal. Están juntas siempre; se cuidan los hijos. Las tres tenemos celos, claro. Pero Pap no permite malos rollos. Y en Senegal no hay esas vueltas de aquí, esa maldad. Y si existe, queda entre mujeres. Nos parecemos mucho Kiné y yo, hasta en los rasgos; soy muy árabe, morena, delgada, pero con curvas. La gente allí me llama 'la Kiné blanca'. Con Fama nunca tuve relación. No habla francés. Ésa es una razón. Ahora que he madurado la comprendo más, la veo con ternura. Yo no soy rival para ellas: piensan que Pap, al no tener yo hijos, nunca se quedará conmigo; regresará. Yo no podría vivir en Louga, ni en Dakar. ¿Y si Pap deja España? Pues, adiós. Pero aún no va a irse, debe sacar adelante a sus hijos, se marchará cuando envejezca.

Cómo viven ellas los celos no lo sé. Sólo puedo hablar de mí. Lo peor es la imaginación. Tan dañina. Lo que hace dos días con una, dos días con la otra. En habitaciones contiguas. Visualizarlo es brutal. Lo evito. Intento pensar en lo que compartimos, estar activa. Si viviera con ellas me desesperaría. Un día me decían: 'Si ya estás aquí, ¿por qué tenemos que cocinar nosotras?'. Y yo: '¿Pero no os acostáis con él? ¡Pues hacedle la comida!'. Se reían. Pero aún más al hablar de sexo, lo hablan mucho, en grupo, con pelos y señales... ¡Ríete de la liberación sexual! En ese primer viaje me montaron una encerrona. Para impresionarme. Me mostraban su ritual con el marido ('Debes hacerlo así y así'), qué ropa usar, los gestos, el perfume... Yo no me corté: 'Ah, no, pero mirad, yo no lo hago así'. Me inventaba posturas. Se morían de risa. Y las ves tan hermosas, con ese gesto altivo, que no es tal. A veces te sientes fatal. Yo he vivido muchos momentos pensando: '¿Qué hago aquí? No valgo para nada...'. Debes blindarte para no sucumbir al desaliento. ¡Y hay tantos códigos culturales que lo hacen todo tan difícil! En la manera en que satisfacen a las mujeres, por ejemplo: allí es dándoles dinero; aquí yo me mantengo, sólo le pido atención, cariño, que cubra necesidades afectivas. Con Pap he aprendido algo: a pedir. De él no salía dar. No tenía ese registro. No ve lo que me pasa si no le cuento. Porque las mujeres allí les ocultan sus cambios emocionales. Aquí somos más cómplices. Ellas al hombre lo cuidan, hacen de madres... Yo eso lo dejé claro el primer día: no estoy aquí para servirle. Él lo sabía. Se adapta. Respetó desde el principio lo que le decía, atendió a cada frase y sentimiento, aunque no lo comprendiera. Él se ha abierto a esta cultura a través de mí... Al mostrar yo mis sentimientos, pues él también cuenta ya lo que le emociona o afecta. Hasta llora.

Lo de la poligamia como tal me importó al principio. Pero, tras pensarlo y asumirlo, quedó superado. Luego ya ni lo ves raro. Piensa que me casé en 1997. Entonces lo africano sí era raro. Ahora casarse con ellos es más habitual. Ellos también han cambiado. Y depende de la procedencia: no es lo mismo ser de Louga que de Dakar. En la capital tener más de una esposa es atípico; es más, cuando se estrenó allí el filme en enero, los espectadores se preocupaban por la imagen del país. 'Senegal no es así', decían.

Verme en la pantalla es extraño. No soy actriz. Soy una persona normal. Es mi vida. Salgo ahí, viviéndola. A pedazos. Muy bien contada, muy hermosa, con felicidad y sufrimiento... Sí, he tenido y tengo muchos ratos de desesperación, de tristeza, de rebeldía, pero nunca dudas del amor que siento. Todo se me pasa al ver a mi marido. Siento que hay una conexión, que lo que tenemos que aprender el uno del otro no ha terminado. Cuando eso suceda nos separaremos, y no tendrá que ver con sus mujeres, sino con nosotros. ¿Podría tener yo otros maridos? Uf, le chincho con eso y se pone malo. ¿Y qué pasaría si él tomara esa cuarta esposa que su religión le permite? Uf, aquí tampoco tengo dudas. Una cosa es aceptar su pasado, y otra, que elija y quiera a alguien después de mí, para el futuro. Pasaríamos entonces a otro nivel. Con todo el dolor de mi corazón, seríamos sólo amigos".



http://www.elpais.com/articulo/portada/mar...elpepspor_5/Tes
Pepin
CITA
Lidia Mecati nueva consejera delegada de la inmobiliaria Mixta África

Urbanoticias.com
01-12-2008


El consejo de administración de la inmobiliaria Mixta África, que preside Josep Piqué, nombró a Lidia Mecati nueva consejera delegada de la compañía, tras el acuerdo sobre la marcha de la empresaria que hasta ahora ocupaba el cargo, Eri Nemoto. Mecati ocupaba hasta ahora el puesto de directora general de operaciones.

Nemoto y el hasta ahora director general corporativo, Enric Venancio, dejan la compañía tras el acuerdo del consejo de administración de que, una vez cubierta "con éxito" la etapa de lanzamiento, ahora es necesario "intensificar la dedicación local, bajo una estructura más próxima a los mercados que generan el negocio de la compañía".

Piqué declaró que la nueva estructura "es la más adecuada en una empresa que fundamentalmente desarrolla su actividad en diferentes países de África y que mantiene unos altos ritmos de crecimiento y expansión".

La nueva consejera delegada señaló que una de sus prioridades será "no sólo el impulso de los equipos locales, sino intensificar el posicionamiento en distintos países". Añadió que Mixta África se encuentra en un momento "clave" de su crecimiento, que debe llevar a la empresa a ser una compañía "pan-africana" en el medio plazo.

Estos cambios se producen una vez completada la composición accionarial de la compañía con la incorporación en el último año de las entidades financieras Morgan Stanley, IFC, perteneciente al Banco Mundial y Kingdom Zephyr Africa Management, participada por el príncipe saudí Alwaleed


http://www.urbanoticias.com/noticias/hemer...-delegada.shtml



CITA
El nuevo socio de 'El Pocero': el gobierno de Obiang en Guinea

Ecodiario.es
Alejandra Ramón
7:56 - 1/12/2008


Parecía casi de ciencia ficción, y de hecho, pocos eran los que creían que Francisco Hernando, El Pocero de Seseña, acabaría exportando su modelo de desarrollo urbanístico a África. Sin embargo, los primeros pasos ya se han dado y todo apunta a que próximamente empresario y político sellarán un beneficioso proyecto para ambos. Francisco Hernando, El Pocero, y Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, cerrarán un pacto.

Ambos han llegado a un principio de acuerdo por el que han creado una empresa 50% estatal y 50% propiedad de Hernando. Este es un primer paso para que los sueños de El Pocero en aquellas tierras comiencen a fructificar y, por otro lado, Teodoro Obiang ofrecerá a los guineanos un desarrollo urbanístico que apenas han visto por aquellas tierras.

Los desarrollos

Fuentes cercanas al empresario han confirmado a El Economista que lo más probable es que Francisco Hernando viaje la próxima semana a Guinea Ecuatorial para firmar los nuevos proyectos. Las negociaciones, que duran ya casi un año, se frustraron en una ocasión en la que El Pocero iba a edificar 15.000 viviendas.

Sin embargo, en esta ocasión parece ir todo viento en popa a toda vela. Las conversaciones se mantienen directamente con el presidente y precisamente por ello, los retrasos que se pudieran producir en la firma se deberán a problemas de agenda de Teodoro Obiang. Las mismas fuentes han asegurado que los proyectos que inicie Francisco Hernando El Pocero, pueden ir desde grandes urbanizaciones, como de la que el empresario ha tenido que desprenderse en Seseña, hasta obra pública o polígonos industriales.

El hecho de estar pendientes unos desarrollos urbanísticos tan dispares se debe a que en Guinea Ecuatorial hay mucho por hacer. "Si se quieren hacer las cosas con lógica habría que montar fábricas de cemento y de ladrillos porque no se puede estar con un barco para arriba y para abajo" explican personas cercanas al empresario. Y añaden que en el caso de Guinea Ecuatorial habría que hacer mucha obra pública porque no se pueden dejar unos bloques como los que él construye sin que se pueda disfrutar de ellos por falta de infraestructuras.

Huida de España

Aunque el empresario siempre se ha jactado de ser español y de pagar millones por exhibir su bandera en los antiguos yates en los que se paseaba, lo cierto es que su patria, desde hace varios años, no le ha aportado las alegrías que posiblemente él esperase.

Por un lado, tiene varias denuncias presentadas en el juzgado de instrucción número 4 de Illescas por diversos delitos entre los que se encuentran el cohecho y la falsificación en documento público. Por otro lado, el empresario ha tenido que enfrentarse a la crisis inmobiliaria desprendiéndose de sus queridos bloques del secarral de Seseña ante la imposibilidad de hacer frente a la deuda contraída.

Aunque El Pocero siempre ha negado que vaya a abandonar la ciudad que lleva su nombre, Residencial Francisco Hernando, lo cierto es que poco le queda por hacer allí. Los comerciales han sido despedidos y 50 empleados trabajan para finalizar los últimos bloques para los que ha conseguido licencia de construcción


http://ecodiario.eleconomista.es/espana/no...-en-Guinea.html




CITA
Asia y Africa: Los Nuevos Blancos Mineros de Luksic y Codelco

Estrategia On-Line
Lunes, 01 de Diciembre de 2008
01/12/2008



Las grandes mineras chilenas tienen puestos sus ojos en esos continentes, en los cuales hay buenas leyes y baja explotación.

La bonanza en el precio del cobre se acabó. El mismo presidente ejecutivo de la estatal Codelco, José Pablo Arellano, reconoció que el “súper-ciclo” había terminado. Nadie esperaba una caída tan abrupta en el precio del metal rojo, que si bien hasta septiembre alcanzaba niveles de los US$3 la libra, en este momento, el promedio mensual para noviembre fue US$1,6 la libra, según Cochilco.

Y es en este contexto la preocupación de las grandes empresas mineras se centra en una reducción de costos. Esto si bien en primera instancia se focaliza en aspectos laborales, renegociar contratos con proveedores, y con las empresas generadoras, también hay una decisión de encontrar nuevos yacimientos con mejores leyes que las actuales.

Es así como abrir nuevos yacimientos, frente al desgaste de los que actualmente están operando, permitiría al negocio minero reducir fuertemente sus costos, pues además de obtener leyes más altas, se logra un alza en la producción. Eso si, según el analista Gustavo Lagos de la Universidad Católica, esta iniciativa se puede realizar sólo pensando en el mediano plazo, pero no para superar la actual situación coyuntural.

Si bien, las compañías mineras se muestran interesadas en realizar proyectos mineros en diversos continentes, según Juan Carlos Guajardo, director de Cesco, “las decisiones de inversión en el extranjero deben consideran una serie de otros factores como la estabilidad política, niveles de tributación, disponibilidad de infraestructura, etc.”.

Potencialidad Mundial

A juicio del presidente de la división Metales Bases de la minera BHP Billiton, Diego Hernández, las zonas con mayor potencialidad a nivel global, son en la que BHP Billiton está interesadas: Australia, América Latina y África.
Esta apreciación la confirma un estudio de Cochilco, “Catastro mundial de proyectos y prospectos mineros de cobre periodo 2006-2015”, que indica que a nivel de continentes, América posee el 68% de las reservas, con un equivalente de 37.619,83 miles de toneladas de mineral (MTM mineral). Aquí, Latinoamérica se lleva una gran porción con 58,8% de representabilidad mundial en reservas, equivalentes a 32.619 MTM mineral. El segundo continente con mayor reservas es Asia, con 20% del total mundial (11.353,15 MTM), seguido por Oceanía con un 7%, equivalentes a 3.877,14 MTM mineral.
Respecto a leyes promedio, Cochilco indica que las más altas la presenta el continente africano, con un contenido promedio de cobre de 1,72% en el caso de los proyectos de concentrado de cobre y de 1,99% en el caso de los cátodos electro-obtenidos.

Chilenos en el Mundo

En el país, dos son las empresas nacionales que integran el selecto grupo de la gran minería mundial. Codelco, por el lado estatal, y Antofagasta Minerals de la familia Luksic, en el sector privado, ambas con proyecciones a nivel internacional. “Seguimos con dos proyectos, uno de ellos es el estudio de factibilidad de Pakistán, y el otro es que está en etapas muy tempranas de exploración que es en Zambia. Este requiere más de tres años de exploración y es un yacimiento viable para ir a las etapas siguientes”, afirmó Marcelo Awad, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.
Awad también sostiene que el potencial en América Latina llama la atención de la compañía. “Hay países que tienen bastante actividad minera, como Perú, Brasil, algo en Argentina”, afirmó.

Codelco, por su parte, está realizando las gestiones necesarias para posicionarse en el continente asiático y africano. Según el ministro de minería, Santiago González, a través de su último viaje a China, se pretendió potenciar la relación chilena con el gigante asiático, con la apertura de una nueva oficina de Codelco en Beijing.

González comentó que en su viaje a Mongolia, observaron que “es un prospecto minero importante, tiene grandes reservas mineras pero un muy bajo nivel de explotación. Por lo que estamos viendo las posibilidades que puede tener Codelco en el Asia”.

Sumado a esto, González afirmó que se está negociando constantemente con otros países de interés, como Australia y Canadá. Sin mencionar también, que la estatal Codelco está realizando estudio de prospectos mineros en África, específicamente en Sudáfrica, como también en otro países del continente. “Estas iniciativas son para aumentar la producción y el paso en China es importante para que Codelco e invierta en el extranjero”, afirmó González.


http://www.estrategia.cl/detalle_noticia.php?cod=15748


Francisco Alegre
Malabo Dos – Inversiones chinas en Guinea Ecuatorial

TIERRA de NADIE
lunes 1 de diciembre de 2008


La historia reciente de Guinea Ecuatorial empieza en 1996, año en que las empresas estadounidenses Mobil y United Meridian Corporation (UMC), de Houston, comenzaron la extracción de petróleo en sus aguas territoriales. Las repercusiones económicas desde entonces han engrosado, de forma particular, las arcas del jefe del estado, Teodoro Obiang, su familia y socios gobernantes. Gracias a los ingresos del petróleo éste país ha experimentado tasas de crecimiento del 33% del producto interior bruto en solo 3 años. Tal cantidad de dinero (es el tercer productor de crudo del África Subsahariana) no se ve traducido en mejoras en las condiciones de vida de la población.

Recientemente han entrado con fuerza las inversiones chinas, alentadas por las divisas generadas por el petróleo. Construcción de infraestructuras (carreteras, puentes, aeropuertos, depósitos de petróleo…) y viviendas. China Dalian es un compendio de empresas de la provincia de Liaoning, que opera en Guinea Ecuatorial con obras de gran envergadura.

El principal interés de China en el continente africano son sus reservas naturales, pero no es el único. Ya en 2003 el comercio de éste país con África era de 10.000 millones de dólares y un año más tarde, en 2004, de 20.000 millones. Textiles sobretodo, pero también productos manufacturados.

Este reportaje se centra en el plan de construcción de “viviendas sociales” que el gobierno está llevando a cabo en las dos grandes ciudades del país: Malabo, la capital, y Bata, en el continente.

Malabo dos y Bata dos son los nombres de estos grandes proyectos de urbanización. Se trata de un cinturón de viviendas, servicios y edificios privados edificados alrededor de las ciudades. Zonas deforestadas de selva son el marco donde se elevan bloques de seis plantas, aun sin las calles urbanizadas, alcantarillado o red de agua potable.

Miles de trabajadores traídos de diversas provincias chinas viven y trabajan en las mismas obras. Las relaciones con los guineanos son distantes, son personas de lugares dispares del planeta que la era de la globalización ha acercado. Las diferencias culturales y lingüísticas, además de la situación en que se relacionan, no favorecen ningún intercambio que más bien se ha convertido en barrera que fomenta la ignorancia mutua. En la hora del almuerzo unos y otros, orientales y africanos, acuden a comedores separados. Una ley permite contratar un extranjero por cada cinco guineanos pero aquí estas proporciones no se cumplen. Y los empresarios saben que: “un chino trabaja por cinco guineanos”.

Empresas chinas desarrollan en Bata la construcción de unos depósitos donde almacenar el petróleo y el gas extraído antes de su carga en petroleros. Está también en proyecto la construcción de una refinería que permitiría a Guinea Ecuatorial elaborar su propio combustible y otros derivados.

La comunidad china regenta comercios de importación de productos electrónicos, consultorios médicos y locutorios, en su mayoría. En 2001 China condonó la deuda externa de Guinea Ecuatorial, ahora el gran país asiático importa el petróleo y madera tropical que muchas veces retorna en forma de muebles manufacturados al país africano. La última visita oficial de Obiang a China fue con motivo del Foro de cooperación China-África en 2006.


http://tdn-tierradenadie.blogspot.com/2008...-en-guinea.html
Julian Navascues
CITA
Secretos oficiales


EL PAÍS
Opinión
15-08-1976


Con arreglo a la ley este periódico sería secuestrado si publicara la noticia de que el señor Francisco Macías, presidente de Guinea Ecuatorial, se ha fracturado un tobillo al caer por las escaleras de su palacio. A tal extremo conduciría la aplicación de una ley tan discutiblemente democrática como la de Secretos Oficiales.No parece probable que sea un catarro presidencial o la composición del Gobierno guineano o las cifras del intercambio comercial entre España y Guinea, las cuestiones que los españoles no deben conocer so pena de poner en grave riesgo la seguridad del Estado o el interés de la colectividad.

La seguridad del Estado español o la convivencia nacional en modo alguno pueden peligrar porque los españoles lean las noticias que sobre Guinea publican todos los periódicos del mundo, menos los españoles. Lo que aquí podría verse en serio aprieto es la reputación o el interés de algunos personajes españoles relacionados de alguna manera con la reciente historia de Guinea y a quienes el secreto ampara generosamente.

A la postre, que al pueblo español le esté vedada la información sobre lo que ocurre en el único país africano de habla española sólo es la anécdota reveladora de un modo de gobernar: aquél en que el Gobierno no tiene la obligación de explicar sus decisiones ante unas Cortes representativas.

Lo grave es la multiplicación de esta anécdota y la utilización del noble objetivo de la protección del Estado con fines políticos contingentes: amparar una gestión administrativa desafortunada o una conducta individual abusiva.

La ley de Secretos Oficiales debe ser derogada. En materias de información el poder Ejecutivo debe reducir al mínimo su margen de discrecionalidad y someter sus decisiones en la materia a un control imparcial.

La ley de Secretos Oficiales, es adecuada a la situación política en que fue creada, hace ocho años: entonces, cuando el sistema de poder personal entraba en su fase de decadencia, sintió el Régimen la necesidad de arbitrar unos instrumentos de emergencia para mantener la delicada situación. La ley de Prensa había entreabierto en 1966 la primera ventana a la libertad de información y el a la más autoritaria del Gobierno quiso cerrarla, dos años después, con la ley de Secretos Oficiales. Ahora la situación es distinta: no presenciamos el final de un sistema sino el comienzo de otro. No es hora de resolver emergencias sino de buscar la estabilidad. Hay que desterrar vestigios de excepcionalidad, y optar con valor por la transparencia informativa.

De otro modo -dicho sea con todos los respetos-, la ley de Secretos mas bien parecía hoy un sistema de cortinas de humo que una verdadera norma jurídica.

Cuando un Gobierno como el actual, pone en duda por boca de su ministro de Información, la virtualidad de la ley de Prensa (ver declaraciones en pág. dirol.gif, da un paso hacia la democracia. Cuando ese mismo Gobierno renueva el secreto oficial sobre Guinea, y no levanta el que pesa sobre las actuaciones judiciales en relación con los malos tratos a los detenidos, no hace otra cosa que dar un paso atrás en su credibilidad.



http://www.elpais.com/articulo/opinion/ESP...elpepiopi_1/Tes




CITA
Cómplices de la vergüenza

Ningún alto cargo del PP expresó reservas sobre el traslado ilegal de personas a Guantánamo



EL PAÍS
Opinión
02-12-2008


No basta con decir que el Gobierno de Aznar conocía la existencia de vuelos ilegales y secretos con destino al limbo jurídico de Guantánamo. La maquinaria de la Administración española se puso al servicio de la Administración de Bush para facilitarlos y para disimular las evidencias de su tránsito por España. En la operación participaron altos funcionarios de los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, y también del gabinete internacional de la Presidencia del Gobierno. Dejaron constancia escrita de las comunicaciones para dar respuesta inmediata a una petición de Washington que los convertía en cómplices de una de las mayores vergüenzas de nuestro tiempo.

Al igual que ocurrió con los diputados populares a la hora de votar en el Congreso sobre la participación española en la invasión de Irak, perpetrada al margen de Naciones Unidas, ni uno solo de los altos cargos nombrados por el PP y por cuyas manos transitaron la información y los documentos sobre los vuelos secretos expresó la más mínima reserva política o moral frente a la iniquidad que iba a llevarse a cabo. Su celo llegó al extremo de sugerir los aeropuertos más "discretos" y las fórmulas más apropiadas para ocultar a la opinión pública la grave decisión que el Gobierno iba a adoptar. Incluso previeron las consecuencias de que alguno de los trasladados tuviera nacionalidad europea. Pero no para objetar el plan, sino para evitar que se supiera.

Aznar hizo de la lucha contra el terrorismo la bandera de su presidencia, e insistió en que, para vencerlo, no valían los atajos. Pero era un principio cuya validez dependía de las circunstancias. Si todos los terrorismos le parecían iguales, como no cesó de repetir para justificar la participación española en Irak, también deberían parecérselo todos los episodios de guerra sucia.

Y, sin embargo, no consta que pusiera ningún reparo a la hora de convertir a nuestro país en una pieza del engranaje que facilitó la tortura de decenas de acusados de terrorismo, invocando la seguridad, la libertad y la democracia. Todavía hoy lo sigue haciendo, para desgracia de la actual dirección de su partido, que intenta evitar verse salpicada por este nuevo escándalo.

La Audiencia Nacional viene investigando los vuelos secretos con destino a Guantánamo desde que se supo que algunos de ellos transitaron por España. El proceso se encontraba paralizado a falta de pruebas y documentos: ahora se han conocido pruebas de vuelos militares, diferentes a los de la CIA pero con implicaciones similares. El Gobierno actual asegura desconocer que su predecesor concediera de manera expresa autorización para los vuelos a Guantánamo, y el ministro de Exteriores se ha comprometido a abrir una investigación. Sorprende que esa investigación sólo se inicie ahora, como si la causa abierta en su día por la Audiencia Nacional, y que ha estado a punto de decaer, no hubiera sido un estímulo suficiente y se hubiera estado modulando la colaboración con la justicia



http://www.elpais.com/articulo/opinion/Com...elpepiopi_1/Tes

Francisco Alegre
CITA
Des chefs d'Etat africains visés à Paris par une nouvelle plainte

LE MONDE
02.12.08 | 10h50
Mis à jour le 02.12.08 | 16h02


Les chasseurs de "biens mal acquis" par les chefs d'Etat africains reviennent à la charge. Un an après la fin d'une enquête de police qui a mis au jour l'impressionnant patrimoine immobilier de plusieurs chefs d'Etat africains en France, une nouvelle plainte a été déposée, mardi 2 décembre, devant le doyen des juges d'instruction de Paris visant les chefs d'Etat du Gabon, du Congo-Brazzaville et de Guinée équatoriale ainsi que leurs entourages pour "recel de détournement de fonds publics".

Les plaignants – l'organisation non gouvernementale Transparency Internationalet un contribuable gabonais – accusent les présidents Omar Bongo, Denis Sassou Nguesso et Teodoro Obiang, d'avoir acquis leur fortune au détriment du budget de leur pays, et donc de leur population. "Personne ne peut croire, écrivent-ils dans la plainte, que ces biens immobiliers dont la valeur est (…) de l'ordre de plusieurs millions d'euros, ont pu être acquis par le seul fruit de leurs rémunérations".

Ils estiment que la justice française est compétente car, selon eux, le délit de recel, constitué par l'achat d'immeubles et de voitures de luxe, a été commis en France.

Une nouvelle plainte est déposée car la première a été classée sans suite, en novembre 2007, pour "infraction insuffisamment caractérisée". Si l'enquête policière a dressé l'inventaire de l'opulence des dirigeants de ces pays pauvres, elle n'a pas, faute de mandat dans ce sens, déterminé l'origine des fonds ayant permis ces somptueuses acquisitions concentrées entre les 16e, 8e et 7e arrondissements de Paris.

C'est précisément pour obtenir la désignation d'un juge d'instruction apte à diligenter une enquête approfondie, qu'une nouvelle plainte, appuyée par les résultats de l'enquête de police, est déposée.

Cette fois, la plainte est assortie d'une "constitution de partie civile" qui emporte, en principe, l'ouverture d'une information et donc la désignation d'un magistrat instructeur. Mais pour en arriver là, la plainte doit être considérée comme "recevable". Elle ne le sera que si le doyen des juges d'instruction reconnaît l'"intérêt à agir" des plaignants.

La position du parquet, lié au gouvernement, sera très attendue, s'agissant d'une procédure visant des chefs d'Etat "amis de la France".

Les promoteurs de la première plainte assurent avoir "bétonné" cet aléa juridique en cédant la place à Transparency international (TI), ONG reconnue, dont la vocation est précisément la lutte contre la corruption. "Nous avons décidé de nous placer plus résolument aux côtés des victimes de la corruption, explique Daniel Lebègue, président de TI-France. La solide enquête déjà menée ne peut rester sans suite. Mais notre but n'est pas de régler des comptes. Ce que nous visons c'est la restitution aux populations des bien mal acquis." Le ressortissant gabonais qui signe la plainte aux côtés de TI, allègue du "préjudice" qu'il aurait subi en tant que contribuables, par suite des détournements supposés de fonds publics.

Si l'avenir judiciaire de la procédure reste incertain, l'écho favorable qu'elle a suscité dans les opinions publiques africaines et, a contrario, la fureur qu'elle a déclenchée chez les chefs d'Etat visés, semble traduire un réel retentissement.

Les pressions et les menaces, les visites d'intercesseurs mystérieux et les appels téléphoniques anonymes rapportés par les plaignants tendent à montrer que l'affaire est prise au sérieux. Ainsi, l'avocat William Bourdon, président de l'association de défense des droits de l'homme Sherpa, maître d'œuvre des plaintes, affirme avoir fait l'objet d'une "tentative de corruption privée" en septembre. Un avocat se disant mandaté par les autorités gabonaises est venu lui proposer "une somme d'argent pour Sherpa via la création d'une fondation en Suisse".

D'autre part, Me Bourdon dit aussi avoir reçu la visite d'un personnage énigmatique se présentant comme émissaire du président Bongo et l'informant de menaces pesant sur sa personne. Me Bourdon affirme que le visiteur lui a déclaré que le président gabonais était prêt à vendre un hôtel particulier à Paris au profit d'ONG de son pays, en contrepartie du retrait de la plainte.

"La pression sur nos coplaignants est énorme", assure M. Lebègue, le président de Transparency International-France. Si forte, semble-t-il, que deux contribuables congolais appartenant à une "plate-forme contre la corruption et l'impunité", qui devaient cosigner la plainte y ont renoncé, vendredi 28novembre, après avoir reçu des menaces explicites contre leurs familles.

Intimidation, mais aussi pressions sur le microcosme associatif de la diaspora : la nouvelle plainte sur les "biens mal acquis" a déclenché de multiples réactions. A Libreville (Gabon), une association baptisée "Touche pas à mon président" s'est constituée cet été pour dénoncer la "cabale" visant M. Bongo.

A Paris aussi, l'affaire est suivie de près. En avril, Nicolas Sarkozy avait fait prévaloir l'amitié d'Omar Bongo, doyen des chefs d'Etat africains influent mais controversé, sur ses déclarations de campagne favorables à un aggiornamento des relations franco-africaines et à la fin des "complaisances" à l'égard de certains régimes africains.

Il avait dépêché au palais présidentiel de Libreville le secrétaire général de l'Elysée, Claude Guéant, afin d'apaiser la colère du président gabonais suscitée par l'enquête sur ses immeubles à Paris et les critiques de Jean-Marie Bockel, alors secrétaire d'Etat à la coopération.

Avant d'être écarté de ce poste, M. Bockel avait affirmé que "certains pays ont d'importantes ressources pétrolières mais [que] leur population n'en bénéficie pas". Une assertion qui sonnait comme une approbation officielle de la plainte visant les "biens mal acquis"


Philippe Bernard

http://www.lemonde.fr/afrique/article/2008...25784_3212.html




CITA
Jefes de Estado africanos bajo los focos por una nueva demanda en París

Los cazadores de " bienes mal adquiridos " por los jefes de Estado africanos vuelven a la carga. Un año después de finalizar una investigación de la policía que dejo a la luz el impresionante patrimonio inmobiliario de varios jefes de Estado africanos en Francia, una nueva demanda ha sido presentada, el martes, 2 de diciembre, delante del decano de los jueces de instrucción de París y afecta a los jefes de Estado de Gabón, del Congo-Brazzaville y de Guinea ecuatorial así como sus allegados por " malversación de fondos públicos”.

Los demandantes - la organización no gubernamental Transparency Internationalet y un contribuyente gabonés - acusan a los presidentes Omar Bongo, Denis Sassou Nguesso y Teodoro Obiang, de haber adquirido su fortuna a costa del presupuesto de su país, y en consecuencia de su población. “Nadie puede creer, escriben en la demanda, que estos bienes inmuebles cuyo valor es (…) del orden de varios millones de euros, pudieron ser adquirido únicamente con sus sueldos".

Consideran que la justicia francesa es competente porque, según ellos, el delito de malversación, constituido por la compra de edificios y de coches de lujo, ha sido cometido en Francia.

La nueva demanda ha sido interpuesta porque la primera fue archivada, en noviembre de 2007, por " infracción fundamentada de forma insuficiente". Si bien la investigación policial dejo constancia de la inmensa riqueza de los dirigentes de estos países pobres, sin embargo no aclaro el origen de los fondos que ha permitido estas suntuosas adquisiciones concentradas en los distritos de París 16, 8a y 7a.

Es precisamente para conseguir el nombramiento de un juez de instrucción con poder para instruir en profundidad, que se ha presentado la nueva demanda apoyándose en los resultados de la investigación policial.

Esta vez, la demanda se acompaña de una "petición de daños y perjuicios" que conlleva, en principio, la apertura de un expediente y después el nombramiento de un magistrado instructor. Pero para llegar a allí la demanda debe estar considerada como "procedente". No lo será si el decano de los jueces de instrucción reconoce " parte interesada" a los demandantes.

La posición que adopte el ministerio fiscal, vinculado al gobierno, será muy esperada, tratándose de un procedimiento que se refiere a jefes de Estado " amigos de Francia”.

Los promotores de la primera demanda aseguran haber "amarrado" este acto jurídico cediéndole el sitio a Transparency international (TI), ONG reconocida, cuya vocación precisamente es la lucha contra la corrupción. “Decidimos situarnos más resueltamente del lado de las víctimas de la corrupción, explica Daniel Lebègue, presidente de TI-FRANCIA. La investigación es sólida y no puede quedarse sin continuación. Pero nuestro fin no es ajustar cuentas. Lo que nosotros queremos es la restitución al pueblo de los bienes mal adquiridos. “El gabonés que firma la queja al lado de TI, alega el "perjuicio" que habrían sufrido los contribuyentes como consecuencia de la malversación de fondos públicos.

Aunque el futuro del procedimiento judicial sea incierto, el eco favorable que ya suscitó en las opiniones públicas africanas y, a contrario, el recelo que puso en marcha entre los jefes de Estado demandados, parece dar ya sus frutos.

Las presiones y las amenazas, las visitas de personajes misteriosos y las llamadas telefónicas anónimas que han recibido los demandantes muestran que el asunto es tomado en serio. Así, el abogado William Bourdon, presidente de la asociación de defensa de los derechos humanos Sherpa, director de las demandas, afirma haber sido objeto de una " tentativa de corrupción privada " en septiembre. Un abogado que se decía autorizado por las autoridades gabonesas vino proponerle para él " una suma de dinero para Sherpa vía la creación de una fundación en Suiza”.

Por otra parte, Sra Bourdon dice también haber recibido la visita de un personaje enigmático que se presenta como emisario del presidente Bongo y le hace saber que existen amenazas de peso sobre su persona. La Sra Bourdon afirma que el visitante le declaró que el presidente gabonés estaba dispuesto a vender una casa particular en París en provecho de ONG de su país, si se retiraba la demanda.

“La presión sobre nuestros codemandantes es enorme ", asegura Sr. Lebègue, presidente de Transparency International- France. Al parecer dos contribuyentes congoleses que pertenecían a una " plataforma contra la corrupción y la impunidad ", que debían firmar la demanda han renunciado, el viernes, 28 noviembre, después de haber recibido amenazas explícitas contra sus familias.

Intimidación, y también presiones sobre el microcosmos asociativo de la diáspora: la nueva demanda sobre los " bienes mal adquiridos " puso en marcha de reacciones múltiples. En Libreville (Gabón), una asociación bautizada " No toquen a mi presidente " se constituyó este verano para denunciar la "maquinación" con el visto bueno del Sr. Bongo.

También en París, el asunto es seguido de cerca. En abril, Nicolás Sarkozy había puesto de manifiesto la amistad con Omar Bongo, decano de los jefes de Estado africanos influyentes pero controvertidos, en sus declaraciones de campaña favorables a un aggiornamento de las relaciones franco-africanas para "complacer" a ciertos regímenes africanos.

En visita al palacio presidencial de Libreville el Secretario General del Elíseo, Claude Guéant, intento aplacar la cólera del presidente gabonés suscitada por la investigación sobre sus inmuebles en París y las críticas de Jean-Marie Bockel , entonces secretario de Estado en la cooperación.

Antes de ser apartado de este puesto, Sr. Bockel había afirmado que " ciertos países tienen importantes recursos petroleros pero su población no se beneficia de esto". Una afirmación que sonó a una aprobación oficial de la demanda sobre los " bienes mal adquiridos”.


Brece Beelher
De África a España, vía Cuba

Profesionales universitarios que hablan español representan otra cara de la emigración subsahariana

Y. GÓMEZ-CORNEJO / M. VICENT
Madrid / La Habana

ELPAIS.com
Internacional
03-12-2008


El concepto "inmigrante subsahariano" trae a la cabeza de la mayoría de los españoles imágenes de pateras, vendedores ambulantes o jornaleros alojados en chabolas. Pero hay otro tipo de inmigrantes, que hablan español, tienen estudios y, en muchos casos, ocupan puestos cualificados. Llegaron a España en avión, en tren o como turistas y no sufrieron las dificultades de comunicación de sus compatriotas. Son algunos de los más de 35.000 africanos que se han educado en Cuba en las últimas cuatro décadas.

Muchos llegaron a la isla siendo niños. Otros eran adolescentes. Había también jóvenes con cierta formación académica que sus Gobiernos enviaban a especializarse. Estudiaron becados en escuelas y universidades cubanas que eran verdaderas torres de Babel. Había nicaragüenses, vietnamitas, afganos... miles de jóvenes del Tercer Mundo estudiando juntos y, sobre todo, de África. Terminados sus estudios, muchos regresaron a países, donde reina el desempleo o que son periódicamente pasto de las hambrunas o de la guerra. Y no pocos decidieron emigrar.

Es el caso del congoleño Pacôme Mabiala, que encontró su país en guerra tras terminar su carrera de Agronomía, o de Moussa Ki, ingeniero de Telecomunicaciones nacido en Burkina Faso. "Salí por mi madre. El sistema está muy bien, pero no te permite ayudar a nadie, sólo da para ti".

En diciembre de 1985, Cuba sufrió el azote del huracán Kate. El ojo del ciclón pasó justo por el corazón de La Habana. En la residencia de estudiantes de 12 y Malecón, en el barrio del Vedado, vivían en aquel momento 1.500 jóvenes, la mitad de ellos extranjeros becados gratuitamente por el Gobierno cubano. Había muchos latinoamericanos, pero también africanos, palestinos y asiáticos. Cuando empezó la destrucción en el edificio, en medio del pánico general a un estudiante surafricano llamado Makusa le dio un ataque de risa. Requerido por los cubanos, Makusa se explicó: "Aquí, ciclones, igual para blancos que para negros; en mi país, fusilamientos, y sólo para negros".

Makusa era miembro del Congreso Nacional Africano (ANC) y estaba estudiando Historia en la Universidad de La Habana. Se graduó con notas brillantes. En 12 y Malecón había pocos estudiantes surafricanos, pero muchos de Namibia, país por aquel entonces ocupado por las tropas del Ejército de Pretoria. Años después, desaparecido el régimen del apartheid, muchos de aquellos jóvenes regresaron a La Habana como altos funcionarios de su Gobierno o como profesionales cualificados en misión de negocios.

Para Cuba, la cooperación en la esfera educativa era una forma de apoyar a los países del Tercer Mundo en sus esfuerzos de independencia y para garantizar el desarrollo de las jóvenes naciones. Era el principio general, pero en África es donde la isla echó el resto como aporte importante al proceso de descolonización. Del total de 46.000 estudiantes extranjeros graduados en Cuba desde 1961 (en los niveles básico, medio y superior) más del 70%, unos 35.000, proceden del continente africano. Otros 2.400 estudian actualmente en las universidades cubanas, un millar de ellos en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).

La ayuda brindada por Cuba a estos países, en algunos casos, es espectacular. En un reciente viaje a La Habana, el ministro de Enseñanza y Educación de la República Árabe Saharaui Democrática, Bachir Mustafá Sabed, reveló que en tres décadas 2.000 estudiantes se han graduado en las universidades cubanas e igual cantidad se han titulado como técnicos. La cifra, dijo Sabed, contrasta con las dos personas que pudieron terminar la universidad durante los 100 años de dominación del colonialismo español en el entonces Sáhara Occidental.

En 12 y Malecón y en otras residencias del país, la mayoría de los estudiantes africanos dejaron buenos recuerdos. En general, eran gente con ganas de superarse y vencían las grandes lagunas que traían de sus países con voluntad y esfuerzo. Algunos, como Makusa, resultaron ser verdaderos genios. Se formaban en Cuba para contribuir al desarrollo de su país, pero muchos no pudieron aguantar el panorama que encontraron a su regreso y decidieron emigrar. Son los africubanos que hoy uno encuentra por los países del Primer Mundo. Están preparados. Son listos. Hablan español perfectamente y bromean en cubano. Sólo esperan que pase cerca de ellos la oportunidad para atraparla.

Ki, de 35 años, llegó a la isla con 13 y se considera "burkinabe y cubano, aunque no tengo ningún documento que ponga 'nacionalidad de Cuba", pero, "como dice José Martí, cubano no es el que haya nacido allí, sino el que la quiera y la defienda". "Mantengo toda la cultura de Burkina y de África en general y he ganado cosas de Cuba y de España. Creo que he sabido aprender lo bueno de cada país, de cada continente, y tengo una visión global". Sin embargo, lo que no pudo mantener fue su lengua materna, el samo, dialecto de la provincia burkinabe de Tougan, porque en los 13 años que pasó en Cuba sólo pudo viajar una vez a su país. "Son más de 20 años sin hablar el samo, y como es un dialecto, no hay libros. Sólo recuerdo algunas frases". Cuando visita a su familia, necesita que alguien le traduzca para hablar con su madre.

Ki estudió en Cuba ingeniería de Telecomunicaciones, después hizo un máster de dos años en Telemática, y obtuvo una beca para realizar el doctorado en la isla. Pero decidió emigrar para ayudar a su familia. "Dudé hasta el último momento", explica Ki, que para viajar a España aprovechó el año 2000 el billete de avión que debía devolverle a Cuba para seguir estudiando. Hacía escala en París, pero no tomó el segundo avión y viajó en tren hasta Barcelona, donde pasó la frontera gracias al visado de tránsito.

Tras alojarse unos días en casa de dos compatriotas en Barcelona y Madrid, Ki solicitó el asilo político. Vivió tres meses en un albergue de Cruz Roja en Madrid y colaboró con la ONG Karibu, Amigos del Pueblo Africano dando clases de informática. "Para Karibu, en cierta forma, los que veníamos de Cuba no éramos africanos al cien por cien. "Ustedes hablan español, búsquense la vida", nos decían. Así que no me pagaban el abono de transporte, como a los demás africanos a los que les daba clase".

Mientras esperaba la resolución de su petición de asilo, el Gobierno de José María Aznar abrió un proceso de regularización. "Después de casi un año, me denegaron el asilo por falta de pruebas y, al mismo tiempo, me concedieron el permiso de residencia y trabajo" dentro del proceso de regularización.

Ki trabaja desde hace años en una multinacional española con proyectos en África y acaba de mudarse a Ciudad Real, donde espera su primera hija junto a su pareja española. Además, dirige un proyecto para reciclar materiales de Europa para llevar a África y crear puestos de trabajo allí, inicialmente en Costa de Marfil y Burkina Faso (www.europegoodbye.com).

La llegada de Ki a Cuba fue fruto de un acuerdo entre el país caribeño y Burkina Faso, entonces gobernado por Thomas Sankara, también llamado el Che negro. Sankara fue asesinado un año después, en octubre de 1987.

Pacôme Mabiala, de 36 años, llegó a Cuba desde su Brazzaville natal a los 14, gracias a un acuerdo entre los Gobiernos de Cuba y Congo. Cada tres años viajaba de vacaciones a su tierra, lo que impidió que, como le ocurrió a Ki, perdiera su lengua materna. Además de español, habla francés, quicongo y linegala. Llegó a España en el año 2000 y recibió asilo debido al conflicto bélico en su país. "Al tener superada la barrera más grande, el idioma, todo fue más fácil que para otros". Una ONG le ayudó a solicitar el asilo y tras un tiempo en un Centro de Asilo al Refugiado (CAR) en Vallecas, trabajó en la recogida de la fresa en Huelva.

Tras varios años pensando en ir a Francia, Pacôme ha echado raíces en España, donde ha formado una familia en Ontígola (Toledo) junto a Rosa, asturiana, y su hija, Judith, aún un bebé, a la que quiere llevar a Congo de vacaciones cada tres años para que mantenga los vínculos con la tierra de su padre. "Mi hija hablará español, francés y quicongo", dice orgulloso.

Mabiala no ha podido convalidar aún su título de ingeniero agrónomo en España, porque "tendría que hacer un examen de conjunto y no puedo dejar de trabajar para estudiar", pero, tras hacer cursos de poda y paisajismo, trabaja en una empresa de jardinería. "Hago desde la planificación hasta la ejecución de los jardines", la mayoría de ellos públicos. Espera poder montar algún día su propia empresa. También le gustaría participar en un proyecto en su país. "De tener los medios, haría una plantación de bananas y hortalizas a gran escala". Pero ahora su país "no ofrece oportunidades, no hay trabajo. El 90% de mis amigos de Cuba están desempleados en Congo. Sólo trabajan los médicos".

Precisamente, muchos médicos africanos formados en Cuba han acabado en España, como el etíope Nesa. Nesa, que trabaja en una clínica privada de Madrid, llegó a Cuba con 18 años para estudiar la carrera. "Hace 20 años era un mundo bipolar", dividido entre países capitalistas y comunistas, explica. "El que ha vivido en los dos sistemas conoce los defectos y las ventajas de cada uno". Nesa cree que para los países pobres es mejor el sistema socialista, en el que "todo el mundo tiene derecho a la educación". Este médico etíope mantiene los vínculos con su país, al que viaja "todos los años, porque puedo permitírmelo. Allí veo de cerca el dolor de la población". Le gustaría ayudar a cambiar las cosas en su tierra. "Nunca es fácil, pero siempre se intenta. Veo que con cosas muy sencillas se puede cambiar el sitio donde vivo". Después de ocho años en España y sus años de estudios en Cuba, Nesa sigue refiriéndose así a Etiopía.

No todo son historias de éxito. El burkinabe Augustin Chanvoedoo, de 44 años, y licenciado en Técnicas de Planificación (Economía) con un expediente académico brillante, no ha conseguido hacerse hueco. "Cuando terminé de homologar mi título estaba muy interesado en conseguir un trabajo acorde con mi formación", explica. Hizo cursos para mantenerse al día, envió currículos, hizo entrevistas, pero sin éxito. "Muchas veces me decían que buscaban a alguien más joven. ¿Qué culpa tengo yo de no tener 20 años?", dice Chanvoedoo.

Casado con una ecuatoguineana a la que conoció en Cuba, llegó a España como turista en 1999 tras intentar varias veces conseguir una beca de cooperación española, alentado por el ejemplo de un compatriota que llegó a España en 1995 para estudiar el doctorado en Mecánica de Fluidos y ahora es profesor en la Universidad de Zaragoza.

Pero le denegaron la solicitud. "No entendía que no me dieran la beca, después de haberme licenciado con un diploma de honor", y explica que sólo tras una segunda denegación se enteró de los motivos: en su país existen los estudios de doctorado para su licenciatura. "Ése ha sido mi mundo, pero ese vínculo se ha cortado aquí. Ahora trabajo en lo que salga", dice con tristeza





CITA
El cuaderno y la azada

En 1969 se inauguraron en Cuba las primeras Escuelas Secundarias Básicas en el Campo (Esbec), por las que pasaron muchos estudiantes africanos. Se constituyeron tomando como base la idea de José Martí de que un niño debía "manejar por la mañana el cuaderno y por la tarde la azada".

Moussa Ki llegó con 13 años a uno de estos centros, situado en la Isla de la Juventud, en septiembre de 1985, dentro de un cupo de 150 alumnos de Burkina Faso becados para estudiar en Cuba.

El viaje en barco de La Habana a la Isla de la Juventud duró cinco horas, y desde la localidad costera Nueva Gerona se continuó en guaguas, porque la escuela estaba en el interior de la isla. "Fue un viaje interminable", recuerda Ki. "A la izquierda, campos de toronjas, a la derecha, campos de naranjas. En mitad de la nada, en el campo, la Esbec".

"El plan de educación cubano se basaba en el trabajo y en el estudio", explica. Se dividía la escuela en dos grupos. Tras el desayuno, a las siete de la mañana comenzaban las clases, para uno de los grupos, y el trabajo agrícola, para el otro. Tras el almuerzo se cambiaban los roles. Todavía quedaba tiempo por la tarde para el "autoestudio" y el deporte.




http://www.elpais.com/articulo/internacion...elpepuint_1/Tes
Katharina Von Strauger
CARTA DE F. GAMBOA SOBRE GUINEA ECUATORIAL

FundacionSur
03/12/2008


Alguien dijo una vez que ’Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada’.

Es posible que algunos ya lo conozcáis pero no está de más recordarlo. Al fin y al cabo también nosotros le sostenemos Para que los que no me conozcan, me llamo Fernando Gamboa, y hace unos meses terminé una nueva novela de aventuras titulada GUINEA que en este mes de Octubre saldrá a la venta publicada por Ediciones El Andén.

El motivo de este mail, es mi deseo de compartir con la mayor cantidad de personas posibles, y no sólo con las que adquieran la novela, todo aquello que he averiguado en los meses de investigación previos a la redacción del libro. Lo que a continuación detallo, aunque pueda parecer exagerado o tendencioso (cuando no simplemente increíble), es rigurosamente cierto y puede ser contrastado por las fuentes que cito.

A muy pocos les debe sonar un pequeño país llamado Guinea Ecuatorial, aún menos sabrían dónde situarlo en un mapa de África, y serán contados los que recuerden que, hasta hace exactamente cuarenta años, los ecuatoguineanos eran tan ciudadanos españoles como un alicantino o un gaditano. Por entonces, Guinea Ecuatorial era una provincia más de España enclavada en la costa Africana del Golfo de Guinea; ’La perla de África’ la llamaban.

Hoy, cuatro decenios después de su independencia, bajo el yugo dictatorial de la familia Obiang Nguema y con el beneplácito de las grandes potencias cuyas empresas explotan sus campos de petróleo y expolian sus reservas madereras, Guinea Ecuatorial se ha convertido uno de los países más subdesarrollados y corruptos del mundo, y el pueblo ecuatoguineano en uno de los más aterrorizados a manos de su propio gobierno.

El actual presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema, quien lleva 29 largos años en el poder tras ejecutar al anterior presidente (su propio tío, otro asesino), ha saqueado, robado y asesinado sistemáticamente hasta extremos inconcebibles, amasando una fortuna que lo convierte en uno de los hombres más ricos del planeta, en uno de los países más pobres de África. Aunque para ser exactos, no puede decirse que el país en sí sea pobre, pues alberga una de las mayores reservas petrolíferas del continente, cuyos beneficios de explotación reportan al régimen guineano miles de millones de euros. Lo que sucede, es que la familia Obiang se queda con ABSOLUTAMENTE TODO lo que pagan gobiernos y petroleras extranjeras (norteamericanas y chinas sobre todo) por los derechos de extracción. Pero aunque parezca mentira, la familia Obiang no se limita sólo a quedarse con esa ingente cantidad de dinero, sino que además se dedican a robar propiedades privadas (se han apoderado aproximadamente la mitad de los terrenos edificables del país, y no han pagado un céntimo por ellos), salarios (muchos trabajadores han de pagar a la familia del presidente gran parte de lo que ganan) o negocios de los guineanos no afines al gobierno o a la familia Obiang (que al fin y al cabo es lo mismo), cuya ignominia llega al punto de despojar impune y caprichosamente a sus empobrecidos compatriotas de cualquier bien que posean sin justificación alguna.

Teodoro Obiang y su clan gobiernan Guinea Ecuatorial como lo haría un esclavista con su hacienda. Para ellos, los ciudadanos guineanos son esclavos a su disposición, y el país una finca privada que saquear sin tener que dar cuentas a nadie.

A pesar del río de dinero que fluye desde este desdichado rincón de África, sus habitantes no disponen de servicios sanitarios, educación, seguridad o justicia. Por ejemplo, ante cualquier emergencia médica el Hospital de Malabo es la única opción de asistencia, pero eso sí, bajo ciertas condiciones como: pagar la estancia y el tratamiento por adelantado, y además, llevar todo lo necesario para dicha estancia y tratamiento (y con todo, me refiero a TODO: desde las jeringas o medicamentos necesarios, al colchón, las sábanas o la comida). Sin ir más lejos, cuando hace unos años estuve en Guinea, para realizarle a mi pareja un análisis de sangre el método de extracción consistió en hacerle un corte en la mano con un trozo de cristal. Pero, por inaceptable que resulte, esto es sólo el principio, y ni mucho menos la peor parte.

Lo que convierte a Teodoro Obiang (conocido como ’El Jefe’) y sus acólitos no sólo en ladrones, sino en peligrosos criminales, es la política de detenciones arbitrarias, encarcelamientos injustificados, torturas y asesinatos cometidos contra sus propios ciudadanos. Se calcula que durante su mandato, el actual gobierno guineano ha exterminado a nada menos que el 10% de la población del país, y una cantidad indeterminada ha desaparecido o se encuentra encarcelada ilegalmente y sin juicio previo. Según el último informe de Amnistía Internacional, los detenidos por la policía y el ejército son torturados sistemáticamente con métodos tan brutales como mutilaciones, rotura de huesos, violaciones, descargas eléctricas en los genitales o, atención: clavar tenedores en la vagina de las detenidas...

Y para quien guste de datos e imparciales estadísticas, ahí van unas cuantas.

Guinea Ecuatorial produce 400.000 barriles diarios de petróleo.

Exporta casi 1.000.000 de metros cúbicos de madera tropical al año.

Su Renta per Cápita la sitúa en el número 38 del ranking mundial (por encima de Kuwait o Arabia Saudita).

En cambio, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU ocupa el puesto 121.

El 151 sobre 163 en corrupción, según Transparency International.

La esperanza de vida es de sólo 43,3 años, según Amnistía Internacional.

La élite gobernante posee alrededor del 98% de la renta nacional.

El 80% de la población vive con menos de 20 euros al mes.

El gobierno de Obiang ha convertido a Guinea Ecuatorial en el centro del tráfico de drogas de África Occidental.

Teodoro Obiang ganó las últimas elecciones con un 99,5% de los votos. Los 13 partidos políticos autorizados, estaban formados por miembros del gobierno.

En una reciente visita a Estados Unidos, la secretaria de estado Condoleezza Rice describió a Obiang como ’buen amigo’.

En Julio de 2003, la radio estatal anunció que: ’El presidente es un dios que está en contacto permanente con el todopoderoso, y puede matar a cualquiera sin que nadie le pida cuentas y sin ir al infierno, porque es el Dios mismo’.

Sobran comentarios.

Y lo que personalmente hace que esta vergüenza común me resulte aún más dolorosa, es que el pueblo guineano, uno de los más amables, hospitalarios y generosos que he conocido, haya sido, como cité al principio, parte integrante del estado español. La atropellada y negligente descolonización de Guinea Ecuatorial por parte de España en 1968, es el origen de la inadmisible situación que ahora sufren los guineanos y a la que hoy asistimos con absoluta indiferencia y desafecto.

Pero hay que recordar que los ecuatoguineanos no sólo siguen hablando en castellano, si no que muchas de sus costumbres, celebraciones y tradiciones siguen siendo las mismas que las nuestras. Sus hijos cantan las mismas canciones que cantan los nuestros en el colegio, sus bromas son las mismas, hasta sus palabrotas son las mismas que las nuestras. Son, por decirlo así, unos primos cercanos de los que nos hemos olvidado totalmente, una parte de nuestra familia de la que nos hemos desentendido, ajenos y a veces cómplices de un castigo que de ningún modo merecen. Porque probablemente, mientras lee este mensaje, una anciana agonizando de malaria pide un médico que nunca llegará.

Un niño está preguntando dónde están sus padres desaparecidos. Una mujer implora a Dios que la mate, mientras es violada y torturada salvajemente en una comisaría.

Y cada día, Guinea Ecuatorial se hunde un poco más en las tinieblas. Cada día, nuestra ignorancia nos hace más culpables.

Cada día cuenta.

Alguien dijo una vez que ’Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada’.

Quizá este sea un buen momento, para averiguar qué tipo de hombres y mujeres somos en realidad.

Y si te estás diciendo en este instante ’Pero bueno, ¿y yo qué puedo hacer? Aquello está muy lejos’. Lo cierto es que, por desgracia, no vas mal encaminado. Guinea Ecuatorial es víctima de la maldición del petróleo, y como puedes imaginar, estados como China, U.S.A. o Francia harán todo lo posible para mantener a Obiang en su poltrona y así garantizar un suministro fiable de crudo para sus compañías petroleras. Así que será muy difícil cambiar las cosas a corto plazo en la maltratada pero aún hermosa Guinea.

Y sin embargo, sí hay algo que podemos hacer por aquella gente: correr la voz.

Estos dictadores de opereta, sólo se mantienen gracias al desconocimiento que tiene el resto del mundo de las fechorías que cometen. Cuantos más de nosotros sepamos lo que sucede, y por qué sucede, más probabilidades hay de que un día quizá no muy lejano, seamos suficientes para decir basta. Cuando políticos propios y ajenos sientan vergüenza de tratar con asesinos como Obiang, o descubran que darse abrazos con dictadores que no respetan los más elementales derechos humanos tiene un costo político que sus votantes les van a hacer pagar, puede que las cosas cambien, y entre todos expulsemos de una vez por todas a esos demonios del paraíso Pero esta carta es sólo el primer paso, ahora te toca a ti dar el siguiente ayudando a que llegue a la mayor cantidad posible de personas. Si crees que esta lucha tiene sentido y deseas poner tu grano de arena, reenvía este mensaje a todos tus contactos.

Gracias por tu tiempo y tu ayuda.

FERNANDO GAMBOA



http://www.africafundacion.org/spip.php?article2342
Pepin
"Esta versión propone una amistad auténtica"


B. PORTINARI
Madrid

EL PAÍS
04-12-2008


Ante el dilema de ser o no ser de Hamlet, Juan Diego Botto elige sin pensarlo: ser. Tras seis meses de festivales, el actor argentino estrena hoy en Madrid un Hamlet que protagoniza y dirige en una producción del Centro de Nuevos Creadores. En el teatro María Guerrero el elenco cinematográfico de este Hamlet "vigoroso y enérgico" escenificará la tragedia de Shakespeare hasta el 4 de enero. La dramaturgia corre por cuenta de Borja Ortiz de Gondra y el mismo Botto sobre la traducción de Leandro Fernández de Moratín. "Es una historia entretenida; creo que siendo una tragedia es también divertida e irreverente", dice José Coronado, que interpreta al villano tío Claudio. Completan el elenco Ernesto Arango (Reinaldo), Nieves de Medina (Gertrudis) y la joven Marta Atura (Ofelia). Y esta vez Horacio, el amigo incondicional del príncipe, se mete en la piel del actor de origen guineano Emilio Buale..


"Horacio, tú que vivirás, refiere la verdad y los motivos de mi conducta a quien los ignore". Y así un agónico Hamlet se despide de su amigo, que intenta suicidarse para seguirle y finalmente soporta la carga de vivir por él. Este ejemplo de amistad absoluta se traduce en un imponente Emilio Buale (Guinea Ecuatorial, 1972), el nuevo Horacio que rompe moldes shakespearianos.

"Reconozco que me sorprendió mucho que Juan me llamara, que le diese igual un Horacio negro, azul o gris perla, porque no es lo habitual en el teatro o el cine", recuerda Buale, que saltó a la fama en 1996 con la nominación a los Goya por su debut en Bwana, de Imanol Uribe.

Desde entonces, este intérprete curtido en la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha conocido el éxito y también el olvido de los grandes directores, que sólo se acuerdan de su nombre para interpretar clichés. "Resulta irónico que en pleno siglo XXI sólo llamen a los asiáticos o africanos para determinados papeles. Algunos actores intentamos abrir paso para que dentro de unos años esto no sea la excepción, sino algo más normal".

Mientras, Buale compagina ensayos y giras con su trabajo como bombero. "En este Hamlet se refleja un aspecto que compartimos los bomberos: arriesgaríamos la vida unos por otros, sin que medie atracción sexual. Siempre planeó el fantasma de la homosexualidad de Horacio, de ahí que fuera interpretado por actores más femeninos o delgados. Pero lo que se propone en esta versión es una amistad auténtica sin más", advierte Buale
.

http://www.elpais.com/articulo/madrid/vers...04elpmad_15/Tes

Maripili
Ciudadanos de Granada: Magos del alma


laopinióndegranada.es
Jueves 04 de diciembre de 2008
E. FUENTES


Dos ilusionistas del Zaidín, ‘Luisma’ Salmerón y Pablo ‘Clabó’, llevan sus trucos hasta aldeas remotas y deprimidas de Guinea Ecuatorial. “Los niños nos tomaban por chamanes”, comentan.

Luis Manuel Salmerón y Pablo Torres –Pablo ‘Clabó’– son una extraña pareja de hecho. Eso sí, sólo mágica, que quede claro, no se vaya a enfadar la chica con la que el primero comparte buenos y malos ratos en los momentos que pasa en la capital granadina –no muchos últimamente –. Son dos grandes del ilusionismo. Lo han vuelto a demostrar en la presente edición del Hocus Pocus, donde han puesto el rostro humano al festival internacional promovido por el popular ‘MagoMigue’.

Mayores, menores y alguna que otra ONG han disfrutado de la calidad técnica exhibida por estos dos no tan jóvenes talentos de una disciplina que pide a gritos una consideración artística que, por otro lado, estaría justificada. ‘Luisma’ y ‘Clabó’ han actuado en centros de día, hospitales y locales de instituciones benéficas. ¿Por qué? “Porque nos encanta la profesión, vivimos con pasión lo que hacemos y nos esforzamos para que nadie se quede al margen, para que todos puedan disfrutar de un espectáculo así, para que no haya excluidos.

La magia es nuestra vocación, la gasolina que nos mueve”, asegura Pablo en una cafetería del corazón del Zaidín, barrio en el que ha crecido y donde forjó su alianza con el compañero y vecino que le da la alternativa durante sus originales y variopintas actuaciones. Se ganan el pan con notable habilidad, con trucos que dejan boquiabiertos a los asistentes. Su formación les avala, aunque advierten de que “los que estamos en esto nunca dejamos de adquirir conocimientos.

El aprendizaje dura toda la vida”. Miguel Aparicio fue un buen espejo en el que mirarse. Cuentan que les apoyó y les enseñó las claves del oficio. ‘Luisma’ pasó bastante tiempo con él. Entre risas, niegan que ‘Magia Borras’ se encontrara entre los juegos de mesa que todo crío almacena en el armario del dormitorio. La profesión y sus dotes les han llevado fuera de España. Salmerón ha llegado hasta el Castillo Mágico de Hollywood, un lugar por el que, según matizan los iniciados, sólo pasan los mejores. También ha viajado a Francia, Inglaterra y otros estados europeos.

Ahora ultima una gira por Estados Unidos y le han invitado a Colombia. Clabó también cuenta con curriculum internacional. Sin embargo, no son estas las experiencias que más les han marcado. Pocos conocen la faceta altruista del ilusionismo que practican. Han participado en programas del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Han exhibido todo el potencial de los trucos ‘made in Granada’ en poblados de la selva guineana, ante un público que, de otro modo, jamás habría podido soñar con disfrutar de un espectáculo así. Cambiar su mundo. “Las caras de aquellos niños, que salían adelante con lo justo, son inolvidables. Ni siquiera sabían lo que era la magia. Se sorprendían por cualquier pequeña cosa, por el mínimo movimiento. Nos tomaban por chamanes o algo parecido, casi como personajes con poderes extraordinarios. Al terminar una fase del espectáculo, aunque fuera de lo más simple, daban saltos de pura alegría y se abrazaban”, explica ‘Clabó’.

El relato no ha perdido ni una pizca de emoción. Para él, que lo habrá contado mil veces, tampoco: “Aún se me ponen los pelos de punta al recordar situaciones como la que nos llevó a actuar en un ‘pueblecito’ lleno de niños. Todos –habría unos 300–, entraron en la iglesia. Realizamos el truco de sacar dinero de la mano. Les animamos a que convirtieran en monedas las partículas del aire. Repetíamos el movimiento una y otra vez y fuimos depositándolas en un recipiente. Miraban fuera de sí. No daban crédito a aquello. Nos imitaban como locos. Resultó genial”.

“Seguramente, hablamos de la situación que nos ha tocado más profundamente desde que estamos en esto”, resaltan con sinceridad estos dos granadinos que por una semana se llegaron a sentir magos ante “espectadores completamente vírgenes”. Iniciaron a algunos chavales en los misterios de la disciplina para que gozaran de su gran momento en la gala final que tuvo lugar antes de que emprendieran la marcha: “Lo vivían con una pasión descomunal. Prepararon capas con bolsas de basura y varitas con palos. Demostraban una capacidad infinita para ser felices, pese a las enormes carencias y dificultades del penoso día a día”.

“No hemos vuelto para comprobar el efecto de aquellas actividades en la población local, pero los responsables del programa nos comentan que la ilusión perdura entre los chicos, que meses después continuaban hablando de lo que vieron”, señala ‘Luisma’, quien no esconde que es un buen argumento para seguir participando en proyectos de esta naturaleza, “con los que no engorda la cuenta del banco, pero sí la riqueza emocional y la propia satisfacción, que hace que el esfuerzo siempre merezca la pena”.

Recompensa. “Las sensaciones que nos trajimos en la maleta no se pueden pagar con dinero”, añade Pablo. Esperan repetir en próximas fechas. Les han propuesto una aventura similar en Paraguay, país al que se desplazarán con total seguridad en los próximos meses. Sus trucos también curan dolores en Granada. Por ejemplo, el de los pequeños enfermos ingresados en el hospital Materno-Infantil.

Una ilusión para olvidar problemas, que arrancan con esmero de chavales que acaban de someterse a duras sesiones de quimioterapia. Son risas que ensañan a valorar cada minuto de salud, que salvan. Luis Manuel Salmerón y Pablo Torres son magos del alma.


http://www.laopiniondegranada.es/secciones...nada-Magos-alma
Andy Maykuth
La voz de las víctimas de la guerra del Congo

La organización Médicos Sin Fronteras pone en marcha desde hoy una página web que recoge los testimonios de los desplazados en Kivu

FERNANDO NAVARRO
Madrid

ELPAIS.com
Internacional
04-12-2008


Un mes después de que estallase el enésimo conflicto armado en el este de la República Democrática del Congo (RDC), todavía parece lejano que el Gobierno de Joseph Kabila y los rebeldes tutsis de Laurent Nkunda alcancen un acuerdo político, pero, en todo este tiempo, más lejana ha estado la movilización internacional para ofrecer la ayuda humanitaria necesaria para una población civil que es la primera víctima de los enfrentamientos. Y lo peor de esta situación es, precisamente, el tiempo. Cientos de miles de personas llevan 15 años aguantando en un escenario de emergencia bajo las penurias y las atrocidades de una guerra que nunca acaba.

El este de Congo es el gran olvidado de esta guerra. Allí se hacinan decenas de miles de desplazados que malviven en campamentos bajo condiciones precarias. Son los habitantes de los Kivus, llamados así por las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, enclaves codiciados por sus recursos naturales por vecinos como Zaire, Ruanda y Uganda pero verdaderas bases de pobreza y desesperanza del África Central desde la década pasada.

En esa rica zona por la que extiende la cuenca del río Congo y las montañas de Virunga, Naciones Unidas (ONU) ha constatado la violación de los derechos humanos por todas las partes involucradas en el conflicto, tanto los soldados del Ejército -que se dan al pillaje, el asesinato y la violación mientras se baten -, como los 6.000 hombres de Nkunda, los hutus organizados o las milicias progubernamentales Mai Mai. Los habitantes de los Kivus son, a ojos de Naciones Unidas (ONU) y varias organizaciones humanitarias que operan en la zona, los tristes protagonistas de una de las situaciones humanitarias que con más urgencia necesitan ayuda exterior. Pero a ojos del exterior, no existen.

Ante esta falta de atención internacional, la organización Médicos Sin Fronteras, que opera en la zona en distintos campamentos, ha puesto en marcha hoy una página web para dar voz a las víctimas del conflicto. Su nombre: Estado: Crítico (www.condition-critical.org/es/). El casi nulo eco de los medios de comunicación y organismos políticos sobre la abominación diaria a la que población civil congoleña de los Kivus es sometida se intentará superar recogiendo testimonios de estos protagonistas anónimos desde hospitales, clínicas y campos de desplazados durante un año.

A través de vídeos, fotogalerías, entrevistas, blogs y noticias de terreno, el portal de Internet recopila testimonios que dan cuenta de la emergencia diaria en la que viven los habitantes de Kivu Norte y Kivu Sur. El fotógrafo ganador del premio World Press, Cédric Gerbelage, ha colaborado con imágenes sobre el terreno.



http://www.elpais.com/articulo/internacion...lpepuint_10/Tes

http://www.condition-critical.org/es/
Francisco Alegre
Guinea Ecuatorial en perspectiva
José María Ridao - 01/11/1996 - Política Exterior Nº54
Diplomático

Guinea es uno de los capítulos menos conocidos de la política exterior española. Los errores de la descolonización y las crisis internas bajo el régimen de Franco han motivado una falta de análisis desde la independencia del país en 1968


https://www.politicaexterior.com/?m=1&p...85b15b86672cc29

Con toda seguridad un buen articulo. Para pudientes; 20 euros
Pepin
Presentación de libro "Ya no queda nada que robar."

Traficantes de Sueños
Fecha de creación
04dic 19:39



 
Tendrá lugar el miércoles 10 de diciembre a las 19.30h y contaremos con la presencia Juan Carlos de la Cal, periodista especializado en temas africanos, Rafael Sánchez, director del Departamento África de la Fundación Sur y el autor, Agustín Velloso. Tras la presentación se procederá a un debate abierto.

Se dice que en la entrada de la academia de Platón había un letrero que decía: “No entre aquí quien no sepa geometría”. Pues queda el lector avisado al hojear estas páginas de “que no lea esta obra quien no se oponga a Obiang y a los que le apoyan”.

Este aviso viene a cuento de que no es principalmente un libro lo que tiene el lector entre sus manos, sino una denuncia contra el régimen que saquea Guinea Ecuatorial y viola los derechos humanos de la mayoría de su población con la complicidad de la comunidad internacional.

Sin duda, el que lo lea adquirirá al tiempo algunos conocimientos sobre el tremendo cambio reciente en la economía, la reacción de la gente, el funcionamiento de la política, la intervención internacional, en definitiva sobre el malhadado devenir de este pequeño país de África Occidental, colonia española hasta hace 40 años.

Hay mucha información al respecto en diversas fuentes sobre muchas más parcelas de la realidad ecuato-guineana: literatura, historia, costumbres, fauna, etc., así que probablemente lo que caracteriza a esta publicación es que está dictada por ciudadanos de Guinea Ecuatorial. El autor la ha escrito a partir de las comunicaciones de éstos y de su propia experiencia en el país, además de que se ha apoyado en los datos que ofrece la abundante literatura gris publicada sobre el país.

De todo esto se da cuenta en el capítulo de Orientación bibliográfica sobre Guinea Ecuatorial y en el de Guinea Ecuatorial en Internet. Una persona sin contacto previo sobre el país puede encontrar una buena introducción al mismo con la información que se contiene en ambos capítulos.

¿Qué se pretende entonces con este volumen? Dos son los objetivos. El primero es dar la oportunidad a los ecuato-guineanos de denunciar públicamente lo que sufren en silencio bajo el régimen de Obiang, ya que no pueden hacerlo en su país sin correr un riesgo grave.

Niñas y jóvenes obligadas a trabajar en régimen de semiesclavitud en las calles de Malabo y Bata, capital y segunda ciudad en importancia respectivamente; trabajadores explotados por multinacionales del petróleo y la construcción con el beneplácito de las autoridades; enfermos usados como conejillos de indias por codicia, ante la mirada –vuelta hacia otro lado- del organismo de cooperación sanitaria de la antigua metrópoli; niños desprotegidos a las puertas de las más importantes agencias internacionales representadas en el país; gente humilde que sufre el abandono de los gobiernos de las potencias occidentales, que han optado por apoyar a la elite del país a cambio de recibir un pedazo de su tarta petrolífera, en lugar de exigirle que respete los derechos humanos y la democracia…

Éstas y otras víctimas anónimas exponen ante el mundo su situación y de paso dejan sentado que los demás ya no pueden decir: no sabíamos lo que ocurría en Guinea Ecuatorial cuando nuestro propio gobierno recibía a Obiang en España como el presidente legítimo de ese país.

El segundo es contrarrestar la manipulación informativa que los grandes medios de comunicación al servicio del poder, así como los lobbies políticos, jurídicos y empresariales a sueldo de Obiang, llevan a cabo desde hace años con total impunidad.

Con el fin de hacer presentable un crimen fenomenal, bajo el cansino discurso de “pasos y muestras por parte del régimen de Obiang hacia la democracia, aunque dentro de la singularidad africana”, su tóxica labor es en realidad un valioso apoyo a la dictadura que saquea y viola gravemente los derechos humanos desde hace muchos años sin visos de cambiar en el porvenir.

Además de los dos capítulos citados, el resto de la obra está formado por los artículos que sobre Guinea Ecuatorial he publicado en Internet en los últimos años, es decir, los problemas surgidos con la explotación del petróleo, las carencias de la sanidad, la educación y los servicios sociales en general a pesar de los tremendos ingresos en el tesoro, la corrupción de las autoridades, la persecución política de los opositores, los problemas vitales de la gente corriente, la falacia de la cooperación internacional y el papel de los países occidentales respecto del régimen, en particular de España, además de otras cuestiones tangenciales.



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CITA
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Sábados de 11h a 14h y de 17h a 20.30h
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http://www.traficantes.net/index.php/trafi...nea_ecuatorial/

Katharina Von Strauger
CITA
Muchos guineanos, sobre todo los ancianos, echan de menos la colonización

Escritor y aventurero, acaba de publicar su segunda novela 'Guinea', una crítica del tirano gobierno que se vive en la ex colonia española

Fernando Gamboa es de esos escritores nómadas que viven su vida a ritmo de "carpe diem", sin casa, ni coche, ni familia. No le hace falta, asegura convencido. Hasta hace unos años, Gamboa se consideraba de profesión aventurero y, realizando trabajos temporales, como jugar al póquer o dar clases de español a extranjeros, se costeaba sus viajes. Una lesión de espalda le obligó a quedarse en casa y es cuando decidió coger la pluma y escribir. "Llevo el mismo estilo de vida, sólo ha cambiado una cosa, que tengo trabajo fijo", asegura el autor. Acaba de publicar "Guinea", su segunda novela, que narra la inquietante aventura que vive una cooperante española de UNICEF al ser detenida en un control de policía, torturada y condenada a veinte años de prisión. Lejos de ser una ficción, Guinea reúne los testimonios de las personas que Fernando Gamboa conoció en su viaje a la ex colonia española, un país asediado por un gobierno tirano y corrupto, y que, según el autor 'este libro era una deuda que tenía pendiente con esa maravillosa gente, tan amable y hospitalaria hasta límites absurdos'.


Al principio de la novela usted conversa con la protagonista del libro lo que da mucha veracidad a la historia. ¿Cuánto de real tiene?

Está basada en historias que, o bien me han sucedido a mi, o me las han contado gente que conocí en Guinea Ecuatorial. Otras, como el momento en que violan a una niña con un tenedor o las brutales torturas por parte de los militares, son denuncias textuales extraídas de un informe de Amnistía Internacional. En la novela no me invento nada por muy alucinante que parezca.

La protagonista del libro, Blanca, una cooperante de UNICEF, ¿está inspirada en alguien?

Me contaron la historia de una cooperante que en un control de carretera fue detenida porque en su diario criticaba al gobierno de Guinea. La mataron allá mismo.

Hábleme de su viaje a Guinea.

Estuve muy poco tiempo, no por falta de ganas, sino porque la policía me hizo la vida imposible. Siempre viajo con una mochila y un billete de ida pues mi intención es quedarme un tiempo largo pero en Guinea no me dieron la opción y tuve que irme por el acoso policial.

¿No les gusta el turismo?

Si vas a tu aire, mezclándote con la gente, no les hace ni pizca de gracia. Conseguir el visado es peor que pedirle una instancia al Papa. Has de pedir permiso para desplazarte, sacar fotos, quedarte en un hotel, etc. Aunque si eres americano los militares te sacan la alfombra roja. Los españoles no tenemos ningún negocio, sólo proyectos de desarrollo y, por este motivo, no somos bienvenidos.

¿Por qué desconocemos tanto de un país que hace cuarenta años fue colonia española?

Pues es una duda que yo también tengo y me da mucho que pensar. Franco declaró Guinea materia reservada cuando ésta se independizó. Eso quiere decir que no podía salir a la luz nada sobre el país.

Y eso que aún no se había descubierto el petróleo…

Se sospechaba que podía haber. Las empresas españolas contrataron a una compañía americana para buscar el petróleo y ésta negó rápidamente la existencia de reservas de crudo. Cuando los españoles se fueron, apareció todo el petróleo. Ahora es la segunda reserva más importante de África, produciendo los mismos barriles que Kuwait. EEUU, China, Francia e Inglaterra tienen intereses económicos en Guinea, pero España no con lo que no se entiende porque se sigue guardando tanto silencio en torno a esta dictadura.

El malo de la novela es el presidente de Guinea, Teodoro Obiang. ¿Qué papel juega en este entramado sucio entre gobierno y empresas petrolíferas?

Él es la marioneta que las multinacionales apoyan para que puedan seguir saqueando el petróleo y haciendo dinero. Es uno de los personajes más ricos del mundo, con una cuenta corriente que no deja de inflarse. Por otro lado, ha sido el responsable de que el diez por ciento de la población de su país haya 'desaparecido'.

Gabriel es el héroe de la novela, un guineano revolucionario que está dispuesto a arriesgar su vida para acabar con la represión. ¿Has conocido alguna vez un personaje así en el Tercer Mundo?

Es muy complicado. Cuando vas allí no entiendes porque la gente no hace nada. Los militares son una pandilla de inútiles pero la población les teme.

Pandilla de inútiles pero armados…

Pero a veces ni siquiera las saben usar. Hace poco entraron unos piratas nigerianos a las costas guineanas, concretamente, a la segunda ciudad más importante, Bata, y estuvieron diez horas saqueando todo lo que encontraron. El ejército no podía ni sacar los tanques porque las llaves del cuartel se las había llevado la señora del mercado. El helicóptero que salió a perseguir a los piratas no llevaba munición. Era todo un chiste.

¿Mantienen muchas de nuestras costumbres?

Muchas. Hablan castellano perfectamente y con un acento impecable. Usan las mismas expresiones, mismos tacos, cantan las mismas canciones. Esto hace que te enfades más porque te sientes muy identificado con ellos.

¿Qué recuerdo guardan de la época colonial?

Muchos guineanos, sobretodo los ancianos, echan de menos la colonización y se sienten aún españoles. Desde luego que nosotros no lo hicimos nada bien pero ahora el país está en la ruina. Un abuelito se me acercó un día y me dijo: 'Yo soy español y esto es una mierda. Antes aquí había un cine, un colegio, un hospital, luz eléctrica, alcantarillado.' Es como si ahora hubieran vuelto a la edad de piedra y, encima, en un contexto de corrupción, tiranía y miedo.

¿Y qué hay de los jóvenes?

No piensan así porque no les llega información. Las radios y los canales son oficiales y todos ellos emiten mensajes del tipo: 'Obiang es dios por eso puede matar a quien quiera sin pedir cuentas.'

¿Hay esperanza para las futuras elecciones en 2009?

Las elecciones son de risa en Guinea. En las últimas el presidente consiguió el 99.5 por ciento de los votos. ¿Quién se lo cree? Lo que más me enoja es que una delegación de políticos españoles se encargó de supervisar las pasadas elecciones y al volver dijeron que Guinea era el paraíso de la democracia. Una de dos, o eran idiotas o corruptos. A mí sólo me costó un mes para darme cuenta de la tiranía del gobierno, la injusticia, la represión, la manipulación.

Al leer este libro, a pesar del drama, el lector siente ganas de visitar Guinea.

Guinea es un país con unos paisajes impresionantes y una gente maravillosa. Me pregunto de dónde habrá salido el presidente y su pandilla. Los guineanos te ofrecen la comida suya de ese día a cambio de nada, aunque sea el último alimento que les quede. Recuerdo cuando en la ciudad preguntaba a alguien por una dirección y en vez de decírtela, esa persona te acompañaba hasta el lugar, aunque estuviera al otro lado. Jamás sucedería en Europa. Y la selva… ¡qué lugar! Aunque la están talando a ritmo de vértigo.

¿No existe un plan de conservación?

Hay un parque natural donde habita el gorila que está gestionado y protegido por la Unión Europa pero cuando yo estuve allí escuchaba las 24 horas del día la sierra mecánica. No oyes ni los pájaros, ni los monos, porque todos están muertos de miedo y no sólo por la tala de árboles, también porque la única entrada de proteína que tiene la población es a través de la caza.

¿Qué hay de los pollos, vacas y ovejas?

No pueden criarlos por la malaria y la mosca Tsé-Tsé. En el mercado sólo encuentras cocodrilo, iguana, mono, cosas de este estilo.

En el libro describe la selva como un lugar tenebroso, ¿cuál fue su experiencia allá?

Tengo un recuerdo alucinante de la selva. Un lugar oscuro porque sólo se filtra el dos por ciento de la luz, es decir, aquí habría más luz de noche que en la selva en pleno día. No ves por dónde pisas. Otra cosa impactante es la cantidad de insectos que circulan por el suelo, les oyes correr...¡y esos ejércitos de hormigas que devoran todo lo que se cruza en su camino!


http://www.lavanguardia.es/cultura/noticia...lonizacion.html




CITA(Julian Navascues @ Jul 15 2008, 02:24 PM) *
CITA
MINISTERIO DE INDUSTRIA


DECRETO 595/1966, de 12 de marzo, por el que se adjudican dos permisos de investigación de hidrocarburos, solicitados conjuntamente por las sociedades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA), en la zona II (Fernando Poo). (BOE de 14 de marzo de 1966 num. 62)


Vistas las solicitudes de permisos de investigación de hidrocarburos presentadas en competencia y conjuntamente por las sociedades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA) sobre las cuadriculas números siete y ocho de la zona II (Fernando Poo), y teniendo en cuenta que dichas solicitudes están de acuerdo con lo que la ley dispone; que los peticionarios han demostrado tener la capacidad financiera y técnica necesaria; que proponen unos programas de trabajos razonados y superiores en cuanto a inversiones al mínimo legal, y que, aunque se han presentado solicitudes para dichas cuadriculas en primera petición y en competencia, se consideran estas propuestas mas favorables, procede otorgar a las entidades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA), dos premisos e investigación solicitados en la zona II (Fernando Poo).


En su virtud, a propuesta de Ministro de Industria y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día once de marzo de mil novecientos sesenta y seis,

DISPONGO:

Articulo primero.- Se otorgan a las sociedades “Mobil Producting Spain Inc.” (MOBIL), “Compañía Española de Petróleos, SA” (CEPSA) y “Compañía Ibérica de prospecciones, SA” (CIPSA), conjuntamente, los siguientes premisos de investigación de hidrocarburos sobre las cuadriculas del mapa oficial de la zona II (Fernando Poo) que se mencionan:

Expediente numero veinticinco.- Cuadricula numero siete, de cuarenta y siete mil novecientas hectáreas.

Expediente numero veintiséis.- Cuadricula numero ocho, de ciento dos mil ciento setenta y tres hectáreas.

Articulo segundo.- Los permisos de investigación a que se refiere el articulo anterior quedan sujetos a todo cuanto disponen la Ley de Régimen Jurídico de la Investigación y Explotación de Hidrocarburos de veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho, Reglamento para su aplicación de doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, Decreto de veinticinco de junio de mil novecientos cincuenta y nueve sobre normas reglamentarias especiales para las provincias españolas de África, Decreto de veintidós de junio de mil novecientos sesenta y dos por el que se reorganiza la Comisión de Coordinación para la aplicación de la Ley de Hidrocarburos en las provincias españolas de África, así como a las ofertas presentadas por las sociedades adjudicatarias que no se opongan a lo que especifica en el presente Decreto.

Se autoriza a la Presidencia del Gobierno y al Ministerio de Industria para complementar este decreto mediante Orden Ministerial en la que se puntualicen las condiciones que procediera concretar con las entidades adjudicatarias, dentro de las especificaciones propuestas por ellas que constituyen la base de este Decreto de otorgamiento.

Articulo tercero.- Se autoriza a la Presidencia del Gobierno y al Ministerio de Industria para dictar las disposiciones necesarias para el cumplimiento de lo que en este Decreto se dispone.


Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a doce de marzo de mil novecientos sesenta y seis.


FRANCISCO FRANCO


El Ministro de Industria


GREGORIO LOPEZ BRAVO DE CASTRO




CITA
MINISTERIO DE INDUSTRIA


DECRETO 1846/1967, de 13 de julio, por el que se adjudican tres permisos de investigación de hidrocarburos solicitados conjuntamente por las sociedades “Spanish Gulf Oil Company” y Compañía Española de Minas de Riotinto, SA” en la zona II (Fernando Poo) (BOE de 24 de agosto de 1967, num. 202)


Vistas las solicitudes de tres permisos de investigación de hidrocarburos en la zona II (Fernando Poo), presentadas por las sociedades “Spanish Gulf Oil Company” (SPANGOC), y Compañía Española de Minas de Riotinto, SA” (RIOTINTO), y teniendo en cuenta que dichas solicitudes están de acuerdo con lo que la ley dispone; que los peticionarios han demostrado tener la capacidad financiera y técnica necesaria; que proponen unos programas de trabajos razonados y superiores en cuanto a inversiones al mínimo legal, y que, aun cuando se han presentado propuestas en competencia sobre las mismas cuadriculas , se consideran mas favorables las propuestas de (SPANGOC) y (RIOTINTO), procede otorgar a estas Compañías los tres premisos de investigación solicitados en la zona II (Fernando Poo).

En su virtud, a propuesta de Ministro de Industria y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día siete de julio de mil novecientos sesenta y siete;


DISPONGO:

Articulo primero.- Se otorgan a las sociedades“Spanish Gulf Oil Company” (SPANGOC), y Compañía española de minas de Riotinto, SA” (RIOTINTO), los siguientes premisos de investigación de hidrocarburos sobre tres cuadriculas del mapa oficial de la zona II (Fernando Poo).

Expediente numero cuarenta, cuadricula numero cinco, de cincuenta y dos mil dieciséis hectáreas.

Expediente numero cuarenta y uno, cuadricula numero seis, de cincuenta y seis mil cuatrocientas sesenta y tres hectáreas.

Expediente numero cuarenta y dos, cuadricula numero diez, de cuarenta y siete mil setecientas veinticinco hectáreas.


Articulo segundo.- Los permisos de investigación a que se refiere el articulo anterior quedan sujetos a todo cuanto disponen la Ley de Régimen Jurídico de la Investigación y Explotación de Hidrocarburos de veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho, Reglamento para su aplicación de doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, Decreto de veinticinco de junio de mil novecientos cincuenta y nueve sobre normas reglamentarias especiales para las provincias españolas de África, Decreto de veintidós de junio de mil novecientos sesenta y dos por el que se reorganiza la Comisión de Coordinación para la aplicación de la Ley de Hidrocarburos en las provincias españolas de África, así como a las ofertas presentadas por las sociedades adjudicatarias que no se opongan a lo que especifica en el presente Decreto y a las siguientes condiciones.


Primera.- los titulares vienen obligados a invertir como mínimo durante los dos primeros años de vigencia de los permisos, las cantidades que se expresan a continuación:

En la cuadricula numero cinco, cuatrocientas dieciséis mil ciento veintiocho pesetas oro.
En la cuadricula numero seis, cuatrocientas cincuenta y una mil setecientas cuatro pesetas oro, y en la cuadricula numero diez, dos millones trescientas noventa y una mil ochocientas treinta pesetas oro.

Dichas cantidades; de acuerdo con las propuestas de los adjudicatarios se destinaran, para el caso de las cuadriculas números cinco y seis, a la realización de los estudios y trabajos geológicos y geofísicos que señalan, y para el caso de la cuadricula numero diez, además de la ejecución de tales trabajos, habrán de realizar, como mínimo, un sondeo de investigación que deberá ser empezado antes de finalizar el primer año de vigencia del permiso y será situado en un punto escogido razonablemente por los titulares.

Si antes de la finalización del segundo año de vigencia los titulares hubiesen iniciado la perforación de un primer sondeo de investigación, dentro del perímetro de la cuadricula cinco y/o de la numero seis, o un segundo sondeo en la cuadricula numero diez, los titulares podrán continuar la investigación de dicha cuadricula o cuadriculas después de dicho segundo año, debiendo realizar una inversión mínima media de dos pesetas oro por hectárea durante el tiempo que mantengan los permisos.

En aquella o aquellas cuadriculas en que no se hubiese iniciado, respectivamente, el mencionado sondeo antes de finalizar el segundo año de su vigencia los titulares continuaran la investigación en el cincuenta por ciento de la superficie de la respectiva cuadricula escogido a su elección, con una inversión mínima media anual de dos pesetas oro por hectárea de la superficie del primitivo permiso, conforme a lo previsto en el articulo ciento cuarenta y tres del Reglamento. El otro cincuenta por ciento de dicha superficie de cada cuadricula revertirá al Estado en calidad de reserva.

Para la conversión de pesetas oro a pesetas papel se estará a lo dispuesto en el artículo treinta y siete del Reglamento.

Segunda.- De acuerdo con su propuesta las participaciones de los adjudicatarios serán un setenta y cinco por ciento (SPANGOC), y un veinticinco por ciento (RIOTINTO)

Tercera.- La vigencia de la adjudicación de las cuadriculas cinco, seis y diez de la zona II (Fernando Poo), queda condicionada al cumplimiento por los adjudicatarios de las propuestas señaladas en el párrafo dos-A de sus Pliegos de Mejoras.

Cuarta.- Los titulares dentro de los términos de sus propuestas, abonaran, por el concepto de canon de superficie que determina la Ley de Hidrocarburos la cantidad de cien mil dólares USA por los ocho años de vigencia de los tres permisos, y deberán pagar dicha cantidad de una sola vez, por anticipado, dentro del plazo limite que señala el articulo cuarenta de la Ley de Hidrocarburos para el pago del primer plazo y en la forma señalada en el articulo ciento veinticinco del Reglamento.

Quinta.- En el caso de renuncia total o parcial de uno o varios de los permisos de los adjudicatarios durante los dos primeros años de su vigencia, los titulares justificaran debidamente ante la Administración, haber invertido en los permisos abandonados las cantidades señaladas para cada permiso en la condición primera, y de no efectuar dicha justificación, si la renuncia fuera total de uno o varios permisos, ingresara en el Tesoro la diferencia entre la cantidad total realmente invertida en cada permiso, justificada satisfactoriamente a juicio de la Administración y la correspondiente de las citadas cantidades mínimas comprometidas para los dos primeros años. Si la renuncia fuese parcial, porque se trate de partes de permisos, se estará a lo dispuesto en el artículo ciento cuarenta y tres del Reglamento.

Si una vez transcurridos los dos primeros años de vigencia los titulares decidieran continuar la investigación en la totalidad del área de uno o varios de los permisos por haber iniciado la perforación de un sondeo en la cuadricula numero cinco y/o la numero seis y un segundo sondeo en la cuadricula diez, o solamente en el cincuenta por ciento de su superficie, por no haber realizado los mencionados sondeos, deberán justificar debidamente ante la Administración haber invertido en cada permiso de los que continúen las cantidades mínimas comprometidas para los dos primeros años de vigencia. En caso contrario, ingresaran en el Tesoro la diferencia entre la cantidad total realmente invertida, debidamente justificada a juicio de la Administración y las citadas cantidades.

Si la renuncia total se efectuara después de transcurridos los dos primeros años de vigencia y de haber dado debido cumplimiento a lo señalado en los párrafos anteriores, los titulares solamente vendrán obligados a ingresar en el Tesoro la diferencia que pudiera existir entre las cantidades realmente invertidas en el permiso, a partir del tercer año, debidamente justificadas a juicio de la Administración y la cantidad total resultante de multiplicar la mínima legal por el numero de años, contados año por año, que hayan mantenido los permisos a partir del tercer año.

Si una vez transcurridos dichos dos primeros años la renuncia fuera parcial porque se trate de partes de permisos, los titulares previa justificación de sus intenciones, podrán acumular las inversiones no realizadas a las que tengan que realizar en las partes de los permisos que conserven.

Sexta.- Los peticionarios deberán presentar para su aprobación por la Administración, en el plazo de treinta días contados a partir de la publicación de este Decreto en el “Boletín Oficial del Estado”, el Convenio que regule su colaboración, en el que designaran el representante común a través del cual se desarrollaran sus relaciones con la Administración y en el que se establecerán las normas para el régimen de administración y contabilidad que permita aplicar las disposiciones de la Ley y de su Reglamento de un modo unitario. La validez de la adjudicación de los permisos a que se refiere este Decreto, esta supeditada a la aprobación de dicho Convenio por la Administración.

Si el convenio de colaboración es aprobado, las Entidades participes serán titulares de los tres permisos de investigación a que se refiere el articulo primero mancomunada y solidariamente teniendo cada una el carácter de titular a los efectos de la Ley veintiséis de diciembre de mil novecientos cincuenta y ocho y disposiciones complementarias.

Séptima.- La valoración de las aportaciones del titular extranjero que no se efectúen precisamente en divisas, deberá ser sometida a la aprobación del Ministerio de Industria, que tendrá en cuenta para ello los precios normales en el país de origen.

Octava.- De acuerdo con el contenido del articulo treinta y tres del Reglamento de doce de junio de mil novecientos cincuenta y nueve, las condiciones anteriores primera, segunda, tercera, quinta y séptima son condiciones esenciales cuya inobservancia lleva aparejada la caducidad de los permisos.

Novena.- La caducidad de los permisos de investigación será únicamente declarada, según el articulo ciento sesenta y tres del Reglamento por causas imputables a los titulares, y, por implicar de hecho la renuncia de estos a los permisos, será de aplicación, en este caso, lo dispuesto en el articulo ciento cuarenta y cuatro del Reglamento.


Articulo tercero.- Se autoriza a la Presidencia del Gobierno y al Ministerio de Industria para dictar las disposiciones necesarias para el cumplimiento de lo que en este Decreto se dispone.


Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a trece de julio de mil novecientos sesenta y siete.



FRANCISCO FRANCO



El Ministro de Industria


GREGORIO LOPEZ BRAVO DE CASTRO



CITA
Y eso que aún no se había descubierto el petróleo…

Se sospechaba que podía haber. Las empresas españolas contrataron a una compañía americana para buscar el petróleo y ésta negó rápidamente la existencia de reservas de crudo. Cuando los españoles se fueron, apareció todo el petróleo. Ahora es la segunda reserva más importante de África, produciendo los mismos barriles que Kuwait. EEUU, China, Francia e Inglaterra tienen intereses económicos en Guinea, pero España no con lo que no se entiende porque se sigue guardando tanto silencio en torno a esta dictadura
.

Gamboa no se ha estudiado el tema. Lastima. ¡Gamboa espabila!
Julian Navascues
Guinea Ecuatorial en perspectiva

POLITICA EXTERIOR. 54, X
Noviembre / Diciembre 1996


PESE a su recurrente y con frecuencia espectacular aparición en los medios españoles de comunicación, las relaciones con Guinea Ecuatorial constituyen uno de los capítulos paradójicamente menos conocidos de la política exterior de nuestro país. El convencimiento de que en el origen del problema existe una descolonización plagada de errores, realizada bajo la presión de las Naciones Unidas y llevada a cabo en medio de fuertes tensiones en el interior del régimen de Franco, parece haber excusado cualquier análisis que intente, no ya explicar las razones de una crispación permanente desde la misma fecha de la independencia en 1968, sino sobre todo fundamentar una política de largo alcance que, a falta de resolver el contencioso, lo reduzca al menos a sus justas proporciones y permita, al mismo tiempo, gestionarlo con eficacia para nuestros intereses reales y de acuerdo con las exigencias del respeto a los derechos humanos y la democratización.


Uno de los hechos que quizá más ha marcado la situación política y económica del continente africano tras la descolonización ha sido la contradicción ideológica que subyacía a los planteamientos nacionalistas: éstos no reivindicaban la salida del colonizador para recuperar las estructuras políticas previas a la ocupación, sino para erigir un Estado sobre el modelo europeo, fuera en su variante socialista o, más raramente, liberal. La consecuencia más inmediata de esta paradoja en origen, y que sigue determinando en gran medida la evolución actual de los países al sur del Sáhara, es que se establece una coexistencia en muchos casos aberrante de la reciente estructura estatal y formas de organización precoloniales, normalmente de carácter familiar o tribal. De este modo, un buen número de Estados africanos sólo lo son hacia el exterior, mientras que hacia el interior conservan una estructura de poder que nada tiene que ver con la fachada externa. Si se tiene en cuenta que en Guinea Ecuatorial existen zonas como Mongomo y otras poblaciones próximas a la frontera continental, que no tuvieron ningún contacto con la cultura europea hasta bien entrado el siglo XX, se comprenderá la compleja naturaleza de la estructura del poder guineano: la fórmula estatal acaba de cumplir veinticinco años, en tanto que las instituciones tribales han sido las únicas que existían en el interior del país hasta pocas fechas antes de la independencia.


Esta complejidad, una de las más acusadas del continente africano, no puede llevarnos a creer, sin embargo, que los incidentes con España sean resultado de la inexperiencia en el manejo de los resortes del Estado por parte del gobierno de Malabo. Antes al contrario, los sectores radicales del régimen de Guinea Ecuatorial han desarrollado una prodigiosa habilidad para utilizar el Estado como pantalla, haciendo de los modos habituales en las relaciones internacionales, un laberinto burocrático que utilizan según su conveniencia. Por ello, la actitud de comprensión o apaciguamiento que han defendido tradicionalmente algunos sectores políticos en España, así como un buen número de españoles residentes en Guinea, parten del error de creer en la inocencia o cuando menos la incompetencia de las autoridades de Malabo. Pero del mismo modo, ciertas actitudes de firmeza a ultranza, tan irreales como cerradas a cualquier posibilidad de diálogo por incierta que sea, olvidan que muchos de los gestos y declaraciones internacionales del Estado guineano tienen un valor diferente, unas veces, sin duda, más grave pero otras también menos relevante, si se analizan a la luz de la estructura interna de poder.


Pero con ser una idea imprescindible para comprender la conflictividad de las relaciones con nuestra única ex colonia africana, la complejidad y precariedad de los equilibrios entre el Estado y las formas de organización precoloniales en Guinea Ecuatorial no bastan para explicar el constante rosario de tensiones y desavenencias con España que han marcado las casi tres décadas de historia independiente. Sobre la realidad de fondo de un Estado de difícil consolidación, no sólo por el sustrato tribal sino también por la fragmentación territorial del país, incidió a principios de los años setenta un factor de distorsión que parece haber pasado inadvertido. Probablemente como reacción al discurso anticomunista que mantenía el régimen de Franco, Macías –quien no hay que olvidar que resultó elegido presidente de la República pese a la abierta beligerancia española en favor de la candidatura de Bonifacio Ondó– inició una aproximación hacia la Unión Soviética cuyo resultado más palpable fue el establecimiento de una base militar en Luba. La antigua colonia pasó a ser así, por sus excepcionales condiciones estratégicas, una de las piezas clave en la política de Moscú hacia el golfo de Guinea, donde la presencia francesa y británica –del bloque occidental, por tanto– resultaba decisiva. La inhibición de los gobiernos de Franco ante los abusos, insultos y provocaciones de Macías se explicarían por la exigüidad del margen de maniobra con que contaba España: alterar la situación interna en Guinea podía conllevar una reordenación geoestratégica en el golfo, y la Unión Soviética no estaba dispuesta a correr ese riesgo para aliviar la posición del antiguo colonizador, sobre todo cuando éste apareció en su día como un antiguo aliado de las potencias del Eje. Las bases de las relaciones de España con Guinea se establecen, pues, en unas condiciones que difícilmente cabría imaginar más adversas: la antigua metrópoli arrinconada internacionalmente y la ex colonia gobernada por un psicótico, amparado en el interés estratégico de una superpotencia.


Esta situación se mantuvo inalterada hasta 1975. Contra lo que parece, los factores de cambio no tuvieron tanta relación con los sucesos internos en España como con los roces de Macías con sus mentores soviéticos y, sobre todo, con la independencia de las antiguas colonias portuguesas. El acceso al poder del Movimiento para la Liberación de Santo Tomé y Príncipe, tan sólo tres meses antes de la muerte de Franco, relativizó para Moscú la importancia estratégica de Guinea Ecuatorial, en la medida en que la ex colonia portuguesa –cuya situación geográfica es equivalente a la de la antigua Santa Isabel, hoy Bioko– constituía una alternativa idónea para la política soviética en el área. Desde ese instante, el tiempo de Macías inició una imparable cuenta atrás que, jalonada por los desafueros sanguinarios de un enajenado, concluyó con el golpe de Estado que llevaría al poder a Obiang Nguema, en agosto de 1979.


El balance de esta primera década de independencia resultó aterrador: una población literalmente diezmada, un país en bancarrota, con ese aire de existencia fantasmal, herida en lo más íntimo, que pervive aún hoy en los poblados y ciudades de Guinea. En estas condiciones, la generosa respuesta del gobierno de Adolfo Suárez a la petición de ayuda que formuló el recién llegado presidente Obiang no sólo resultó comprensible, sino simple y llanamente inexcusable. Pero con serlo, el esquema de cooperación que se fraguó en aquellos momentos llegó a convertirse en el tercer gran factor de distorsión de las relaciones bilaterales.


Política de cooperación


Por una parte, cuando el gobierno de Madrid puso en marcha los planes de cooperación con Guinea, España seguía siendo un país receptor de ayuda y, por tanto, sin ninguna experiencia en la gestión de fondos destinados al desarrollo. De ahí que esta cooperación no se planteara en términos ortodoxos desde el punto de vista técnico, sino que, en lugar de identificar programas y proyectos concretos y viables, ejecutados por expertos de los que carecía nuestro país, España asumió la tarea de sustituir al gobierno guineano en todos y cada uno de los sectores de actividad. Un elevado número de ministerios y organismos españoles se implicó generosamente en la tarea, enviando a una legión de funcionarios y profesionales que, desde la radiotelevisión a los aeropuertos, desde la banca a la minería y la extracción de petróleo, desde la sanidad y la educación hasta el turismo, desembarcaban en la antigua colonia con el propósito de sacar al país de su postración. Hasta 1985, la historia de la cooperación española con Guinea Ecuatorial ha constituido, sin duda, la crónica de uno de los mayores desbarajustes administrativos que haya conocido la acción exterior de nuestro país.


La firma del Primer Plan Marco en ese año supuso algo tan básico como conocer con exactitud la cuantía y el destino de los fondos, así como la estructura administrativa encargada de gestionarlos. El documento afirmaba, además, que la sanidad y la educación constituían los sectores prioritarios de nuestra acción, idea que se repetiría en el nuevo Plan de 1989 y en las declaraciones públicas y debates parlamentarios que precederían al recorte de 1994, decidido en virtud de la grave crisis que venían atravesando las relaciones desde dos años antes. Pero, nuevamente en contradicción con las apariencias, la fijación de prioridades establecidas a partir de 1985 no procedía de una elección razonada, de carácter técnico o político, entre sectores alternativos. Un simple vistazo a los resultados cosechados por los entusiasmos iniciales basta para comprender que, bajo la cobertura de un discurso humanitario cada vez más en boga desde entonces, la cooperación española se limitó a declarar prioritarios los sectores donde su presencia no se había saldado con un rotundo fracaso.


Con todo, la fijación de prioridades para nuestra cooperación tuvo un efecto positivo, aunque quizá no completamente voluntario: el abandono de la inabarcable pretensión de globalidad de la ayuda y que España siguiera presente en todos y cada uno de los sectores de actividad de la ex colonia. El efecto negativo procedió, en cambio, del mantenimiento del esquema de sustitución de responsabilidades entre el gobierno guineano y la cooperación española. De ahí que la nueva página que inauguraron los planes-marco no supusieron en este sentido un auténtico cambio de rumbo, en la medida en que la formulación de los nuevos programas sanitarios y educativos seguían sin considerar que, por más fondos, asesoría y ayuda que España estuviera dispuesta a prestar, el adecuado funcionamiento de estos sectores era responsabilidad exclusiva de Obiang y su gobierno, como sucede en cualquier Estado soberano. Antes al contrario, lo que los planes-marco consagraron era justamente la idea opuesta: la sanidad y la educación eran responsabilidad única de España, y el papel de Obiang y su gobierno era el de actuar como jueces de los eventuales éxitos y, sobre todo, de los errores que cometiera la antigua metrópoli. Por insólito que resulte, España quedó como rehén de su propia ayuda.


Junto a los fallos estrictamente técnicos, fruto de la inexperiencia española en el ámbito de la política de desarrollo, el envío masivo de cooperación a partir de 1979 adoleció además de la falta de un proyecto político paralelo. Mientras la ayuda no dejó de llegar puntualmente, las exigencias de democratización fueron sistemáticamente pospuestas, de modo que la ingente inyección de recursos no pudo tener otro efecto que el previsible: el de consolidar un régimen que desde muy pronto se mostró digno continuador no sólo del autoritarismo de Macías, sino también de sus gestos y maneras en las relaciones con España. Vista con una perspectiva de más de quince años desde el golpe de Estado encabezado por Obiang, la consolidación de esta continuidad entre su régimen y el de Macías ha tenido un doble efecto en el trato bilateral.


En primer lugar, el grado de agresividad de Macías contra España había alcanzado tales extremos y, sobre todo, tal impunidad, que Obiang llegó a forjarse entre los suyos una imagen de proespañolista paradójico, basada no tanto en signos positivos de amistad –por lo demás dudosos o inexistentes– cuanto en la constatación de que, disponiendo en efecto de los mismos resortes de poder y de la misma capacidad para hostigar nuestra presencia, él nunca ha querido llegar a los extremos de su tío, pudiendo y teniendo razones para hacerlo según piensan él y su entorno. Pero, en segundo lugar, la inalterada continuidad del régimen de Malabo explica la contradicción que, siempre a ojos de los dirigentes guineanos, atenazó cualquier actitud de firmeza que quisiera aplicar el gobierno español. Por sorprendente que pueda resultar, para Obiang y los suyos no era comprensible –y así lo han manifestado expresamente en no pocas ocasiones– que se respondiera a la “nimiedad” de detener españoles o de atacar al gobierno o las instituciones de la metrópoli cuando, mucho más allá, Macías los vejaba y humillaba sin que Madrid aventurase la más tímida reacción. Sólo haciendo un esfuerzo por colocarse dentro de este peculiar y enrarecido imaginario de los dirigentes políticos guineanos se puede comprender que, pese a ser ellos quienes llevaban sistemáticamente la iniciativa en la multiplicación de los incidentes, no dejaran nunca de considerarse víctimas de la hostilidad y la animadversión de España.


El potencial de conflictividad presente en unas relaciones asentadas sobre bases como las descritas, se vio reforzado a partir de 1985, fecha en que Guinea Ecuatorial se adhirió a la zona económica patrocinada por Francia en el África central. A partir de entonces y casi durante una década, el gobierno de Malabo llevó a cabo una persistente política dirigida a enfrentar a Madrid y París en el expediente guineano. Contra toda lógica una vez más, los esfuerzos de Obiang y de su entorno se saldaron con éxito, pese a las estrechas relaciones hispano-francesas en sectores, no ya de mayor complejidad, sino también de una trascendencia política infinitamente superior. Salvo que se considere que el régimen de Malabo dispone de una excepcional habilidad diplomática, sin proporción alguna con su peso relativo en la esfera internacional ni con la dimensión del país –trescientos cincuenta mil habitantes diseminados en el espacio geográfico equivalente a una provincia española– la explicación del prolongado desencuentro entre las políticas de dos socios europeos hacia un diminuto Estado africano habría que buscarlas en otros ámbitos. Así, resulta evidente que, por parte francesa, existía un cierto límite en sus tomas de posición sobre Guinea Ecuatorial, consistente en la imposibilidad de que París fijara para la antigua colonia española una política que contradijera la que había seguido, desde hacía décadas, en el resto de los países de la región. Por parte de Madrid, en cambio, no resultó fácil descubrir las ventajas de una política de mayor condescendencia, similar a la de Francia, puesto que, salvo efímeras excepciones, esa es la única aplicada desde la fecha misma de la independencia, sin evitar por ello unos incidentes que, en contra de lo que parecieron creer algunos diplomáticos y funcionarios, su mayor o menor reflejo en la prensa, ni añadía ni restaba a su carácter absolutamente inaceptable.


España y Francia


Pero si el desencuentro hispano-francés en el expediente guineano tuvo su origen en la disparidad de estos dos enfoques, la imposibilidad de encontrar un punto de equilibrio entre ambos se debió al equívoco mensaje que transmitió nuestra diplomacia al fijar en 1985 las dos líneas de acción de la política española en África subsahariana. Nuestro país buscó, por un lado, incrementar la presencia en las antiguas colonias lusas en un intento de rentabilizar la relativa ventaja comparativa que supuso nuestra proximidad con la lengua y cultura portuguesas. Por otro, intentó convertir Guinea en una plataforma desde la que propiciar el desembarco comercial en la región, aún hoy considerada zona de exclusiva influencia francesa. Con toda probabilidad, los autores de este segundo enunciado eran conscientes de estar formulando una propuesta de relleno, dictada más por la imposibilidad de construir una política africana que no hiciera siquiera mención de nuestra única ex colonia, que por una auténtica voluntad de dar una dimensión distinta a las relaciones de España con Guinea Ecuatorial. Porque, aun en el supuesto de que ésta última hubiese sido la verdadera intención, ¿cómo se articularía esa ofensiva comercial a gran escala desde un país cuya única comunicación con España era un vuelo semanal y un barco al mes, al tiempo que carecía de cualquier comunicación practicable con los países limítrofes? ¿Qué recursos adicionales pondría el gobierno español al servicio de esta estrategia, teniendo en cuenta que los millonarios presupuestos de cooperación estaban año tras año comprometidos en mantener unas estructuras de ejecución hipertrofiadas y, además, de dudosa eficacia para Guinea y ninguna en absoluto para la defensa de nuestros intereses?


Para París, sin embargo, el simple hecho de que España afirmase la voluntad de lanzar desde Guinea una ofensiva comercial en su área de influencia africana exigía la adopción de medidas tendentes a neutralizarla. La incorporación de la antigua colonia a la zona del franco sería, en este sentido, la más contundente, ya que al mismo tiempo que daba respuesta a una vieja aspiración del gobierno de Malabo –disponer de una moneda convertible– conllevaba el que Guinea adoptase una legislación arancelaria muy restrictiva para el acceso de los productos no franceses a los mercados regionales. Curiosamente, ni Madrid ni París se plantearon en ningún momento la manifiesta inviabilidad del proyecto que pretendía Guinea: una cabeza de puente española, sino que, por el contrario, iniciaron una escalada inverosímil en la que, como en una obra de enredo, cualquier movimiento del otro era interpretado con independencia de sus verdaderas intenciones. Así, el interés de Francia en incorporar a Guinea a la zona del franco fue juzgada por Madrid como prueba de la pujanza del proyecto esbozado en 1985, no como lo que era en realidad, una prevención desmesurada ante una declaración de intenciones no menos desmedida.


Del mismo modo, cualquier intento por parte española de reconducir las insostenibles relaciones con el régimen de Obiang, incluida la propia visita del entonces presidente Felipe González en 1991, fue entendido por París no como un último intento por relanzar ese proyecto político ausente desde la llegada al poder de Obiang, sino como el prólogo de nuestra anunciada ofensiva. La mutua desconfianza llegó tan lejos que cuando España trató de consensuar con los principales donantes una acción común en Guinea Ecuatorial, la diplomacia francesa interpretó que lo que Madrid deseaba era propiciar el aislamiento internacional de la ex colonia para preparar un regreso en solitario.


La realidad es que, pese a los temores de Francia, los intereses españoles en Guinea Ecuatorial fueron reduciéndose a un ritmo vertiginoso. A principios de los años noventa, sectores tradicionales como el café habían desaparecido por completo, mientras que el cacao o la construcción no generaban ya más que una actividad meramente testimonial. Sólo el comercio minorista, dirigido a abastecer a la población de cooperantes y funcionarios internacionales a través de unos cuantos colmados de Bioko y Río Muni, así como la extracción de madera, amparada en la despreocupación ecológica de las autoridades locales, mantenían un cierto volumen de negocio, insuficiente en cualquier caso para desencadenar nada parecido a una ofensiva comercial en la región. Pese a ello, Francia mantuvo su política de penetración en las áreas institucionales guineanas –bancos, aeropuertos, aduanas, ministerios económicos– desde las que mejor podría hacer frente a cualquier movimiento español en los países limítrofes. Al producirse la crisis de diciembre de 1993, desencadenada por la decisión de Obiang de expulsar al cónsul general de España en Bata, la situación estaba igualmente enrarecida entre los representantes franceses y españoles. Estos reprochaban a aquéllos la permanente quiebra de la solidaridad comunitaria; aquéllos seguían recelando de las verdaderas intenciones de estos, sobre todo cuando advirtieron la estrecha coordinación de sus posiciones con las de Washington. Una coordinación que, para complicar aún más el problema, París no pareció interpretar en clave exclusivamente guineana, sino como parte de la estrategia global de Estados Unidos en África, contraria a sus intereses.


El último episodio en la historia de las relaciones con Guinea Ecuatorial –una vez restablecido el intercambio de embajadores entre Madrid y Malabo en noviembre de 1994– vino marcado por el reciente anuncio del descubrimiento de considerables reservas petrolíferas por parte de una compañía norteamericana, que ha localizado importantes yacimientos en zonas intensamente exploradas durante varios años por Repsol y a cuya concesión renunció, por falta de resultados positivos, a finales de los años ochenta. El hallazgo ha sido recibido por Obiang no sólo como un motivo más de agravio en contra de nuestro país, sino también y, sobre todo, como una buena noticia para su propósito de afianzarse indefinidamente en el poder. En ello coinciden además no pocos observadores, en la medida en que el incremento de los recursos propios, y por tanto no ligados a eventuales exigencias políticas por parte de los donantes, no augura buenas expectativas para el respeto a los derechos humanos y la democratización en la antigua colonia española. Tampoco, quizá, para las relaciones bilaterales con España, como lo prueba la recientemente reiterada exigencia de suspender la emisión de Radio Exterior para Guinea o la utilización, no exenta de oportunismo por parte de las autoridades de Malabo, de la repatriación de dieciséis inmigrantes africanos llegados a Madrid en el vuelo regular de Iberia.


Pese a ello, no habría que descartar que la súbita conversión de Guinea Ecuatorial en país productor pudiera acarrear problemas para su estabilidad interna. Durante la época de Macías, el encaje regional de nuestra antigua colonia se basó en dos factores, la vinculación hispánica, por un lado, y la relevancia estratégica que su situación geográfica ofrecía a la política soviética en el área, por otro. Desaparecida ésta, los días del dictador resultaron contados. Obiang, por su parte, ha tenido que rentabilizar desde el principio de su llegada al poder la insignificancia del país, el simple hecho de que a ningún vecino le iba nada en uno de los Estado más pobres del planeta, para preservarlo de las posibles influencias regionales. El proceso de aproximación a la francofonía que emprendió Obiang hace unos años puede acabar mermando su especificidad hispánica, uno de los soportes de la independencia guineana en el contexto regional. La eventual prosperidad petrolífera puede acabar privándole del otro, en la medida en que si Guinea empieza a pesar económicamente en la región, las opciones de su gobierno pueden afectar a los intereses de las potencias más próximas, quienes, por tanto, tal vez empiecen a prestar mayor atención a las distintas alternativas políticas internas.


Con todo, es difícil augurar cuál puede ser el futuro. España tiene desde hace ya algunos años, crecientes relaciones con no pocos países africanos, por lo que la importancia relativa de Guinea Ecuatorial en el conjunto de nuestra política subsahariana se ha reducido de manera sustancial. Paradójicamente, ni el volumen de los recursos que nuestra cooperación le dedica, ni el carácter atípico de los esquemas de aplicación de esa ayuda, como tampoco el despliegue de nuestra presencia diplomática en el país, han experimentado una evolución paralela, dando lugar a una sobredimensión en la que con toda seguridad radican no pocas de nuestras desdichas. Por ello, quizá tendría que haber empezado hace ya tiempo a considerar llegada la hora de la normalización, de dar por cancelada la supuesta deuda histórica, de prescindir de excepcionalidades de cualquier tipo y empezar a gestionar las relaciones con Guinea Ecuatorial con los criterios corrientes que ha homologado nuestra experiencia, política y de cooperación, con otros países del Tercer Mundo. Puesto que el trato de privilegio que España le ha dedicado a su ex colonia no ha servido ni para mejorar sus condiciones de vida ni para defender nuestros intereses, lo más razonable parecería entonces hacer tabla rasa y no persistir en el error, tantas veces cometido bajo la advocación de un pragmatismo de cortos vuelos, de seguir encubriendo estériles políticas de apaciguamiento con unos presupuestos de ayuda no menos estériles.


José María Ridao, diplomático, ha sido consejero de la embajada de España en Malabo (1992-94).
Maripili
La democracia posible

Europa ante los problemas africanos

POLITICA EXTERIOR

Donato Ndongo-Bidyogo


Desde hace una década, los europeos, y particularmente los españoles, se hallan anonadados ante el fenómeno de la creciente inmigración de africanos que abandonan su continente para buscar mejores horizontes de vida en los países desarrollados. Esa preocupación ha adquirido una nueva dimensión a raíz de la rebelión protagonizada en Francia hace un año por jóvenes inmigrantes de segunda generación, y por la dramática irrupción de subsaharianos en la frontera sur de España, en Ceuta y Melilla. La imparable afluencia de frágiles pateras e inseguros cayucos en las costas canarias está obligando al gobierno español a buscar de forma urgente soluciones a este drama, que debe ser considerado desde la perspectiva social y humanitaria, pero, también, desde los ángulos económicos y, sobre todo, políticos.


Las medidas que están adoptando los países europeos –en particular España y Francia– ponen el acento en la contención de los movimientos migratorios y en la represión. Sin embargo, la reflexión desapasionada sobre el problema lleva a la constatación de que la detención y expulsión de inmigrantes clandestinos no son suficientes para disuadirles de reintentar la travesía, ni tienen efecto alguno sobre la decisión de emigrar. La dureza de las condiciones en que realizan los africanos su periplo desde sus países respectivos hasta alcanzar las costas de lo que consideran el edén, atravesando desiertos y mares en condiciones penosas, tampoco ha sido hasta ahora suficiente argumento para impedir el flujo continuo.


Ante esta realidad, solo cabe preguntarse cuáles son las razones profundas por las que cientos de miles, quizá ya millones, de africanos prefieren abandonar su terruño, arriesgarse de forma tan patética, para arrostrar sacrificios que a menudo les conducen a la muerte en el desierto y en el mar. ¿Por qué tan ingente cantidad de seres humanos prefiere adentrarse en lo incógnito, guiados por las ilusiones, renunciando a la seguridad de sus familias, sus paisajes, sus costumbres y tradiciones?


Los europeos intentan entender el fenómeno de la inmigración africana, y han buscado su explicación desde todas las posibilidades teóricas que ofrecen las ciencias sociales. Se ha puesto el acento en las causas económicas, en las guerras supuestamente tribales que asolan el continente, en la pobreza en que se debaten las poblaciones subsaharianas. Se argumenta que la irresistible atracción que ejerce la opulencia europea ante las míseras sociedades subdesarrolladas actúa como un “efecto llamada”. Se habla de las enfermedades, de las sequías y hambrunas, de los desastres naturales. Pero todos estos argumentos son pretextos, o razones parciales, que no responden a la cuestión principal, que sigue siendo la misma: ¿Por qué África es tan pobre e inestable para que sus hijos tengan que huir en masa? Las bases de la solución están en la respuesta correcta a esta cuestión, y solo cuando los países desarrollados abran sus ojos a la realidad del mundo actual y asuman que su bienestar es compatible con el de las poblaciones africanas, se empezará a ver la luz al final del túnel.


Alguno dirá que no es preciso remontarse a situaciones pretéritas que pudieran tener un tinte revanchista. Pero parece necesario recordar que, desde hace cinco siglos, desde que se produjo el gran encuentro entre africanos y europeos poco después del descubrimiento de América, las relaciones entre África y Europa se han caracterizado por la violencia y la explotación. La historia debe servir para entender el presente, no para suscitar odios ni recrear rencores, ahondando las diferencias, sino para lo contrario: avanzar en la comprensión, profundizar las relaciones entre los humanos y buscar ese territorio común que lleve a una solidaridad sin complejos. Y para eso es imprescindible tener memoria, saber.


No resulta ocioso recordar que los últimos cinco siglos de relaciones entre África y Europa todavía gravitan sobre los africanos y condicionan su desarrollo económico, y también el político y cultural. Cinco siglos de esclavitud, colonialismo y neocolonialismo. Imposible resumirlos en el reducido espacio de un artículo, pero baste su enunciado para comprender que la tarea de abordar las soluciones que lleven a África a salir de su postración actual debe iniciarse con la dignificación del africano, devolviéndole la autoestima y su personalidad, imprescindibles para que asuma en positivo la propia vida, sin la sensación de que depende de los demás.


Lo primero a tener en cuenta es que, a pesar de los pavorosos datos que nos ofrecen los índices de desarrollo humano de las Naciones Unidas, puede afirmarse que no existe ningún país pobre en África. Todos y cada uno disponen de los recursos económicos y humanos suficientes para desarrollarse de manera armónica. La explicación de esta aparente paradoja está en que tales riquezas ni están controladas por los propios países productores, ni sirven a los intereses del desarrollo de sus poblaciones. Se pueden poner tantos ejemplos como países africanos, pero bastan unos pocos: Níger, que ocupa uno de los últimos lugares en todos los indicadores de desarrollo, posee importantes minas de uranio, explotadas por empresas europeas; a pesar de ser ya el tercer productor de petróleo de África subsahariana, con 700.000 barriles diarios, el 80 por cien de los escasos 500.000 habitantes de Guinea Ecuatorial sigue viviendo en la miseria; la guerra que desde hace una década asola la República Democrática de Congo no tiene un origen tribal, como arteramente se presenta en los medios de comunicación occidentales, sino que la promueven y alimentan determinadas empresas occidentales, que luchan entre ellas por medio de africanos interpuestos para controlar las inmensas riquezas mineras del país, sobre todo el coltán, componente importante para la fabricación de teléfonos móviles. Otros conflictos como los que tuvieron lugar en Angola, Sierra Leona, Sudán, o los recientemente desencadenados en Costa de Marfil y Chad solo se explican desde esta perspectiva. Y no son éstas afirmaciones gratuitas: están avaladas por diversos informes de la ONU, del Fondo Monetario Internacional, y de prestigiosas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.


Cuando se produjeron la caída del muro de Berlín y el fin del apartheid surafricano, hace tres lustros, el mundo volvió los ojos hacia África, donde subsistían los regímenes más criminales e inmovilistas del mundo. En la Conferencia Franco-Africana de 1991, celebrada en La Baule, François Mitterrand, entonces presidente de Francia, conminó a sus homólogos africanos a reformar sus regímenes en el sentido democrático, y condicionó la continuidad de la cooperación francesa al cese de gobiernos de partido único, la apertura al multipartidismo y la democracia, así como la erradicación de la corrupción. Esta posición de inequívoco compromiso con la libertad produjo una verdadera convulsión en todo el continente, ilusionando a pueblos sojuzgados durante décadas por castas militares a cual más cruel, y cayeron algunos de los sistemas políticos más represivos. Otros se maquillaron y adoptaron reformas mínimas que les permitieran seguir en el poder, suavizándose en cualquier caso la represión. Pero poco antes de abandonar el poder, en la última Conferencia Franco-Africana de Biarritz, en 1994, que Mitterrand presidió, cambió radicalmente su discurso, y abrazó públicamente a Mobutu Sese Seko, el dictador de Zaire (hoy República Democrática de Congo), al que se había negado a recibir anteriormente.


¿Qué ocurrió en tan poco tiempo? Sencillamente, Francia –y con ella el resto de Europa– había dado prioridad a los “intereses de Estado” frente a la necesaria libertad de los africanos. Una vez más, la economía y el comercio dictaban sus reglas a la ética, e incluso a la estética. Porque las verdaderas razones del desinterés de Francia por el bienestar de los africanos se evidenciarían al poco, cuando el depuesto dictador de Congo-Brazzaville, Denis Sassu-Nguesso, desencadenó en 1997 una cruenta guerra civil para recuperar el poder, poniendo fin a la corta experiencia democrática representada por el gobierno de Pascal Lissuba. Respaldado por intereses galos, Sassu-Nguesso sigue desde entonces en el poder.


El decisivo papel desempeñado por determinadas empresas europeas, por ejemplo la petrolera francesa Elf (que cambió de nombre ante tanto desprestigio), en la trama de corrupción que llevó a esta y otras crisis africanas quedó evidenciado en el juicio que se siguió en París contra su cúpula, sentándose en el banquillo destacadas personalidades políticas de la etapa socialista, y en el encarcelamiento de uno de los hijos de Mitterrand, Jean-Christophe, que había sido consejero de su padre para los asuntos africanos. Con todo ello quedó patente que Europa crea y sostiene a los dictadores africanos, y que es inútil perseguir a los corruptos sin tener en cuenta a los corruptores.


Éstos son solo algunos ejemplos que explican por qué la causa de la democracia está estancada en África. Porque algunos europeos, poderosos en la política o empresarios influyentes, consideran que ese continente no está preparado para la democracia, que los africanos son incapaces de organizarse en libertad, que los negros deben ser dirigidos por los blancos. Son tópicos recurrentes, heredados del racismo más rancio, a veces expresados públicamente. La consecuencia de esta ideología dominante es que África debe ser tutelada, y los africanos gobernados por regímenes “fuertes”, autoritarios. Esa alianza entre los nuevos ideólogos del racismo, los partidarios del neocolonialismo y los déspotas africanos es la que lleva a los países africanos a su situación actual, puesto que las economías del continente siguen, como en la época colonial, dirigidas por europeos y hacia Europa, y apenas benefician a los africanos. África apenas cuenta en la estructura económica mundial o en el comercio internacional, puesto que su papel sigue siendo el de suministrador de materias primas, de la mano de obra baratísima que extrae esas materias primas.


Consecuentes con esta lógica, muchos políticos y empresarios europeos prefieren en el poder a africanos complacientes que nunca les darán problemas, ni pondrán condiciones. Es decir, a aquéllos a los que poco les importan ni la libertad ni el bienestar de sus conciudadanos. Así se explica la inestabilidad africana, puesto que cualquier político o intelectual negro que se atreva a poner en cuestión el sistema imperante es barrido del mapa: derrocado si está en el poder, neutralizado si aspira a él, o silenciado si expone sus ideas desde una cátedra o desde los libros.


A este respecto, son muy interesantes las conversaciones que mantuvo Jacques Foccard con un veterano periodista de la revista franco-tunecina Jeune Afrique-L’Intelligent, publicadas poco antes de morir. El que fuera consejero de asuntos africanos de todos los presidentes galos, desde Charles de Gaulle hasta Valéry Giscard d’Estaing, informa claramente en los dos volúmenes de Foccard cómo y por qué algunos jefes de Estado llegaron al poder en África y otros fueron asesinados o derrocados. La lectura de textos como ése ayuda a situar el contexto en el que se producen fenómenos que se despachan rápida y displicentemente como “cosas de negros”, y facilita la comprensión de los eufemismos que esconden las verdaderas intenciones y declaraciones oficiales. Por otro lado, el escaso salario que se paga –cuando se paga– a los profesionales africanos en sus países de origen no explica suficientemente que haya tantos médicos, arquitectos, profesores, economistas, abogados, periodistas… africanos trabajando en Europa y América del Norte. También tiene que ver la represión, y todos los mecanismos que utilizan desde el poder autocrático para cercenar la libertad.


Posiblemente sea muy sincera la preocupación de los poderosos europeos y norteamericanos por los ingentes problemas africanos. Sin necesidad de ser exhaustivos ni de ir demasiado atrás en el tiempo, en los últimos años se han producido encuentros como la llamada Cumbre del Milenio, que reunió en la sede de la ONU en Nueva York a los dirigentes mundiales para tratar de hallar solución a los problemas de la pobreza; europeos y africanos se reunieron en El Cairo en abril de 2000 para analizar cómo ayudar a África a solucionar su crisis secular; en el verano de 2005, los miembros del G-8 convocaron en Gleneagles (Escocia) a cuatro presidentes africanos para analizar conjuntamente los retos de África. Periódicamente, se celebran reuniones, aquí y allá, para hablar del sida y demás pandemias que desangran al continente, sobre estrategias de erradicación de la pobreza en menos de una década, y otras iniciativas tan bienintencionadas como poco efectivas. Sin embargo, las poblaciones africanas están muy lejos de ver las soluciones, puesto que sus gobiernos solo les llenan los oídos de palabrería demagógica a la vuelta de cada una de esas costosísimas sesiones, y ya pocos creen en esas iniciativas.

¿Qué hacer entonces? A casi medio siglo de que África recuperase su libertad formal con las independencias, pocos africanos se sienten libres. Después de cinco siglos de opresión, la realidad muestra que los regímenes dictatoriales o autoritarios siguen siendo mayoritarios en el continente, y muchos huyen en busca de libertad, o para salvar su vida. Dotar de contenido a las independencias significa, entre otras cosas, que los asuntos de cada país sean tratados con respeto, con sus connacionales demócratas, y no sean siempre decisiones impuestas desde fuera, según se percibe en África.


Significa también que la libertad debe alcanzar a todos los africanos. Esas independencias –nominales en lo político, inexistentes en lo económico– no supusieron la libertad. África padece hoy la misma situación que América Latina hace 30 o 40 años, y si los latinoamericanos, pese a todas las carencias, lograron su autodeterminación, no hay razón para que se retrase el disfrute de los africanos de sus derechos formales.


La democracia se hace necesaria. Sus ventajas son obvias, y no es necesario explicar por qué, puesto que otras sociedades –incluyendo países como Portugal y España– las han experimentado, con resultados muy positivos. Muchos de los vicios que hoy parecen inherentes a la naturaleza africana –como el tribalismo, el clientelismo y la corrupción– tienen origen en el monolitismo político, en las dictaduras. Las políticas diseñadas hasta ahora desde las cancillerías occidentales fracasan por un doble motivo: no se ajustan a las exigencias y necesidades de las poblaciones, y se cuenta para su ejecución con los mismos dictadores que provocan el caos. Y esos dictadores no pueden ser los parteros de la democracia y de la transparencia, ni pueden realizar la justicia y la libertad, por la simple razón de que su naturaleza les obliga a lo contrario, a perpetuarse en el poder, para lo cual necesitan reprimir. Siendo, pues, la causa, no pueden ser al mismo tiempo la solución. Europa y África son continentes complementarios en más de un sentido, y deben ir de la mano en el estímulo de la libertad y del desarrollo de sus pueblos.


Los países en desarrollo siguen influyendo en los asuntos africanos. Puestos a influir, ¿por qué no hacerlo en beneficio de la libertad y el desarrollo? El papel de la comunidad internacional debiera ser ése: adoptar los mecanismos, incluidos los coercitivos, que impidan las tremendas conculcaciones de los Derechos Humanos, no favoreciendo la corrupción ni otros vicios. Alguien dirá que es idealismo. Pero estamos convencidos de que la seguridad y la prosperidad de las naciones desarrolladas, cuestiones fundamentales en la política actual, se verían reforzadas con interlocutores que comprendieran ese mismo lenguaje, pues se puede comerciar en beneficio de todos. Para evitar situaciones de tensión e inestabilidad permanentes, y poner coto a los flujos migratorios indeseables, es preciso erradicar las tiranías y promover políticas de libertad que busquen la dignificación y el bienestar de los africanos.
Julian Navascues
Política exterior de España 1987-1990

Francisco Fernández Ordóñez

Política Exterior
POLITICA EXTERIOR, núm. 1
Invierno 1987


El jefe de la diplomacia española abre este primer número de POLÍTICA EXTERIOR con unas declaraciones en las que resume las líneas generales de la actividad de su Ministerio en el curso de la presente legislatura. El señor Fernández Ordóñez analiza la participación de España en la Comunidad Europea y en la Alianza Atlántica, el papel español en Iberoamérica y sus responsabilidades en el área del Mediterráneo. El ministro aborda también otros problemas, entre ellos la reforma del Servicio Exterior y el papel de los profesionales en la carrera diplomática.

–Señor ministro: ¿Cuales son, a su juicio, en el caso de España, las claves de continuidad en que generalmente las naciones occidentales basan su política exterior por encima de las opciones de partido? ¿Dónde y en qué materias sitúa usted esas claves en este final de 1986?


–A mi juicio, las claves de continuidad a que la pregunta se refiere, y que yo llamaré “referencias estables de la política exterior española”, están muy claras. Espero que no sea sólo a mi juicio, pues si éste no es ampliamente compartido desde otros puntos de vista políticos, estas referencias no serían tan estables. Pero no creo equivocarme citando las siguientes:

Primero: La presencia y participación de España en la vida política europea, y especialmente en la Europa de los Doce. El acceso a las Comunidades ha sido durante muchos años un objetivo compartido por todas las fuerzas políticas y por el pueblo español. La adhesión a las Comunidades fue unánimemente ratificada por ambas Cámaras. Igualmente pienso que, por encima de opciones de partido, todos los españoles coincidimos ahora en reconocer, como una de las grandes tareas de nuestra política exterior, que nuestro país esté presente y participe intensamente en la tarea de la construcción europea.

Segundo: Iberoamérica es sin duda otro de los puntos cardinales de nuestra acción exterior. A salvo los acentos políticos y las siempre discutibles iniciativas de cada día, creo que ir dando entidad a la idea de una comunidad iberoamericana de naciones, basada en la lengua, la cultura y otros valores comunes, es un gran objetivo de España en el mundo.

Tercero: Como país mediterráneo que somos, no podemos sustraernos a la evolución de esta conflictiva área que puede afectar a la integridad territorial, la seguridad, la proyección económica y cultural de España y las tradicionales relaciones de amistad que nos unen a las naciones árabes. Así pues, una acción española orientada a que el Mediterráneo deje de ser un centro de conflictos y se convierta en un marco de cooperación entre los países ribereños me parece que es otra de las claves de continuidad de la política exterior de España.

En cuarto lugar, es evidente que España, como cualquier otro país, debe tratar con su política exterior de garantizar su seguridad y contribuir a la paz mundial. Una política de paz y seguridad basada en un amplio respaldo y desarrollada con continuidad es el norte de toda política exterior. Si se considera la cuestión con serenidad y visión de Estado, creo que, tras el referéndum, España ha establecido una base muy sólida en
este sentido y que, por encima de las opciones de partidos, todos podemos y debemos coincidir en desarrollarla sistemática y rigurosamente.


- Dentro del, cuadro de general solidaridad que comporta nuestra doble pertenencia a la OTAN y a la Comunidad Europea ¿cuáles son hoy los aspectos diferenciales de la política exterior española? ¿Qué bazas concretas jugará España en el proceso de la construcción europea trazado por el Acta Única de diciembre del año pasado?


La verdad es que en foros como la OTAN y las Comunidades Europeas las diferencias y las coincidencias se plasman a diario. Son foros de discusión y negociación permanente en los que hay que armonizar intereses nacionales de los aliados y de los socios y los objetivos generales de estas organizaciones.

Ahora bien, es cierto que algunos rasgos propios de España caracterizan nuestra posición. Por ejemplo, el perfil de actuación de España en la OTAN no puede dejar de reflejar cosas como las siguientes: la geografía nos sitúa en una posición alejada de lo que suele llamarse el “arco de vanguardia”; la Historia nos ha hecho ingresar en la OTAN muchos años después de que su estructura de mandos estuviese establecida; el tema de la soberanía de Gibraltar nos diferencia netamente de algún aliado, como el Reino Unido. Todo esto tiene su reflejo en nuestro modelo de participación en la Alianza Atlántica. Por otra parte, España es un país no nuclear y que no admite armas nucleares en su territorio, así como un país que promueve la distensión, fomenta la confianza e impulsa el desarme. Estas características nos dan un aspecto diferencial, aunque compartido con otros aliados europeos.

Por lo que se refiere a las Comunidades Europeas, y en concreto al Acta Única, la “baza” de España consiste en vincular el desarrollo del mercado interior con el fortalecimiento de la cooperación social y económica de Europa. Esto significa que trabajamos por una Europa que además de un mercado común sea también –como ha venido siendo– un ámbito de justicia y progreso social. En particular somos una nación muy afectada y preocupada por el paro, y esto nos lleva a respaldar las iniciativas tendentes al establecimiento de una política europea para fomentar el empleo.


- Con la vista puesta en Iberoamérica ¿tiene España dentro de la CEE algún proyecto similar al que, también en el marco de la Comunidad Europea, ha realizado Francia con los países francófonos?


Efectivamente. Ya en el momento de nuestra adhesión a las Comunidades defendimos y conseguimos que se realizara una declaración común de intenciones relativa al desarrollo y la intensificación de las relaciones con América Latina.

Esta declaración no fue tan lejos como nos hubiese gustado, y por eso hemos insistido en la cuestión hasta conseguir que el Consejo Europeo de La Haya de junio de este año acordara emprender unos trabajos de índole política y económica para poner en aplicación las previsiones de la declaración común.

En la actualidad estos trabajos están en curso y, aunque quizá no con mucha rapidez, estamos seguros de que terminarán produciendo resultados prácticos en beneficio de Iberoamérica y también de Europa.

La fórmula no será probablemente la misma que rige los Acuerdos de Lomé con los países ACP (África, Caribe, Pacífico), pero es perfectamente posible encontrar fórmulas de cooperación mutuamente provechosas en el terreno comercial, respecto a inversiones y en el problema de la deuda.

La voluntad española en este sentido es clara y, lo que es más importante, reconocida y apreciada por los países iberoamericanos. Fruto de ello ha sido el establecimiento de un esquema de consultas informales entre los embajadores acreditados en Bruselas, así como la decisión de convocar para el próximo año en Buenos Aires una reunión de ministros iberoamericanos, España y Portugal incluidos, con el fin de examinar en profundidad el futuro de las relaciones entre Europa y América Latina.

Por otro lado, y en el terreno directamente político, es notorio el esfuerzo que viene realizando España en el seno de las Comunidades a través de la Cooperación Política Europea para lograr el respaldo de los Doce a los procesos de pacificación y democratización en América Latina.


- ¿Y cuál será el papel de España en la adaptación de la OTAN a los cambios surgidos tras el encuentro de Islandia en la relación Este-Oeste?

Quizás es un poco pronto para hablar de cambios en las relaciones Este-Oeste y de las adaptaciones de la OTAN a estos cambios. Pero creo que las declaraciones que realicé al día siguiente de la cumbre de Reikiavik señalan las direcciones en que actuará España.

Dije entonces que Reikiavik había puesto de manifiesto la posibilidad –y subrayo “posibilidad”, pues es algo más que deseabilidad– de lograr drásticas reducciones en los arsenales nucleares, tesis que el Gobierno español viene manteniendo reiteradamente.

En segundo lugar señalé que España lamentaba que no se hubieran concretado en Reikiavik unos acuerdos en este sentido, que sin duda hubieran sido históricos. Añadiendo a renglón seguido que esperábamos que los “acuerdos potenciales” que allí se contemplaron permitirían importantes avances en las conversaciones de Ginebra, Viena y todos los foros relacionados con ellos.

Finalmente, a medida que pasa el tiempo me confirmo en la idea, también expresada entonces, de que la opinión pública hará notar su peso a favor de estos acuerdos.

Con más fuerza, el presidente González ha suscrito la idea de que “una mayor seguridad, especialmente en Europa, no puede frustrarse por un programa de investigación que posiblemente nunca llegue a ser realidad”.


- ¿Cree, señor ministro, que las relaciones Este-Oeste han experimentado una evolución positiva hacia un mejor entendimiento entre las dos superpotencias? ¿Podría hablarse de una vuelta a la distensión que vivió el mundo hacia los años setenta?


Yo diría que las relaciones entre las superpotencias atraviesan un momento decisivo. Está claro que hay un diálogo intenso y de fondo. Diálogo que de llegar a traducirse en acuerdos haría realidad cosas que hace sólo un par de años parecerían utópicas. Que exista este diálogo es muy positivo, y al mismo tiempo es evidente que no puede prolongarse sin límite y sin resultados. Por eso digo que vivimos un momento decisivo.

Si las superpotencias llegan a acuerdos de desarme como los que están barajando, no se trataría dé .una vuelta a la distensión de los setenta, sino de algo más sólido y profundo. En los setenta hubo distensión en los planos político y económico, pero no la hubo en el terreno militar, pues durante estos años prosiguió una acelerada carrera de armamentos. Si ahora se, corta esta carrera, se reducen los armamentos nucleares, se progresa por el camino de la adopción de medidas de confianza que ha abierto la Conferencia de Estocolmo y se activan las negociaciones de desarme convencional, así como los acuerdos en materia de derechos humanos, podemos llegar a una situación internacional más distendida y más cooperativa que en los años setenta.


–Según su percepción ¿podría considerarse razonable la sospecha de que la Unión Soviética trata de romper el entendimiento entre los aliados atlánticos separando a Europa de los Estados Unidos, haciendo concesiones importantes en el Viejo Continente?


–El tema es complejo y yo apuntaría tres consideraciones: Primera: La Unión Soviética aprovechará cualquier eventualidad para abrirse un campo de maniobra entre Estados Unidos y sus aliados de Europa occidental.

Segunda: No creo, sin embargo, que este sea el centro de gravedad de la política exterior soviética, pues los soviéticos saben que una Europa occidental más independiente de los Estados Unidos conllevaría también una Europa oriental menos dependiente de la propia Unión Soviética.

Tercera: Creo que los actuales dirigentes soviéticos tienen una visión del mundo algo menos marcada por la experiencia de la segunda guerra mundial que sus antecesores. Esto significa que no cabe descartar –yo no diría concesiones importantes– pero sí actitudes nuevas tanto hacia Alemania y el Viejo Continente como hacia Japón y los países del Pacífico. Ya veremos.


-¿Cómo cree que han quedado las relaciones entre los aliados europeos y Estados Unidos después de las conversaciones entre las dos superpotencias en Reikiavik del once y doce de octubre?


– Las relaciones interaliadas siguen como estaban. Lo que ha cambiado no es esto, sino el importante hecho de que las relaciones bilaterales entre las dos superpotencias atraviesan un momento que vuelvo a calificar de decisivo. Esto significa que dentro de la Alianza Atlántica los aliados europeos se encuentran también en un momento en el que manifestar con claridad y con firmeza su punto de vista sobre la mejor manera de
resolver los intereses globales de la Alianza resulta también decisivo.

La reducción de fuerzas americanas en España es objetivo proclamado del Gobierno y decisión popular del electorado español. Pero, por otro lado, el actual convenio alcanza su plazo de expiración en mayo de 1988, es decir, dentro de año y medio.


- ¿Considera usted en esta circunstancia que la negociación para la reducción de las fuerzas americanas que operan en las actuales instalaciones de apoyo (IDAS) en virtud del convenio de 1983 podrá, separarse materialmente de las negociaciones para la renovación del, convenio en su totalidad y el establecimiento de otro nuevo convenio? En una palabra: ¿Estamos ante dos negociaciones separadas –reducción, renovación– por causas materiales o asistimos a un solo proceso diplomático sobre reducción en el marco del próximo convenio?


Es de agradecer la precisión terminológica de su pregunta. Trataré de contestarle en la misma forma. En estos momentos estamos ante uña única negociación referida a la reducción de la presencia militar norteamericana en España. No hay de momento ninguna negociación de renovación del convenio.

He aclarado en una comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados que si en esta negociación de reducción se alcanzan los acuerdos básicos que supongan, como España plantea, una “reducción sustantiva” de personal e instalaciones, se podrán abrir a continuación las negociaciones de renovación del convenio y dar expresión jurídica concreta a la citada reducción en este marco.

Paralelamente, si las negociaciones dé reducción no dan los frutos apetecidos por España, las negociaciones de renovación del convenio podrían llegar a no tener lugar.


- ¿Es que dentro de la pretensión española de reducir de manera significativa el número, de militares norteamericanos en España y de IDAS afectará de alguna manera a Rota, o es que al contrario aceptamos Rota como intangible?


Lamento no poder exponer aquí con todo detalle la posición negociadora que ha planteado España. Usted comprenderá que la dinámica de la propia negociación lo hace imposible. Y además usted estará de acuerdo en que una negociación de esta naturaleza debe sustraerse a cualquier utilización demagógica. Negociamos con el más poderoso de nuestros aliados en tema sensible para los Estados Unidos, para la seguridad de Occidente, y un tema que es un imperativo político para España. Queremos que este tema encuentre una solución armoniosa y; desde luego, estamos dispuestos a impedir que sea utilizado con fines electorales o de simple agitación.

Dicho esto, le añadiré que no hay materias tangibles e intangibles. Hay intereses españoles y exigencias de la seguridad occidental, y armonizar ambos afecta de manera diferente a distintas IDAS (instalaciones de apoyo), ADUS (autorizaciones de uso) y parámetros de personal militar y civil.


- ¿Acaso el aumento de nuestros militares que representará la desaparición de militares americanos en diversos IDAS está previsto y estudiado en la planificación de los próximos presupuestos?


Las propuestas de reducción realizadas por España están concienzudamente estudiadas no sólo en su dimensión presupuestaria, sino en la de seguridad, que es mucho más compleja.

- Siendo España un país con escasa defensa aérea, si tomamos como comparación la mayoría de los países europeos, ¿se considera la reducción compatible con la garantía de nuestro nivel actual de seguridad?


Por supuesto que sí, no podría ser de otra forma: Debe tener usted en cuenta que la reducción no es la única iniciativa relacionada con nuestra seguridad. La entrada de España en la Alianza Atlántica ha situado ya la seguridad española a niveles superiores de los que tenía antes, y la política de cooperación militar que desarrollamos con Francia e Italia también actúa en esta dirección.


- ¿Podría realizar un balance global sobre los resultados actuales de los contactos hispano-británicos sobre la descolonización de Gibraltar? ¿Realmente ha progresado o decimos que estamos progresando?

La Declaración de Bruselas del 27 de noviembre de 1984 ha puesto en manos de España el instrumento más eficaz que haya tenido a su disposición hasta la fecha, ya que por primera vez desde Utrecht (1713), la parte británica se ha obligado a buscar una solución negociada a todas nuestras diferencias sobre Gibraltar, incluidas las cuestiones de soberanía.

El saldo neto de la política desarrollada en base a la Declaración de Bruselas arroja, en primer lugar, una clara mejoría de nuestras relaciones con el Reino Unido. Incluye también la consecución de logros como el pago de las pensiones actualizadas a los ex trabajadores españoles en Gibraltar, la derogación de normas gibraltareñas discriminatorias contra los intereses españoles, el incremento de las inversiones en un área deprimida como es el Campo de Gibraltar y la zona circunvecina, etcétera. Y, sobre todo, la apertura del proceso negociador sobre la soberanía, si bien en este campo los avances logrados no han alcanzado todavía la amplitud que España desea.

No podemos ignorar que la población gibraltareña sigue manifestando una seria reticencia hacia España. El Gobierno español se ha comprometido reiteradamente a respetar los legítimos intereses de la población gibraltareña y a garantizar, conforme a criterios plenamente democráticos, un amplio régimen de autogobierno que supere el limitado nivel de competencias de que gozan en la actualidad, dado el Estatuto Colonial del territorio.

El Gobierno británico ha reiterado su compromiso voluntario con la población de Gibraltar, pero se ve en la obligación de respetar el Acuerdo de Bruselas y negociar, por tanto, las cuestiones de soberanía. Corresponde, pues, al Reino Unido encontrar la solución para conciliar aquel compromiso y el cumplimiento de sus obligaciones internacionales con España.

Así están las cosas. Realmente hemos progresado si comparamos la situación con la existente hasta noviembre de 1984. Y no decimos que “estamos progresando”, porque, de todas formas, lo que se ha avanzado dista todavía mucho de lo que España trata de conseguir.


- ¿Qué ventajas y qué inconvenientes podrá obtener España en el asunto del aeropuerto de Gibraltar, instalado físicamente sobre territorio español?

Cómo muy bien dice, este aeropuerto se encuentra instalado en el istmo, es decir, en un territorio no incluido en el Tratado de Utrecht y que, por lo tanto, no fue nunca objeto de cesión. Sin embargo, a lo largo de los siglos XIX y XX fue progresivamente ocupado por el Reino Unido.

La utilización de este aeropuerto en las condiciones que España lo plantea, es decir, teniendo los vuelos Madrid la Línea carácter nacional, no afectaría negativamente la cuestión de fondo. Y, por otra parte, daría acceso a las compañías aéreas españolas a un aeropuerto en el que podrían operar canalizando una parte del tráfico de la zona. Cabe añadir que de esta posibilidad se beneficiaría también el área circunvecina.


- España ha afirmado en votación popular su deseo de permanecer como país desnuclearizado. Pero esta decisión queda oscurecida ante los observadores por culpa del ordenamiento vigente sobre la cuestión, que se cumple de dos maneras: Por un lado el convenio con los Estados Unidos de 1983, y, por otro, una resolución del Congreso al aprobar el Tratado de Adhesión a la OTAN. ¿Es que no sería necesario, en nombre de la general tranquilidad, promulgar un solo texto de rango legal que aclare las contradicciones que existen entre los dos actualmente vigentes?


–Comenzaré por decir que no creo en la existencia de estas contradicciones. Posiblemente, usted se refiere al hecho– de que la resolución aprobada por el Congreso sobre la no nuclearización de España remitía cualquier ulterior cambio en esta materia a la decisión del Congreso, mientras que en el canje de cartas anejo al Convenio con los Estados Unidos, el Ejecutivo americano somete cualquier medida en materia nuclear que afecte a España al acuerdo del Gobierno español.

Esto es así por la simple razón de que el convenio con los Estados Unidos es un acuerdo entre Gobiernos, y el Ejecutivo americano adquiere sus compromisos ante el Ejecutivo español. Ahora bien, el Gobierno español tiene a su vez un compromiso con el Parlamento. En resumen, cualquier hipotética alteración del actual “status” desnuclearizado de España, si procediese de una iniciativa norteamericana, necesitaría para consumarse, en primer lugar, el acuerdo del Gobierno español, y posteriormente el Gobierno español necesitaría el acuerdo del Parlamento para que se llevase a cabo. Por lo tanto, no hay contradicción.

Lo que sí es cierto es que estos vericuetos, producto del complejo proceso de establecimiento de la política de seguridad española, podrían simplificarse en un futuro.


- ¿Qué estimación podría hacer usted como ministro de Asuntos Exteriores sobre el resultado de la Conferencia de Desarme en Estocolmo?


Una estimación muy positiva. Los Acuerdos de Estocolmo suponen un importante paso en el camino de la seguridad y distensión en el continente europeo: Estimulan el clima de confianza entre las naciones y reducen las posibilidades de conflictos.

En particular, y en relación con acuerdos anteriores, cabe destacar el carácter políticamente vinculante de las medidas adoptadas, la obligatoriedad de las notificaciones, la posibilidad de observación sobre el terreno, la prohibición de grandes maniobras si no han sido anunciadas con la requerida antelación, así como la reiteración del compromiso del no uso de la fuerza.


- ¿Cuáles son las líneas generales de actuación que ha trazado el Ministerio de Asuntos Exteriores a los delegados españoles en las próximas reuniones de la Conferencia de continuación de la CSCE de Viena?


En la última reunión de seguimiento de la CSCE España ha actuado de modo que el proceso iniciado en Helsinki, y que tuvo un importante hito en Madrid, continúe desarrollando un trata miento equilibrado entre los temas de seguridad, los relativos a derechos humanos y los de contenido económico, con el fin de que vayan adquiriendo solidez todos los principios del acta final de Helsinki. También es preocupación de España la componente mediterránea del proceso de cooperación y seguridad europea.

- Permítame que pasemos a analizar algunos problemas de orden Interno que afectan a su propio Ministerio e interesan a muchos lectores. Hay una vieja tradición en España de ministros que llegan a la plaza de la Provincia sin conocer la carrera diplomática española y hasta con reservas respecto a los diplomáticos. Luego esos ministros descubren un Cuerpo de funcionarios altamente capacitados, laboriosos y leales. ¿Está usted en ese caso?


Este no es mi caso; desde hace muchos años, como inspector financiero .del Estado, me he ocupado de los temas internacionales relacionados con el Ministerio de Hacienda y he tenido ocasión de conocer a muchos diplomáticos. Sencillamente, he confirmado una impresión que ya era muy positiva.

- En España llevamos años hablando de la necesidad de establecer una ley del Servicio Exterior que todos los ministros anuncian como inminente al ocupar el sillón que usted actualmente ocupa, pero ninguno ha abordado ese proyecto hasta ahora. ¿Podrá algún día ser este el caso del ministro Fernández Ordóñez como fue el de sus predecesores?


Cuando yo ocupé mi puesto no anuncié la inminencia de ninguna ley del Servicio Exterior, si bien es cierto qué señalé como una de las líneas de trabajo que me proponía emprender la reforma del Servicio Exterior, lo que no es lo mismo Año y medio después de mi toma de posesión, creo haber avanzado en este camino. Prueba de ello es la reforma de la estructura orgánica básica del Ministerio de Asuntos Exteriores, con la creación de la Secretaría General de Política Exterior, de la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, y la adaptación de la Secretaría de Estado para las Comunidades Europeas de una función negociadora a otra de carácter gestor (real decreto 1485/85, de 28 de agosto). En el desarrollo de estas medidas se han creado con posterioridad la Comisión Interministerial de Cooperación Internacional (real decreto 451/86, de 21 de febrero) y la Comisión Interministerial para Asuntos Económicos relacionados con la Comunidad (real decreto 260/86, de 17 de enero).

En fase de proyecto avanzado se encuentra un real decreto de la Administración, Exterior del Estado, orientado a concretar el principio de la unidad de acción del Estado en el exterior entorno al embajador; un real decreto de reforma de la Escuela Diplomática, que pretende hacer de ella un centro de preparación para todo el personal adscrito al servicio exterior, y la regulación de un adecuado sistema de provisión de puestos de trabajo en el extranjero de acuerdo con la ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública.

La reforma del Servicio Exterior no sólo exige medidas legislativas. También se ha acometido durante mi mandato la modernización de las comunicaciones y la informatización del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tanto en el Ministerio como en los servicios de nuestras representaciones diplomáticas y consulares en el extranjero, se están estudiando medidas de política inmobiliaria que mejoren su funcionalidad; e igualmente estamos considerando la redefinición del actual mapa del despliegue diplomático y consular de España, con objeto de adaptarlo a las necesidades de nuestra política exterior y a la defensa de los intereses españoles en el extranjero.


- La República nombró embajadores “de dedo” a personalidades de la talla de Madariaga, Pérez de Ayala, Américo Castro o Sánchez Albornoz. Alfonso XIII nombró a Maeztu; Franco a Areilza, Ruiz-Giménez o al duque de Alba. ¿No existe un excesivo contraste con los actuales embajadores no diplomáticos, como los de Roma, Amman o Estrasburgo?


– Cuando un Gobierno nombra embajadores, el criterio que debe tener presente es que las personas designadas resulten adecuadas a las funciones que deben desarrollar en un determinado país y en un momento dado. Muy bien puede ocurrir que las personas ajustadas a este criterio estén revestidas además de una importante significación literaria, cultural o política. Pero no necesariamente tiene que ocurrir siempre así. Sobre los nombramientos a que usted hace referencia en su pregunta, dado que todas las comparaciones son odiosas, me limitaré a decirle que los actuales
embajadores en Roma, Amman y Estrasburgo han desarrollado sus misiones a plena satisfacción del Gobierno.


– Volvamos, si me lo permite, al problema americano: ¿Existe un proyecto de institucionalizar algún planteamiento global de las relaciones Interamericanas, con nuestra participación, esto es, considerando a España como nación clave del conjunto iberoamericano.


Mire usted, como “nación clave”, no. Como una más de las naciones del conjunto iberoamericano, sí. Ya he hecho referencia anteriormente a la existencia de un sistema de consultas entre el embajador de España y los embajadores de los países latinoamericanos acreditados en Bruselas; también a la convocatoria para el próximo año en Buenos Aires de una reunión de ministros iberoamericanos, España y Portugal incluidas.

Añadiré ahora que el Gobierno español anima a los movimientos de integración regional y subregional de Latinoamérica, y que está dispuesta a participar en sus instituciones como el Estatuto que resulte más adecuado.

Al principio de esta entrevista señalaba que la lengua, la cultura y otros valores comunes entre España y los países iberoamericanos son campos propicios para que poco a poco vaya tomando cuerpo la idea de una Comunidad Iberoamericana de Naciones. Comunidad, ni que decir tiene, de naciones igualmente soberanas hermanas, por tanto sin naciones madres, ni naciones clave. Esta perspectiva alcanza una especial importancia a medida que se aproxima el V Centenario del Descubrimiento de América.


- España ha sostenido siempre los esfuerzos de Contadora para resolver la crisis centroamericana. Pero el tiempo pasa y el proceso de Contadora no acaba de alcanzar sus objetivos. ¿Cree usted que para enfrentarse a este problema de aquí en adelante el mejor camino consiste en insistir en la empresa de Contadora?


Sí. Es el mejor camino, porque es el único que cuenta con el respaldo de toda la América Latina democrática, y en una medida apreciable con el aliento de la Europa democrática. Esto lo convierte en el camino por el que se pueden lograr resultados más positivos.

De hecho se puede decir que hasta el momento Contadora ha cumplido una función menos ambiciosa, pero no menos importante: evitar que la crisis centroamericana degenere hacia situaciones más violentas.

Si desafortunadamente, la iniciativa de Contadora se agota sin éxito, el Gobierno español continuará apoyando las iniciativas diplomáticas y pacificadoras que sin duda surgirán en la región.

En todo caso, y para mejor actuar en favor de la paz en Centroamérica, el Gobierno continuará manteniendo activos contactos con todas las fuerzas del espectro político centroamericano y preservará la valiosa credibilidad de que España goza entre todas ellas. España no es un aliado incondicional de nadie en Centroamérica, pero todo el mundo en Centroamérica acepta a España como un amigo.


- Las buenas relaciones que hasta ahora han existido entre España y Cuba se han visto empañadas por las recientes declaraciones de Fidel Castro contra la celebración del V Centenario del Descubrimiento. ¿Es que esta actitud cubana puede tener alguna incidencia sobre las relaciones bilaterales hispano-cubanas?


– Usted sabe muy bien que las relaciones hispano-cubanas se sustentan en unas bases de tal profundidad, que ni siquiera una revolución o un bloqueo militar llegaron a alterarlas en la época de Franco.

Partiendo de esto, están hoy sobre la mesa algunas cuestiones que pueden tener mayor incidencia que la que usted cita en las relaciones hispano-cubanas.

La opinión del Gobierno cubano sobre el V Centenario del Descubrimiento no plantea ninguna controversia política, y buena muestra de ello es que la Comisión cubana para la celebración de este evento continúa trabajando en estrecha colaboración con la, Comisión española.

Las declaraciones de Fidel Castro a que hace referencia plantean en todo caso un debate sobre la valoración histórica del encuentro entre dos culturas, como los países latinoamericanos prefieren llamar, a lo que tradicionalmente nosotros llamamos descubrimiento.

La celebración de este acontecimiento histórico debe ser, a juicio del Gobierno español, ocasión de que las naciones iberoamericanas trabajen en conjunto ofreciendo un modelo de cooperación y de esperanza para el futuro. Y en esto, afortunadamente, españoles, cubanos y todos los pueblos de la América Latina estamos de acuerdo.


- En España se ha hablado siempre de la necesidad de armonizar y unificar los esfuerzos de cooperación que realizamos en beneficio de los países más necesitados; pero carecemos de un cuadro legislativo coherente para realizarlo. ¿Podría explicarnos sus proyectos sobre la necesidad de establecer este marco de cooperación de España con los países más pobres?


Es cierto que la actividad de cooperación para el desarrollo de España viene adoleciendo, y todavía adolece, de una dispersión de iniciativas, que dificultan la elaboración de una política sistemática y coordinada.

Para empezar a resolver esta dificultad se creó la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, así como la Comisión Interministerial de Cooperación Internacional, a las que ya he hecho referencia.

Fruto de estas decisiones ha sido la definición de una serie de sectores de cooperación preferentes y de instrumentos de ayuda más adecuados para canalizar nuestra cooperación al desarrollo, en primer lugar hacia América Latina, seguida de África, y en menor medida hacia otras áreas.

En el marco de la cooperación que realizan las Comunidades Europeas, el Gobierno tratará de promover esta misma pauta, que resulta diferente de la que mantienen la mayoría de los países comunitarios y los integrantes de la CAD, de la OCDE.

Todo esto es un proceso todavía en curso, quizá no avanza con la rapidez que a nosotros nos gustaría, pero por primera vez en la historia de la acción exterior española, dentro de unas semanas, el Gobierno dispondrá del primer plan anual de cooperación al desarrollo para 1987


Francisco Fernández Ordóñez es ministro de Asuntos Exteriores en el actual Gobierno español. Ha hecho estas declaraciones en diciembre a Darío Valcárcel, director de POLÍTICA EXTERIOR.


Bruce Beelher
Sin dinero y sin futuro

Miles de inmigrantes vagan por Jaén en busca de alguien que los contrate para la aceituna. Los españoles en paro copan las cuadrillas y muchos extranjeros no tienen faena ni adónde ir

PABLO LINDE

DOMINGO
07-12-2008


Nunca un partido de la liga de fútbol sala de Úbeda había tenido tanto público. Cientos de africanos pueblan las gradas del polideportivo. Pero no están ahí por el espectáculo. Esperan a que termine el encuentro para ducharse en los vestuarios y acomodarse para pasar la noche. Es la sexta que algunos duermen allí. Aguardan a que algún "jefe", como llaman a los capataces de los olivares, les contrate para la temporada de la aceituna, que ha empezado esta semana. Con las mismas escasas perspectivas de trabajo hay en Jaén más de 2.000 inmigrantes. La mayoría se tendrá que ir de la provincia con las manos vacías de olivas y de dinero.

El porqué se puede encontrar muy cerca de este polideportivo. Está escrito a bolígrafo en un folio pegado en la puerta de un bar, a unos cien metros: "Dos españoles muy responsables se ofrecen para la recogida de la aceituna". Los nacionales han vuelto a un trabajo al que habían renunciado hace años. Los parados, mayoritariamente de la construcción, formarán esta temporada muchas de las cuadrillas que hasta finales de enero recogerán el fruto de más de 60 millones de olivos en la provincia.

La escena del polideportivo sucede al final de la tarde del domingo pasado, tras un día que amaneció nevado en Úbeda, un pueblo jienense de 34.347 habitantes. Los inmigrantes han vuelto al pabellón tras echar varias horas que no han servido para nada en la estación de autobuses, el tradicional punto de encuentro entre capataces y jornaleros, y de recibir la comida diaria que Cáritas reparte en el comedor.

Martin, un camerunés simpático y risueño de 27 años que ha llegado ese mismo día, está todavía desilusionado por encontrarse a cientos de "morenos" que no consiguen empleo en el campo. Viene de Málaga, donde ha trabajado en la obra, que ya no da más de sí. A ratos, atiende al partido de fútbol y, a pesar de la decepción, no pierde la sonrisa. Mientras el balón rueda por la cancha, algunos musulmanes rezan; unos cuantos inmigrantes van improvisando una cola para ducharse en los vestuarios cuando los equipos terminen; quienes se han hecho con los pocos colchones que hay los ocupan para dejar claro que esa noche son suyos; los que no los tienen buscan cartones para no dormir sobre un suelo que está helado. "Cada uno va a lo suyo", dice Martin antes de soltar una carcajada.

Este camerunés ha acudido directo al polideportivo a instancias de un compatriota que se encontró en la estación de autobuses. No sabía que existen unos albergues abarrotados en los que puede ponerse en lista de espera para pasar un máximo de cinco días. Ni que puede recibir una comida a las seis de la tarde en el comedor de Cáritas. Llega con Ben, quien dice ser el único congoleño del pabellón: "Aunque todos seamos negros, tenemos culturas muy distintas. Los de Malí y los de Senegal, que son mayoría aquí, hacen mucha piña. Tienen el mismo idioma y religión [musulmana]. Yo estoy bastante solo, pero me llevo mejor con los cameruneses, que son cristianos como yo. Nos entendemos, tenemos costumbres parecidas".

Mientras siguen el fútbol, Ben, de 31 años, cuenta que fue profesional en un equipo angoleño "con mucho dinero". "Tenía incluso un avión privado", asegura. Una lesión de rodilla a los 22 años le apartó del deporte y, con el tiempo, le obligó a dejar en el Congo a su mujer y a su hijo para buscarse la vida en España. Ha trabajado en el campo, la construcción, grandes almacenes, fábricas... Lleva cuatro años sin ver a su familia. Sólo habla con ellos por teléfono cuando tiene dinero para el locutorio.

Todo esto sucede al tiempo que siguen llegando inmigrantes a Úbeda procedentes de todos los puntos de España tras finalizar su labor en la construcción o en otras campañas agrícolas del Levante. No tienen ni idea de que allí no hay trabajo para ellos. Seguramente no oyeron en la radio una campaña de la Junta de Andalucía que advierte desde hace semanas de que no hay plazas libres en la recolección de aceituna.

Uno de los que llegan es Said, un marroquí de 35 años que lleva 18 en España. Está sucio, con la camisa llena de manchas, la barba crecida y un gorro viejo. "¿Hay duchas? ¡Menos mal!". Viene de pasar una semana en la capital de Jaén buscando trabajo y durmiendo en la estación de autobuses. Tras siete días sin encontrar nada se fue a Úbeda, que se ha convertido en el mayor lugar de concentración de aspirantes a temporeros. Said no está acostumbrado a esas penurias: "Yo he vivido de puta madre. Mi mujer es española, tenemos una casa y todo iba bien hasta hace unos meses". Hasta que le echaron de un supermercado donde trabajaba como reponedor. Aunque su esposa mantiene su trabajo, él es "el hombre de la casa" y quiere seguir "llevando dinero". Tendrá que aguantar con la mugre un día más. Cuando termina el partido de fútbol y llega su turno de ducha, se ha terminado el agua caliente. Con temperaturas bajo cero, "es una locura" limpiarse con fría.

Tras el partido, un balón ha quedado suelto en la pista. Un par de malíes comienzan a pasarse la pelota. Llegan dos más. Bajan a la cancha tres marroquíes. En cinco minutos se ha organizado un partido de fútbol: Malí contra Marruecos. Se forman varios equipos que también quieren jugar y esperan su turno en la banda. Los voluntarios de Protección Civil que están en el pabellón para atender a los inmigrantes median para organizar un rey de pista: quien marca gana y juega contra el siguiente equipo. La grada ahora sí presta atención al fútbol. Cantan los goles, gritan, aplauden. La selección de Malí gana seis partidos seguidos. Mientras un jugador alto y fuerte se hartaba de marcar goles, Roberto Muñiz, jefe de Protección Civil, y el conserje del polideportivo estaban buscando como locos seis medallas y un trofeo para entregarlos a los ganadores tras la competición ante el júbilo de la grada. Durante una hora se han olvidado del frío, la nieve, el granizo, la lluvia, la falta de trabajo, de dinero y de una casa adonde ir si ningún jefe les coge para la aceituna.

Son las 22.45. Desde que el pabellón de Úbeda abrió para dar cobijo a los inmigrantes, el 25 de noviembre, sobre esa hora se reparte un caldo caliente antes de dormir. Pero hoy un coro rociero ha llevado bocadillos, dulces y chocolate. Se forma una gran cola entre cuyos miembros reparten más de 300 raciones. Cáritas, que tiene mucha experiencia con los inmigrantes, les pone siempre pescado en conserva para evitar los problemas con la dieta de los musulmanes. Pero los del coro, que destinan lo que ganan cantando a acciones benéficas como ésta, han rellenado con embutido de cerdo algunos bocadillos. Muchos recelan, pero se soluciona pronto. Quienes no tienen problema con la carne cambian los sándwiches por los pasteles incluidos en cada ración.

Dentro de lo malo, quienes están en Úbeda no se llevan la peor parte. Reciben comida un par de veces al día y fueron los primeros en tener un pabellón bajo el que resguardarse. En Villacarrillo, un pueblo apenas a 30 kilómetros, Cáritas reparte una bolsa con víveres en la puerta de la iglesia tres veces por semana: lunes, miércoles y viernes. "No hay dinero para más", dice uno de los coordinadores. Quienes no tienen plaza en el albergue del pueblo, donde también hay tres comidas, pero al día, se ponen en cola sobre las doce, una hora antes de que abran las puertas de la iglesia. Hay empujones y tensión, pero también raciones para todos. Quienes no tengan más medios deben aguantar durante dos días con un litro de leche, una pieza de fruta, una barra de pan y dos latas de atún o sardinas. Allí el pabellón se abrió hace menos de una semana. Ellos agradecen la ayuda, pero también les parece insuficiente. "Hay mucha miseria. El otro día, una mujer me echó del soportal donde dormía. No queremos molestar, pero tienen que entendernos", dice Lazteg, argelino de 21 años. Hasta la apertura del polideportivo, los inmigrantes dormían en la estación de autobuses -que está prácticamente al raso, sólo cubierta por un tejado de chapa-, en los cubículos de los cajeros automáticos o en la calle, donde cada madrugada los termómetros marcan menos de cero grados. Quizá por eso, durante la semana pasada siguieron llegando inmigrantes a Úbeda, donde la situación es menos penosa. Viajan por la provincia gracias a los billetes gratuitos que reparten los Ayuntamientos. Se quitan el problema del pueblo y lo llevan a otro.

Todos están desbordados. Se han unido tres factores: los empresarios no contratan a sin papeles porque los controles son cada vez más exhaustivos, el paro ha llevado a Jaén a más inmigrantes que ningún otro año, y la crisis ha devuelto a muchos españoles al campo. "Los dueños de los olivos siempre conocen a alguien del pueblo que está parado y lo cogen antes que a otro de fuera", explica Juan Carlos López, uno de los voluntarios de Protección Civil. Todo ello hace que lo que otras temporadas era una llegada de africanos que en su mayor parte tenían plaza en los albergues e iban encontrando trabajo en el olivar, se haya convertido este año en miles de ellos vagando por la provincia sin apenas posibilidades de empleo. Y "algún efecto llamada", como lo califica una trabajadora de Cruz Roja, ha provocado que buena parte de ellos hayan acabado en Úbeda.

Allí sigue Martin, el camerunés risueño, tras el partido de fútbol y la cena. A las 23.30 comienzan a apagar las luces del pabellón, pero muchos inmigrantes continúan hablando entre ellos. Martin ha llegado tarde y no ha conseguido ni manta ni colchón, tan sólo algunos cartones sobre los que dormir. "Bueno, estoy acostumbrado". Enseguida comienza el relato de cómo llegó a España. Anduvo dos años desde Camerún hasta Melilla, donde saltó la valla y estuvo 40 días en un centro de internamiento de extranjeros. Antes atravesó Nigeria, Malí, Níger, Argelia y Marruecos, parando a trabajar cuando se quedaba sin dinero para continuar. Una vez en España siguió su periplo a la búsqueda de empleos: Barcelona, Bilbao, Pamplona, Zaragoza, Murcia, Málaga y, ahora, Jaén.

Como la mayoría de los que están en el pabellón, no tiene papeles ni casa. Lleva todas sus pertenencias apiladas en una maleta y no sabe exactamente qué hará si nadie lo contrata. "De momento esperaré; si no hay nada, buscaré en otro pueblo de Jaén y, si la cosa sigue tan mal, quizá me marche a los países del Este de Europa: Rumania, Bulgaria... Pagan poco, pero al menos hay trabajo". Cuando cuenta esto no sabe que aguantará muy poco en Úbeda: 24 horas después estará en la cola del puesto de Cruz Roja, donde esa asociación y el Ayuntamiento reparten billetes de autobús. Cogerá uno el martes hacia Baena (Córdoba).

Antes de eso le queda por pasar un par de noches en el polideportivo. A las doce están todas las luces apagadas y los voluntarios piden silencio. En la pista hay pocos inmigrantes durmiendo. La mayoría se amontona en los pasillos, completamente envueltos en mantas. Aprovechan su propio aliento para calentarse y no dejan ni un centímetro de piel al aire, que la deja helada al rozarla. Unos cuantos nigerianos forman una cama con los banquillos y, sobre ella, cartones. Alguno trata de acurrucarse sobre varios asientos de la grada, pero pronto se da cuenta de que los bordes se clavan en la espalda. Vuelve al suelo. A las doce y media sólo se oye algún ronquido.

Mientras los inmigrantes duermen, tres voluntarios de Protección Civil y un vigilante permanecen en un cuartito del pabellón. Cuando no hacen rondas de vigilancia, ven películas, beben café y se lamentan por no tener colchones y mantas para todos.

La actividad por la mañana comienza muy pronto. A las 5.30 ya se puede ver a algún musulmán rezando arrodillado sobre una pequeña alfombra. Algunos aprovechan para ducharse ahora que apenas hay cola. Una hora después ya quedan pocos dormidos, y a las siete, para quien todavía lo esté, encienden las luces y en la megafonía del pabellón suena una locutora de Los 40 Principales. "Ha sido un placer despertarte", dice oportuna antes de poner la versión de Pitingo de la canción Cuéntame ("... si has conocido la felicidad"), que suena a sorna.

Poco después, una fila de inmigrantes arrastra sus maletas con ruedas hacia la estación de autobuses en busca de un jefe. Los primeros llegan a las siete y una hora después está abarrotada de africanos con sus equipajes. Algunos, los que llevan menos tiempo allí, se quedan fuera, a pesar del frío y la nieve, para ser los primeros en ofrecerse si llega algún capataz. Hay una treintena al raso y más de 300 dentro de la estación. Los lugareños que van a coger un autobús atraviesan la multitud con naturalidad, como si estuviesen allí desde siempre. Aunque no en tal cantidad, están acostumbrados a la invasión de inmigrantes cada diciembre. Si algún blanco se para más tiempo de lo normal, enseguida recibe varias preguntas sobre si necesita trabajadores. Este efecto se multiplica cuando un vehículo todoterreno para delante de la estación. Decenas de hombres (ni una sola mujer entre ellos) se agolpan en torno al coche. A lo largo de un día se puede ver varias veces esta escena. Algunos conductores han quedado allí para recoger a inmigrantes que ya habían trabajado con ellos otros años. Prácticamente ninguno busca a los cientos de jornaleros que les esperan.

La mayoría tiene ya pocas esperanzas. Los primeros africanos llegaron a mediados de noviembre ypermanecen en el pueblo más por no saber adónde ir que porque crean que alguien los contratará. Pasan horas y horas en la estación, vagando por las calles, mareando un café en un bar. Algunos llegaron solos y conocen allí a compatriotas con los que matar el tiempo. Le dan vueltas a la crisis, a la falta de trabajo, a qué harán si en unos días siguen sin jefe. Abubakar, Brahan y Abdulaye, tres malís que llevan más de diez días en Úbeda, charlan en la estación:

-¿Qué va a pasar el año que viene? Dicen que el paro puede llegar al 20%.

-No lo sé, pero aquí no hay nada de trabajo. Hay más morenos que aceitunas.

-¿Tiene la culpa el Gobierno?

-Da igual. La crisis es para todos. Yo en los últimos diez meses he trabajado sólo tres semanas. Llevaba diez años en España y la cosa nunca había ido tan mal.

-Yo he estado viviendo seis meses en una finca en un pueblo de Lérida. Sin agua ni luz. De vez en cuando trabajaba con vacas, pero el jefe ya no me necesita.

-Pues yo, si pudiese, volvería a Malí. Pero no tengo dinero para el billete.

-Tú no quieres volver. Si quisieras, irías a la policía y le dirías que estás ilegal para que te repatriasen.

Llega la hora de la cena. Una hilera de inmigrantes atraviesa el pueblo hacia el comedor de Cáritas, donde la cola da la vuelta al edificio. Reparten un guiso con macarrones, garbanzos y calabaza. Al salir les dan también una bolsa con un bocadillo y una pieza de fruta. El comedor tiene capacidad para unas 100 personas. El número de menús fue creciendo desde que comenzaron a llegar. Otros años se solían dar unos 200 diarios. Éste han superado los 700. En la puerta, uno de los marroquíes que han ido a buscar trabajo de temporero organiza todo. Lleva media vida en España y habla muy bien castellano. Se pone duro cuando alguien quiere colarse y cierra la puerta si una avalancha intenta entrar antes de que haya sillas vacías. Todo ello con la ayuda de dos policías locales y del jefe de Protección Civil.

Esa mañana, una reunión en la capital jienense entre los 20 ayuntamientos con albergues (con capacidad para 800 plazas) y la delegada de Agricultura de la Junta de Andalucía había concluido que estaban desbordados. La Administración regional planteó la necesidad de abrir más albergues en próximas temporadas. Pero para la actual, se ofrecía a sufragar gastos de billetes de autobús para que los inmigrantes regresen a las ciudades de procedencia. Acuerdan repartir una hoja en árabe, francés y castellano que les reitera a los inmigrantes que no hay trabajo y que es mejor que se marchen, que no hay medios para mantener mucho tiempo las instalaciones deportivas abiertas para que duerman.

Estos folletos se repartieron en la cola del comedor el pasado martes. Seguían llegando inmigrantes: un autobús procedente de Valencia esa misma madrugada, por ejemplo. Pero también aumentan las colas en la Cruz Roja para coger un billete hacia otra ciudad. El miércoles comenzó a bajar la afluencia al pabellón, que no había parado de crecer hasta entonces. Pero todavía quedan muchos aspirantes a bracero apurando por si alguien los necesita a última hora.

Después de la comida, ya no tiene sentido volver a la estación de autobuses. La fila de inmigrantes con sus maletas se encamina de nuevo al polideportivo. Un día más, han vuelto sin jefe.



http://www.elpais.com/articulo/reportajes/...elpdmgrep_3/Tes

Francisco Alegre
España: una nueva política exterior hacia África

Miguel Ángel Moratinos

POLÍTICA EXTERIOR, 111
Mayo / Junio 2006


En el marco de la UE, España ha elaborado un Plan de acción para África subsahariana, como estrategia nacional propia hacia una región prioritaria para la política exterior. La inmigración y el desarrollo serán los pilares en las relaciones con el continente africano


Cuando visité diversos países de África subsahariana en diciembre de 2005, comprobé de nuevo los importantes retos que ofrece el continente africano y, al mismo tiempo, las grandes oportunidades de actuación, que reclaman tanto una respuesta activa y eficaz por parte de España como también de la Unión Europea en su conjunto. La gira que me llevó a Ghana, Angola, Mozambique, Nigeria, Níger y Malí, así como una visita anterior a Guinea Ecuatorial, fue el punto de arranque de una nueva política exterior española para África basada en el sincero respeto de la soberanía e idiosincrasia de los países que la conforman y en el fortalecimiento de las relaciones hispano-africanas, con el fin último de satisfacer anhelos e intereses mutuos.


En contraste con anteriores etapas, el actual gobierno de España ha incorporado al continente africano, y en particular a África subsahariana, entre sus prioridades de política exterior. Razones económicas, políticas, de cooperación al desarrollo, migratorias y de corresponsabilidad en el tratamiento multilateral de problemas globales, avalan esta nueva mirada que España tiende hacia un continente que, no debemos olvidar, constituye nuestra frontera Sur. De igual manera, la UE, con el activo respaldo de España, viene impulsando un amplio proceso de renovación de planteamientos y de profundización de sus políticas hacia África.


Aunque no es posible obviar ni subestimar la magnitud de los problemas a los que se enfrenta el continente africano –donde más de la mitad de su población sobrevive en condiciones de extrema pobreza o está expuesta a situaciones de conflicto, donde perviven regímenes políticos autoritarios y donde arrasan las enfermedades endémicas–, en los últimos años se ha podido constatar un avance neto de la paz y de la democracia, con la celebración de elecciones pluralistas en países como Liberia, Mozambique, Namibia, Ghana o Uganda. En este sentido, las elecciones en Liberia han revestido además un carácter histórico y han supuesto todo un símbolo de esperanza en el futuro para el continente, tras la asunción de una mujer, Ellen Johnson Sirleaf, por primera vez, a la más alta magistratura de un país de África.


Por otra parte, si bien el proceso de paz en Darfur (Sudán) registra una intolerable falta de avances y lamentablemente la situación sobre el terreno no ha mejorado desde mi viaje a la zona, en septiembre de 2004, en calidad de presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el acuerdo global de paz por el que se puso fin al largo conflicto entre el norte y el sur de Sudán continúa en pie y ha permitido la formación de un nuevo gobierno de unidad nacional en Jartum.


Otro país, la República Democrática del Congo, que constituye el epicentro de lo que algunos han denominado la “guerra mundial africana”, aprobaba el 18 de diciembre de 2005 una nueva Constitución. Con ello, se ha despejado el camino para que la transición pueda concluir felizmente en 2006 con la celebración de elecciones presidenciales y legislativas antes del 30 de junio, de conformidad con las estipulaciones de los acuerdos de Pretoria. Quedan lejos, pues, los tiempos en que el general Mobutu afirmaba que la democracia no era para África.


Datos de la situación económica y social


El innegable avance político experimentado por el continente se ve, no obstante, limitado por una abrumadora constatación: África es la zona más pobre y subdesarrollada del planeta. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 33 de los 47 países subsaharianos forman parte del denominado grupo de países menos adelantados (PMA). En ellos, el valor del índice de desarrollo humano (IDH) es de 0,465; la mitad de su población sobrevive con menos de un dólar al día, la esperanza de vida al nacer es de 46,3 años, y el índice bruto de escolaridad apenas alcanza el 45 por cien. En suma, África subsahariana es la región del mundo peor situada para alcanzar en 2015 alguno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU.


Estas penosas condiciones de vida, como pusieron de relieve las dramáticas escenas vividas a finales de 2005 en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, se encuentran en el origen de los crecientes flujos de inmigración subsahariana hacia un Norte mucho más rico y próspero.


En términos macroeconómicos, el inicial despegue registrado en los años inmediatamente posteriores a la independencia sufrió un brusco parón a partir de la década de los ochenta. Así, el incremento real del PIB en África subsahariana ha pasado del 4,6 por cien en los años sesenta, al tres por cien en los setenta, y al 2,5 por cien en la década de los noventa. Desde 1995 a 2000, la participación del continente africano en el PIB mundial ha disminuido en un tercio, y su contribución al comercio internacional se ha reducido a la tercera parte (el 1,5 por cien de los intercambios internacionales en 2003). En los últimos años, y fundamentalmente de la mano del incremento de los precios internacionales de los hidrocarburos y de ciertas materias primas, el PIB subsahariano ha recuperado la senda del crecimiento con tasas anuales en torno al cinco por cien.


África subsahariana es también muy vulnerable a las condiciones cambiantes de la climatología y a los desastres naturales. Mozambique, por ejemplo, tras padecer una prolongada sequía entre 2002 y 2004, sufrió unas intensas lluvias a finales de 2005 que han supuesto no solo graves daños personales y materiales, sino también la paralización de proyectos de cooperación y el agravamiento de la inseguridad alimentaria. Otros países africanos de la región del Sahel y de África central y oriental, como Níger y Kenia, se enfrentan en estos momentos a situaciones de emergencia causadas por la sequía y la destrucción de cultivos por plagas de langostas.


En lo referente a la situación sanitaria, África es el continente más afectado por la pandemia del sida, tanto en términos de prevalencia del virus como del número de personas que no reciben un tratamiento adecuado y se ven, por tanto, abocadas a una muerte lenta, que podría ser evitada. Según datos del Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH/sida (Onusida), la tasa de infección en el continente africano es del 7,5 por cien, aunque supera el 30 por cien en países como Lesotho, Suazilandia y Botsuana. El sida no es sin embargo la única enfermedad que azota África y que conlleva un pesado lastre para su desarrollo económico y social. Así, la malaria, con un millón de muertes al año, y la tuberculosis causan también estragos en la región.


El fenómeno de la inmigración


En los últimos tiempos, España viene propiciando y desarrollando un diálogo franco en torno al fenómeno de la inmigración, que encuentra una respuesta política en los distintos acuerdos que el gobierno ha negociado y concluido con los países de África subsahariana.


Frente a los factores que dificultan el proceso de readmisión con estos países, entre ellos la importancia de la emigración como fuente de ingresos económicos para el país de origen, varios ministerios españoles (Asuntos Exteriores y Cooperación, Interior y Trabajo y Asuntos Sociales) coinciden en la necesidad de reforzar los mecanismos de readmisión y trabajan denodadamente para conseguir la firma de acuerdos bilaterales. En este sentido, se han firmado con las contrapartes africanas varios memorandos y declaraciones que consolidan la voluntad mutua de concluir o mejorar los instrumentos y mecanismos de cooperación migratoria y readmisión. Actualmente, hay firmados acuerdos con 16 países.


Al respecto, debo subrayar que España es el país de la UE que ha conseguido llegar más lejos en la política de creación de un marco jurídico bilateral con países de África subsahariana para facilitar la repatriación de los inmigrantes irregulares y el que más ha insistido en este aspecto durante las negociaciones UE-Asia-Caribe-Pacífico (ACP) para los acuerdos de Cotonú. Nuestro país es, por ahora, el único Estado miembro de la Unión que tiene un acuerdo con Nigeria que funciona satisfactoriamente, y también el único que ha conseguido rubricar un acuerdo con Ghana. En contra de una percepción muy extendida, los inmigrantes ilegales procedentes de países subsaharianos representan una proporción modesta de la población extranjera que ha entrado irregularmente en España.


En mis recientes viajes a la zona, he podido constatar el reconocimiento de los gobierno africanos por las políticas de legalización e integración de inmigrantes llevadas a cabo por España, y la buena acogida de nuestro mensaje en torno a la necesidad de adoptar un enfoque global y concertado sobre el fenómeno migratorio, instaurando una verdadera asociación entre los países de origen, tránsito y destino para la gestión de los flujos.


El objetivo de esta política no debe ser otro que optimizar la inmigración legal y con garantías, que redunda en beneficio de todos. Al mismo tiempo, combatir la inmigración ilegal mediante el incremento de la cooperación y de la acción concertada.


A este planteamiento responde la iniciativa lanzada conjuntamente, en noviembre de 2005, entre los gobiernos de España y Marruecos para celebrar una Conferencia Regional Euro-Africana sobre Migración y Desarrollo. Este foro, que tendrá lugar en Rabat en la primera quincena de julio de 2006, ha recibido el apoyo activo de nuestros socios comunitarios, y muy particularmente de Francia y de la propia Comisión Europea, que se han implicado con entusiasmo en las labores preparatorias. El encuentro de la capital marroquí, dirigido a los países del norte, del oeste y del centro de África, además de los de la UE, y del que han de surgir propuestas concretas de actuación sobre la base del concepto de rutas migratorias, es plenamente compatible y complementario con el reforzamiento del diálogo sobre cuestiones migratorias entre Europa y África y, más concretamente, entre la Unión y las principales organizaciones regionales de África, como la Unión Africana o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).


Apuesta por el desarrollo


En el marco de esta mayor proyección de España en África subsahariana, se debe situar el reciente viaje realizado a Kenia y Mozambique por la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Acompañada por la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, y por un representativo grupo de mujeres españolas, Fernández de la Vega acudió en la capital de Mozambique al encuentro “España y África. Mujeres por un mundo mejor”, que reunió los días 7 y 8 de marzo a mujeres africanas y españolas comprometidas en la lucha por la igualdad de género.


La declaración de Maputo, adoptada al final del encuentro, incluye un decálogo de conclusiones que parte de la constatación de que el desarrollo de África ha de basarse necesariamente en la plena incorporación de la mujer al mundo laboral y político, así como en la equiparación de los derechos económicos y sociales.


El viaje sirvió también para mostrar, una vez más, el compromiso de España con el desarrollo en África. Al respecto, la vicepresidenta anunció en Kenia una contribución en 2006 de 60 millones de dólares al fondo global contra el sida, la malaria y la tuberculosis, lo que convierte a España en el sexto contribuyente de ese fondo a nivel mundial. Asimismo, se anunció un sustancial incremento de la participación española en los programas para África subsahariana del Banco Mundial y del Banco Europeo de Inversiones, así como una donación de un millón y medio de euros para paliar los efectos de la sequía en Kenia y Etiopía. También, el canje adicional de 200 millones de dólares de deuda por proyectos educativos, del que se beneficiarán varios países africanos, entre ellos República Democrática del Congo, Chad, Camerún, Guinea Bissau, Costa de Marfil y Somalia.


Estas medidas se suman a las ya contempladas de forma general en el vigente Plan Director de la Cooperación Española para el periodo 2005-08, que prevé un sustancial incremento del volumen de ayuda destinado a África subsahariana. La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) total de España para esta región ha pasado de 123 millones de euros en 2003 a 450 millones en 2005, incluido un considerable esfuerzo de condonación de deuda. Por su parte, la ayuda que gestiona directamente la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) se ha incrementado de 33 millones en 2003 a 70 millones en 2005, y está previsto que supere los 120 millones al final de la actual legislatura.


La AECI está elaborando asimismo un plan de actuación específico para África occidental, la zona más cercana a España y de la que procede la mayor parte de los flujos migratorios irregulares subsaharianos, que padece las graves consecuencias de la sequía, el avance de la desertificación y recurrentes desastres naturales, como la plaga de langosta del año pasado.


Plan África: tiempo para la esperanza


Todos estos elementos justifican la adopción por parte de España de una estrategia nacional propia. Así nace un Plan de acción para África subsahariana, el denominado “Plan África”, que se traducirá en un ambicioso paquete plurianual de medidas a desarrollar en los planos político, comercial, cultural y de cooperación. La puesta en práctica de este plan implicará necesariamente un replanteamiento y un reforzamiento de nuestra presencia diplomática y consular en el continente africano, así como la apertura de nuevas oficinas sectoriales y de enlace para poder tener la necesaria capacidad de interlocución y maximizar el alcance de nuestra acción en el continente.


El Plan África abordará, además, la cuestión de la inmigración como uno de los retos principales de la política exterior española en el continente africano, desde una perspectiva global, y desde la consideración del fenómeno migratorio como una oportunidad de desarrollo tanto para los países receptores como para los emisores.


Actualmente en proceso de elaboración en el ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, el Plan África será aprobado en principio por el consejo de ministros a mediados de este año. El objetivo es que el plan sea resultado de un amplio proceso participativo y de consultas. Por ello, considero fundamental que cuente con las aportaciones y el respaldo del Parlamento. Así, en los próximos meses someteremos un primer borrador a la consideración de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Cooperación del Congreso y del Senado.


Por otra parte, el Plan África será complementario y vendrá a reforzar, desde una óptica nacional, la estrategia global y a largo plazo de la UE hacia África que ha sido adoptada por el Consejo Europeo de diciembre de 2005 con el apoyo activo de España y que se estructura en torno a cinco apartados: paz y seguridad, derechos humanos y buen gobierno, ayuda al desarrollo, crecimiento económico sostenible, integración regional y comercio e inversión en el ser humano. Gracias en buena medida a la insistencia española, se incluyó en esta estrategia de la UE la cuestión migratoria como una de las líneas prioritarias de actuación.


No cabe duda de que un factor esencial para situar las relaciones de la UE con África en el plano de excelencia que España desea es la reanudación del diálogo político al más alto nivel, mediante la celebración en Lisboa de una segunda Cumbre UE-África que dé continuidad y desarrollo a la Conferencia de El Cairo de 2000.


En definitiva, frente a una cierta idea estereotipada de un continente africano abrumado por problemas de casi irresoluble solución, lo cierto es que está emergiendo una nueva África de esperanza y oportunidades. En los últimos años, el continente africano ha experimentado grandes transformaciones. Quizá la más importante haya sido la toma de conciencia de los propios africanos de que son ellos los primeros responsables de su futuro.


Este cambio de actitud se traduce en iniciativas de gran calado como la Nueva Asociación para el Desarrollo de África (Nepad) y el Mecanismo Africano de Revisión Paritaria; en el avance de los procesos de integración, como el de la Cedeao; y en la transformación de la vieja Organización de la Unidad Africana (OUA) en la nueva Unión Africana, organismo que sigue en gran medida el patrón adoptado por la UE.


De la mano de estos cambios, también la comunidad internacional ha impulsado nuevas iniciativas de actuación y cooperación con África. Así, han surgido la Comisión para África, el Plan de Acción del G-8 o la Estrategia de la EU, aprobada por el Consejo Europeo en diciembre de 2005.


España puede y debe reforzar sus lazos con África subsahariana. Para ello, hemos de fomentar nuestro conocimiento recíproco, a menudo nublado por prejuicios y lugares comunes. Ésta es la razón principal que nos ha decidido a crear la Casa África, que verá la luz en Las Palmas de Gran Canaria en 2006 y que está llamada a convertirse en un centro de referencia que contribuya a mejorar el conocimiento y el aprecio mutuos, la cooperación y la concordia entre los pueblos y las sociedades africanas y europeas, aprovechando la plataforma privilegiada de las Islas Canarias y su vocación de punto de encuentro entre tres continentes.


Hay, pues, un consenso bastante generalizado en la sociedad española y en la europea sobre la conveniencia de implicarse más decididamente en el desarrollo de África subsahariana. No podemos ser ajenos a la suerte de nuestros vecinos del Sur. Su futuro nos importa, y además está ligado inexorablemente al nuestro.



Miguel Ángel Moratinos es ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación


Pepin
Un mundo de cine

Relaciones internacionales y séptimo arte

Martín Ortega
 
 
POLÍTICA EXTERIOR
núm. 118. Julio / Agosto 2007

 
Ya sabíamos que se puede viajar en el tiempo instalados en un cómodo sillón. Todos los que contemplamos con asombro las superproducciones de romanos o de temas bíblicos hechas en los años cincuenta y sesenta compartimos el placer de vivir, aunque solo fuera un momento, en aquellas épocas remotas. Ahora también se puede viajar en el espacio a través de un sinfín de películas y documentales recientes, que muestran cómo se vive y piensa en tras latitudes. El cine es un medio poderoso de explicación del mundo y, a veces, uno entiende mejor lo que ocurre en otros países viendo una película de hora y media que metido en una biblioteca durante semanas devorando gruesos libros.

La producción cinematográfica ha crecido en todas partes al socaire de la globalización económica. En los más diversos rincones se realizan películas, y la coproducción se ha generalizado e internacionalizado. Esta expansión geográfica ha coincidido con el éxito del documental como instrumento de expresión. Las cintas documentales ya no son meros informes periodísticos sino que añaden, en grado variable, el punto de vista, las posiciones políticas y hasta las obsesiones del realizador, además de su capacidad artística. En muchos casos las fronteras entre ficción y documental se han difuminado, lo que a la hora de la verdad importa poco al espectador si la cinta aporta intelectualmente y se ve con placer. Por ejemplo, Gandhi, una película redonda que recibió nueve Oscars en1982, quiso ser fiel a la biografía del líder hindú hasta el punto de recrear en color imágenes de época tomadas en blanco y negro. Gandhi puede verse hoy como un documental histórico.


Uno de los espacios más fértiles para la creación de filmes internacionales es la frontera entre California y México, muy cerca del que todavía es el centro neurálgico de esta industria cinematográfica mundial. Allí, recientemente se ha producido la película que quizá mejor sintetiza el nuevo cine global: Babel. El director, Alejandro González Iñárritu, y el guionista, Guillermo Arriaga, han dado lugar a una obra que recuerda a veces el documental, que disecciona pequeños dramas en diversos países y que también refleja la interdependencia de nuestro mundo.


El título hace referencia al mito bíblico según el cual el orgullo humano es castigado con la dispersión de las lenguas a partir de un lenguaje común universal (Génesis, 11). Pero la impresión que deja el filme no es de incomprensión o falta de comunicación entre las diferentes historias. Los problemas se encuentran dentro de cada sociedad. La joven sordomuda japonesa sufre por el rechazo de los suyos. Su padre, lógicamente preocupado por ella, no hizo mal al dar su fusil a un guía durante el viaje a Marruecos. El tiroteo que enfrenta a los míseros pastores y la policía en los riscos del Atlas se produce entre compatriotas, y los turistas norteamericanos se pelean entre ellos sobre cómo salir de aquel atolladero. Es cierto que el guardia de fronteras norteamericano es cargante, pero también es verdad que la decisión de Amelia, la criada, de viajar con los niños a México es temeraria, y la reacción de Santiago es una locura. Antes que la incomunicación entre culturas, lenguas o países que sugiere el título de Babel, la película subraya la similitud de los problemas humanos en todas partes del mundo.


Si la globalización añade algo es precisamente una nueva visibilidad de esos problemas, y el hecho incontestable de que estamos condenados a compartirlos. Curiosamente, la comedia española La gran final, otra película global, parte de tres historias en diferentes lugares del planeta para mostrar también que todas las civilizaciones tienen puntos de encuentro, en este caso el fútbol.


Muchas producciones recientes analizan nuestro mundo. Aunque no puede hacerse aquí un catálogo, a modo de ilustración, conviene citar un puñado. La realidad de África aparece en El jardinero fiel, La intérprete o El último rey de Escocia, y también en cintas más cercanas al documento visual como Bamako, sobre el drama de la pobreza visto desde Malí, Sisters in law, sobre la lucha de las mujeres por sus derechos básicos en Camerún, y La pesadilla de Darwin, un crudo reportaje sobre el desastre ecológico del lago Victoria, discutible en su argumento pero que refleja el desgarramiento de las sociedades africanas.


En el mundo árabe, la dulce El edificio Yacoubian, la película egipcia más cara de la historia, es un fresco maravilloso de una sociedad en transición, que fue exhibida en Egipto a pesar de tocar cuestiones como la corrupción política y el islamismo radical. La coproducción argelino-francesa Bled number one, de Rabah Ameur-Zaimeche, retrata de forma lírica y descarnada las tensiones de la sociedad magrebí. Ésta es una de las pocas películas que he visto, junto con Japón, del mexicano Carlos Reygadas, ante la cual los espectadores abandonaban molestos la sala de proyecciones. El conflicto árabe-israelí ha inspirado filmes como La novia siria, que relata en clave de boda las enormes dificultades para atravesar una frontera, o Paradise now, sobre el problema de los suicidas palestinos, que fue candidata al Oscar como mejor película extranjera en 2005, así como la magnífica Vete y vive (Va, vis et deviens en su título original en francés), con la historia de un joven judío negro, perteneciente a los falasha, rescatado de Etiopía en los años ochenta, que rehace su vida en Israel.


Los realizadores de cine en América han creado obras muy interesantes en los últimos años. Diarios de motocicleta, una producción de 2003 en la que participaron Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos y Perú, muestra el viaje iniciático de Ernesto Guevara a través de los Andes, en el que descubre una llamada moral y humanista ligada a su vocación de médico, todavía lejos de la actividad política o guerrillera del Che. Nadie cuestiona la fuerza actual del cine argentino, con obras como El hijo de la novia o El abrazo partido, o la potencialidad del cine brasileño con Ciudad de Dios, que explora la vida en las favelas de Río de Janeiro. Pero son las dos fronteras entre el norte y el sur americanos, Cuba y México, las que mejor alimentan la imaginación de los artistas.


La producción norteamericana Antes que anochezca (2000), de Julián Schnabel, sobre la vida del poeta homosexual cubano Reinaldo Arenas y su huida a Nueva York es una obra sobrecogedora que le valió a Javier Bardem la nominación al Oscar como mejor actor de ese año. Desde esas cotas de tragedia a la autocrítica, una coproducción cubano-hispano-alemana dio lugar a Guantanamera en 1995, una comedia de carretera que sirve para poner al régimen castrista (y a todos los regímenes comunistas) en evidencia, hasta el reciente documental Balseros, de Carlos Bosch y Josep María Doménech, reconocido también con una nominación al Oscar de 2003.


La frontera mexicana con EE UU ha propiciado trabajos llenos de energía, que demuestran la riqueza del mestizaje cultural en esa zona, así como las controversias que produce, por ejemplo en Traffic, 21 gramos, Los tres entierros de Melquíades Estrada, y la ya mencionada Babel. Una cuestión emerge entre todas las demás: los desastres provocados por la droga y el crimen organizado. En ese mundo transfronterizo, la descripción realista de los estragos de la criminalidad poco tiene que ver con la imagen idealizada a la que nos tenían acostumbrados las películas de gánsteres o sobre la mafia.


En Asia, tres zonas cuentan con cines de características definidas. Las historias de Bollywood y de otros centros de producción indios sirven sobre todo para entretener, pero también aparecen obras interesantes que, gradualmente, se ven cada vez más en el exterior. Lagaan relata un conflicto antiguo, las relaciones con la potencia colonial (incluida una decisiva confrontación de críquet), que no obstante sigue presente en el imaginario indio, como en todos los del Tercer Mundo. Veer-Zaara, en cambio, cuenta los amores imposibles en el presente entre una pakistaní y un piloto sij indio. Los cines de India y de su diáspora también tratan las dificultades de adaptación de las comunidades hindúes en el extranjero.


Otra región con un cine sorprendente es el sureste asiático. Hace años, como secuela de la guerra de Vietnam, algunas películas occidentales marcaron la toma de conciencia sobre los abusos internacionales. Apocalypsenow, El cazador, El año que vivimos peligrosamente y The killing fields (traducida, vaya usted a saber por qué, como Los gritos del silencio) son películas que no han perdido el interés de sus respectivas denuncias. Las dos últimas son precursoras del cine global, pues, en ambos filmes, los periodistas de otros países son quienes descubren los excesos de la represión y la guerra, lo que anuncia la vigilancia externa sobre el respeto de los derechos humanos que se ha generalizado desde entonces.


El cine actual del sureste asiático, lejos de continuar esa orientación política, describe la vida cotidiana en esa zona con gran sutileza y perfección estética, como El olor de la papaya verde y Pleno verano, de Tran Anh Hung.


El cine reciente de China puede sintetizarse bien a través de la carrera de un maestro, Zhang Yimou, que ha pasado desgraciadamente de lo sublime a la superproducción. Sus trabajos tempranos, como Semilla de crisantemo (Ju Dou, 1990), son tragedias tan clásicas como Hamlet. Aunque muestran el corazón de China, igual podrían haber ocurrido en la Grecia antigua o en la España profunda del siglo pasado. De ahí su capacidad de comunicar con espectadores de cualquier país. Yimou, quien siempre trabaja con la actriz Gong Li, rueda Héroe (2002), una gran película que ensalza el patriotismo, pero luego degenera hacia epopeyas bélicas llenas de saltos imposibles y sangre a borbotones, como La maldición de la flor dorada (2006).


Frente a este proceso imparable de transformación de un director de cine en funcionario, otros autores surgen, como Jia Zhang Ke, cuya película El mundo (Shijie, 2004) fue autorizada con reticencias por el gobierno chino a pesar de ser crítica con el sistema. La historia ronda en torno a un parque de atracciones cerca de Pekín en el que se reproducen en miniatura todos los prodigios monumentales del planeta, de las pirámides de Egipto a Manhattan, con el trasfondo de la difícil adaptación de la sociedad al desarrollo vertiginoso de la China actual. La urbanización acelerada es un asunto perenne, que ya comenzó en películas realistas clásicas, como las españolas Surcos o El pisito, y continúa en otros escenarios como el Estambul de hoy con la muy lograda película turca Uzak (2002).


Para terminar, bastan un par de ejemplos del cine europeo. La vida de los otros, ambientada en el Estado policial que era la Alemania del Este, es un espejo en el que podemos mirarnos para comprobar cuánto ha cambiado el continente en solo un par de decenios. Viendo esta película, es difícil creer que en 1984, tiempo en el que transcurre el grueso de la historia, se estuviese tan lejos de la actualidad del siglo XXI.


Por otro lado, la atormentada existencia de los Balcanes ha sido reflejada en obras un tanto surrealistas, porque quizá no había otra forma de hacerlo, pero muy sugerentes, como Underground o La vida es un milagro, de Emir Kusturica. El cine ruso también genera piezas interesantes, como El italiano (2005), que narra las peripecias de un huérfano de seis años que en vez de aceptar la adopción de una pareja italiana huye del orfanato para recorrer Rusia en busca de su madre.


Este repaso al cine de autor en las cuatro esquinas del mundo se refiere en muchos casos a películas que no tienen un gran público. Sin embargo, junto con la explosión de obras cinematográficas minoritarias que se inspiran en la realidad internacional, hay que subrayar que el cine comercial ha cambiado significativamente en los últimos años para prestar más atención a inquietudes globales.


Desde luego, Hollywood ya no es lo que era. Es evidente que algunos grandes géneros o bien se han transformado o simplemente han desaparecido. Las películas bélicas, que dieron lugar a cintas deslumbrantes, están ahora llenas de dudas morales: Tres reyes explica los problemas de soldados norteamericanos que se lanzan por su cuenta a la búsqueda de un tesoro escondido tras la primera guerra contra Sadam Husein; Salvar al soldado Ryan incide en el lado más duro de la guerra, y Cartas desde Iwo Jima, dirigida por Clint Eastwood, contempla la guerra del Pacífico desde el punto de vista japonés.


Pero además, en los últimos años, las listas de las candidaturas al Oscar muestran una tendencia hacia la crítica política y las cuestiones internacionales. Las películas de entretenimiento puro con presupuestos astronómicos siguen apareciendo en esas listas, pero las producciones de contenido se cuelan entre ellas cada vez más. Así, en las últimas ediciones de los premios de la academia de cine de EE UU, sorprende ver, además de algunas mencionadas más arriba, obras como Hotel Ruanda y Diamante de sangre (otra vez África en su estado sangriento), Syriana ( espías e intrigas en el mundo del petróleo), El buen pastor (más espías con problemas humanos) o María, llena eres de gracia (coproducción de Colombia y EE UU sobre el tráfico de drogas) entre los filmes seleccionados. Todo esto sin hablar de las categorías de mejor película extranjera y documental, que se han llenado de historias espinosas provenientes de países remotos. Lo cual marca un claro cambio de actitud con respecto a la historia de Hollywood, dominada por la homogeneidad de pensamiento y el americano-centrismo.


Es la cara opuesta a los gobiernos de George W. Bush y su política internacional, reducida a la lucha contra un mundo exterior peligroso desde el 11 de septiembre. En Hollywood también –como en el resto de EE UU y hasta puede decirse en el mundo occidental– la vida política se encuentra polarizada, pero lentamente una visión más abierta y liberal del mundo se va abriendo paso frente a una concepción retrógrada. Un punto de inflexión en la entrega de los Oscar lo marcó el premio al mejor documental de 2002 que se concedió a Michael Moore por Bowling for Columbine. La obra sirve al espectador una ensalada de ideas poco coherente, porque mezcla la guerra de Vietnam con la intervención en Kosovo en 1999, o la situación de la minoría afroamericana en EE UU, pero tuvo el mérito de llamar la atención de una forma insolente sobre el problema de las armas en manos privadas y las matanzas repetidas que se producen en ese país. Otra de las obras posteriores de Moore, Fahrenheit 9/ 11, que incide contra las políticas interior y exterior de Bush de manera más sólida, fue premiada en Cannes.


La tendencia a la apertura de la academia se ha continuado desde entonces porque, entre otros, se eligieron candidatos a los Oscar los documentales Super size me (2004), sobre la comida basura, y Jesus camp (2006), sobre los cristianos evangelistas radicales que adoctrinan a niños menores de 10 años para morir por la causa si es preciso. En la última entrega de los Oscar se entronizó con la estatuilla Una verdad incómoda, la película en la que Al Gore ha clamado en el mundo entero que, de no poner soluciones rápidamente, nuestra civilización puede terminar destruyendo el planeta.


El cine es un instrumento único de comunicación y de expresión. Durante mucho tiempo monopolio de unos pocos, hoy se realizan películas en cualquier parte del mundo. A las obras de ficción se ha sumado en los últimos 10 años el auge del documental. En un mundo globalizado y con los medios técnicos de que disponemos, capturar en imágenes realidades, sentimientos o ideas se ha convertido en una práctica universal, como muestra el éxito meteórico de Youtube. La prensa ha adquirido también una dimensión visual imprescindible.


Frente a estos fenómenos, debemos plantearnos cómo reaccionar. En primer término, la falta de acceso público a obras cinematográficas internacionales interesantes constituye un problema que las autoridades españolas deberían tratar y resolver. Para visionarlas películas mencionadas en este artículo (o cualquier otra lista similar que puede proponerse) uno tiene dos opciones: o bien gasta una fortuna adquiriendo los DVD, o bien recurre a la descarga ilegal por Internet, si está disponible, y ninguna de estas opciones es satisfactoria. Del mismo modo que existen bibliotecas públicas donde pueden leerse los clásicos universales, no disponemos de videotecas suficientes donde consultar el cine de otros países, y hay que tener en cuenta que los clásicos en este arte no datan de siglos sino que se están haciendo en este momento.


En segundo lugar, la promoción de un cine distinto al puramente comercial debe continuar, pero esta promoción debería incluir no solo el cine europeo, sino también el de otros orígenes. Según las cifras del Observatorio Europeo de lo Audiovisual (www.obs.coe.int), en 2006 las películas producidas en EE UU tenían todavía un 64 por cien de cuota de pantalla en los cines europeos, mientras las producciones europeas llegaban al 27,6 por cien, frente a un 25 por cien en 2005, gracias sobre todo a películas alemanas, españolas y francesas.


En España se alcanzó en 2006 la cifra récord de 150 largometrajes. Tanto los esfuerzos oficiales, en España y en Europa, como el genio de nuestros artistas van abriéndose paso. No obstante, la promoción del cine internacional debería reforzarse. Una vía adecuada podría ser la coproducción, como muestra el ejemplo de numerosos filmes recientes en el continente americano. Producir películas multinacionales (entre europeos o entre europeos y otros países) enriquece el proyecto y, eventualmente, puede redundar en su éxito comercial. Es triste ver el número de películas europeas que triunfan en su país de origen pero son invendibles en los vecinos por el simple hecho de que han sido realizadas pensando exclusivamente en el mercado nacional.


Por último, en los estudios internacionales, el cine y el documental son percibidos todavía, desafortunadamente, como obras de creación artística o productos periodísticos que no deben cruzarse con los análisis teóricos. Esto es un error. Las universidades y los centros de estudios internacionales europeos deberían mostrar más interés por el cine global. Junto a libros y artículos, podrían asimismo ofrecer vídeos, películas de ficción y documentales que sin duda ayudan a entender la complejidad de un mundo en permanente evolución.


 
Martín Ortega es investigador en el Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea en París y autor de “Building the future. The EU’s contribution to global governance” (Chaillot Paper, núm. 100, abril 2007).
Katharina Von Strauger
CITA
El Gobierno califica por primera vez los comicios en G.Ecuatorial como "un paso más" en la democratización del país

MADRID, 8 Dic.
(EUROPA PRESS)


El Gobierno ha calificado por primera vez las últimas elecciones municipales y legislativas celebradas el 4 de mayo pasado en Guinea Ecuatorial como "un paso más en el proceso de democratización del país" y considera que se produjeron "mejoras palpables" en la organización con respecto a los comicios de 2004.

En una respuesta parlamentaria a la diputada de UPyD, Rosa Díez --a la que ha tenido acceso Europa Press--, el Ejecutivo coincide con la opinión vertida por la delegación de parlamentarios españoles desplazada en misión de observación electoral al país africano.

No obstante esa delegación, constituida por los diputados Fátima Aburto (PSOE), Francesc Ricomá (PP) y Jordi Xuclà (CiU), denunció ante las autoridades del país su decisión de no autorizar la presencia en los comicios de la prensa española.

La respuesta constituye la primera valoración por escrito del Gobierno con respecto a las elecciones en Guinea Ecuatorial, ya que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación no emitió ningún comunicado tras los comicios, a pesar de que es habitual que lo haga cuando se produce algún proceso electoral en aquellos países donde España tiene intereses especiales.

Sólo el PSOE denunció a finales de mayo en un comunicado que el resultado de las elecciones parlamentarias del pasado 4 de mayo en Guinea Ecuatorial y que conceden al partido del presidente, Teodoro Obiang Nguema, 99 de los 100 escaños, "no refleja en absoluto la realidad plural del país" y expresó su apoyo al partido opositor Convergencia para la Democracia Social (CPDS), el único que ha conseguido un escaño.

El Ejecutivo añade en su respuesta que, "aunque quede mucho margen para mejoras" se han podido constatar en Guinea "algunos avances en materia de buen gobierno que deben ser reconocidos y alentados, como la aprobación de una ley contra la tortura, la liberación e indulto de presos políticos, la modernización del sistema judicial y penitenciario o la lucha contra la corrupción".

No obstante, el Gobierno reconoce que "subsisten aún importantes vacíos y carencias que hacen necesario que Guinea Ecuatorial profundice la vía de las reformas democratizadoras y modernizadoras".

El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero recuerda que desde la pasada legislatura viene manteniendo una política "firme" de apoyo al fortalecimiento del pluralismo democrático, la construcción de un Estado de derecho y la defensa de las libertades públicas y los derechos humanos en Guinea Ecuatorial "a través de un diálogo crítico y constructivo y el establecimiento de una relación de mayor confianza con las autoridades ecuatoguineanas".

Además, está "convencido" de que la democracia y el fortalecimiento de las instituciones, así como el respeto a los derechos humanos, constituyen "la mejor garantía de estabilidad a largo plazo para ese país". Para la consecución de estos objetivos, añade, abogará por una "mayor presencia e implicación de la UE" en el país africano.


http://www.europapress.es/nacional/noticia...1208122132.html



Bueno, ahi estan, mas vale tarde que nunca. Esto recuerda a las estaciones de tren cuando anuncian por el altavoz "El rapido electrotren con destino a Madrid-Chamartin deambula por el norte con seis horas de retraso"
Maripili
La guinea de Macías. El despertar del monstruo

Libro de Notas

08 de diciembre de 2008


El monstruo

La monstruosidad política y moral que España cometió con Guinea y sus habitantes, dejó sumida a esta en la profunda negrura de la noche de los tiempos, en el breve periodo de seis meses.

Macías, agotada la fe en sus delirios de pocos meses atrás, fracasado y aislado, masacró, persiguió y asesinó a un ingente número de guineanos de todas las etnias, incluida la suya propia, la Ntumu. Quedó sumido en la espiral de su paranoia enfermiza que, parcialmente contenida hasta ahora, se manifiesta somática y mentalmente de forma acelerada hasta el final de sus días. López Ibor, con la excusa de un chequeo general en la clínica Ruber en el año 1967, ya había informado confidencialmente al gobierno español de que Macías sufría de “paranoia esquizoide”.

Guinea quedó sumida en un estado de terror y delación durante una década completa, que la retrotrajo instantáneamente al primitivismo atávico de dos centurias anteriores. Atavismo respetable, en su tiempo y circunstancias naturales, pero perversamente contaminado en el siglo XX con los peores códigos de la civilización moderna. Códigos aportados por España en los últimos cien años de su historia, aceleradamente aprendidos, y no asimilados aún, ni de lejos, en 1968.

En este sentido, el caso de Guinea es único en toda el África negra. En Guinea, en los últimos cien años se había disfrutado de un bienestar económico y social bastante aceptable, muy superior al de los países de su entorno e incluso al de la propia España peninsular. Nunca habían existido grupos políticamente organizados ni ningún tipo de activismo reivindicativo.

Las primeras experiencias de ejercicio político de los nativos guineanos, impuestas paradójicamente desde Madrid, se pusieron en práctica a partir de 1964, cuando comenzó el llamado periodo de autonomía, diseñado por España como preámbulo a una independencia aún no fijada en el tiempo. Aquel experimento fue totalmente teatral y nada docente para los guineanos.

España en ese momento no era el tutor más idóneo para aleccionar a los noveles políticos guineanos en la práctica democrática. Políticos por otra parte creados al efecto artificialmente de la nada. Este periodo, que acabó bruscamente en cuatro años, fue absolutamente estéril.

Estas circunstancias y la escasa extensión territorial de Guinea, pusieron en bandeja a Macías los resortes para aniquilar de raíz cualquier oposición política organizada, capaz de enfrentarse a él a partir de 1969.

Macías utilizó la demagogia mediática, aprendida, de que disponía, radio y prensa, para dar forma y disfrazar sus actos bajo una apariencia política, formal, y moderna; léase: “métodos y códigos aprendidos de la modernidad española”. Pero realmente utilizó, de facto, los métodos que su atavismo tribal le dictaba para defender su “trono” y su propia vida: la persecución cruenta, la aniquilación, y el asesinato de los oponentes a su poder.
Actuó como lo habría hecho un jefe de tribu en el siglo XIX.

Molestas obviedades


En 1969 comienza la década negra guineana, esta vez con escasos testigos ya que, después del éxodo masivo de españoles blancos que acabó aproximadamente en abril, solo quedó una población de retén de unos trescientos españoles.

Respecto a los foros internacionales, sesudos, paternalistas y democráticos, ya sabemos cual fue su actitud y seguramente por qué. La malévola dependencia de la loada ONU respecto de los gobiernos de los estados fundadores, ya entonces era evidente, nada nuevo bajo el sol.
Las operativas respecto a las independencias de las colonias africanas no fueron diferentes a las presiones sufridas por este organismo al autorizar la invasión de Irak en la actualidad, pongo por caso.

EEUU había decidido que África fuera la despensa de sus reservas de futuro y nadie osó impedírselo. Interesaba un África abandonada por los antiguos europeos, perdedores en la segunda guerra mundial. Un África desvalida, desorientada y retrotraída al caos de sus atavismos ancestrales. Presa fácil de manipular, sobornar y expoliar nuevamente. EEUU no tuvo la necesidad de poner ninguna bandera en el continente negro. No era necesario, todo el mundo sabía de quien era el petróleo del golfo de Guinea.

Occidente se lamenta y entona un coro de plañideras cuando el tribalismo resurge en África y cuando las fronteras trazadas a escuadra y cartabón, y decididas por otros, obligan a convivir a Hutus y Tutsis, a Ibos y Haussas.

Las masacres inundan de rojo las pantallas de los televisores. Declaraciones pomposas, oropel y lamentaciones, para unos hechos predecibles, consentidos, y que venían muy bien a las poderosas multinacionales, léase EEUU, para sobornar a los dictadorzuelos de turno, a cambio de unas materias primas a precio de ganga. Actas condenatorias de la ONU, discursos, fanfarrias y rasgado de vestiduras en el salón de plenos.

Durante la década de la abominable dictadura tribal de Macías, ningún país limítrofe fue capaz de invadir Guinea, cuestión esta muy temida por él. Estamos hablando de Nigeria, Camerún y Gabón, que ancestralmente habían tenido esas apetencias por su proximidad geográfica y por la similitud de troncos étnicos comunes. Cualquiera de estos países poseía unos ejércitos inmensamente superiores al inexistente ejército guineano.

Macías, por tanto, actuó durante diez años en la más absoluta impunidad y sin que el petróleo guineano saliera al mercado, por razones estratégicas de EEUU.

El pequeño matiz del petroleo


En nuestro país, hoy, no hay día en el que, hablando de guinea, los medios de comunicación no mencionen que el petróleo de Guinea se descubrió en la década de los noventa, demostración evidente de varias cosas:

1ª- La declaración de materia reservada referente a Guinea declarada por Franco, tuvo una eficacia fulminante. Varias generaciones de españoles no han oído ni hablar de Guinea en las aulas de los colegios.

2ª- Esto ha venido muy bien a los gobiernos posteriores. Posiblemente porque sea un trapo demasiado sucio y plagado de responsabilidades que nuestros gobernantes se cuidan de ocultar.

3ª- Los medios de comunicación se surten de noticias prefabricadas de agencia, como yo de Carrefour a primeros de mes. Murieron la libertad de expresión, el periodismo de investigación, los corresponsales, y los cronistas con más aprecio a su cultura personal, que al medio que le financia la hipoteca.

Por cierto, el petróleo en Guinea se descubrió en 1965 como muy tarde. Lo descubrieron, como no, los americanos, y obviamente en territorio español. No hay más que tirar de hemerotecas, incluidos el B. O. E. y las órdenes del Ministerio de Industria de la época.

Las prospecciones las realizó una sociedad mixta americana y española. (Enlace)

Todos los que vivíamos allí lo sabíamos y nuestro gobierno de entonces, también. Parece que respecto a este tema, nuestros gobiernos actuales no saben, no contestan. Tal vez esté ahí el quid del complaciente secretismo, versión 2008, de los asuntos de Guinea y de su historia; que en parte es la nuestra, queramos o no, lo sepamos o no.

Cronicas del absurdo kafkiano


La declaración de materia reservada sobre Guinea se produce en 1972. Hasta entonces, y precariamente, la prensa española se hace eco de algunos de los sucesos de Guinea esporádicamente. El diario Informaciones y la Gaceta Ilustrada, publican noticias durante el éxodo de españoles blancos a España. Es, como siempre, la prensa extranjera, la que con más detalle da cuenta de las atrocidades cometidas en Guinea, especialmente la agencia France Press.

Dicha agencia informa, por ejemplo, de la detención de 200 personas en Kogo, simplemente por ser el lugar de origen de Armando Balboa, presunto partícipe del golpe de marzo de 1969. Dieciocho de ellos son internados en el hospital de Bata después de ser torturados y mueren por efecto de la gangrena.

Este clamor de la prensa extranjera incomoda a España, cuyo prestigio en los foros internacionales queda en entredicho. Tal vez por eso, y tal vez por alguna dosis de conciencia moral, España vuelve a intentar un arreglo con Macías. Y otra vez actúa cicateramente y de cara a la galería.

En agosto de 1969, España concede a Guinea un crédito de 6 millones de dólares, cuando ya es sabida la personalidad criminal de Macías y cuando apenas quedan españoles en Guinea; solo un retén de algunos cientos de empresarios que tratan de sobrevivir y salvar su patrimonio. España se limita a dar dinero a Guinea con la total seguridad de que solo servirá para engrosar la cuenta corriente de un asesino paranóico esquizoide.

En Octubre, Villar Palasí visita Guinea para presenciar los actos del primer aniversario de la independencia. En dichos actos aparece García Trevijano junto a Macías, que le condecora con la Gran Cruz de la Orden de la Independencia.

Se inaugura el Banco Central de la República de Guinea, administrado por funcionarios españoles, y se pone en circulación la peseta guineana o “Ekuele”, que la F. N. M. T. de España ha fabricado a coste cero, por importe de 500 millones, como obsequio a Guinea. Hasta entonces, Guinea no tenía moneda propia y funcionaba, a pesar de lo ocurrido, con la peseta española y con la misma paridad internacional, cuestión esta absolutamente incomprensible dadas las circunstancias, y delatora de la improvisación y la urgencia del gobierno de España en la gestión de la independencia guineana, que no previó este asunto.

El señor García Trevijano es nombrado consejero de la presidencia y es encargado por Macías, de relanzar la economía guineana. Redacta para este: la Ley sobre la “Presidencia Vitalicia”; la supresión de artículos de la Constitución de 1968; los estatutos del PUNT (partido único nacional de los trabajadores); los estatutos del Banco Central de Guinea Ecuatorial; la legislación sobre “Penas de Muerte”; la Ley de Transportes, que otorga el monopolio económico personal a Macías; y el decreto que priva de la nacionalidad a los exiliados guineanos.

No está nada mal para un señor que, hoy, trata de vendernos su purista convicción demócrata republicana y, entonces, en España, se alzaba en paladín contra la dictadura franquista.

En diciembre, el consejo de ministros guineano acuerda la creación del partido único nacionalista, según los estatutos redactados por García Trevijano, y en enero de 1970, a cinco años sólo de la muerte de Franco, Macías publica un decreto de supresión de los partidos políticos. Se obliga a inscribir a los niños en el PUNT desde temprana edad y el carnet del partido es exigido para cualquier gestión administrativa. Tribalismo de facto y modernidad tecnócrata para la galería.

Macías utiliza modos políticos aprendidos de la España de Franco, para dar un burdo aspecto legal a la situación, mientras en las calles, los poblados y en la selva, prepara una purga sanguinaria al más puro estilo de las luchas tribales por el poder. Macías a estas alturas se hace acompañar habitualmente por un brujo de su etnia Ntumu de Mongomo.

La producción de cacao guineano, desciende de las 40.000 toneladas, hasta las 11.000. El café cae a las 1000 T.

En un año de independencia, Guinea carece de base económica.

Mientras Villar Palasí y García Trevijano se hacen fotos con Macías, en diciembre se celebra un juicio de opereta contra Enrique Gori Molubela, Norberto Balboa, Vicente Ntutumu, Luis Angue Bacale, Santiago Osa y otros, por el golpe de estado del mes de marzo del 69.

El juicio se lleva a cabo cuando los principales implicados ya habían sido torturados, asesinados o como muchos otros, desaparecidos, y cuyas ejecuciones se decretaron, sin juicio, después de producirse. La sentencia menciona a los “rebeldes”, ayudados por “colonialistas españoles”.

Cuanto más aumenta la barbarie y el despotismo de Macías, más dinero le da España, y él lo sabe.

Enrique Gori es condenado a 25 años de prisión militar y muere asesinado en 1972. Los demás, no corren con mejor suerte

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La mayoría de las fotos aportadas, provienen del fondo fotográfico de: http://www.raimonland.net


http://librodenotas.com/cartasdesdeelexili...ar-del-monstruo

Francisco Alegre
A TRAVÉS DE UNA ENTIDAD BANCARIA NORTEAMERICANA

El Gobierno de Guinea Ecuatorial 'blanquea' dinero en España

Obiang desvió 26,5 millones de dólares a EEUU y después lo lavó en España

Usó el dinero para adquirir fincas y chalés en Canarias, Asturias y Madrid

El Mundo
Actualizado martes 09/12/2008 05:48 (CET)
ANTONIO RUBIO


MADRID.- La Fiscalía Anticorrupción está estudiando una querella criminal contra el Gobierno de Guinea Ecuatorial por "un delito de blanqueo de capitales" en España. La querella, presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España, documenta con detalle "las numerosas transferencias millonarias procedentes de la Cuenta de Petróleo de Guinea Ecuatorial en el Banco Riggs [de EEUU] con número 17-164-642 depositadas en la cuenta a nombre de la sociedad Kalunga Company SA, del Banco Santander, Madrid, entre los años 2000 y 2003, con un importe total de 26.483.982,57 dólares americanos".

La denuncia de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) va dirigida contra un total de 11 personas, todas ellas familiares directos o políticos de Teodoro Obiang Nguema, actual presidente de Guinea Ecuatorial. Gabriel Nguema Lima, hijo; Virginia Esther Maye, nuera; Teodoro Biyogo, cuñado, y Elena Mensa, cuñada política, son los familiares del presidente. Y entre los querellados también figuran destacados dirigentes del Gobierno de la ex colonia española como el ministro de Asuntos Exteriores y su esposa, Pastor Mincha y Magdalena Ayang, y el ex ministro de Minas Anatasio Ela.

La querella se basa en un exhaustivo trabajo de investigación realizado por la fundación estadounidense Soros junto con la Open Society Institute (ISO) -que se dedican a la defensa de los Derechos Humanos y a luchar contra la corrupción en todo el mundo- y la APDHE, en el que se demuestra y acredita que los querellados han ido adquiriendo una serie de casas, chalés y edificios entre el año 2000 y 2003 en el territorio español con el dinero que de forma irregular salía de Guinea, llegaba al Banco Riggs de Washington y después terminaba en la oficina central del Santander de Madrid.

La mayoría de las propiedades adquiridas en España con el dinero del Estado guineano se encuentran entre Canarias, Asturias y la Comunidad de Madrid y los beneficiarios son: Teodoro Obiang Nguema, presidente de Guinea Ecuatorial; Miguel Abia, ex primer ministro; Atanasio Eca, ex ministro de Minas; Teodoro Biyogo, cuñado del presidente y embajador en Brasil; Pastor Micha, ministro de Exteriores; Marcelino Owono, ministro de Minas y Gabriel Nguema, hijo del presidente.

El Subcomité de EEUU concluyó, tal como se recoge en la querella de la APDHE, que "el Banco Riggs había incumplido sus obligaciones anti-blanqueo de capitales en relación con... las cuentas de Guinea Ecuatorial y que, sin ningún género de dudas, tenían su origen ilícito penal en la corrupción (malversación) practicada en ese país".

Y en ese mismo informe también se plasma el resultado de las investigaciones sobre Guinea y sus gobernantes: "A lo largo de tres años se habían realizado diferentes transferencias desde la Cuenta de Petróleo de Guinea Ecuatorial en el Banco Riggs número 17-164-642 a una cuenta a nombre de Kalunga Company S.A. domiciliada en una sucursal del Banco Santander de Madrid, por un valor de 26.483.982, 57 dólares americanos".


http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/09/e...1228792673.html

Pepin
CITA
Anticorrupción investiga la compra de un chalé en Somió por el presidente guineano

Teodoro Biyogo, cuñado del mandatario, adquirió en 2001 la vivienda en la urbanización Verdesol con dinero de supuestos sobornos de petroleras

LaNuevaEspaña
Miércoles 10 de diciembre de 2008
M. C.


La fiscalía anticorrupción está analizando la querella que la Asociación Pro Derechos Humanos de España ha presentado contra once familiares del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, por el supuesto blanqueo en España de 26,5 millones de dólares procedentes de supuestos sobornos de petroleras estadounidenses al mandatario de la antigua colonia española, según una información que ayer publicó el diario «El Mundo». El blanqueo se hizo entre los años 2000 y 2003 mediante la compra de inmuebles, uno de ellos un chalé en Gijón, en la urbanización Verdesol del barrio de Fuejo, en Somió.

La compra del chalé, con una parcela de 600 metros cuadrados, se escrituró el 15 de mayo de 2001 a nombre de Teodoro Biyogo, que es cuñado de Obiang y embajador en Brasil de Guinea Ecuatorial.

La vivienda gijonesa fue adquirida cuatro días después de que se hiciera una transferencia de 1.349.700 dólares desde la cuenta de petróleo de Guinea Ecuatorial en el Banco Riggs, de Washington, Estados Unidos, a la cuenta de la sociedad Kalunga Company, S. A. del Banco Santander en Madrid. Según la querella, el dinero de esa transferencia se podría haber destinado a la adquisición del chalé de Somió y a dos viviendas más en Madrid (a otro chalé en Alcalá de Henares y un piso en Móstoles). Los otros inmuebles supuestamente adquiridos por familiares de Obiang con dinero procedente de una cuenta bancaria del Estado guineano son dos pisos más en la comunidad de Madrid (Móstoles y Torrejón de Ardoz), un garaje en Madrid y otro en Móstoles y un apartamento y un garaje en Las Palmas de Gran Canaria.

La querella de la Asociación Pro Derechos Humanos de España se basa en una investigación realizada en colaboración con la Fundación Soros y la Open Society Institute. También recoge datos del informe elaborado en junio de 2004 por el Senado de Estados Unidos sobre blanqueo de dinero y corrupción extranjera, que descubrió las cuentas que tienen en el Banco Riggs el Gobierno de Guinea Ecuatorial, altos cargos del mismo y familiares de Obiang destinadas al blanqueo de capitales por la malversación «practicada en ese país», según el informe del Senado estadounidense.

Según ese informe, el Banco Riggs ayudó a Obiang y a sus hijos a crear dos empresas fantasma, Kalunga Company y Apexside. Según la querella, los fondos que se transfirieron al Banco Santander y con los que supuestamente se compró el chalé de Gijón, entre otros inmuebles, procedían de supuestos pagos ilícitos de las petroleras estadounidenses Exxon Mobil y Maraton, para poder explotar petróleo en Guinea.



http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pR...idente-guineano


Un chale en Somio. Aqui no se respeta nada y seguro que despues se habran ido a La Pondala a comer menestra, arroz con bogavante y roastbeef. Y de postre arroz con leche.
Julian Navascues
Lo que pasa en el Congo oriental


Miguel Fernández-Palacios M


POLÍTICA EXTERIOR
Núm. 121
Enero / Febrero 2008


Un 80 por cien de las reservas mundiales de coltán está en África, la mayor parte en los Kivus de la República Democrática del Congo. Milicias hutus, tutsis y de diversa composición étnica se reparten el territorio y protagonizan una nueva guerra en los Grandes Lagos.

Te lo pido por favor, de rodillas, sólo por esta vez: publica algo, lo que sea, para contar al mundo lo que pasa en el Congo oriental”. Esta súplica no provenía de la dirección de POLÍTICA EXTERIOR, pidiéndome una colaboración sobre la situación en la República Democrática del Congo (RDC) y, más concretamente, sobre la crisis –la permanente crisis– del este del país. No. Es el ruego de Bruno Salvador –Salvo para sus pocos amigos y muchos enemigos–, el personaje de John Le Carré en La canción de los misioneros, a Penélope, su mujer, periodista de éxito en uno de los grandes diarios británicos.


Pero, ¿qué pasa en el Congo oriental? ¿Qué es lo que debe conocer el mundo? ¿Por qué no terminamos de entender en Europa la crisis de la parte oriental de este inmenso país? ¿Por qué la RDC aparece y desaparece de los informativos de todo el mundo sin que seamos conscientes de cuáles son los motivos por los que aparece y desaparece? ¿Por qué desde nuestro Occidente, tan preocupado a veces y tan despreocupado otras, seguimos sin entender –o quizá sin querer entender– lo que sucede en un país casi inabarcable? Las respuestas a estas preguntas no son sencillas.


En las próximas páginas intentaré contar “lo que pasa en el Congo oriental”, una región que no conoce la paz desde hace más de una década, donde términos como asesinato, violación, extorsión, mutilación, niños-soldado, desplazados o pillajes forman parte del vocabulario diario de millones de congoleños. Lo que pasa hoy en una región en la que, desde diciembre de 2006, se registra casi medio millón de desplazados internos –cifras éstas que convierten en estadística menor las de otras crisis humanitarias que sí merecen nuestra atención mediática y política–. Lo que pasa en una región donde la violación, y otras formas de violencia sexual, se ha consolidado como la más potente de las armas de guerra, en la medida en que a través de ella, y combinada con toda clase de abusos y mutilaciones, se logra, en palabras de Amnistía Internacional, “intimidar, conquistar y controlar a las mujeres y a sus comunidades”. Lo que pasa hoy en una región en la que los intereses puramente económicos y comerciales se disfrazan de conflictos étnicos. En definitiva, lo que pasa en una región cuya pacificación se ha convertido en el principal desafío del gobierno democrático de la RDC, presidido desde diciembre de 2006 por Joseph Kabila.


Situada en el corazón de África y con enormes recursos minerales en su subsuelo, la RDC es, por extensión, potencial económico y situación geoestratégica, un país crucial para el futuro del continente y, más concretamente, de la región de los Grandes Lagos. Sin embargo, la historia de este inmenso país desde su independencia, en 1960, no ha sido pacífica: a un convulso proceso de independencia, con procesos secesionistas internos, le siguió una larga dictadura que culminaría con dos guerras devastadoras. El hartazgo nacional e internacional a una situación insostenible y en la que la población civil –como suele ser habitual– era la principal víctima, aceleró un proceso de transición a la democracia en el que fue determinante el compromiso de la comunidad internacional. De hecho, la celebración a finales de octubre de 2006 de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y de los comicios legislativos puso fin a un proceso de transición iniciado en 2002, tras la firma de una serie de acuerdos de paz y transición política entre los contendientes de la denominada “primera guerra mundial africana” (1998-2003). Este conflicto bélico, en el que participarían hasta ocho países africanos, se saldaría con un balance humanitario devastador: casi cuatro millones de muertos, tres millones de desplazados internos, violaciones masivas de los derechos humanos y destrucción de las pocas infraestructuras útiles del país. Con la aprobación, el 18 de diciembre de 2005, de la Constitución de la República y la celebración de las elecciones presidenciales en 2006 culminaba, al menos parcialmente, un proceso de transición extremadamente complejo.


Hoy, el nuevo Congo democrático tiene multitud de retos: la lucha contra la corrupción, la reforma del sector de seguridad, la construcción de infraestructuras viales, sanitarias y educativas, la creación de un sistema judicial sólido capaz de acabar con la impunidad o la lucha contra la exclusión y la pobreza. Pero la pacificación del este del país se está convirtiendo en el
desafío más acuciante para las autoridades de Kinshasa. El Este no es un problema. El Este es el problema. El problema que impide, limita y condiciona el resto de las acciones de gobierno que las autoridades de la RDC tienen que poner en práctica, sin mayor dilación, para hacer frente a los desafíos planteados.


Pero volvamos al inicio: ¿Qué es lo pasa en el Congo oriental? ¿Por qué la opinión pública europea permanece indiferente ante unos hechos cuyas cifras sólo invitan al escalofrío y al horror? La respuesta –al menos a esta última pregunta– parece sencilla: la crisis del este de la RDC es demasiado compleja; en ella intervienen multitud de actores nacionales e internacionales y en ella confluyen intereses de diversa naturaleza –económicos, políticos, étnicos, geoestratégicos–. Demasiados elementos, componentes, intereses, actores. Demasiadas complicaciones que no hacen atractivo el seguimiento de una crisis en un continente que, salvo en casos muy concretos y por un escaso periodo de tiempo, no despierta la atención de las opiniones públicas de Occidente. Si a estos hechos añadimos una agenda internacional saturada (la crisis nuclear iraní, el futuro de Oriente Próximo tras la reunión de Annapolis, las nuevas tensiones entre Rusia y Occidente, las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, el cambio climático, las amenazas globales del terrorismo yihadista, Afganistán o Irak), encontraremos la causa de la indiferencia, si no indolencia hacia esta crisis, por parte de nuestras opiniones públicas y publicadas.


La falta de articulación de fuerzas armadas y policía


Una de las prioridades de las autoridades congoleñas –si no la máxima prioridad en un país de prioridades– es la reforma del sistema de seguridad nacional para lograr que ejército y policía pasen a cumplir las funciones que le son propias en los Estados democráticos y de Derecho. Pasar, en definitiva, de un ejército desorganizado, mal preparado y peor equipado a unas fuerzas armadas y una policía nacional profesionales, neutrales y con vocación de servicio a la sociedad. La comunidad de donantes tiene como prioridad absoluta esta reforma y dedica grandes esfuerzos y fondos a la tarea. Occidente es consciente de que sin seguridad, no hay desarrollo y que todos los procesos de reformas estructurales iniciados no pueden culminar con éxito si no se dota al país de una sólida arquitectura nacional de seguridad.


Es precisamente en el este del país donde las limitaciones de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) se manifiestan claramente. A la falta de preparación y de estructura de mando y control, se suma la escasez de los medios más elementales –armamento, munición, combustible–, sin olvidar un hecho determinante: los soldados no recibían hasta hace poco de forma periódica y regular sus salarios (la inexistencia de un sistema de retribuciones independientemente de la cadena de mando hacía que la tropa no cobrara, por lo general, sus salarios a fin de mes), lo que les llevaba a utilizar, en algunos casos, sus armas reglamentarias para realizar asaltos, saqueos, extorsiones y robos…


Por otro lado, el proceso de integración en las FARDC de elementos provenientes de los antiguos grupos armados –proyecto casi obsesivo de la comunidad internacional tras la firma de los acuerdos de paz y con resultados discutibles– ha sido un fracaso en la región de los Kivus. Frente a la fórmula del brassage (integración y despliegue) que ha primado en gran parte del país, en los Kivus ha imperado, por un criterio político demasiado preocupado por los resultados a corto plazo, la fórmula del mixage (integración sin despliegue), lo que llegó a determinar que las brigadas integradas de las FARDC estacionadas en ambas provincias llegaran a estar controladas, prácticamente en su totalidad, aunque desde fuera, por un general que no respondía al Estado Mayor de las FARDC: el general tutsi disidente Laurent Nkunda. A Nkunda me referiré posteriormente.


Multiplicidad de grupos armados


Especial atención debemos dedicar a los grupos armados que operan en ambas provincias y en el norte de las mismas: Provincia Oriental y, en particular, el territorio de Ituri. Se trata de grupos armados de diverso origen étnico y geográfico que constituyen una auténtica galaxia de hombres en armas que responden a intereses diversos, si bien las reivindicaciones étnicas o políticas que pudieran perseguir en el momento de su creación han evolucionado a planteamientos de defensa de intereses de carácter puramente económico. Los más destacados –el orden expositivo no lo es de importancia– son los siguientes:


– Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR). Se trata de una milicia hutu anti-Kigali, también conocida como ex FAR-interhamwe, ya que históricamente su composición la garantizaban ex soldados ruandeses de las Fuerzas Armadas de Ruanda (FAR) y milicianos interhamwe, responsables ambos del genocidio ruandés de 1994. Actualmente lo forman hutus ruandeses y congoleños que operan en el territorio de los Kivus y que lanzan sus ataques tanto contra intereses ruandeses como contra las tropas e intereses de Nkunda. Kinshasa los ha tolerado históricamente, en la medida en que a través de las FDLR se evitaba un enfrentamiento directo con Kigali. Las FDLR han sido y siguen siendo una especie de cordón sanitario de la RDC en sus complicadas relaciones con Ruanda. De hecho, algunas fuentes han llegado a afirmar que las FDLR apoyaron militarmente en el pasado a las FARDC en sus operaciones contra Nkunda. Son conocidos sus abusos contra la población local (violaciones, chantajes, robos) y la explotación ilegal de minerales para su financiación.


– Interhamwe. Si bien es cierto que gran parte de ellos están integrados en las FDLR, algunos siguen operando de forma autónoma en los Kivus y, en particular, en el Kivu Sur, donde desempeñan el papel de retaguardia del FDLR.


– Fuerzas Nacionales para la Liberación de Burundi (FNL, en sus siglas en francés). Movimiento de etnia también hutu cuya presencia en la RDC es actualmente limitada. Se han denunciado numerosos delitos cometidos por el FNL en colaboración con fuerzas Mai-Mai y, de hecho, su presencia en el Kivu Sur constituye un grave riesgo para la comunidad banyamulengue –tutsis congoleños–. Se estima que el número de sus efectivos oscila entre los 1.000 y los 3.000 y que menos de 300 estarían desplegados de forma irregular en el Kivu Sur. A pesar del acuerdo firmado en septiembre de 2006 por el FNL con las autoridades de Burundi, la desmovilización acordada no es total, de forma que algunos elementos seguirían activos en el este de la RDC.


– Consejo Nacional para la Defensa de los Pueblos (CNDP). El CNDP, la milicia tutsi más importante, es el nombre del partido político del general disidente Nkunda. Éste, un tutsi con importantes conexiones en Kigali, manda sobre unos 10.000 hombres en ambos Kivus. En el CNDP confluyen tutsis ruandófonos –provenientes del Kivu Norte y de Ruanda– y banyamulengues –tutsis congoleños–. Los analistas coinciden en que en los últimos meses el apoyo de algunos actores ruandeses a los hombres de CNDP ha sido muy activo. Ese apoyo sería de diversa naturaleza: desde económico o de material hasta humano, fomentando, según algunas fuentes, que jóvenes ruandeses crucen la frontera y se alisten en el CNDP de Nkunda. Evidentemente las autoridades de Kigali niegan estas acusaciones. Sin embargo, no cabe duda de que los tutsis del CNDP garantizan que las FDLR y los interhamwe –ambos grupos de etnia hutu– no crucen la frontera entre la RDC y Ruanda y permanezcan –¿por cuánto tiempo?– en territorio congoleño. No olvidemos que el presidente tutsi de Ruanda, Paul Kagame, dirige un país con una composición étnica en la que su grupo no es el mayoritario. De hecho, un 85 por cien de los ruandeses son hutus, un 14 por cien tutsis y un uno por cien pigmeos twa. Nkunda y sus fuerzas, los tutsis del CNDP, hacen de parachoques y sus enfrentamientos con los hutus de las FDLR tienen lugar fuera de las fronteras ruandesas. Tampoco olvidemos que el enfrentamiento FDLRCNDP (hutus-tutsis) tiene un origen étnico que esconde numerosos intereses de carácter económico. Por el momento, valga un apunte: esta crisis no puede ser entendida sin tener en cuenta el papel de las milicias que operan en el este de la RDC en la explotación ilegal de coltán y otros minerales.


– Banyamulengue (literalmente “habitantes de Mulenge”, munyamulengue, en singular). Son tutsis de origen ruandés asentados en el Kivu Sur desde finales del siglo XIX. Si bien gran parte de los banyamulengues se encuentran integrados en el CNDP de Nkunda, también hay disidentes banyamulengues que operan autónomamente. Los enfrentamientos de éstos –operando de forma autónoma o en el CNDP– con las FARDC son frecuentes en ambas provincias.


– Mai-Mai o Mayi-Mayi. Mención aparte merecen estas milicias tribales de autodefensa creadas por Laurent Kabila, padre del actual presidente, a raíz de la guerra de 1998, y cuyo objetivo era defender las aldeas apartadas de las incursiones tutsis y ruandesas. Siguen operativos, aunque su cometido actual es dar protección a determinadas explotaciones mineras, y su presencia es significativa en Kivu Sur, Maniema y la Provincia Oriental. A su vez, dentro de estas milicias, pueden distinguirse diversos componentes, entre los que destacan Jackson Mai-Mai, con vínculos con las FDLR, y los Fontaine Mai-Mai, vinculados a Nkunda. Otros grupos Mai-Mai son los Baleine Mai-Mai, que operan en Kivu Norte, los Alexander Mai-Mai, los Vurondo Mai-Mai, los Gideon Mai-Mai, o los Simba Mai-Mai. Todos estos grupos armados están acusados de numerosas violaciones de los derechos humanos. Los Mai-Mai carecen de una dirección centralizada.


– Fuerzas Democráticas Aliadas de Uganda/Ejército Nacional de Liberación de Uganda (ADF/NALU, en sus siglas en inglés). Se trata de un grupo armado de origen ugandés que opera, fundamentalmente, en la Provincia Oriental y, en ocasiones, al norte de ambos Kivus. Sus acciones se dirigen contra el régimen de Kampala y su presencia en la RDC es excusa frecuente para justificar la incursión de tropas ugandesas en territorio congoleño. Sus enfrentamientos con las FARDC son consecuencia de los intentos de éstas por expulsarlos de territorio congoleño.


– Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en inglés). Es una milicia ugandesa que opera, en ocasiones, desde territorio congoleño contra el régimen de Yoweri Museveni en Uganda. Si bien desde 2003 se encuentran en una fase de declive y en junio de 2007 firmaron con el gobierno de Kampala el Acuerdo sobre Principios Básicos de Reconciliación y Responsabilidad, disidencias internas y dificultades en la culminación del proceso de paz mantienen al LRA operativo. Por otro lado, cabe señalar que Unicef ha denunciado sus frecuentes secuestros de niños para ser utilizados como niños-soldado o esclavos sexuales. Sus enfrentamientos con las FARDC son, una vez más, consecuencia de los intentos del ejército regular congoleño de expulsarlos de su territorio.


Los citados serían los ocho grupos armados principales pero, junto a éstos, existe una constelación de pequeños grupos que siguen operativos en los dos Kivus y en el territorio de Ituri. Dentro de los que podríamos denominar “grupos menores” destacan seis. El Frente de Resistencia Patriótica de Ituri (FRPI), en el que, a su vez, se distinguen dos facciones: el FRPI-Yuda, con vínculos con el CNDP de Nkunda, y el FRPI-Cobra Matata que opera autónomamente. El Frente de Nacionalistas e Integracionistas, milicia de la tribu Lendu que opera en Ituri. Los Rastas, grupo armado que opera en Kivi Sur y cuyo origen parece ser una disidencia interna del FDLR. Las Naciones Unidas los considera responsables de gravísimas violaciones de derechos humanos en la más meridional de las provincias del Kivu. Los Mboboro, milicia activa en la Provincia Oriental y, en particular, en tres territorios de ésta. Los Rahiya Mutumboki, grupo armado desplegado en Kivu Sur, con vínculos con los Mai-Mai y acusados, asimismo, de violaciones de los derechos humanos. Y el Movimiento Revolucionario del Congo (MRC) con lazos con el FNL y el CNDP. Junto a ellos, aparecen otros mucho menores y con vinculaciones territoriales concretas –operan en una aldea o conjunto de ellas– que conforman, junto a los principales, una auténtica sopa de siglas.


Un subsuelo demasiado rico en un país sin Estado


Pero la “pluralidad” mencionada de grupos armados tiene una razón de ser específica. La riqueza del subsuelo en la que operan. Los objetivos políticos o étnicos que determinaron, en su día, la creación de estos grupos armados han dejado paso hoy a la defensa de intereses de carácter económico-comerciales como causa última de existencia de los mismos. Difícilmente puede entenderse esa diversidad de actores si los Kivus tuvieran un subsuelo pobre.


Al oro y la casiterita hay añadir el preciado coltán. La utilización de este mineral estratégico –coltán es la contracción de columbita-tantalita– es esencial en las nuevas tecnologías. Está presente en los teléfonos móviles y en los misiles balísticos, pero también en diferentes elementos de la ingeniería aeroespacial, en los airbags de los coches o en las consolas de videojuegos. Los microprocesadores, las baterías, los microcircuitos o los condensadores de los componentes electrónicos de todos los elementos citados necesitan de este superconductor de energía capaz de soportar grandes cambios de temperatura. El 80 por cien de las reservas mundiales de este mineral se encuentra en África, y en su gran mayoría en los Kivus. En definitiva, en el control de los yacimientos de este mineral estratégico para las nuevas tecnologías está la razón última de la existencia de una galaxia de grupos armados en el este de la RDC. Un dato resulta esclarecedor: el despliegue territorial de los grupos coincide con los principales ejes de producción minera en los Kivus.


Uno de los catalizadores de la crisis en el este de la RDC son los intereses comerciales de algunas multinacionales occidentales. Los principales asentamientos tanto de las fuerzas de Nkunda como del FDLR se encuentran precisamente en el corredor económico y de explotación minero de los Kivus. A diario despegan una multitud de pequeños aviones desde el aeropuerto de Goma y de otras pistas diseminadas en el territorio. Es curioso que Ruanda sea uno de los principales exportadores mundiales de coltán, cuando su producción nacional es mínima. Y todos estos movimientos se producen sin control aduanero alguno. Es evidente que el coltán, el oro o la casiterita no se venden solos en los mercados occidentales. Los grupos armados controlan y garantizan la seguridad de las explotaciones mineras y la salida de los minerales a las rutas internacionales. Otros –¿quiénes?– garantizan la puesta en los mercados internacionales de esos minerales. De hecho, la dependencia mundial de la producción de coltán en los Kivus es de tal magnitud que en 2000 la multinacional japonesa Sony tuvo que retrasar el lanzamiento de la consola Play Station 2 debido a la escasez de coltán en el mercado, en un momento crítico de las operaciones militares en ambos Kivus durante la “primera guerra mundial africana”.


La falta de vertebración nacional en la RDC es un elemento que no puede dejarse de lado en este análisis. En los Kivus, simplemente, no hay Estado. Kinshasa está demasiado lejos y, si la ausencia de Estado es patente en la capital de la república, en los Kivus su inexistencia es total. Ni control de fronteras, ni seguridad ciudadana, ni seguridad social, ni sanidad pública, ni infraestructuras viales, sociales, sanitarias o educativas básicas. El Estado es la gran asignatura pendiente del Congo democrático. Esta ausencia de Estado es aprovechada por Nkunda y sus seguidores para establecer una administración paralela a la de Kinshasa (recaudación de impuestos, seguridad, servicios sociales, etcétera) en las zonas que controlan.


¿Y las soluciones?


Hasta aquí hemos visto los catalizadores de una crisis donde la población civil es la principal víctima: asesinatos étnicos; más de medio millón de desplazados internos en los últimos meses, según la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA); más de un millar de violaciones denunciadas mensualmente –la gran mayoría de los abusos sexuales no son ni siquiera denunciados–, según datos del Comité Internacional de la Cruz Roja; la extorsión y el robo como forma de vida… ¿Hay solución? ¿Qué puede hacer el presidente Kabila? ¿Y la comunidad internacional?


Afrontar una crisis tan compleja exige la intervención coordinada de numerosos actores, internacionales, regionales y nacionales. Todos ellos deben perseguir –incluso por un interés egoísta– un único objetivo: el reforzamiento de la RDC como Estado, para que la ley se imponga en cada una de las aldeas de esas alejadas provincias. Estado que recaude impuestos, porque sólo hay desarrollo con impuestos, que preste servicios sociales básicos como salud o educación, que no tolere las violaciones a los derechos humanos ni la impunidad, que no permita que la corrupción generalizada acabe con un proyecto de nación. Asimismo, es necesario que el Estado cuente con un ejército profesional y dotado, capaz de impermeabilizar las propias fronteras nacionales, y unos cuerpos y fuerzas de seguridad garantes de los derechos fundamentales y las libertades públicas de los congoleños. Estado, en definitiva, que ejerza de Estado.


En un país en el que todo está por hacer y en el que todo son prioridades, el escaso año transcurrido desde la toma de posesión de Kabila –el 6 de diciembre se celebró el primer año de esta III República– no ha sido tiempo suficiente para construir un esquema institucional como el que el país necesita. Aunque tímidamente, los primeros pasos empiezan a darse.


La comunidad internacional ha desempeñado en todo el proceso de transición a la democracia un papel esencial. A través de tres polos de acción preferentes –ONU, Unión Europea y Suráfrica– ha sabido ayudar a poner las bases de lo que hoy es la democracia congoleña. Los pasos coordinados de estos tres actores permitieron el desarrollo de un complejísimo proceso electoral en un país sin infraestructuras. Los fondos de la UE, la logística de la ONU, el esencial acompañamiento político de Suráfrica –que aportó también fondos al proceso– y de la Unión Africana permitieron el desarrollo de unas elecciones legislativas y presidenciales en las que pocos confiaban cuando en 2003 se firmaron los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra y abrieron un proceso de transición en el que las partes del conflicto adquirían un particular protagonismo político que incluía responsabilidades de gobierno.


Ahora, una vez alcanzada la meta –la celebración de las elecciones y la organización de los comicios locales previstos para el próximo verano–, la comunidad internacional no puede desentenderse de un necesario proceso de consolidación democrática. Consolidar la democracia no es otra cosa que consolidar el Estado en la RDC. Las elecciones no hacen la democracia, son parte de ella. Queda, posiblemente, lo más difícil: ayudar a las autoridades legítimas del país a construir un sistema institucional que, a través de su eficacia, sea garante de derechos y libertades para todos los congoleños. El esfuerzo político y financiero de la UE en las elecciones de 2006 poco sentido tendría si no se redoblara en la actualidad para garantizar la viabilidad de la democracia congoleña mediante la consolidación de los resortes de poder estatal. Ese nuevo esfuerzo es esencial para la RDC, pero también para la Unión. El fracaso de la democracia congoleña sería un enorme fracaso para la Política Exterior y de Seguridad de la Unión. La UE, consciente del desafío, ha elaborado un 10º FED que responde a las necesidades de construcción del Estado. Se precisa un apoyo institucional en todas sus vertientes –ejército, policía, justicia, sistema tributario, educación, empleo, sanidad, infraestructuras– como requisito para la consolidación de un Estado que no debe limitarse a garantizar su presencia en la capital de la república, sino en todo el territorio.


La aportación española


España no ha permanecido al margen del compromiso internacional con la RDC. Por ello, el país está incluido en el Plan África –que identifica los objetivos de la acción exterior española en África subsahariana para 2006, 2007 y 2008– como País de Especial Seguimiento (PES), categoría que engloba a los Estados en los que España apuesta de manera activa, con iniciativas y esfuerzos concretos, en los procesos de transición política y de normalización democrática. Un ejemplo de este compromiso con la RDC fue el despliegue entre julio y diciembre de 2006 de una compañía reforzada de La Legión en el marco de la fuerza europea (Eufor) de apoyo al proceso electoral. El trabajo de los legionarios, particularmente durante los combates de los días 20, 21 y 22 de agosto, fue reconocido por todos. Sin su intervención en la crisis de agosto, posiblemente la segunda vuelta de las elecciones presidenciales no hubiera tenido lugar.


Por otro lado, el vigente Plan Director de la Cooperación Española considera a la RDC como País de Atención Especial (PAE). De hecho, hemos pasado en los últimos cuatro años de contar con una cooperación no reembolsable de carácter meramente testimonial a más de 20 millones de dólares anuales en la actualidad, bien a través de la financiación directa de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), bien con fondos de la AECI canalizados por los organismos y agencias especializadas de la ONU, o a través de las cooperaciones descentralizadas.


El compromiso está muy presente en el este del país. Con financiación de la AECI, Unicef está ejecutando proyectos de lucha contra la violencia sexual y el VIH/sida en la región (tres millones de dólares); el Programa Mundial de Alimentos (PMA) garantiza la seguridad alimentaria de miles de desplazados internos afectados por el conflicto armado (dos millones de dólares); el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo lleva a cabo un ambicioso plan de desmovilización y reintegración de ex combatientes en Ituri (un millón de dólares); y OCHA gestiona un fondo común para la ayuda humanitaria en RDC que socorre a los más desfavorecidos de esa parte del país y al que España acaba de aportar cinco millones de dólares. A estas cantidades habría que añadir los más de seis millones de dólares de la AECI a proyectos de ONG españolas que trabajan en la protección de menores afectados por el conflicto, en ámbitos como violencia sexual, educación, desarrollo agropecuario y proyectos sociales o de salud. Evidentemente podemos hacer más, pero España se ha convertido en muy poco tiempo –así lo reconocen el gobierno de Kinsasha y la comunidad de países donantes– en referente de compromiso y solidaridad en la RDC, y en el este del país en particular.


Un futuro estable para la región


Junto a los actores internacionales, es preciso que los regionales sean conscientes del papel que les corresponde en la estabilidad de la democracia congoleña. Quizá algunos puedan sacar tajada de la inestabilidad de este inmenso país, pero no cabe duda de que los beneficios lo serán a muy corto plazo. La estabilidad de la RDC es esencial para el futuro de la región. En este sentido, hay que reconocer que algunos pasos importantes se han dado, si bien aún queda mucho por avanzar. Los acuerdos y consensos alcanzados en diálogos políticos como los que se desarrollan en el marco del denominado “Tripartito Plus”, foro en el que además de Uganda, Ruanda, Burundi y la RDC, intervienen la UE, EE UU y la UA, o el Comunicado Conjunto de Nairobi, del 9 de noviembre entre la RDC y Ruanda para poner fin a la crisis en los Kivus, son avances en la buena dirección.


No obstante, el revés sufrido por las FARDC durante diciembre en sus combates contra los tutsis del CNDP no invita al optimismo a corto plazo. Sin embargo, ese revés debe servir de revulsivo para que todos los que consideran –consideramos- que sólo a través de la fórmula “Estado” –Estado garante de seguridad, de fronteras y de derechos de las minorías– se puede llegar a una solución duradera, tomen cartas en el asunto y apuesten decidida y definitivamente por construir el armazón de Estado, de Estado democrático, que este nuevo Congo necesita.


Por último, una mención a la labor que cabe esperar de los actores internos. Comenzando por la oposición, la sociedad congoleña desea un ejercicio responsable de su acción política. Con los espacios de oposición adecuados –y esto corresponde garantizarlo al propio gobierno–, los partidos deben saber combinar los conceptos de control y responsabilidad. Que el control al ejecutivo sea responsable y que su acción sea de aportación permanente al proceso de construcción estatal.


Por su parte, el gobierno de Kabila tiene ante sí numerosos retos. En este primer año, aún no se ha avanzado lo suficiente en el proceso de reformas. El compromiso del presidente –reiterado en su discurso ante el Parlamento congoleño con ocasión del primer aniversario de su toma de posesión– de luchar contra la impunidad, perseguir a los violadores de los derechos humanos –particularmente, a los que cometen estos abusos desde dentro del ejército– y acabar con los grupos armados que impiden la estabilidad de la III República debe ser bienvenido.


Kabila sabe que sólo haciendo palpable la presencia del Estado en ambas provincias orientales se puede garantizar la paz y, posteriormente, el desarrollo. Pero sabe también que la fórmula es global: no hay solución parcial a la crisis. Es decir, no hay solución duradera si ésta se basa en expulsar a los miembros del CNDP de los Kivus permitiendo que los hutus de las FDLR ocupen sus posiciones. No hay solución si ambos grupos son expulsados o desmovilizados del territorio de ambas provincias mientras permanezca armada la constelación de otros grupos. No hay solución si el Estado no asume una obligación esencial a todo Estado multiétnico de defensa de sus minorías, eso sí, minorías desarmadas, pero efectivamente protegidas.


La solución ha de ser global y la comunidad internacional no puede permitir que el gobierno de Kinshasa fracase en su búsqueda. Si lo permitiéramos, estaríamos garantizando la inestabilidad –que probablemente dure lustros– de la RDC y de toda la región de los Grandes Lagos.


Miguel Fernández-Palacios M. es diplomático.

Katharina Von Strauger
¿El Haití africano?

Aprender de los errores del pasado

Juan Velarde Fuertes


POLÍTICA EXTERIOR
99. Mayo / Junio 2004




Cuando tomé contacto físico con Guinea Ecuatorial en 1962, en los preludios de la independencia, resplandecía su alto nivel de consumo, público y privado. Me correspondió la responsabilidad, como presidente de la Comisión del Plan de Desarrollo Económico y Social de Guinea Ecuatorial, de calcular, por primera vez, sus macromagnitudes esenciales, con la ayuda del estadístico facultativo Darío Martínez Esteras y del economista del Estado Rafael de Cossío. Ratificaban lo que se contemplaba en las entonces “dos provincias”, y especialmente en la de Fernando Poo.


Todo esto se encuentra en el volumen Plan de desarrollo económico de la Guinea Ecuatorial (comisaría del Plan Económico y Social. Presidencia del gobierno, 1963), con dos largos artículos míos de complemento. Uno titulado “Problemas de empleo en Guinea Ecuatorial”, que apareció en el número 2 (1964), de la Revista de Trabajo, y otro, “El Plan de Desarrollo económico y social de Fernando Poo y Río Muni”, que se publicó en un número especial (julio 1964), de Archivos del Instituto de Estudios Africanos.


La descolonización se hizo mal. Alguna vez habrá que contar por qué el tirano, Francisco Macías Nguema, se hizo con el poder. Cuando fue depuesto, tras el llamado “golpe de libertad”, por el actual presidente, Teodoro Obiang Nguema, dejaba como fruto de su política un país hundido en la miseria. Con la información que existía me fue posible redactar dos ensayos. Uno, largo, que se publicó en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica, enero-diciembre 1979, pensando en el futuro, que titulé “Problemas económicos de Guinea Ecuatorial”. Después hubo otro, más breve, basado en un libro qué entonces parecía de cierto interés, que apareció en Ya (23 de agosto de 1980) y que también pensaba en el futuro. Cuando pasó este país del área de la peseta a la del franco CFA, en la reunión franco-española –asombrosamente, para los que saben un poco de historia– de La Granja de San Ildefonso, a causa, daba la impresión, de una exigencia francesa que se relacionaba con nuestro ingreso comunitario, o quizá con la lucha contra el terrorismo de ETA, llamé la atención sobre lo que podía suceder después, casi con un grito de angustia, en el editorial en Ya“¿Adiós a Guinea Ecuatorial?”. Finalmente, preocupado por ciertas tendencias que podrían asentarse en Guinea Ecuatorial, recopilé, como una especie de escalofriante enseñanza del pasado para el futuro, todas las numerosas informaciones que había recogido como representante del gobierno español en las dos visitas que hice a este país nada más caer Macías, y las publiqué, bajo el título de “La economía del terror ”en el tomo Homenaje al profesor Sampedro (Fundación Banco Exterior,1987), ensayo que de algún modo se relaciona con mi editorial en ABC (4 de marzo de 1987).


Después vino lo que algunos habíamos profetizado muchos años antes: la conversión de Guinea Ecuatorial en uno de los países más ricos en hidrocarburos, con lo que experimentó un choque que todos esperábamos que hubiera servido para convertir a esta nación en una maravilla de la costa occidental africana. Sin embargo, como se comprueba, la evolución del PIB –una de las más altas del mundo– provocada por el alza por la extracción de las empresas petrolíferas que allí tienen concesiones no parece marchar paralela con el bienestar material de sus habitantes.


En la etapa de la administración española hubo un buen desarrollo del PIB por habitante. En 1950, el PIB por habitante ecuatoguineano, con 540 dólares internacionales Geary-Khamis de 1990, era el 25,6 por cien del español. En 1968, al otorgar España su independencia, este PIB por habitante fue de 1.424 dólares. Su porcentaje respecto al español era un 25,5 por cien. Como España, tuvo en esta etapa (1950-68), un ritmo vivísimo de progreso económico, al mantenerse su diferencial con Guinea Ecuatorial, se prueba que en este país también existía un fuerte desarrollo. A continuación, el mencionado régimen de terror de Macías, originó un derrumbamiento colosal entre 1969 y 1978. Incluso la caída de la población –que amortigua el descenso del PIB por habitante– se debió a una huida masiva provocada por la brutalidad de aquel régimen. La recuperación apareció en la etapa de la presidencia de Obiang, que en lo económico tuvo tres partes: la presidida por la reorganización del nkuele en el área de la peseta (1979-84); después, el ingreso de Guinea Ecuatorial en el área del franco CFA, que dio paso, en 1995, a la etapa de la explosión petrolífera hasta la actualidad.


Para poder explicar esta última, se deben sintetizar una serie de informaciones que dan sentido a las cifras. De ellas se desprende que, efectivamente, existe en estos momentos por parte del actual gobierno ecuatoguineano, el deseo de que, a través de diversos proyectos, el sector público sea un motor decisivo del desarrollo económico y social del país. Sin embargo, se observa que este deseo está empañado porque los proyectos efectivamente acometidos son escasos por un lado y, por otro, no han fructificado del modo que se esperaba, porque nunca se ha hecho ni seguimiento serio de los mismos, ni en aquéllos que suponían obras de infraestructura se ha financiado de modo correcto su mantenimiento.


La contestación a todo esto es bastante clara. Por un lado, existen serios problemas de ineficacia administrativa, no porque los funcionarios de la administración ecuatoguineana estén poco preparados, sino porque sobre ellos, rompiendo cualquier sentido de jerarquía y de orden, existe el poder de esa especie de PRI ecuatorial que es el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), que en realidad actúa como un partido único. Por otro, no es posible olvidar el alto grado de corrupción que existe. Los proyectos que deben desarrollarse por particulares se adjudican a dedo, en relación con amistades y, obviamente, en participaciones de lo conseguido por el empresario que logra la adjudicación de un proyecto. Lo que sí parece bastante claro es que las grandes multinacionales del petróleo, norteamericanas y francesas, no se encuentran sometidas a esa especie de protectorado del PDGE. Ha surgido así, con éstas y otras empresas– por ejemplo, las de la construcción– un dualismo: el mundo laboral y empresarial que no se encuentra sometido a las decisiones del PDGE y el que sí lo está.


Es necesario también tener en cuenta la tensión originada en una población muy compleja étnicamente, que intenta unificar una administración esencialmente controlada por una de esas etnias. Conviene recordar que no es posible entender los problemas ecuatoguineanos sin considerar esto. La presencia española, en el reinado de Isabel II, se vinculó, esencialmente, en colaboración en la isla de Fernando Poo –hoy Bioko– con la etnia bubi. Además de ésta, como consecuencia dé las relaciones con el Caribe español, en esta isla, y muy relacionada con la cultura europea, surgió un grupo negro, pero de arraigo americano y español. Pero igualmente, derivada de la llegada de inmigrantes del África británica –primero, sobre todo, de Sierra Leona y, al final, de Nigeria–, se creó otro grupo, que incluso ocupó puestos económicos y políticos muy importantes, denominado el “fernandino”.


Aparte de ello existe el grupo annobonés en esta isla –que por cierto habla un español perfecto– y con características culturales singulares, al que Macías intentó liquidar físicamente, con un claro designio genocida.


En el continente, en la zona de la costa, con contactos fuertes y tradicionales con Europa, se encontraba una serie de tribus que en su conjunto eran conocidas como los “pueblos playeros”. Precisamente en torno a algunos islotes de ese ámbito, es donde han surgido serios conflictos político-económicos, sobre todo con Gabón, para explotar sus recursos petrolíferos. En el resto del territorio, una etnia guerrera, que parece que comenzó a moverse hacia el Oeste a partir de la región de los Grandes Lagos en el siglo XVIII, el pueblo fang, es la que predomina. Tiene enlaces tribales con Gabón y Camerún y, siendo la misma etnia, se divide en dos fracciones: los okak y los ntumu. En algunos aspectos, es el grupo cultural y políticamente más africano, y también de él surgieron los núcleos políticos que capitanearon tanto la autonomía –recordemos al presidente Bonifacio Ondó–, como la independencia– en la figura de Macías– y el golpe de libertad, del que fue protagonista el actual presidente Obiang.


En estos dos últimos años, el núcleo del poder político más fuerte de esta etnia fang se agrupa en torno al denominado “clan de Mongomo”, por vincularse, en una red de parentescos y amistades muy tupida, con esta localidad, situada en la raya oriental limítrofe con Gabón, donde había sido alcalde, en la época de la provincia española de Río Muni, Macías.


Es preciso tener en cuenta todo esto, así como la existencia de algunas otras influencias, para comprender que un reto fundamental es conseguir que todos esos grupos, algunos de los cuales manifiestan claras tendencias separatistas, actúen conjuntamente, dado, además, lo reducido de su población, únicamente medio millón de habitantes.


Finalmente, en la realidad política construida tras la independencia, no existe seguridad jurídica en el sentido que se entiende en España. Todos los puestos políticos han de pasar por un finísimo tamiz creado por el aparato de información y vigilancia del sistema, control que es bastante eficaz. Aumentan estas coacciones cuando se aproximan las elecciones legislativas y presidenciales.


Esta inseguridad jurídica se acentúa por un alud de órdenes, normas, protocolos que sirven para aumentar el intervencionismo por parte de los mecanismos de control más absurdos, para que quienes los manejen los empleen para obtener ventajas. Así, se crea una cleptocracia basada en que el intervencionismo no tiene otro sentido que hacer posible que quienes ostentan él poder consigan rentas a través de sobornos.


El presidente Obiang se encuentra, pues, en una encrucijada. Si mediante una opción hacia una seria democracia destruye todas estas malas prácticas, quedará en la memoria de los ecuatoguineanos como alguien que impulsó la economía de este pequeño país, como hizo Lee Kuan Yew y el Partido de Acción Popular (PAP) desde1959, que han basado la enorme riqueza de ese opulento dragón oriental llamado Singapur en la limpieza y la eficacia administrativa, para aprovechar así su favorable situación geopolítica en el sureste asiático, exactamente como sucede en esa encrucijada de naciones y de riqueza petrolífera que centran las dos porciones mayores de Guinea Ecuatorial. Seguir como hasta ahora supone convertirse, a corto plazo, en otro Haití. Recordemos que desde hace 200 años, una mezcla de ineficacia, corrupción y terror, con periódicos “emperadores Jones” al frente, ha engendrado en el Caribe una de las zonas de mayor pobreza de todo el mundo.


Los errores del pasado aconsejan a Obiang seguir la senda de Lee Kuan Yew y apartarse de todo lo que significaron el presidente Jean Claude Doc Duvalier, sus tonton macutes y sus herederos, hasta la actualidad. Afortunadamente para Guinea Ecuatorial aún puede estarse a tiempo.


Juan Velarde Fuertes es consejero del Tribunal de Cuentas


Pepin
Itziar Ruiz-Giménez
Presidenta de Amnistía Internacional España
Miércoles, 10 de Diciembre de 2008


En su 60 aniversario, la Declaración Universal de Derechos Humanos es una promesa traicionada. A pesar de los innegables avances que han tenido lugar desde 1948, los Gobiernos del mundo han fallado en su obligación de hacer realidad el disfrute de los derechos humanos para todas las personas. Itziar Ruiz- Gimenez lleva como activista de la sección española de Amnistía Internacional en casi 20 años habiendo trabajado en diversas áreas relacionadas con el refugio, inmigración, derechos de las mujeres inmigrantes, menores no acompañados, trata de seres humanos, racismo y discriminación, tortura y malos tratos por agentes del estado. Itziar ha charlado con los lectores de estos y otros asuntos.


CITA
Ataulfo16.
10/12/2008
13:34h



Ante un caso como el de Guinea Ecuatorial en donde las multinacionales campan a sus anchas; ¿Qué puede hacer un gobierno o un país ante el poder de las multinacionales? ¿Por qué se ocultan casos como el de Guinea en la prensa española? Gracias.

Pues puede hacer mucho. Primero no suboordinar su relación con ese gobierno a los intereses de esas empresas y presionar para que Obiang deje de reprimir a la oposición política pacifica, a los defensores DDHH, etc. Según puede exigir rendición de cuentas a esas empresas para que su actuación no vulnere los DDHH. Es muy importante que se adopten normas vinculantes para las empresas para que respeten los DDHH y el gobierno debe apoyar esa iniciativa en NNUU.


http://www.elpais.com/edigitales/entrevist...ar_Ruiz-Gimenez
Maripili
CITA
Pro Derechos Humanos sospecha que Obiang tiene más propiedades en Asturias

11.12.08 -
J. A. GARCÍA
GIJÓN



La investigación judicial analizará el alcance del supuesto blanqueo de dinero en la región del presidente guineano


«Comprar inmuebles es una práctica común entre los dictadores», dice Manuel Ollé, presidente del colectivo denunciante


La investigación judicial determinará el alcance de la supuesta operación llevada a cabo por el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, para blanquear dinero, procedente del petroleo, a través de la compra de diversas propiedades en España y más concretamente en Asturias. Según se explicita en la denuncia presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), el presidente guineano utilizó la sociedad Kalunga Company para comprar propiedades en el Principado, Madrid y Canarias con el dinero que salía de forma irregular de su país. El presidente de este colectivo, Manuel Ollé, cree que existen razones para pensar que Obiang tiene «más propiedades» en Asturias.

En la documentación que estudia ya la Fiscalía Anticorrupción queda constancia de que once personas, entre familiares y dirigentes políticos afines, compraron propiedades en España entre los años 2000 y 2003 por un importe cercano a los 26,5 millones. En el caso de Asturias, en la denuncia consta que el presidente guineano habría adquirido supuestamente una vivienda unifamiliar en Gijón de 600 metros cuadrados, situada en la urbanización Verdesol, del barrio de Fuejo, en Somió.

«Van a salir más cosas», advierte Manuel Ollé, presidente de APDHE, que confía en que la investigación de la justicia profundice en este presunto caso de corrupción que tiene como protagonista a Teodoro Obiang. «Nosotros -prosigue- hemos puesto encima de la mesa el caso y ahora es el momento de dar un paso más y poner fin a este tipo de corruptelas».

El colectivo denunciante cree que de la investigación que desarrolle la policía judicial pueden salir «datos muy relevantes», ya que dispone de muchos más medios para indagar sobre las presuntas propiedades del dictador.

El inmueble que Obiang posee en Gijón figura a nombre de su cuñado, Teodoro Biyogo, que en la actualidad es representante diplomático de Guinea en Sudamérica, y de su esposa, Elena Mensa. La transacción se realizó en mayo de 2001. En apenas seis días se efectuó una transferencia bancaria desde una cuenta de Petroleo de Guinea Ecuatorial en el Banco Riggs a una cuenta a nombre de Kalunga Company, domiciliada en una sucursal del Banco Santander de Madrid, por un importe de 1.349.400 dolares. Un sistema que también se ha utilizado en otras adquisiciones llevadas a cabo en Madrid o Canarias. Además de Obiang, su sobrino y su hijo, son los únicos que tienen firma autorizada en la citada cuenta.

Ollé considera probable que el dictador tenga más de una posesión en Asturias. «Cuando alguien pone su punto de mira en un enclave determinado lo normal es que tenga más de una propiedad en esa zona y no una sola», explica el presidente de APDHE. No obstante, corresponderá a la Fiscalía Anticorrupción determinar si existen más propiedades de Teodoro Obiang en el Principado.

Adquirir propiedades para desviar fortunas es una «práctica común» desarrollada por los dictadores, expone Ollé, que toma como ejemplo la actuación llevada a cabo por Pinochet.

Corrupción y pobreza


Uno de los principales motivos de la pobreza es la extrema corrupción y malversación de los gobernantes. Así lo indica APDHE, que lamenta cómo un país con grandes recursos y con pocos habitantes como Guinea vive sumido en la pobreza, sin olvidar, asegura, la privación de las libertades y los derechos civiles de los ciudadanos.


http://www.elcomerciodigital.com/oviedo/20...g-20081211.html






CITA
L’eldorado immobilier des dictateurs africains


Tribune des Droits Humains
Genève
Switzerland
11 décembre 08


Deux ONG, Transparency International et Sherpa, révèlent l’étonnante collection d’appartements de luxe amassée à Paris par quelques chefs d’Etat au long cours


Sylvain Besson/Le Temps, Paris

Branle-bas de combat chez les potentats africains. Le dépôt d’une plainte isant leur patrimoine immobilier à Paris, pour « recel de détournement de fonds publics », suscite une prodigieuse irritation chez les chefs d’Etat concernés, le Gabonais Omar Bongo, le Congolais Denis Sassou Nguesso et l’Equato-Guinéen Teodoro Obiang, tous au pouvoir depuis des décennies.

D’où vient l’argent ?

« Ça les agace énormément », commente Antoine Glaser, directeur de la Lettre du continent , une publication spéSpamée. William Bourdon, l’avocat des ONG Transparency et Sherpa, à l’origine de la procédure, affirme même avoir reçu, en échange du retrait de sa plainte, une offre de don sur un compte en Suisse de la part d’un émissaire gabonais. Les avocats du Gabon contestent et annoncent le dépôt d’une plainte en diffamation.

Longtemps, pourtant, l’ouest parisien a été une oasis de tranquillité pour les autocrates du continent noir. Dans ces beaux quartiers des VIIe, VIIIe et XVIe arrondissements, il est encore bien vu d’afficher des signes extérieurs de richesse : voitures de sport, gros cigares et bronzage toute l’année. Mais aussi de beaux et grands appartements, dans des immeubles haussmanniens en pierre de taille. Les dirigeants africains en possèdent toute une collection, ce qui, venant de pays très pauvres malgré leurs richesses pétrolières, amène à s’interroger : d’où vient l’argent ?


Il est peu probable que la plainte déposée la semaine dernière réponde à cette question. Une procédure similaire avait été classée sans suite en 2007. Et l’Etat français n’a aucune envie d’embarrasser ses alliés africains par un excès de zèle judiciaire. « Ça m’embête beaucoup, commente le secrétaire d’Etat à la coopération, Alain Joyandet. C’est un dossier qui complique les relations. Je préférerais qu’on ne stigmatise pas le continent africain. »


Mais l’activisme des ONG a permis de se faire une idée du patrimoine détenu par les trois dirigeants visés. Selon la plainte, les familles Bongo et Sassou détiendraient une cinquantaine de biens immobiliers dans les quartiers les plus chers de Paris. La palme de la somptuosité revient sans doute au président congolais, dont la villa du Vésinet serait décorée de tapisseries d’Aubusson, de dallages de marbre blanc et de robinetterie en or.

« Bien mal acquis »

A quoi servent ces résidences dont la valeur peut dépasser le million d’euros chacune ? A passer du bon temps, mais aussi à loger des enfants ou, dans le cas d’un 219 m² au nom de Pascaline Bongo, la fille d’Omar, à héberger une bonne dizaine de femmes de ménage. Certains appartements ne servent à rien du tout : dans le XVIIe arrondissement, le 400 m² d’Antoinette Sassou Nguesso, la femme du président congolais, est en travaux depuis plus d’un an. « Tous les mois, un chauffeur passe relever le courrier », précise une habitante de l’immeuble.

Pour des dirigeants de ce niveau, les chefs d’Etat africains restent étonnamment accessibles. Leurs adresses se trouvent dans l’annuaire, à la portée de tous. Mais Omar Bongo, fils et homonyme du président gabonais, déconseille de venir frapper à leur porte. « On le ressent comme une agression », explique-t-il à l’entrée de son loft du XVIe arrondissement.

Décontracté, vêtu d’un sweat-shirt à l’américaine, il assure que ce lieu encombré d’objets design n’est pas un « bien mal acquis », comme l’affirment les ONG, mais le fruit de son travail : « Je gagne très bien ma vie et ce n’est pas mon père qui m’a trouvé mon job ! » Son appartement se serait retrouvé dans la presse par la faute de « journalistes qui ne savent pas faire leur boulot ».

Selon l’un des avocats du Gabon, François Meyer, Omar est économiste et l’un de ses frères, Arthur, pilote de ligne. Il estime que le patrimoine de la famille Bongo aurait été surévalué – moins de dix appartements, contre plus de 30 selon les plaignants. Le président gabonais aurait commencé à les acheter quand les prix de l’immobilier étaient beaucoup plus bas, soit dès son accession au pouvoir, en 1967. La longévité a décidément du bon



http://www.droitshumains-geneve.info/L-eld...bilier-des,3899





CITA
El dorado inmobiliario de los dictadores africanos


Tribune des Droits Humains
Genève
Switzerland
11 diciembre 08


Dos ONG, Transparency International y Sherpa, revelan la asombrosa colección de apartamentos de lujo amasada en París por algunos jefes de Estado a lo largo de su carrera.


Sylvain Besson
Le Temps, Paris


Zafarrancho de combate entre los potentados africanos. La presentación de una demanda requiriendo explicaciones sobre su patrimonio inmobiliario en París, por “encubrimiento de desvío de fondos públicos", suscita una prodigiosa irritación entre los jefes de Estado implicados, el gabonés Omar Bongo, el congolés Denis Sassou Nguesso y Ecuatoguineano Teodoro Obiang, todos ellos en el poder desde hace décadas.


¿De donde viene el dinero?

Esto los irrita muchísimo", comenta Antoine Glaser, director de la Lettre du continent, una publicación especializada. William Bourdon, el abogado de la ONG Transparency y Sherpa, que ha iniciado el procedimiento, afirma haber recibido, a cambio de la retirada de su demanda, una oferta de soborno por parte de un emisario gabonés que iría a parar a una cuenta en Suiza. Los abogados de Gabón contestan y anuncian la presentación de una demanda por difamación.


Durante mucho tiempo, sin embargo, el oeste parisino fue un oasis de tranquilidad para los autócratas del continente negro. En estos bellos barrios de los distritos VII, VIII y XVI, son todavía bien vistos los signos exteriores de riqueza: coches deportivos, gruesos puros y bronceado todo el año. También se pueden encontrar bellos y grandes apartamentos, en edificios de piedra tallada como los del Boulevard Haussmann. Los dirigentes africanos poseen toda una colección, lo que, viniendo de países muy pobres a pesar de sus riquezas petroleras, lleva a preguntarse: ¿de donde viene el dinero?


Es poco probable que la demanda presentada la última semana responda a esta cuestión. Un procedimiento similar había sido archivado en 2007. El Estado francés no tiene ninguna gana de enfrentarse a sus aliados africanos por un exceso de celo judicial. “Esto me aburre mucho, comenta el Secretario de Estado de la Cooperación, Alain Joyandet. Es un expediente que complica las relaciones. Preferiría que no se estigmatizara el continente africano. "


“Bienes mal adquiridos”.

¿Para qué sirven estas residencias cuyo valor puede sobrepasar el millón de euros cada una? Para pasar una buena temporada, pero también a alojar los hijos o; y es el caso de uno de 219 m² en nombre de Pascaline Bongo, la hija de Omar, para tener una decena larga de asistentas. Ciertos apartamentos no sirven para nada en absoluto: en el distrito XVII, de 400 m² propiedad de Antoinette Sassou Nguesso, la mujer del presidente congolés, está en obras desde más de un año. “Cada mes, un chófer pasa a recoger el correo ", precisa una vecina.


Para dirigentes de este nivel, jefes de Estado africanos están asombrosamente a la vista. Sus direcciones se encuentran en el anuario, al alcance de todos. Pero Omar Bongo, hijo y homónimo del presidente gabonés, desaconseja de venir a llamar a su puerta. “Lo sentimos como una agresión ", explica a la entrada de su loft del distrito XVI.


Relajado, vestido con una sudadera al estilo americano, asegura que este lugar lleno de objetos diseño no es un “Bien mal adquirido”, como lo afirman las ONG, que es el fruto de su trabajo: " ¡me gano el pan trabajando y no es mi padre quien me encontró mi trabajo!” Su apartamento se encuentra en la prensa por culpa de " periodistas que no saben hacer su trabajo”


Según uno de los abogados de Gabón, Francisco Meyer, Omar es economista y uno de sus hermanos, Arthur, piloto de línea aérea. Considera que el patrimonio de la familia Bongo habría sido sobrevalorado - menos de diez apartamentos, en contra de los más de 30 que estiman los demandantes. El presidente gabonés habría comenzado a comprarlos cuando los precios de los bienes inmuebles eran mucho más bajos, es decir desde su llegada al poder, en 1967. La longevidad decididamente tiene su recompensa.



Julian Navascues
Reflexiones sobre África subsahariana y España

Ramón Gil-Casares

La emergencia de África en el contexto internacional es imparable. Por el crecimiento de su población, la importancia de sus recursos y los riesgos derivados de la fragilidad estatal y la expansión del sida, España no puede seguir ausente de este continente vecino.

POLÍTICA EXTERIOR, 99
Mayo / Junio 2004


África subsahariana continúa siendo la hija pobre de la política exterior de muchos países de Occidente, y –¿por qué no decirlo?– también de España. Es frecuente oír a líderes europeos o americanos, como recordaba en un artículo el profesor Juan Manuel Riesgo, (1) que África simplemente no existe.

En nuestro país, pese a los recientes esfuerzos del ministerio de Asuntos Exteriores, a los intentos de algunas ONG y a la labor no suficientemente conocida del gobierno de Canarias, el llamado “continente negro” ocupa el último lugar en las preocupaciones exteriores del español medio. Únicamente cuando se producen tragedias, como las inundaciones del río Zambeze en Mozambique en 2000, o cuando, con motivo de uno de los muchos conflictos africanos, nos bombardean los medios de comunicación con imágenes de cientos de cadáveres flotando en los ríos, se produce una reacción de interés –que suele durar pocas semanas– por parte de la opinión pública. Y, además, este tipo de reacción in extremis no hace sino alimentar una imagen del continente distorsionada, injusta y peligrosa.

A la opinión pública española rara vez se le acerca a la verdadera historia africana o a su rica y variada cultura. En pocas ocasiones se trata de explicar la compleja realidad de muchos de esos países, de Estados en formación que conviven con realidades tribales que no acaban de desaparecer; de un mundo en plena explosión demográfica que, según todos los datos, sobrepasará en población a China antes de mediados de siglo; de un continente lleno de oportunidades, pero también de riesgos, al que un país de las características y de la proximidad geográfica de España no puede seguir considerando “inexistente”. Lo que ocurre en África no es que nos debiera afectar más, es que, querámoslo o no, nos está afectando ya y va a afectarnos aún más en el futuro.


Algunos datos para una primera reflexión


La oficina del censo de Estados Unidos, en su último informe sobre la población mundial,(2) señala que en las próximas cinco décadas, el mayor incremento porcentual de la población del planeta tendrá lugar en África subsahariana. La región, que en la actualidad tiene la mitad de habitantes que China, tendrá para entonces, según estas previsiones, más población que la gran nación asiática. Cinco de los diez países del mundo que más crecerán en población durante estos años son africanos. Y, en términos absolutos, se espera que la población negroafricana aumente en más de 800 millones de aquí a 2050, superando para entonces, la cifra de un billón y medio de habitantes.

No es difícil suponer, como así confirma el citado estudio, que el porcentaje de población más joven (menos de 30 años) crecerá en África subsahariana a un ritmo superior al cuatro por cien anual, mientras en el mundo desarrollado descenderá aproximadamente medio punto por año.

Como corolario de todo lo anterior parecería justo deducir que hay que prepararse para una inmigración inevitable. Si no se mantiene una política eficaz a nivel internacional contra el tráfico de seres humanos, vamos a ser testigos, en nuestro suelo, de un incremento de situaciones de explotación insoportables para nuestra opinión pública, lo que en algunos casos ya está ocurriendo; o que se puede producir en un corto plazo un aumento de la delincuencia o una multiplicación de casos de enfermedades contagiosas o poco conocidas debido a esa inmigración, lo que aun siendo exagerado, comienza ya a oírse. En definitiva que podamos no ver más que peligros.

Creo, sin embargo, que hay otra reflexión que debemos hacer. Hace más o menos 30 años cuando nos enfrentábamos a las cifras de población mundial, y se estudiaba el crecimiento de la República Popular China, se acuñó en Occidente la expresión “el peligro amarillo”, que no era sino el reflejo del temor e inseguridad que producía una realidad poco conocida y de unas dimensiones difícilmente abarcables que “se pensaba” podría poner en peligro nuestro modo de vida. Es cierto que entonces el riesgo de conflagración nuclear influía en estos temores. Pero era sobre todo la imparable multiplicación de los chinos lo que causaba incertidumbre.

Treinta años después, asistimos a una carrera entre todos los países occidentales por estar presentes en el desarrollo de China. Todos queremos ser los primeros en recibir a los miles de ciudadanos chinos que, alcanzado el alto nivel de bienestar, quieren hacer turismo en el exterior. En los últimos tiempos se han multiplicado los “sinólogos”. No hay ya universidad o centro de estudios que se precie que no cuente con un departamento de estudios orientales, o no tenga en su nómina algún especialista en China. La revolución que ha supuesto un país de más de un billón de habitantes creciendo al ocho o nueve por cien anual durante cerca de 20 años ha hecho olvidar nuestros temores, y nos ha despertado a una realidad que, simplemente por su magnitud y lejanía geográfica y cultural, asustaba. Algo parecido, mutatis mutandi, va a acabar ocurriendo en el caso de África subsahariana y no debemos ser los españoles los últimos en darnos cuenta.


Motivos para el optimismo


Es verdad que el índice de pobreza al sur del Sahara es el más alto del mundo, y que el número de personas que vive por debajo de este umbral pasó de 241 millones en 1990, a 323 millones en 2000, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).(3) Sin embargo, en los últimos años, ha aparecido un dato esperanzador: la tasa de crecimiento del conjunto de las economías africanas es superior a la tasa de crecimiento de su población. De acuerdo con las previsiones de la Comisión Económica para África, el continente habrá crecido alrededor del 4,2 por cien en 2003. Aún estamos lejos del objetivo del siete por cien anual, establecido en la Cumbre del Milenio, necesario para reducir a la mitad los niveles de pobreza para 2015. Pero parece claro que se ha emprendido un camino de recuperación con difícil vuelta atrás.

Paralelo a este desarrollo económico, se están produciendo avances de consideración en el terreno político. En la década de los noventa asistimos con horror al genocidio de Ruanda, a la guerra del Congo, a los conflictos de Liberia y Sierra Leona. Durante años nos acostumbramos a las permanentes guerras civiles de Angola y Etiopía. Y aunque se produjeron los éxitos de la independencia de Namibia y, sobre todo, del fin del apartheid en Suráfrica, el continente parecía incapaz de liberarse de la maldición de los enfrentamientos tribales y de las sangrientas luchas por el control de los recursos minerales. Con la llegada del nuevo milenio se alcanzan esperanzadores acuerdos de paz en Angola y Congo. Comienzan a cristalizar procesos de re conciliación en Sudán, Ruanda y Burundi. Desaparecen de escena, por muerte o destierro, algunos de los líderes culpables de la situación de sus países, como Foday Sankoh, Charles Taylor o el propio Jonas Savimbi. Y, sobre todo, se da un hecho desconocido hasta ahora: el protagonismo de los propios africanos en la resolución de sus conflictos.


En efecto, liderados por Suráfrica y Nigeria, como potencias regionales, los países africanos asumen un papel protagonista para la solución de los conflictos en su región. Estos dos países, principalmente, realizan labores de mediación en los conflictos o envían tropas para hacer efectiva la pacificación. Se crean fuerzas regionales con la participación de varios países para responsabilizarse de distintas operaciones de mantenimiento de la paz. Es cierto que la comunidad internacional acompaña en este proceso. Basta recordar que más del 60 por cien del trabajo del Consejo de las Naciones Unidas está dedicado al continente o a iniciativas como “todo menos armas” o el proceso Kimberly sobre el comercio de diamantes. Pero es indudable que sin este protagonismo de los propios africanos no se hubieran logrado estos éxitos.

Figuras como Thabo Mbeki, en Suráfrica, u Olusegun Obasanjo, en Nigería, alcanzan un nivel de reconocimiento y de peso internacional desconocido en presidentes subsaharianos. Junto a ellos, surgen líderes como Me Abdoulaye Wade, en Senegal, o Mwai Kibaki, en Kenia, salidos de unas elecciones democráticas, en las que los partidos en el gobierno desde la independencia pierden, por vez primera, el poder. O como Meles Zenawi, en Etiopía, que acepta –primer caso en la historia del continente– la independencia de una antigua región de su país, Eritrea, y es capaz de firmar una paz generosa tras ganar una guerra con la nueva nación. ¿Es ésta, por fin, una nueva manera de entender la política en África? ¿Estamos ante la aparición de esa esperada tercera generación de líderes, tras la independencia, que va a dar el salto definitivo hacia la modernización y el desarrollo político y económico del continente? Creo, sinceramente, que hay que apostar por que esto sea así.

En 2001 y 2002 se han puesto en marcha dos iniciativas africanas que, con todas las reservas, suponen sendos hitos en el proceso de desarrollo de la región. Me refiero a la Nueva Estrategia de Cooperación para el Desarrollo Africano (Nepad) y a la constitución de la Unión Africana. En ambas se pone de manifiesto la voluntad de los africanos en hacerse cargo de sus propios problemas y la decisión de los líderes más destacados de crear mecanismos efectivos para reforzar la estabilidad del continente y hacer frente a los retos de su desarrollo.

No voy a entrar en el contenido de estas iniciativas, de sobra conocidas, pero sí quiero referirme a dos de sus instituciones concretas: el Consejo de Paz y Seguridad de la Constitución y el Mecanismo de Revisión Paritaria de la Nepad (APRM, en sus siglas en inglés). Y lo hago porque representan esa nueva manera de entender la política en África y entre los africanos. La Constitución otorga al Consejo de Paz y Seguridad el derecho a intervenir en un país miembro en caso de grave violación de los derechos humanos, y el APRM es un órgano de fiscalización, por parte de los propios líderes africanos, de los criterios de buen gobierno político, económico y hasta empresarial de los Estados parte.

Cierto que son dos iniciativas recientes que no se han probado todavía. Cierto que el APRM es un mecanismo de carácter voluntario al que un país se somete no al que es sometido. Pero ya Ruanda, Kenia, Ghana y Mauricio han pedido y van a comenzar a ser evaluados, y hay una lista de hasta 16 Estados que lo serán entre 2004 y 2006. Y, en todo caso, ésta es la primera vez que los dirigentes africanos reconocen el derecho a la intervención humanitaria por parte de otros Estados de la región en sus propios países, y ponen su prestigio personal a prueba con la creación de un mecanismo de supervisión, en el que los supervisores son ellos mismos.


Causas de preocupación


No quiero ocultar que siguen existiendo problemas –¡y cuántos!– que han causado la imagen negativa del continente, y que nos preocupan a todos. Muchos de los países se encuentran en ese estadio de premodernidad del que habla Robert Cooper. La colonización no pudo hacer desaparecer la identidad tribal de los africanos. La independencia llegó antes de que se consolidara una clara conciencia nacional. Y 30 años después, en los africanos conviven tres sentimientos: una nítida conciencia de africanidad, un sentimiento de lealtad a una tribu, organización que ya no da respuesta a sus necesidades en la vida moderna, y finalmente un vínculo a un Estado que ya existe, y que ha surgido del reparto colonial.

Este vínculo estatal, en muchos de los casos, es más débil que el tribal. Y así nos encontramos con Estados que son instrumentos en manos de un grupo étnico y que éste utiliza en beneficio propio y contra sus connacionales de otras tribus.(4) En otras ocasiones la necesidad de reparto entre multitud de tribus hace del Estado un instrumento con escasa operatividad, incapaz de cumplir con sus funciones por falta de control real. Pero en todos los casos existe un sentimiento nacional, acaso no tan fuerte como el occidental, pero ya irrenunciable para cualquier africano.

La dualidad de sentimientos tribu-nación ha sido, a veces, causa de las más atroces violaciones de derechos humanos. El enfrentamiento entre hutus y tutsis es el ejemplo paradigmático. Pero es, sobre todo, lo que ha motivado los elevados niveles de corrupción del continente, durante las primeras décadas tras la independencia, y la aparición de esa clase que algunos han denominado la “cleptocracia africana”.


Esta endeblez del Estado africano, en general, no le ha permitido hacer frente a los grandes retos del desarrollo de sus poblaciones. Que un país como Etiopía, que debía ser autosuficiente en agricultura, sufra constantes catástrofes alimentarias; o que una nación ahora rica, como Guinea Ecuatorial, no disponga de un solo hospital digno –por citar dos casos– dan buena muestra de lo que expongo.

Pero es que, además, esta fragilidad de la institución estatal no hace sino aumentar la extensión de los llamados “riesgos transnacionales”. El crimen organizado, las enfermedades de rápido contagio, el tráfico de seres humanos, reclaman sin duda la cooperación internacional, pero ésta únicamente puede hacerse sobre la base de cierto nivel de control del territorio, por parte de los Estados, y de una suficiente lealtad de la población hacia ese mismo Estado.

Quiero señalar, como hecho esperanzador, que entre los campos en los que ha iniciado sus acciones la Nepad en primer lugar está el relativo a la paz y la seguridad, con miras, entre otros aspectos, a hacer frente a las situaciones de inestabilidad del continente.

Confiemos en que estas iniciativas, junto con los esfuerzos en agricultura, infraestructuras, medio ambiente o turismo, que también se han puesto en marcha en el marco de la Nepad, tengan pronto resultados visibles.


Oportunidades en el momento actual


Tanto por solidaridad, como por interés propio, los principales actores de la escena internacional están acompañando a los africanos en su esfuerzo por lograr esa estabilidad necesaria sobre la que basar su futuro desarrollo. España no debe quedarse atrás.

Durante los últimos años, la acción exterior española ha iniciado nuevas líneas de actuación para hacer frente a desafíos esenciales para nuestro país, como la inmigración o el terrorismo. Aunque no pensadas para África subsahariana, las experiencias adquiridas en estos dos campos pueden ser de utilidad para esos países, y para el nuestro. Suráfrica sufre como pocos la realidad de una inmigración ilegal imparable. Muchos otros países, origen de inmigración, han comenzado programas de cooperación y firmado acuerdos en esta materia con España.


En relación a la lucha antiterrorista no hay que olvidar que países como Kenia, que ha sufrido macroatentados por parte de movimientos ligados a Al Qaeda, o como los del cuerno de África recibirían con agrado cuanta colaboración se les pudiese prestar. La acreditada experiencia española en este ámbito, máxime ahora que estamos desempeñando un papel protagonista en el comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad y en las reuniones del Grupo de Acción Antiterrorista del G-8 (CTAG, en sus siglas en inglés) sería muy valorada.

Por otro lado, una de las innovaciones recientes de nuestra cooperación al desarrollo ha sido la concentración en los asuntos de refuerzo institucional. Guinea Ecuatorial, Cabo Verde o Mozambique son algunos de los Estados que se han beneficiado de estos programas. La importancia que tiene, como he señalado anteriormente, la consolidación de los países en este momento hace tanto más valiosa esta clase de actuaciones.

Pero además se da la circunstancia de que, por compromisos internacionales establecidos en la cumbre de Monterrey,(5) nuestro país deberá dedicar entre el 0,15 y el 0,20 por cien del PIB a la ayuda a los países menos avanzados, entre los que están la mayoría de los africanos. Es evidente que nuestra prioridad en lo que se refiere a cooperación es y debe seguir siendo América Latina. Lo es, también, que debemos por tanto defender los intereses de los países de renta media. Pero es, asimismo, evidente que no podemos dejar de hacer un esfuerzo y aumentar la parte de nuestra ayuda dirigida a los países menos adelantados (PMA). Esto ha sido además reclamado –entiendo que con justicia– por muchas ONG españolas.

Asimismo, en la actualidad se está abriendo camino de forma imparable la exigencia de desligar las ayudas financieras a los países en desarrollo. Nuestro Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que ha desempeñado un papel importante en proyectos sanitarios, educativos y energéticos en algunos de estos países, deberá someterse a cambios. El componente donación se verá, con toda seguridad, incrementado. Y ello valdrá, no sólo para aumentar nuestra ayuda oficial al desarrollo (AOD), sino también para incrementar nuestra presencia y prestigio. Es el momento de estudiar sectores y países hacia los que dirigir estos nuevos fondos y hacernos presentes en África de forma efectiva. Y digo efectiva en toda la extensión de la palabra. Efectiva para el desarrollo socioeconómico de los países receptores, pero efectiva también para una mayor proyección de nuestras ONG en ellos, y efectiva para aumentar nuestra presencia empresarial e inversora, en esta etapa del despegue de sus economías.


Algunas opciones


No sé cuáles serán las decisiones de política exterior que nuestros gobiernos tomarán en el futuro, pero considero que de aquí a 20 años España debería haber consolidado una posición de aliado preferencial en Guinea Ecuatorial. Puede que a corto plazo subsistan recelos por ambas partes que hagan imposible esta relación especial. Pero hay que mantener la presencia en ese país hasta que se den circunstancias que permitan esa consolidación. Nuestra imagen en el continente depende en gran medida de cómo llevemos nuestras relaciones con nuestra única ex colonia africana.

Suráfrica debe, desde luego, ser otra de nuestras opciones de futuro. España es medianamente conocida y apreciada. Han sucedido ya algunos malos entendidos y discrepancias que nos permiten establecer nuevas bases a la relación bilateral. Nos unen hechos como procesos de transición a la democracia y que, salvadas las distancias, que son muchas, han condicionado nuestro pasado reciente; o como ser destino de flujos de inmigración ilegal, terreno en el que habrá que cooperar en el futuro. Varias de nuestras grandes empresas (Aceralia, Dragados) han realizado inversiones rentables, y son muchos los inversores españoles interesados en estar presentes en este país, no sólo por él, sino por ser la mejor puerta de entrada al resto del continente. Suráfrica cuenta con universidades y centros de investigación de primer nivel al que nuestros centros deberían prestar especial atención.

En Angola y Mozambique llevamos años de presencia y esfuerzo. Como en Suráfrica, España tiene una buena imagen de partida. Llegada la paz y la democracia en proceso de consolidación se debería aumentar nuestra cooperación e incentivar la presencia de nuestros empresarios en ambos.

No voy a seguir con la enumeración de posibles países objetivo. Creo evidente que Nigeria y Etiopía son apuestas que uno no puede dejar de hacer. Pero lo importante debe ser establecer planes por grupos de países y sectores.

El gobierno de Canarias ha comenzado, por razones obvias, un interesante proceso de acercamiento a los países de la fachada atlántica. Muchos de ellos necesitan inversiones en proyectos generadores de empleo y ven el turismo como primera elección. Al igual que ha ocurrido en el Caribe, algunos de estos países se convertirán a medio plazo en destino preferente del turismo internacional, y buscarán la experiencia española.

En sanidad, éste es el momento en que nuestros especialistas en enfermedades tropicales y nuestros investigadores tienen que recurrir, para formarse, a instituciones europeas como el Instituto Pasteur que cuenta con instalaciones y laboratorios en África. ¿No sería hora ya de que Estado, universidades e instituciones privadas hiciesen un esfuerzo de inversión e imaginación y creasen en alguno de estos países un centro hospitalario, que diese prestigio a España, y que además de curar enfermos sirviese para formar a nuestros especialistas, y donde éstos pudiesen colaborar a la formación del personal médico local?

Hay tantas oportunidades como se quiera. La experiencia de Unión Fenosa en Kenia o de Elecnor en otros países demuestra que en el terreno de la energía está casi todo por hacer y nuestros empresarios pueden hacerlo.

Actuaciones eficaces en todos estos terrenos o en cualquier otro ayudarán a mejorar la imagen de España en el continente, aun poco valorada, y redundarán en beneficio de los ciudadanos de esos países y de los nuestros.


Conclusión


No es cierto que África no tenga solución. Sería trágico que los árboles del sida, la corrupción, los conflictos o el hambre nos impidiesen ver el bosque del despegue del continente. Los principales países y organizaciones del mundo han apostado por África. Estados Unidos, Francia, Japón, Alemania o Reino Unido han situado al continente negro entre sus prioridades. España no puede y no debe estar ausente.

La emergencia de África es imparable. Con los cambios vendrán riesgos y oportunidades. Los africanos lo saben y han puesto en marcha mecanismos para hacer frente a los primeros y aprovechar las segundas. Pero necesitarán acompañamiento en el proceso, y aquéllos que estén desde el principio serán los más beneficiados. Tanto si miramos a esos riesgos, como si lo hacemos a las oportunidades, a nuestro país le va mucho en la apuesta.

Ayudar a la consolidación de los Estados, evitar los riesgos de la expansión del terrorismo, colaborar a una salud y una educación mejores, fomentar el respeto de los derechos humanos no hacen sino reforzar una estabilidad que, aunque sólo sea por proximidad geográfica, nosotros somos los más interesados en que se dé.

Sería ceguera no apoyar desde un principio los proyectos de desarrollo económico de una región que va a contar, en un plazo no lejano, con un billón de habitantes y que cuenta ya con importantes recursos naturales.
Otros ocuparían nuestro lugar.

Es cierto que España tiene poca tradición en África. Pero también lo es que en acciones emprendidas tanto por la administración como por las ONG en la ayuda al desarrollo, así como por nuestras empresas en distintas operaciones hemos sido acompañados por el éxito. Aprovechemos la experiencia. No lleguemos tarde esta vez.


Ramón Gil-Casares es ex secretario de Estado de Asuntos Exteriores.

1.Ministerio de Defensa. Panorama Estratégico 2003/2004.

2.Oficina del censo de EE UU, Global population profile: 2002. Washington D.C., marzo 2004.

3. Oficina Internacional del Trabajo, Decent work for Africa’s development. Tenth AfricanRegional Meeting (Addis Abeba, diciembre 2003).

4. Naciones Unidas. Informe de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo. Monterrey (México),
18-22 de marzo de 2002.

5. Véase Role of the State and Governance. Africa Seminal: –Beyond Adjustment– Maastrich 1990
.
John Enki

Ilustrísimo Señor Don Antonio Rubio:

En primer lugar, y tal y como a mi me enseñaron en segundo de bachillerato, cuando se habla en plural (26,5 millones), el artículo ha de ser también en plural, (los lavó, en lugar de, lo lavó).
De nada.

En segundo lugar ilustrísimo:

Filesa
B. O. E.
Banco de España
Gal y los fondos reservados
El señor Julián Muñoz
El señor Roca de Marbella
EL 3% DE SOBORNOS DE LOS CONTRATISTAS DE OBRA PUBLICA EN LA COMUNIDAD CATALANA
Los pelotazos de Felipe González en Venezuela
Los pelotazos del hermanisimo de Guerra
Los escándalos urbanísticos en la Comunidad Balear
Y un larguísimo etcétera, que no cabría en la enciclopedia Espasa.

Es facilísimo ir a buscar pecados, en aquellos lugares que nos pillan de lejos y con los que el lector medio no está familiarizado.
Sin mencionar que del gobierno de Guinea Ecuatorial, ilustrísimo, no espera tener usted ningún perjuicio (¿).
Otra cosa es poner el dedo en la llaga y ser una china en el zapato, para algún preboste patrio. Ahí, ilustrísimo, se juega usted el carrito de Carrefour y la hipoteca.
Le podría dar pistas, ilustrísimo, acerca de los blanqueos de dinero de más de una docena de capitostes patrios, pero ese, ilustrísimo, es su trabajo, no el mío, y en cualquier caso, dudo mucho que publicara usted una letra al respecto. También dudo mucho, que su editor se lo permitiera.

Si les importaría a los españoles, y mucho precisamente, aquellos casos de prebostes patrios, de los que jamás usted, ilustrísimo, nos hablará.
Puede usted, ilustrísimo, seguir buscando en los hipermercados de no-noticias, las no-interesantes, no-impactantes, no-ciertas, anodinas, y edulcoradas portadas de artículos somníferos.

Siga usted, ilustrísimo no pensante, trayéndonos no noticias de ninguna parte, yo, me voy a ver mira quien baila, que eso si que mola.
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Maripili
CITA(Julian Navascues @ Dec 5 2008, 08:39 PM) *
Guinea Ecuatorial en perspectiva

POLITICA EXTERIOR. 54, X
Noviembre / Diciembre 1996


PESE a su recurrente y con frecuencia espectacular aparición en los medios españoles de comunicación, las relaciones con Guinea Ecuatorial constituyen uno de los capítulos paradójicamente menos conocidos de la política exterior de nuestro país. El convencimiento de que en el origen del problema existe una descolonización plagada de errores, realizada bajo la presión de las Naciones Unidas y llevada a cabo en medio de fuertes tensiones en el interior del régimen de Franco, parece haber excusado cualquier análisis que intente, no ya explicar las razones de una crispación permanente desde la misma fecha de la independencia en 1968, sino sobre todo fundamentar una política de largo alcance que, a falta de resolver el contencioso, lo reduzca al menos a sus justas proporciones y permita, al mismo tiempo, gestionarlo con eficacia para nuestros intereses reales y de acuerdo con las exigencias del respeto a los derechos humanos y la democratización.


Uno de los hechos que quizá más ha marcado la situación política y económica del continente africano tras la descolonización ha sido la contradicción ideológica que subyacía a los planteamientos nacionalistas: éstos no reivindicaban la salida del colonizador para recuperar las estructuras políticas previas a la ocupación, sino para erigir un Estado sobre el modelo europeo, fuera en su variante socialista o, más raramente, liberal. La consecuencia más inmediata de esta paradoja en origen, y que sigue determinando en gran medida la evolución actual de los países al sur del Sáhara, es que se establece una coexistencia en muchos casos aberrante de la reciente estructura estatal y formas de organización precoloniales, normalmente de carácter familiar o tribal. De este modo, un buen número de Estados africanos sólo lo son hacia el exterior, mientras que hacia el interior conservan una estructura de poder que nada tiene que ver con la fachada externa. Si se tiene en cuenta que en Guinea Ecuatorial existen zonas como Mongomo y otras poblaciones próximas a la frontera continental, que no tuvieron ningún contacto con la cultura europea hasta bien entrado el siglo XX, se comprenderá la compleja naturaleza de la estructura del poder guineano: la fórmula estatal acaba de cumplir veinticinco años, en tanto que las instituciones tribales han sido las únicas que existían en el interior del país hasta pocas fechas antes de la independencia.

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José María Ridao, diplomático, ha sido consejero de la embajada de España en Malabo (1992-94).



CITA(Katharina Von Strauger @ Dec 10 2008, 03:11 PM) *
¿El Haití africano?

Aprender de los errores del pasado

Juan Velarde Fuertes


POLÍTICA EXTERIOR
99. Mayo / Junio 2004




Cuando tomé contacto físico con Guinea Ecuatorial en 1962, en los preludios de la independencia, resplandecía su alto nivel de consumo, público y privado. Me correspondió la responsabilidad, como presidente de la Comisión del Plan de Desarrollo Económico y Social de Guinea Ecuatorial, de calcular, por primera vez, sus macromagnitudes esenciales, con la ayuda del estadístico facultativo Darío Martínez Esteras y del economista del Estado Rafael de Cossío. Ratificaban lo que se contemplaba en las entonces “dos provincias”, y especialmente en la de Fernando Poo.


Todo esto se encuentra en el volumen Plan de desarrollo económico de la Guinea Ecuatorial (comisaría del Plan Económico y Social. Presidencia del gobierno, 1963), con dos largos artículos míos de complemento. Uno titulado “Problemas de empleo en Guinea Ecuatorial”, que apareció en el número 2 (1964), de la Revista de Trabajo, y otro, “El Plan de Desarrollo económico y social de Fernando Poo y Río Muni”, que se publicó en un número especial (julio 1964), de Archivos del Instituto de Estudios Africanos.


La descolonización se hizo mal. Alguna vez habrá que contar por qué el tirano, Francisco Macías Nguema, se hizo con el poder. Cuando fue depuesto, tras el llamado “golpe de libertad”, por el actual presidente, Teodoro Obiang Nguema, dejaba como fruto de su política un país hundido en la miseria. Con la información que existía me fue posible redactar dos ensayos. Uno, largo, que se publicó en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica, enero-diciembre 1979, pensando en el futuro, que titulé “Problemas económicos de Guinea Ecuatorial”. Después hubo otro, más breve, basado en un libro qué entonces parecía de cierto interés, que apareció en Ya (23 de agosto de 1980) y que también pensaba en el futuro. Cuando pasó este país del área de la peseta a la del franco CFA, en la reunión franco-española –asombrosamente, para los que saben un poco de historia– de La Granja de San Ildefonso, a causa, daba la impresión, de una exigencia francesa que se relacionaba con nuestro ingreso comunitario, o quizá con la lucha contra el terrorismo de ETA, llamé la atención sobre lo que podía suceder después, casi con un grito de angustia, en el editorial en Ya“¿Adiós a Guinea Ecuatorial?”. Finalmente, preocupado por ciertas tendencias que podrían asentarse en Guinea Ecuatorial, recopilé, como una especie de escalofriante enseñanza del pasado para el futuro, todas las numerosas informaciones que había recogido como representante del gobierno español en las dos visitas que hice a este país nada más caer Macías, y las publiqué, bajo el título de “La economía del terror ”en el tomo Homenaje al profesor Sampedro (Fundación Banco Exterior,1987), ensayo que de algún modo se relaciona con mi editorial en ABC (4 de marzo de 1987).

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Juan Velarde Fuertes es consejero del Tribunal de Cuentas


Este asunto de que Obiang y familia esta sacando dinero de Guinea y lo esta invirtiendo en propiedades inmobiliarias en España, Francia y los Estados unidos no es un invento de periodistas españoles sino que lo dicen también los periodistas franceses y norteamericanos.

Es cierto que la prensa española no dice nada de los negocios que se hacen en África por parte de empresas o particulares, pero no es menos cierto que Guinea cuando era colonia española tenia una mejor gestión que ahora, en educación, sanidad, administración.

Lo que nadie dice es lo que ocurrió inmediatamente antes y después de la independencia y parece ser que lo sabe mucha gente pero no lo dicen; Juan Velarde, Ridao, Padilla (que no dice ni pio), Ataulfo (que sabe de que va esto y no lo cuenta)

Pepin
CITA
Françafrique : les dinosaures n’ont pas perdu toutes leurs dents (I)

africamix
LA CASE A PALABRES
13 décembre 2008


(Paris) - Omar Bongo Odimba (à la tête du Gabon depuis 1967…), Denis Sassou Nguesso (au pouvoir au Congo de 1979 à 1992, puis depuis 1997), et Teodoro Obiang Nguema Mbasogo (aux commandes de la Guinée équitoriale depuis 1979) n’aiment pas du tout que l’on s’occupe de leurs “petites” affaires.

Depuis le 2 décembre 2008, une nouvelle plainte a été déposée contre ces messieurs pour “recel de détournement de fonds publics, blanchiment, abus de biens social, abus de confiance et complicités” par Transparence International, Sherpa et Grégory Mintsa, citoyen gabonais. Le tribunal de grande instance de Paris ne s’est pas encore prononcé sur la recevabilité de la plainte et désignera, s’il la juge recevable, un juge d’instruction. Cette plainte est la troisième, après celles infructueuses de mars 2007 et juillet 2008.

Malgré les batteries de casseroles et marmites sanglantes que traînent ces dirigeants (Omar Bongo, Denis Sassou Nguesso, Teodoro Obiang), ce nouveau dossier dérange. Le site Médiapart vient en effet de diffuser un enregistrement téléphonique, reçu par Benjamin Toungamani. “Tu te mets bien dans la tête, tu retires ta plainte (…) Ton petit-fils et ta femme n’ont rien à voir là-dedans (…)“.

Benjamin Toungamani vit en France depuis vingt-cinq ans. Il est l’une des personnes qui accusent avec le plus de pugnacité les dirigeants africains et préside la Plate-forme congolaise contre la corruption et l’impunité. Son épouse Béatrice avait participé à la première plainte de mars 2007

Lors du dépôt de cette première plainte, au fil des procès-verbaux, les patrimoines mobiliers et immobiliers de ces dirigeants africains “amis de la France”, apparaissent. Omar Bongo et sa famille sont propriétaires de 33 appartements, hôtels particuliers et villas à Paris et sur la Côte d’Azur. Denis Sassou Nguesso et sa famille possèdent 17 propriétés dans les quartiers les plus chers de Paris. Des patrimoines évalués à plusieurs dizaines de millions d’euros, voire plusieurs centaines de millions d’euros.

Sans oublier des dizaines de comptes bancaires ouverts rien que dans des établissements français, hors paradis fiscaux que connaissent bien ces personnes. Et puis, le luxe se vit également au volant de voitures somptueuses : Ferrari, Bugatti… Un seul exemple : la Bugatti Veyron 16.4 de Teodoro junior, fils du chef de l’Etat guinéen Obiang, d’une valeur d’un million d’euros, achetée par la Somagui Forestal, société d’exploitation forestière dirigé par… Teodoro Obiang.



http://africamix.blog.lemonde.fr/2008/12/1...-leurs-dents-i/

http://www.africaintelligence.fr/lc-/default.asp

http://www.mediapart.fr/journal/france/081...rigeants-africa



CITA
Françafrique: los dinosaurios no han perdido todos sus dientes (I)

africamix
LA CASE A PALABRES
13 décembre 2008


París) - A Omar Bongo Odimba (preside Gabón desde el 1967), a Denis Sassou Nguesso (en el poder en el Congo de 1979 al 1992, luego desde 1997), y a Teodoro Obiang Nguema Mbasogo (preside Guinea ecuatorial desde 1979) no les gusta en absoluto que se ocupen de sus "pequeños" asuntos.


Desde el 2 de diciembre de 2008, una nueva demanda ha sido presentada contra estos señores por "encubrimiento de desvío de fondos públicos, blanqueo de capitales, abuso de bienes sociales, abuso de confianza y maquinación fraudulenta" por Transparencia Internacional, Sherpa y Grégory Mintsa, ciudadano gabonés. El Juzgado de Primera Instancia de París todavía no se pronunció sobre la admisibilidad de la demanda y designará, si lo considera pertinente, un juez de instrucción. Esta demanda es la tercera, después de las fallidas de marzo de 2007 y julio de 2008.


A pesar de las protestas y de los asuntos turbios que arrastran estos dirigentes (Omar Bongo, Denis Sassou Nguesso, Teodoro Obiang), este nuevo expediente molesta. Médiapart acaba en efecto de difundir una grabación telefónica, recibida por Benjamin Toungamani. “a ver si te enteras, tu retiras la demanda (…) Tu nieto y tu mujer no tienen nada que ver en este asunto (…) ".


Benjamin Toungamani vive en Francia desde hace veinticinco años. Es una de las personas que acusan con más tenacidad los dirigentes africanos y preside la Plataforma congolesa contra la corrupción y la impunidad. Su esposa Béatrice había participado en la primera demanda de marzo de 2007.


Desde la presentación de esta primera demanda, en el curso de los juicios orales, los patrimonios mobiliarios e inmobiliarios de estos dirigentes africanos "amigos de Francia ", han salido a la luz. Omar Bongo y su familia son propietarios de 33 apartamentos, casas particulares y villas en París y en la Costa Azul. Denis Sassou Nguesso y su familia poseen 17 propiedades en los barrios más caros de París. Patrimonios evaluados en varias decenas de millones de euros, quizás centenas de millones de euros.


Sin olvidar decenas de cuentas bancarias abiertas en establecimientos franceses, o en paraísos fiscales que conocen bien estas personas. Y luego, el lujo también se vive en el volante de coches suntuosos: Ferrari, Bugatti… Un solo ejemplo: El Bugatti Veyron 16.4 de Teodorin, hijo del jefe de Estado guineano Obiang, que cuesta un millón de euros, comprada por Somagui Forestal, sociedad de explotación forestal dirigido por..... Teodoro Obiang.


En francia se aplica la diplomacia paralela igual que aqui.
Bruce Beelher
Coltán, el regalo envenenado de Congo


ORIOL GÜELL

EL PAIS SEMANAL
14-12-2008


En un lugar plagado de injusticias, la más cruel es la que obliga a los niños mineros del este de la República Democrática del Congo a dejar la escuela para escarbar en las minas artesanales que proliferan en las provincias de Katanga y los Kivus. Por menos de un dólar al día, casi desnudos y a menudo malnutridos, estos menores alimentan el mercado mundial de coltán, cobre, estaño y cobalto mientras hacen aún más profundo el agujero humano en el que habitan. En un país incapaz de sacar partido a sus enormes riquezas naturales, una nueva generación se pierde condenada a trabajar a una edad en la que, en el resto del planeta, los niños van a la escuela y juegan con videojuegos que funcionan con los minerales que ellos arrancan del subsuelo. "Están atrapados en un círculo del que es casi imposible salir", asegura François Philippart, cooperante belga que lleva cuatro años en la provincia de Katanga tratando de devolverles a una vida de educación y familia. "Sin dinero para pagar la escuela y sin otra forma de mantenerse, muchas familias se ven obligadas a poner a trabajar a los niños. Muchas veces nos encontramos a familias enteras, padres, hijos y sobrinos, trabajando juntos en las zanjas".

El colapso de Congo como Estado ha dejado a muchos de sus ciudadanos en una situación de extrema vulnerabilidad. Como en ningún otro rincón del mundo, en este país de 66 millones de habitantes, tan grande como Europa occidental, se hace evidente que vivir sobre una tierra llena de riquezas puede ser la mayor de las condenas para un pueblo y sus niños


1. Historia de un expolio. La promesa de una tierra llena de riquezas fue la que atrajo a Leopoldo II, rey de Bélgica, a tomar posesión de este rincón de África cubierto de selvas y surcado por caudalosos ríos en 1884. Congo no pasó a ser una colonia más, sino la única propiedad particular de un monarca obsesionado en extraer tanto oro, maderas y café -entre otros productos tropicales que la metrópoli estaba ansiosa por consumir- como fuera posible. Las cosas apenas cambiaron a partir de 1908, cuando el Gobierno belga asumió la soberanía del país, y Congo llegó a la independencia en 1960 con 16 millones de habitantes y menos de 20 licenciados universitarios. ¿A dónde podía ir un país así?, se pregunta el periodista Stephen Smith, corresponsal en la zona del diario francés Le Monde, en el libro Negrología. Por qué África muere. La respuesta es que iría a una de las dictaduras más corruptas y salvajes que han existido en un continente casi tan rico en minerales como en regímenes despóticos.

Tras cinco años de convulsiones y en un golpe promovido por los Gobiernos de Estados Unidos y Bélgica, Mobutu Sese Seko se adueñó del poder en Congo en 1965, se enriqueció tanto como pudo y no lo soltó hasta que Laurent Kabila, padre del actual presidente, Joseph Kabila, le echó del país en 1997. Pero la vida sin Mobutu no fue mejor para los congoleños, que pasaron otros siete años sumidos en una guerra en la que se vieron implicados siete países y que, con más de cuatro millones de muertos, fue la más sangrienta desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora, la revuelta contra el Gobierno de Kabila del general tutsi Laurent N'Kunda amenaza con poner fin a la frágil paz que la comunidad internacional intenta imponer desde 2003. En estos casi 135 años han pasado los reyes, los gobiernos y las guerras, pero todos han tenido en común el expolio de un país y el trabajo infantil en las minas, que han financiado los sistemas que les explotan.



2. La pesadilla del coltán. Las nuevas tecnologías llegaron a finales del siglo XX al este de Congo en forma de un nuevo mineral que arrancar de las montañas: el coltán. El país cuenta con las mayores reservas mundiales conocidas (hasta el 80%, según algunos cálculos) de esta extraña aleación de la que se extrae el tantalio, metal de gran resistencia al calor y unas propiedades eléctricas que lo hacen insustituible en los teléfonos móviles, consolas de videojuegos y todo tipo de equipos electrónicos. Fácil de extraer y muy valioso -a principios de esta década se llegó a cotizar a más de 700 euros el kilo-, el coltán fue el combustible que engrasó las múltiples facciones que protagonizaron la gran guerra entre 1997 y 2003.

Con el país sumido en una complejísimo conflicto, con hasta seis facciones que en ocasiones llegaron a luchar todos contra todos, millones de personas se vieron desplazadas de sus cosechas y, en una nueva vuelta de tuerca, las mismas minas que financiaban a los grupos en lucha se convirtieron en focos de atracción para familias enteras que allí encontraban su única fuente de ingresos.

Pero el mismo mineral que les permitía subsistir era el que envenenaba todo el sistema político del centro de África. El pueblo congoleño podía ser pobre, estar malnutrido y presentar unas tasas de analfabetismo superiores al 33%, pero quienes estaban detrás de la guerra y la explotación del coltán eran eficientes ministros, generales y políticos. Un informe elaborado por expertos del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 2002 puso nombre y apellidos a decenas de militares y gobernantes de Congo, Uganda, Ruanda, Burundi y Zimbabue que, perfectamente organizados, se lucraron con la exportación del coltán a Europa, Asia y América.

La explotación del coltán se mantiene hoy en Congo, aunque ha perdido peso debido al descenso de precios que ha sufrido en los últimos años. "Hoy es la casiterita la que está dando los mayores casos de explotación infantil y trabajos forzados", explica Carina Tertsakian, de la ONG Global Witness, especializada en denunciar la explotación de los recursos minerales en Congo. Este mineral, del que se extrae el estaño, componente esencial de múltiples aleaciones, predomina en la parte este de Congo, la más sacudida por la intervención extranjera y las luchas fratricidas en el país.

Los precios fijados en los mercados internacionales pueden tener su impacto en las explotaciones minerales en Congo, pero "poco cambiará sobre el terreno a efectos prácticos", asegura François Philippart. "La casiterita y el coltán, por ejemplo, suelen encontrarse en los mismos sitios y, mientras se mantengan las estructuras de poder y los sistemas de explotación fuera de la ley, por milicias o el propio Ejército, los niños seguirán siendo explotados", añade.


3. El Estado que no protege. Tras el fin de la guerra, y con el apoyo de la comunidad internacional, Congo celebró elecciones presidenciales en 2006. Se abría así un periodo de esperanza que hoy ha defraudado a casi todo el mundo. Los ejemplos están por todas partes en Goma, capital del Kivu Norte, una ciudad tomada por el Ejército de la República Democrática del Congo y los cascos azules de la ONU, pese a lo cual los rebeldes del general N'Kunda llegaron el pasado 30 de octubre a sólo 10 kilómetros de su trazado urbano. Los soldados del Ejército han incurrido en múltiples violaciones de los derechos humanos contra la población a la que deben proteger, el último episodio tras la ofensiva de N'Kunda en Goma, cuando en su retirada se dieron al saqueo, mataron a decenas de civiles y violaron a miles de mujeres. Los soldados llevaban meses sin cobrar su salario, que se pierde en la maraña de corrupción de los oficiales.

Tampoco las escuelas del sistema público funcionan. "Menos de la mitad de los profesores cobra su salario y los centros se ven obligados a cobrar a los alumnos para pagar al resto y mantener las instalaciones", afirma Juanjo Aguado, del Servicio Jesuita al Refugiado, ONG que trata de suplir las carencias de la educación pública en la zona del Rutshuru, en Kivu Norte. "Muchas familias no pueden pagar estas contribuciones, aunque sean pequeñas, lo que aboca a los niños al trabajo infantil", alerta Tasha Gill, de Unicef en Congo.

La violencia sexual es la otra gran lacra que se ceba con la infancia en el país. Sin fuerzas del orden que les protejan ni educación con la que labrarse un futuro, jóvenes de ambos sexos quedan expuestos a todas las formas de explotación, desde las violaciones en masa a la prostitución. "Para ellos es un trauma que les marca por toda la vida", explica Gill. "La vergüenza, las enfermedades de transmisión sexual y el golpe brutal que sufren desde muy pequeños en su autoestima hace que en muchos casos sólo sean capaces de sobrevivir adoptando para la edad adulta los hábitos adquiridos de violencia y falta de respeto que ellos han sufrido".

Congo se encamina hacia otra generación perdida, la séptima u octava consecutiva desde la llegada del poder colonial. Los datos de Unicef hablan de un sistema sanitario público apenas existente, de casi la mitad de los niños sin escolarizar, de un 31% de menores de cinco años con malnutrición y de una mortalidad infantil antes del primer año que alcanza a uno de cada doce menores bebés. Un informe de Médicos Sin Fronteras alerta de que, en las zonas en conflicto, cada año mueren uno de cada ocho menores de cinco años. Unas cifras que no mejoran desde hace dos décadas. Mientras, los niños siguen trabajando en las minas.




http://www.elpais.com/articulo/portada/Col...elpepspor_9/Tes
Francisco Alegre
Los ‘nuevos líderes africanos’ se convierten en dinosaurios

Gonzalo Sánchez-Terán

Considerados por Estados Unidos y Reino Unido como la esperanza de paz y progreso para África a finales de los años noventa, los presidentes de Eritrea, Etiopía, Ruanda y Uganda han desvelado sus ambiciones regionales y su carácter autoritario.


POLÍTICA EXTERIOR, 112
Julio / Agosto 2006


En marzo de 1998, Bill Clinton emprendió una larga gira por el continente africano. Este viaje configuró la historia de África en el arranque del nuevo milenio. Sería el pistoletazo de salida de un nuevo orden; desdichadamente en sentido literal. Ni el momento ni el itinerario habían sido elegidos al azar: la enorme popularidad del presidente demócrata empezaba a resquebrajarse por los escándalos sexuales, y la política exterior –como un cuarto de siglo antes para Richard Nixon– parecía el mejor burladero donde resguardarse de las embestidas de la prensa estadounidense y recuperar la estima de los votantes. Clinton decidió que su visita fuera un acto de contrición pública por los pecados del pasado, los colectivos y los personales.


El presidente eligió tres de los lugares más dramáticamente significativos de la historia africana para pedir perdón: la isla de Gorée, frente a Dakar, Senegal, durante siglos uno de los epicentros del tráfico de esclavos; Soweto, donde Estados Unidos debía expiar sus décadas de apoyo al régimen del apartheid surafricano; y sobre todo Ruanda, la visita más dura para un hombre cuya decisión personal, no su raza o su país, había impedido en abril de 1994 que las Naciones Unidas emplearan el término “genocidio” para definir lo que allí estaba sucediendo y que una fuerza de paz internacional detuviera la matanza de 800.000 seres humanos.


Pero la gira africana de Clinton tenía un segundo objetivo, recuperar un continente que EE UU había abandonado voluntariamente tras la catástrofe de la operación Restaurar la Esperanza en octubre de 1993, saldada con 18 soldados estadounidenses muertos en las calles de Mogadiscio y un país, Somalia, empozado en un conflicto del que aún no ha salido. Como gato escaldado, la primera reacción de la inexperta administración fue retirarse de un África que, en el mundo posterior a la guerra fría, había perdido gran parte de su valor geoestratégico. Sin embargo, Clinton pronto comprendió lo que sus predecesores: que era mucho más fácil y menos expuesto proteger los intereses estadounidenses en el continente negro a través de intermediarios. El viaje de marzo de 1998 sirvió para nombrar a esos intermediarios. A lo largo de la gira, Clinton acuñó la expresión “nuevos líderes africanos” para referirse a los dirigentes de Eritrea, Issaias Afewerki, Etiopía, Meles Zenawi, Ruanda, Paul Kagame, y Uganda, Yoweri Museveni. Estos nuevos líderes serían los adalides del “renacimiento de África”, jóvenes que habían tomado el poder luchando durante años contra viejos dictadores y que defendían la democracia. Lo primero era cierto. Lo segundo, como trágicamente ya habían comprobado millones de africanos, no.


Ciertamente, Afewerki, Zenawi, Kagame y Museveni representaban una nueva generación de líderes. A excepción de Museveni, quien no cobraría relevancia en la escena continental hasta los años noventa, los demás habían tomado el poder acabada la guerra fría. Desaparecida la Unión Soviética, la época del apoyo de las superpotencias a mandatarios fuertes y corruptos parecía haber terminado: los grandes dinosaurios nacidos de la política de “puede ser un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”(1) tenían los días contados.


La caída del más carismático de esos dinosaurios, Mobutu Sese Seko, dictador de Zaire, hoy República Democrática del Congo, fue el último acto de una era. El 29 de abril de 1997, con las tropas de Laurent Desiré Kabila a las puertas de Kinshasa, una delegación enviada por Clinton visitó en su mansión a un Mobutu mortalmente enfermo de cáncer y cuyas tropas se batían en retirada ante el avance de una guerrilla armada y dirigida por la Ruanda de Kagame. La delegación trató de convencer al anciano dictador congoleño de que aceptara la derrota y buscara el exilio para evitar más derramamiento de sangre. Mobutu, confuso, creyendo hablar con los representantes del país que le había mantenido en el poder durante casi 40 años, les dijo: “Si hacéis intervenir a vuestro ejército, esto se puede parar”.(2) Pero Mobutu no comprendía que la historia había pasado página: dos semanas después partía a morir lejos del Congo, y 11 meses más tarde Clinton llegaba a África para sancionar el nuevo orden.


Los nuevos líderes africanos que Clinton proponía como modelo para todas las naciones del continente por su compromiso con los Derechos Humanos y las libertades presentaban una ventaja extraordinaria: eran anglófonos. Mientras durante buena parte del siglo XX, en el resto del mundo la URSS y EE UU se repartían las esferas de influencia, en África, la auténtica división se producía –y se produce– entre los gobiernos aliados de Francia y los aliados de EE UU y Reino Unido. Esta rivalidad, que hunde sus raíces hasta el incidente de Fashoda,(3) ha hecho de África un tablero de ajedrez en el que anglófonos y francófonos luchan por la preponderancia. El ascenso de Kagame, cuyo idioma es el inglés, a la jefatura de un país francófono como Ruanda suponía un jaque mate en la turbulenta región de los Grandes Lagos a favor de EE UU.


Los cuatro nuevos líderes, limpios de las cicatrices de la guerra fría y llegados al poder tras una larga lucha por la libertad, mostraban un contraste enorme con los presidentes progalos, Paul Biya en Camerún, Omar Bongo Ondima en Gabón, Denis Sassou-Nguesso en Congo-Brazzaville, Gnassingbe Eyadema en Togo o Blaise Compaore en Burkina Fasso, también dinosaurios que habían adoptado a principios de los años noventa un multipartidismo de atrezo y se aferraban al poder con el respaldo de París. Todos ellos lucían un largo historial de desprecio por los Derechos Humanos y represión de grupos opositores. Los nuevos líderes, promocionados y financiados por EE UU y Reino Unido, eran el futuro, un futuro próspero y democrático que debía extenderse por todo el continente. A ojos de Clinton, el eje Ruanda-Uganda pasaba a dominar el África central del mismo modo que el eje Etiopía-Eritrea estaba destinado a estabilizar el cuerno de África. De regreso a Washington, el hombre más poderoso del planeta poco podía imaginarse que en menos de año y medio las dos parejas estarían en guerra y, más aún, que ninguno de los cuatro líderes tenía la más mínima intención de caminar hacia la democracia. O quizá sí lo imaginaba, pero no le importaba.


Eritrea y Etiopía: por un pedazo de desierto


El sueño del “renacimiento” en el cuerno de África no duró ni seis semanas. El 13 de mayo de 1998, el Parlamento etíope, en manos del primer ministro, Zenawi, declaraba la guerra a Eritrea, dirigida desde la independencia por Afewerki, a causa de un conflicto territorial en torno a la aldea de Badme, una población insignificante rodeada de desierto. Zenawi y Afewerki tienen biografías paralelas: ambos se sumaron a la rebelión contra las dictaduras de Haile Selassie y Mengistu Haile Mariam al terminar la universidad, ambos ocupaban puestos de mando en sus respectivos grupos rebeldes con veintipocos años, ambos compartieron amistad y estrategias militares, y ambos suprimieron cualquier conato de oposición cuando alcanzaron el poder tras la victoria en 1991.



Si bien después de la pacífica independencia de Eritrea, en 1993, parecía que la relación entre los dos Estados era cordial, con una moneda común y acuerdos comerciales preferentes, el encono fue creciendo: la separación había dejado a Etiopía sin litoral y la competencia económica llevó a Eritrea a crear su propia moneda, el nafka, en 1997. Enardecidos los ánimos, bastó una chispa para desencadenar la guerra. En junio de 1998 Zenawi ordenó a su aviación bombardear con napalm el aeropuerto de Asmara. EE UU, desconcertado ante una guerra entre sus dos principales aliados regionales, trató de mediar en el conflicto ayudado por Ruanda, pero los enfrentamientos continuaron hasta que Afewerki, dos años después, superado militarmente, se vio obligado a firmar el alto el fuego y a poner en manos de una Comisión de Fronteras la soberanía sobre la región de Badme. La guerra entre los dos nuevos líderes africanos, en la que lucharon 500.000 soldados, había costado 80.000 vidas, desplazado a 600.000 personas y destruido la economía de ambos países.


Mirando hacia atrás, lo que sorprende no es la guerra sino el cheque en blanco que el padrinazgo de Washington había otorgado a dos líderes cuyo compromiso con los Derechos Humanos y las libertades había sido escaso desde sus tiempos como guerrilleros. Entre la independencia de Eritrea y la guerra con Etiopía, Afewerki había mostrado su belicosidad en escaramuzas contra Yemen y Sudán. No solo cobijaba a los grupos opositores sudaneses, como deseaba EE UU, sino que pensaba que únicamente la victoria militar pondría fin al conflicto entre el norte y el sur. Cuando Kabila padre le visitó en julio de 1997 (por aquel entonces Kabila concitaba el respaldo de los cuatro nuevos líderes, algo que no tardaría en cambiar) Afewerki le condujo a la frontera con Sudán para convencerle de que apoyara una solución militar.


Desde el final de la guerra de Badme, Eritrea ha pasado de ser un régimen autoritario a convertirse en una auténtica dictadura. Criticado por 15 altos miembros de su partido, el 18 de septiembre de 2001, de espaldas a un mundo hipnotizado por los atentados contra las Torres Gemelas, Afewerki mandó atacar las casas de quienes habían sido sus compañeros durante la lucha por la libertad, encarceló a los que estaban en el país, clausuró los periódicos independientes y arrestó a los periodistas no afines.(4) Al hostigamiento contra toda forma de oposición se suma la persecución religiosa. En 2003 el gobierno aprobó una ley que obliga a todo ciudadano a dar información al Estado acerca de sus creencias religiosas para poder practicar su fe: aquéllos que no practican uno de los cuatro credos autorizados –islam, catolicismo, cristianismo ortodoxo y cristianismo evangélico– son golpeados y torturados hasta firmar su conversión a una religión legal. En marzo de 2004, la Comisión de Derechos Humanos de la Unión Africana (UA) condenó al régimen de Asmara, y en noviembre de ese año lo hizo la Unión Europea, confinando a Eritrea al aislamiento diplomático. Las consecuencias reales de este aislamiento quedan muy lejos de la diplomacia: cuando la hambruna golpeó Eritrea en el verano de 2005, los países donantes fueron reacios a aportar una ayuda que la población necesitaba desesperadamente.


Meles Zenawi ha desvelado su verdadero rostro más lentamente. Durante 15 años ha construido un país donde el desarrollo económico sombreaba el inmovilismo político. Gran amigo del primer ministro británico, Tony Blair, y apoyado incondicionalmente por EE UU, pese a las atrocidades cometidas durante la guerra contra Eritrea, Zenawi es considerado un intelectual progresista que trabaja por el bienestar de su pueblo. Sin embargo, los informes que denuncian las violaciones de los Derechos Humanos en Etiopía se han sucedido en los últimos años. Genocide Watch publicó un informe en febrero de 2004 donde sacaba a luz la matanza por parte del ejército etíope de miles de civiles de la etnia anuak, cuyo territorio es rico en petróleo y diamantes.


La intimidación a opositores y críticos era práctica habitual en Etiopía cuando Blair invitó a Zenawi a formar parte de la Comisión África. Con la tinta aún fresca del informe de la comisión, las elecciones parlamentarias de mayo de 2005 fueron amañadas por el presidente para dar la mayoría a su partido. Esto desencadenó una oleada de indignación en las calles, aplastada a fuerza de balas y detenciones por el gobierno: en pocos meses, 40.000 personas fueron detenidas y más de 80 murieron después de que los soldados dispararan contra una multitud que protestaba por el arresto de los principales líderes de la oposición. Miles de detenidos fueron hacinados en el campo de Dedesa. En noviembre de 2005, Reino Unido y el Banco Mundial retiraron la ayuda a Etiopía. En enero de este año, la Comisión de Derechos Humanos de la UA condenaba a Etiopía, y en febrero la UE rechazó la petición etíope de ayuda presupuestaria hasta que no libere a los presos políticos y acepte la creación de una comisión que investigue las matanzas del último año.


Acosados en el interior y aislados en el exterior, Zenawi y Afewerki intentan que el ruido del nacionalismo acalle la represión y la pobreza, aprestándose para la guerra una vez más alrededor de Badme. Etiopía no ha acatado la resolución de la Comisión de Fronteras que, en abril de 2002, concedía el territorio disputado a Eritrea, y este país, pese al alto el fuego de 2000, permanece movilizado para la guerra con un ejército de 320.000 hombres sobre cuatro millones de habitantes.(5) Ante la mirada atónita y cómplice de sus valedores, los nuevos líderes del cuerno de África se han convertido en feroces dinosaurios.


Uganda y Ruanda, por un pedazo de continente


La historia reciente de Uganda y Ruanda tiene muchas semejanzas con la de Etiopía y Eritrea. Sus líderes combatieron juntos contra un dictador (Kagame se curtió como guerrillero en el grupo rebelde que dirigía Museveni en los primeros años ochenta y que finalmente logró derrocar a Milton Obote), y sus tropas también, tiempo después, acabaron enfrentándose. Pero en los Grandes Lagos todo queda magnificado porque la presa disputada no son unos cientos de kilómetros cuadrados de secarral, sino el inmenso y opulento Congo. El apoyo entusiasta de Clinton a Museveni y a Kagame en marzo de 1998 y su inclusión entre los nuevos líderes africanos destinados a reconducir el continente hacia la paz y el desarrollo bajo el amparo de EE UU es, si cabe, más incomprensible que el brindado a Zenawi y Afewerki.


Para entonces, Museveni llevaba más de 12 años en el gobierno, y no parecía dispuesto a renunciar a su “democracia sin partidos” que le mantenía en el poder; como jefe de las fuerzas armadas ugandesas desde Kampala había muñido dos guerras en seis años, la invasión de Ruanda en 1990 y la de Congo en 1996, que provocaron la muerte de millones de personas.


Por su parte, Kagame, dos años después de alcanzar el poder tras el genocidio ruandés, había ordenado y dirigido lo que ha sido descrito como “el segundo genocidio”: la destrucción de los campos de refugiados hutus de Goma y Bukavu entre octubre y noviembre de 1996. Después de las matanzas cometidas en los campos, el ejército ruandés persiguió implacablemente a los supervivientes por el interior del Congo, entonces Zaire: más de 200.000 hutus murieron. El apoyo de Clinton a Museveni se explica por el juego de intereses geopolíticos de EE UU en la región. El respaldo ciego a Kagame tenía unas motivaciones más profundas y turbias: desde el genocidio de 1994, el mundo occidental, con EE UU a la cabeza, sentía, justificadamente, la vergüenza colectiva de no haber movido un dedo para impedirlo o pararlo, y Kagame pronto se descubrió como un genio a la hora de explotar ese sentimiento de culpa para silenciar a sus críticos y justificar sus masacres.


El 26 de marzo de 1998, Clinton se fotografiaba con Museveni y Pasteur Bizimungu (6) en la Cumbre de Entebbe para la Paz y la Seguridad y anunciaba un futuro venturoso para África central. Esta vez el sueño duró algo más: cuatro meses. El 2 de agosto, Uganda y Ruanda se aliaron para invadir Congo y deponer a su antiguo protegido, Kabila, que cinco días antes, informado de la preparación de un atentado contra su persona, había expulsado de Kinshasa a los militares ruandeses que le habían llevado al poder 14 meses antes. Bajo una capa de motivaciones políticas y étnicas, a nadie se le ocultaba la verdadera causa de la guerra: el dominio de las inconmensurables riquezas mineras del Congo. Gracias al apoyo apenas velado de estadounidenses y británicos a la operación, el Consejo de Seguridad de la ONU tardó un mes en hacer un llamamiento al cese de la guerra y a la retirada de las tropas extranjeras, y ocho más en aprobar una resolución, la 1234, pidiéndole a Uganda y a Ruanda que abandonaran el Congo. Lo que debía ser una campaña relámpago se convirtió en una contienda continental que arrastró a siete países africanos y costó la vida a más de tres millones de personas en los casi cinco años que duraron los enfrentamientos y a raíz de la violencia que perduró en el este del Congo, incluso después de los acuerdos de Pretoria de diciembre de 2002.


En este tiempo, Museveni y Kagame, mientras muchedumbres de hombres, mujeres y niños perecían a causa de la guerra que ellos habían iniciado, con la connivencia de políticos y empresarios occidentales, se dedicaban a repartirse las reservas de minerales que guarda su colosal vecino: coltán, diamantes, oro, casiterita, niobio. Según un informe de la ONU, este expolio ha generado anualmente 320 millones de dólares de beneficio a los nuevos líderes de los Grandes Lagos, y el destino de esta mercancía son 17 países industrializados, fundamentalmente Alemania, Bélgica, Japón, Holanda, Reino Unido y EE UU.(7) El reparto del botín entre Museveni y su antiguo lugarteniente no siempre fue pacífico: en agosto de 1999, los ejércitos ruandés y ugandés se enfrentaron en Kisangani por el control de la explotación minera ante el silencio cómplice de la comunidad internacional. Durante los siguientes años, la rivalidad por los recursos congoleños se transformó en una política activa de desestabilización mutua. Una vez más, EE UU y Reino Unido asistían a la lucha entre sus dos grandes aliados regionales. Finalmente, la mediación de Londres consiguió zanjar la querella y ambos países pudieron continuar con el expolio. Tras la firma de los acuerdos de Pretoria, Ruanda y, en menor medida, Uganda han seguido minando el proceso de paz.


Kagame ha amenazado repetidas veces con invadir Congo con la excusa de la seguridad. Como respuesta al belicismo ruandés, en una rara e insuficiente muestra de firmeza, a lo largo de 2004, Reino Unido suspendió dos veces su ayuda financiera al régimen de Kigali. La responsabilidad de Kagame y Museveni en la guerra más devastadora del último medio siglo ha llevado a que numerosas organizaciones de Derechos Humanos hayan pedido que sean juzgados por crímenes contra la humanidad en el Tribunal Penal Internacional.


Los crímenes de ambos líderes no se limitan a las guerras del Congo. En 2005 Museveni, siguiendo el ejemplo de los dinosaurios francófonos, hizo aprobar una reforma constitucional que le permitía presentarse a las presidenciales de febrero de 2006 por tercera vez. Todo estaba preparado para una aplastante victoria, pero la oposición arracimada en torno a Kizza Besigye, que regresó a Uganda tras cuatro años de exilio, iba ganando popularidad día a día. Un mes después del inicio de la campaña electoral, las fuerzas de seguridad ugandesas detuvieron a Besigye acusándolo de violación, traición y terrorismo. A raíz de estos incidentes, Noruega, Irlanda, Suecia y Reino Unido anunciaron en diciembre de 2005 la congelación de una parte de su ayuda presupuestaria. Finalmente Museveni ganó las elecciones entre denuncias de fraude y, si nada lo remedia, cumplirá 25 años en el poder.


Pese a estar al frente de uno de los países del mundo que más ayuda exterior recibe, el presidente tiene pocos éxitos que mostrar: Uganda está situada en el puesto 158 de 172 en el Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la esperanza de vida es de 42 años y el 38 por cien de los niños menores de cinco años padece desnutrición. Firmada la paz en el sur de Sudán y desprovista de petróleo, Uganda tiende a ser una pieza cada vez menos relevante en el tablero continental, y Museveni va convirtiéndose en otro mandatario africano perpetuado en el palacio presidencial de un país que se estanca: otro dinosaurio más.


Por su parte, Kagame, que en 2004 obtuvo la victoria en unas elecciones en las que los principales oponentes estaban fuera del país o en la cárcel, ha convertido Ruanda en un Estado policial de partido único en la práctica. En 2003, una comisión parlamentaria acusó al principal partido de la oposición de “divisionista” y reclamó su disolución. Un año después, otra comisión parlamentaria pidió la disolución de la Liga para la Protección de los Derechos Humanos en Ruanda y de cuatro organizaciones más de la sociedad civil bajo los mismos cargos. Decenas de líderes religiosos y opositores políticos han sido arrestados y encarcelados o han tenido que marcharse al exilio. Desde el poder se considera que toda crítica al gobierno es una incitación al genocidio.(dirol.gif Sin embargo, la mayor sospecha que persigue a Kagame se centra en lo sucedido el 6 de abril de 1994, cuando dos misiles tierra-aire derribaron el avión en el que viajaban los presidentes de Ruanda, Juvenal Habyarimana, y Burundi, Cyprian Ntaryamira, desencadenando el genocidio ruandés.


Hasta hoy, los innumerables artículos y libros sobre ese genocidio pasan de puntillas sobre este crimen. En marzo de 2004, Le Monde publicó extractos del informe del juez antiterrorista francés, Jean-Louis Bruguière, en el que se atribuye a Kagame la autoría del atentado que acabó con la vida de los dos presidentes. Los datos del informe, que nunca se llegó a publicar oficialmente, parecen concluyentes. Sin embargo, para la comunidad internacional el episodio que marcaría a fuego el destino de África central continúa siendo un misterio. Si alguna vez se comprobase su implicación en el atentado, Kagame no podría escapar a la justicia internacional. Entretanto, acusado por los paneles de la ONU y por cientos de informes de grupos de Derechos Humanos de ser uno de los máximos responsables de la guerra del Congo, el mandatario ruandés se reunió el 31 de mayo pasado en la Casa Blanca con George W. Bush, que lo recibió como a uno de los mayores amigos de EE UU en África y lo calificó como “un hombre de acción que sabe hacerse obedecer”, las mismas palabras que hace un cuarto de siglo empleó Ronald Reagan para calificar a Mobutu.


La deriva de los que fueron saludados como nuevos líderes africanos hacia el autoritarismo, la represión política, la violación de los Derechos Humanos y la guerra no expone trágicamente la falta de acierto en sus juicios de EE UU y de otros países occidentales, sino los criterios que el Norte emplea para favorecer a unos líderes africanos frente a otros. Mientras el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las agencias de cooperación hablan de buen gobierno, lo cierto es que intereses económicos y geopolíticos determinan aún la política africana de los países del Norte. Esta realidad nos hace, a quienes sacamos provecho de esos intereses, cómplices de cada asesinato y de cada muerte evitable que se produce en África.





1. Algunos atribuyen la expresión a Franklin D. Roosevelt refiriéndose al militar nicaragüense, Anastasio Somoza, y otros al secretario de Estado, Cordell Hull, sobre el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo.

2.Michela Wrong, In the footsteps of Mr. Kurtz. Fourth Estate, 2000.

3. Enfrentamiento entre las fuerzas coloniales británicas y francesas a finales del siglo XIX por el pequeño puesto avanzado de Fashoda, en Sudán, que concluyó con la confirmación de la hegemonía británica en el valle del Nilo.

4.Michela Wrong, No lo hice por ti. Intermón, 2006.

5.Ethiopia and Eritrea: preventing war. International Crisis Group (diciembre de 2005).

6. Bizimungo era entonces el presidente títiere hutu que Kagame había puesto al frente del país para dar una imagen conciliadora, mientras él manejaba los hilos del poder. En marzo de 2000, Kagame se haría elegir presidente por el Parlamento.

7.Ramón Arozarena, Del Zaire a la República Democrática del Congo.

8.Human Rights Watch World Report, 2005.



Gonzalo Sánchez-Terán trabaja desde 2002 para el Servicio Jesuita a los Refugiados (JRS) en Guinea-Conakry, Liberia y Costa de Marfil.
Katharina Von Strauger
"El sueño de África se llama Obama"


JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS
Avilés

El autor nigeriano, primer africano que ganó el Nobel de Literatura, pone en marcha las 'Jornadas Africanas Soyinka', que a partir de 2010 mostrarán en el Centro Niemeyer de Avilés lo más relevante de la cultura de ese continente


EL PAÍS
Cultura
17-12-2008


Wole Soyinka le pide al fotógrafo que le dé una tregua que dure lo que le duren a él los dos dedos de aguardiente que acaba de pedir. No le gusta posar y cualquier excusa es buena para no salir del faro de San Juan de Nieva, donde come con los responsables del Centro Niemeyer. Ha venido a Asturias para leer poemas en Avilés y, sobre todo, para poner en marcha las Jornadas Africanas Soyinka. A partir de 2010 -cuando abra sus puertas junto a la ría avilesina el edificio diseñado por el brasileño Oscar Niemeyer-, el premio Nobel será el comisario de una muestra anual que mostrará aquí lo más relevante de la música, el cine y el teatro que se hace actualmente en África.

Al pie del faro sopla el viento del Cantábrico y Akinwande Oluwole Soyinka (Abeokuta, Nigeria, 1934) tiene frío. Pero se deja fotografiar. Llama incluso a su esposa para tener un recuerdo del lugar, "para los chicos". De vuelta al calor habla de un particular cambio climático al que ha dedicado su último libro publicado en España: Clima de miedo (Tusquets). "El miedo es una estrategia", dice. "Y el gran poder de los que la usan reside en infiltrar en la mente de los demás un clima de miedo".

Para Soyinka, el cambio no empezó el 11 de septiembre de 2001, sino el 19 de septiembre de 1989. Ese día, mientras sobrevolaba la República de Níger, fue derribado un avión de la compañía francesa UTA. Murieron 170 personas, pero los propios Gobiernos africanos, dice el escritor, hicieron la vista gorda. "La URSS existía todavía, pero era un síntoma de que algo estaba cambiando. Nadie se dio cuenta de que aquello iba a durar. No era un caso aislado". Según Soyinka, el mundo se está llenando de "cuasi-Estados" que, al contrario que los Estados tradicionales, "ni tienen fronteras ni se les puede pedir responsabilidades".

El doble rasero, dice el escritor, es el pan de cada día de la política internacional. Según Soyinka, el genocidio de Ruanda, en el que los hutus masacraron a los tutsis, mostró "la parálisis de la ONU". "Sabían lo que iba a pasar y dejaron que pasara. Fueron cómplices por omisión". Justo por entonces, él mismo escribió: "Suráfrica es nuestro sueño y Ruanda nuestra pesadilla". ¿Y ahora? Piensa unos segundos eternos. Luego contesta: "Hoy Suráfrica mantiene muchas contradicciones. Ha pasado de ser un gran sueño a ser una pequeña decepción. Lo irónico es que puede que Estados Unidos haya comenzado a convertirse en el sueño de África. Y del mundo. Sí, podría decirse que hoy el sueño se llama Obama. Desgraciadamente, ha llegado en un momento muy difícil. Le llevará su tiempo. Pero lo importante es el hecho en sí. Es la consecuencia positiva y optimista del 11-S. Es una señal de que la salvación, incluso en el peor escenario, es posible". ¿Y la pesadilla? "El avance del fundamentalismo religioso".

Cuando se le pregunta si un escritor puede combatir ese estado de cosas, es rotundo: "No. Sólo puede abrir horizontes, dar una visión más abierta del mundo". Y luego añade irónico: "Haría falta un bombardeo literario, lanzar literatura con paracaídas". Narrador, ensayista y poeta, Wole Soyinka se considera sobre todo hombre de teatro: "El teatro es mucho más que texto, es el arte más social, tal vez el más revolucionario. Eso sí, es más débil que el cine. Pero el contacto humano sigue estando del lado del teatro".

Ese contacto es justo el que le faltó durante los dos años que, entre 1967 y 1969, pasó en la cárcel por su compromiso con la democracia en Nigeria: "Mi único objetivo era sobrevivir, y no sólo físicamente. Pasé 22 meses en una celda de aislamiento, sin ver a nadie, sin nada que leer y nada con que escribir. Mi objetivo inmediato era salir de allí mentalmente intacto". En El hombre muerto hizo el relato de aquel tiempo: "Descubrí hasta qué punto los seres humanos podemos ser imaginativos. Salí mentalmente más fuerte de lo que entré".

Soyinka vive en Nigeria y pasa temporadas en Estados Unidos. Nacido en una familia en la que se mezclaba la anglofilia y la cultura yoruba, fue, en 1986, el primer Nobel de literatura africano. Luego vendrían el egipcio Naguib Mahfuz y los surafricanos Nadine Gordimer y J. M. Coetzee. A él no parece pesarle el hecho de ser casi un símbolo: "Uno cree que el delirio del premio va a pasar en cuanto se lo den a otro, pero no. Ya sabe lo que decía Bernard Shaw: se le puede perdonar a alguien que invente la dinamita; que invente el Premio Nobel no tiene perdón". Y se ríe.

Con todo, el premio más mediático del mundo "no te convierte en alguien a prueba de balas". En 1997, durante uno de sus varios exilios, fue juzgado in absentia y condenado a muerte por el régimen militar de su país. Ahora ha vuelto, pero no deja de moverse: "El contacto entre las sociedades las hace menos arrogantes. Hay países a los que les encanta enseñar sus atributos a los demás. Conocerlos directamente les añade humildad. La primera vez que viajé a Inglaterra, en los años cincuenta, descubrí que allí había pobres". El entonces joven estudiante llevaba en la retina la imagen del lujo con que los británicos vivían en Nigeria, que se independizó del Reino Unido en 1960: "Cualquiera que va a un país más próspero que el suyo se da cuenta de que en todas partes hay dificultades, de que nadie ha llegado todavía a la sociedad ideal. Tiene una ventaja: cuando vuelves a tu casa te pones a trabajar".



Obra en español

- Clima de miedo (2007)

- Ibadan (1994)

- Isara (1988)

- Aké (1981)

- Los intérpretes (1975)

- Poemas desde la cárcel (1969)

- La carretera (1969)

- El hombre muerto (1965)

- El león y la perla
(1963)



http://www.elpais.com/articulo/cultura/sue...elpepicul_1/Tes
Bruce Beelher
CITA
Reportage

La galère du pain pour les habitants de Malabo

L´Orient-Le Jour

Le quotidien libanais d'expression française
mercredi 17 décembre 2008 | 5:00 | Beyrouth



Dans les longues files d’attente, on montre du doigt les propriétaires libanais de boulangeries.

Résignée, Adela se plaint d’être « depuis 6 heures du matin » devant la boulangerie Bassam’s à Malabo. À dix heures, avec le soleil qui commence à être chaud, elle n’a toujours pas de pain.


À l’approche des fêtes de Noël et du Nouvel An, les habitants de la capitale de Guinée équatoriale ne savent plus à quel saint se vouer pour trouver du pain. Files impressionnantes, bousculades, des heures perdues pour tenter d’acheter cette denrée de base dont le prix a quadruplé en deux semaines sous l’effet d’une pénurie de farine. Face à la mairie, où une odeur de pain chaud plane dans l’air, une scène identique se répète devant la boulangerie Nora. De longues files où les gens, sachets ou sacs en plastique à la main, attendent des heures. « Vous perdez votre temps, tout le monde n’aura pas de pain, il est déjà aux clients sous contrat et aux Bayam-Selam (revendeuses) qui achètent en gros », dit un employé de la boulangerie, en sueur, venu fumer une cigarette sous le regard courroucé des clients.


Les habitants de la capitale vont retourner dans les quartiers périphériques où le prix du pain est passé en quelques jours de 50 FCFA (0,076 euro) l’unité, à 100 FCFA, 200 FCFA voire 300 FCFA à New-Building, Nkumamanda, Nkandang-Santa Maria, Ela-Nguema, Sumco. « Si vous voulez un pain, il faut d’abord acheter les brochettes qui vont avec, sinon c’est 300 FCFA le pain », rouspète Moussa, un vendeur de viande braisée à New-Building. À Sumco, une femme qui vend des pains au beurre s’énerve : « Je vous ai dit qu’un pain au beurre c’est 100 FCFA, mais si vous voulez seulement le pain ce sera 200 FCFA », crie-t-elle pour couper court à toute discussion. « Le pain va d’ici peu venir du Cameroun voisin », rétorque un homme dépité.


Dans les files d’attente, les clients exaspérés s’en prennent ouvertement aux Libanais qui détiennent les quatre boulangeries de Malabo. Désignés responsables de cette pénurie par la rue, les patrons libanais préfèrent garder le silence et laisser parler leurs employés locaux. « Nous avons des problèmes de farine. Son prix chez nos fournisseurs à l’étranger a presque triplé. Nous tentons de satisfaire tout le monde pour qu’il y ait du pain chaque jour », explique l’un d’entre eux, Carlos. « Faux », rétorque un homme dans la queue. « Le problème c’est qu’ils (les Libanais) cherchent l’augmentation en provoquant la pénurie », dit-il. Près d’un millier de Libanais vivent en Guinée équatoriale, exerçant dans le commerce, notamment la boulangerie. En août, les autorités avaient fait savoir qu’elles souhaitaient limiter leur nombre pour « des raisons de sécurité ». Il n’y aura pas d’autres commentaires. « C’est la première fois depuis 1982 qu’il y a une telle crise du pain », estime Antonio, un vieux fonctionnaire de Malabo. « À l’époque il n’y avait rien, on se mettait en rang pour acheter un pain. Puis vint la période où la farine provenait des organisations internationales. Le pain était partout et de bonne qualité, mais aujourd’hui le pays a des moyens et on est en pénurie », souligne-t-il. « Je ne sais pas pourquoi Dieu m’a fait naître dans un pays qui a tout et qui manque de tout », renchérit une femme dans la foule.


La Guinée équatoriale, il y a moins de 15 ans, faisait partie des pays les plus démunis. Devenue 3e producteur de pétrole d’Afrique subsaharienne, après le Nigeria et l’Angola, avec près de 500 000 barils par jour, elle connaît une forte croissance.


Rodrigo ANGUE NGUEMA (AFP)


http://www.lorient-lejour.com.lb/page.aspx...e&id=387704





CITA
La bronca del pan para los habitantes de Malabo

L´Orient-Le Jour

Le quotidien libanais d'expression française
mercredi 17 décembre 2008 | 5:00 | Beyrouth



Las largas colas señalan con el dedo a los propietarios libaneses de las panaderías.

Resignada, Adela se queja de llevar “desde las 6 de la mañana” delante de la panadería Bassam’s de Malabo. A las diez, con el sol empezando a calentar, no tiene todavía pan.

En la proximidad de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, los habitantes de la capital de Guinea Ecuatorial no saben a qué santo encomendarse para encontrar pan. Colas impresionantes, avalanchas, horas perdidas para intentar comprar este producto básico cuyo precio se ha cuadruplicado en las dos semanas como consecuencia de la escasez de harina. Frente al ayuntamiento, con un olor a pan caliente en el aire, se repite una escena idéntica frente a la panadería Nora. Largas filas en las que las gentes, con bolsas más o menos grandes en las manos, esperan durante horas. “Estáis perdiendo el tiempo, no habrá pan para todos, solo hay para los clientes que están apuntados y para los Bayam-Selam (revendedores) que compran al por mayor”, dice un empleado de la panadería, sudoroso, que ha venido a fumarse un cigarro ante la mirada irritada de los clientes.


Los habitantes de la capital se pasan por los barrios periféricos en los que el precio del pan ha pasado en algunos días de 50 FCFA (0,076 euro) la unidad, a 100 FCFA, 200 FCFA incluso 300 FCFA en New-Building, Nkumamanda, Nkandang-Santa Maria, Ela-Nguema, Sumco. « Si quieres pan, tienes que comprar los pinchos, si no el pan vale a 300 FCFA», refunfuña Moussa, un vendedor de carne a la brasa de New-Building. En Sumco, una mujer que vende pan con mantequilla se enfada: « Le he dicho que un pan con mantequilla es a 100 FCFA, pero si quiere solo pan son 200 FCFA », grita para cortar cualquier posible discusión. « Dentro de poco el pan vendrá desde Camerún », dice un hombre enfadado.

En las colas, los clientes irritados la toman abiertamente con los libaneses que tienen las cuatro panaderías de Malabo. Identificados como responsables de la escasez por la calle, los dueños libaneses prefieren guardar silencio y dejar hablar a sus empleados locales. “Tenemos problemas de harina. El precio de los proveedores se ha casi triplicado. Intentamos satisfacer a todo el mundo para que tengan pan a diario”, explica uno de ellos, Carlos. “Falso”, contesta un hombre desde la cola. “El problema es que ellos (los libaneses) quieren subir el precio provocando la escasez”, dice. Casi un millar de libaneses viven en Guinea Ecuatorial, dedicados al comercio, en especial a la venta de pan. En agosto las autoridades hicieron saber que querían limitar su número por “razones de seguridad”. No ha vuelto a haber comentarios en este sentido. “Es la primera vez desde 1982 que hay tal problema con el pan”, comenta Antonio, un viejo funcionario de Malabo. “Hace mucho tiempo, no había nada, no se hacían colas para comprar pan. Después vino la época en la que la harina venía de las organizaciones internacionales. Había pan por todas partes y era de buena calidad, pero ahora cuando el país tiene recursos es cuando hay escasez”, indica. “No se porqué Dios me ha hecho nacer en un país en el que hay de todo y falta de todo”, afirma una mujer entre la gente.

Guinea Ecuatorial, hace menos de 15 años, formaba parte de los países más pobres de la tierra. Convertido en el tercer productor de petróleo del África subsahariana, por detrás de Nigeria y Angola, con casi 500.000 barriles/día, ha experimentado un fuerte crecimiento".



Francisco Alegre
CITA
Willy Meyer pregunta a la Comisión Europea sobre el uso de fondos FED destinados a Guinea Ecuatorial


Miércoles, 17 de Diciembre de 2008

Estrasburgo, 16 de diciembre de 2008




"En marzo de 2007 la UE desbloqueó los fondos FED para Guinea Ecuatorial y destinó a ellos 10,4 millones de euros incluidos en los novenos Fondos Europeos para el Desarrollo. Desde entonces no ha habido información alguna, por parte del gobierno de aquel país, respecto a su utilización. Medios políticos ecuatoguineanos les atribuyeron los siguientes destinos: 1) Reforzamiento institucional; 2) Modernización de la justicia y 3) Reforzamiento de la sociedad civil.

A fecha de hoy, sin embargo, no se aprecia ninguna mejoría en ninguno de esos ámbitos, ni en cualquier otro que tenga que ver con la democratización del país, el ejercicio de los derechos humanos o el enriquecimiento del tejido social de Guinea Ecuatorial.

El ambiente de coacción y las irregularidades habidas en las elecciones municipales y legislativas del pasado 4 de mayo, las permanentes violaciones de la propia legalidad ecuatoguinena que rodean al ejercicio de la justicia (el caso con más eco internacional ha sido el juicio contra un conocido mercenario, un ciudadano libanés y seis ecuatoguineanos celebrado durante el pasado mes de junio) y la constatación del ejercicio habitual de la tortura en comisarías y cárceles ecuatoguineanas reflejado en una reciente declaración por el Relator sobre la Tortura de Naciones Unidas son ejemplo de una situación política caracterizada por el extremo control social, la violación permanente de los derechos humanos, la arbitrariedad y la corrupción.

¿De qué informaciones dispone la Comisión sobre la utilización de los fondos FED por parte del gobierno de Guinea Ecuatorial? ¿Qué criterios se han utilizado para considerar que Guinea Ecuatorial debe seguir teniendo acceso a estos fondos? ¿Qué mecanismos de control tiene la Comisión para garantizar que esos fondos se están utilizando para el fin al que están destinados?"



http://www1.izquierda-unida.es/noticia.php?id=4633



CITA
Programa de Conversión de deuda externa de GUINEA ECUATORIAL frente a España en proyectos de interés social
Objetivo: Promover las relaciones de cooperación hispano-ecuatoguineanas y contribuir al crecimiento económico y al desarrollo del país mediante la puesta en marcha de un mecanismo de conversión de deuda externa de Guinea Ecuatorial en proyectos de interés social.


Montante del Programa: El volumen total de deuda vinculado al Programa, y que España condona, asciende a 25,27 millones de dólares USA y 6,30 millones de euros.


Instrumentación y alcance del Programa: España cede los derechos de cobro del servicio de la deuda afectada, al "Fondo Guinea Ecuatorial-España" creado por el Programa. En contrapartida Guinea Ecuatorial va depositando el contravalor en francos CFA de los vencimientos del servicio de esta deuda en la cuenta del citado Fondo.


Estos recursos tienen como destino la financiación de proyectos de interés social en Guinea Ecuatorial que impliquen preferentemente la participación de empresas españolas.

Administración de los fondos del Programa: Un Comité Binacional Guinea Ecuatorial-España se encarga, entre otras cosas, de supervisar la correcta utilización de los fondos convertidos. Se reúne periódicamente y revisa la lista de proyectos financiables, estableciendo las prioridades de inversión y financiación.

Vigencia del Programa: Entró en vigor en noviembre de 2003 y tiene un período de duración de dos años.

NUEVAS LICITACIONES
REUNIÓN COMITÉ BINACIONAL

Punto de contacto: Ministerio de Economía.
Dirección General de Financiación Internacional.
Subdirección General del Sistema Financiero Internacional.
Paseo de la Castellana, 162
28046 Madrid
Tfno.: 915835242
Fax: 915835255.
E-mail: sgsfi@meh.es



http://www.meh.es/es-ES/Areas%20Tematicas/...ecuatorial.aspx



CITA
NUEVAS LICITACIONES

ANUNCIO

SALIDA A LICITACIÓN DE LA REALIZACIÓN DE UN ESTUDIO DE PREFACTIBILIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN HOSPITAL EN MALABO, capital de la República de Guinea Ecuatorial.

Se ha abierto el plazo para la presentación de ofertas de empresas que deseen concursar en la licitación del proyecto de Realización de un Estudio de Prefactibilidad para la construcción de un hospital en Malabo, financiado con cargo al programa de conversión de deuda de Guinea Ecuatorial con España por inversiones públicas:

Las prescripciones técnicas y términos de referencia pueden descargarse en el siguiente archivo:

Términos de Referencia

Las empresas deberán hacer llegar sus ofertas bien a la Oficina Nacional de Planificación y Seguimiento de Proyectos de Guinea Ecuatorial (GE-Proyectos), dirigido a D. Filiberto Ntutumu, Director General de la Oficina; bien al registro general del Ministerio de Economía y Hacienda, dirigido a la Dirección General de Financiación Internacional. Para cualquier duda pueden llamar al teléfono (00) 240 27 15 25 o al (00) 34 91 583 5242. Los números de fax son: (00) 240 09 29 23, (00) 240 09 89 95, o (00) 34 91 583 5255.

El plazo para la presentación de ofertas será de 30 días hábiles a partir del 1 de septiembre de 2007



http://www.meh.es/es-ES/Areas%20Tematicas/...Ecuatorial.aspx
Pepin
Cultura / Exteriores: segundo asalto

César Antonio Molina exige exclusividad en la coordinación de la política cultural en el extranjero - Tilda de "absurdo" que no haya un control único liderado por su ministerio

JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid

EL PAÍS
Cultura
18-12-2008


Las naves están lanzadas. La batalla entre el ministerio de Cultura y el de Exteriores por las competencias en la acción cultural en el extranjero se recrudece. A estas alturas es una guerra en todos los frentes, una lucha que ha saltado de las murmuraciones de los despachos a la exposición pública y sin tapujos. Así lo dejó claro ayer César Antonio Molina, que pidió coordinar desde su ministerio todo lo que tenga que ver con el muy codiciado ámbito de la diplomacia cultural.

Lo hizo en un desayuno informativo organizado por Europa Press y ante un público nada ajeno a su política, en el que se encontraban gestores de grandes teatros y museos, miembros de la Real Academia Española con Víctor García de la Concha, su director al frente, cineastas y representantes de las entidades de gestión.

Delante de todos ellos, Molina dejó clara su apuesta: "La Cultura abre mercados, extiende las relaciones diplomáticas, por eso es necesario que la promoción de ésta en el exterior se realice con la coordinación debida entre todos los que intervienen en ella. Dicha coordinación debe ser única". Y tildó de "absurdo" el hecho de que ese indispensable mando único no dependa de Cultura.

A día de hoy, su ministerio sale perdiendo. Exteriores cuenta con las competencias y con el presupuesto. De él dependen los dos buques insignia de la acción cultural exterior: la Sociedad Estatal de Acción Cultural en el Exterior (SEACEX) y el Instituto Cervantes... cuyo anterior director era el propio Molina.

Pero el ministro de Cultura exige al menos parte de esas competencias. El reciente caso de Miquel Barceló y su obra en la sede de Naciones Unidas en Ginebra es un paradigma de hasta dónde se puede llegar si no se coordinan bien estas acciones. A Molina le preguntaron sobre eso y contestó con un largo silencio. Después explicó: "Voy a poner un ejemplo. Francia ha organizado durante su presidencia de la UE exposiciones de Picasso, un artista español; nosotros íbamos allí colaborando y tal". "Debemos reivindicar más a nuestros creadores", añadió.

Para el ministro, la cultura es un valor que sirve a España como marca exterior, como prestigio que abre sus puertas. "Debemos trabajar para que la cultura española esté presente en todo el mundo como motor para resolver conflictos. Por eso hay que preparar nuestras instituciones culturales para el futuro... ya no se puede considerar la cultura sólo como la expresión de la identidad de un país. Es algo más", aseguró. Para él, la internacionalización es imparable: "Existe un nuevo modelo de interlocución internacional más directa. Los gestores miran la cultura en su dimensión universal. Esto exige una respuesta coordinada del Gobierno", insistió.

El ministro va a las claras: "He hablado mucho con el ministro Moratinos de esto. Con el presidente del Gobierno, también. Pero no voy a plantear un problema ni un conflicto", dijo. Molina no se anduvo por las ramas al definir el poco margen de maniobra que tiene su ministerio en estos nuevos tiempos globales. "Industria no tiene un ministerio para la política interior y otro para la exterior. Defensa, tampoco. Pues nuestra cultura se rige de manera diferente en el interior que en el exterior. Es el único sitio en el que ocurre eso".

Otra cosa es si él dará la batalla hasta el final. "Que sea algo que hasta hoy no se haya resuelto y que no se sepa cómo se va a resolver en el futuro, no significa que no exista el conflicto". Más cuando hay quinielas de cambios de Gobierno en el que todos de alguna forma u otra están implicados: "Cuando somos nombrados sabemos que en cualquier momento podemos ser cesados. Es una decisión que depende sólo del presidente del Gobierno, y si un día él decide prescindir de mí, no me pillará de sorpresa". Molina incurrió en algún lapsus que dio origen a todo tipo de comentarios: "Es un honor haber estado... Y estar en este Gobierno".

Pero el ministro no dedicó todo su tiempo de intervención a la acción cultural en el exterior. También habló de la lucha contra la piratería. "Habrá nuevas leyes antipiratería, y serán antipopulares". Y del Reina Sofía y de su futura ley, que la equiparará a la autonomía que tiene el Museo del Prado: "Estamos trabajando en la mejor fórmula para que su gestión sea más rápida y cuente con agilidad suficiente". O del Teatro Real y su nueva estrella, Gérard Mortier, tan alabado como criticado por algunos recalcitrantes: "Es una decisión que he apoyado y respaldado. Convertirá al Real en el epicentro de la ópera mundial".

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Cul...elpepicul_2/Tes
Julian Navascues
CITA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL

El ex coronel Bagosora, condenado a cadena perpetua como 'cerebro' del genocidio ruandés

El ex coronel está acusado también de crímenes de guerra y contra la humanidad

Más de 800.000 personas de la minoría étnica tutsi fueron vilmente asesindas


ELMUNDO.ES | AGENCIAS
Actualizado jueves 18/12/2008 13:49 (CET)

NAIROBI | ARUSHA (TANZANIA)


El ex coronel del ejército Thenoeste Bagosora ha sido declarado culpable y condenado a cadena perpetua por el genocidio que asoló Ruanda en 1994. "El coronel Bagosora es culpable de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra", sentenció la corte del Tribunal Penal Internacional.

El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) con base en Arusha, Tanzania, ha acusado a Bagosora, de 67 años, de estar a cargo de las tropas y la milicia hutu Interahamwe, responsables del asesinato de más de 800.000 personas de la minoría tutsi o hutus moderados, algunos datos apuntan a que la masacre se cobró la vida de 937.000 personas.

Bagosora fue director de gabinete en el Ministerio de Defensa durante la masacre en Ruanda. Con la sentencia del Tribunal Penal Internacional, la Justicia confirma a Bagosora como el principal instigador del genocidio ruandés.

El tribunal de Naciones Unidas ha sentenciado a 29 personas por el genocidio en Ruanda desde 1997. El más reciente fue el famoso cantante ruandés Simon Bikindi, quien fue condenado a 15 años de prisión por haber pronunciado un discurso en junio de 1994 en el que instó a los hutus a matar a la minoría tutsi.

Bagosora estaba acusado además de haber ordenado el asesinato de 10 soldados belgas de las fuerzas de paz de la ONU que estaban presentes en el país para mediar en la guerra civil que vivió Ruanda entre 1990 y 1993.

En el juicio, conocido popularmente como 'Militar 1', estaban procesados también a otros tres oficiales de alto rango del antiguo ejército de Ruanda.

Según el fiscal del ICTR, Hassan Bubacar Jallow, los cuatro "prepararon, planearon, ordenaron, dirigieron, incitaron, alentaron y aprobaron el asesinato de civiles tutsis inocentes".

El difícil proceso judicial se ha prolongado durante seis años en los que se han acumulado numerosas pruebas, ocho veces más de las que se normalmente se utilizan, que además han tenido que ser traducidas a tres idiomas diferentes.

La matanza de tutsis, que se prolongó durante 100 días, se desencadenó después del asesinato del ex presidente ruandés, el hutu Juvenal Habyarimana, cuando su avión fue derribado. Los tutsis fueron asesinados con machetes y armas de fuego, por milicias, soldados del Ejército y la propia población civil, alentada por la emisora extremista 'Radio Libre Mil Colinas' y líderes locales.

La implicación de Francia

El Gobierno de Ruanda acusó oficialmente a Francia de "haber participado activamente" en el genocidio según un informe de la comisión de investigación difundido el pasado mes de agosto. Las conclusiones de la comisión apuntaban a altos cargos galos, como el ex presidente François Mitterrand o el ex primer ministro Edouard Balladur.

Según el informe, Francia "estaba al corriente de los preparativos" del genocidio ruandés, "participó en las principales iniciativas" de su puesta en marcha y "en su ejecución", dice el informe. De las investigaciones del Gobierno ruandés, se desprende también que el ejército galo entrenó a las tropas de la etnia mayoritaria, los hutus. Incluso se señalaba que había soldados franceses implicados en la masacre. El Tribunal Militar de París investigó en 2005 el grado de complicidad del ejército francés en el conflicto.

La 'culpa' de la ONU

Diez años después del conflicto, las Naciones Unidas celebraron en Nueva York una conferencia en memoria de las víctimas en la que el entonces secretario general, Kofi Annan, entonó un 'mea culpa' personal y en nombre de la organización.

Annan pronunció un discurso que reflejaba remordimiento y un profundo pesar por no haber reaccionado de forma adecuada a las señales de lo que se avecinaba. El secretario general de la ONU, expresó entonces una opinión que ahora es generalizada. "Si la comunidad internacional hubiera actuado con rapidez y determinación podría haber detenido buena parte del genocidio", pero estimó que "no había la voluntad política ni las tropas" necesarias para ello.



http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/18/i...1229595227.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/18/i...1229602232.html

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/08/05/i...1217968585.html




CITA
MASACRE DE LOS TUTSIS

París investiga si el Ejército francés participó en el genocidio de Ruanda



EL MUNDO.es
Actualizado sábado 24/12/2005 19:01 (CET)
EFE
PARÍS



La Fiscalía del Tribunal Militar de París investigará la presunta "complicidad en el genocidio" de Ruanda del Ejército francés. Supervivientes de las masacres de 1994 les acusan de violación, asesinato y colaboración en el intento de exterminio de los tutsis por parte de los hutus.

El Ministerio Público anunció anoche la apertura de una investigación tras la denuncia presentada en febrero pasado por seis ruandeses por presunta "complicidad en genocidio y/o complicidad en crímenes contra la humanidad".

Los supervivientes prestaron declaración en Kigali el pasado noviembre ante la juez de instrucción del Tribunal Militar, Brigitte Raynaud, que investigaba la posible participación de soldados franceses en un genocidio que, según la ONU, provocó la muerte de 800.000 personas en Ruanda, la mayoría de ellas de etnia tutsi, a manos de los hutus.

Relataron la implicación en el genocidio de tutsis de soldados franceses destacados en el país con la misión encargada por la ONU de crear una zona humanitaria segura en la zona de Murambi, al sureste de Ruanda.

La Fiscalía ha tenido en cuenta dos de los seis testimonios, al considerar que los otros cuatro testigos no habían sufrido daños directos y personales, indicaron fuentes judiciales.

Los abogados de los denunciantes consideran que en el futuro los otros cuatro testimonios también podrán ser tenidos en cuenta.

Durante los interrogatorios, Auréa Mukakalisa, que tenía 27 años en el momento de los hechos, aseguró que "milicianos hutus entraban en el campo y designaban a los tutsis que los militares franceses estaban obligados a sacar".

"Vi a militares franceses matar ellos mismos a tutsis utilizando cuchillos de grandes dimensiones", aseguró.

El otro testimonio retenido por la Fiscalía es el de Inocent Gisanura, que tenía 14 años en 1994 y que relató como los soldados franceses que debían proteger los campos asistían subidos en sus vehículos y "sin hacer nada" ante los "asedios y persecuciones" a los que eran sometidos los tutsis por parte de los hutus.

"Se trataba de franceses, hablaban francés, eran blancos y llevaban una bandera francesa en la manga", aclaró.

Aunque la denuncia de los testigos data del pasado mes de febrero, hasta ahora la Fiscalía se había negado a abrir una investigación que deja en mal lugar al Ejército francés, el único que se encontraba en Ruanda en 1994, cuando la minoría tutsi era objeto de persecución por parte de los hutus.

Francia desplegó en ese país 2.500 soldados para crear una zona humanitaria segura, lo que dio lugar a la denominada operación Turquesa.

Las autoridades militares galas siempre han negado su responsabilidad en el genocidio




http://www.elmundo.es/elmundo/2005/12/24/i...1135447193.html
Bruce Beelher
Congo, más que nunca


SORAYA RODRÍGUEZ

EL PAÍS
Opinión
19-12-2008


Los europeos no hemos sabido dar, de momento, respuesta a la petición del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de enviar soldados de la Unión Europea para la pacificación y el suministro de más ayuda humanitaria a la República Democrática del Congo (RDC). La crisis que azota al país centroafricano, desgarrado por la guerra y la miseria, amenaza con agudizarse si no se emprenden nuevas acciones. La delicada situación económica mundial no debe servir de argumento para relegar la crisis congoleña y la del resto de las naciones pobres. Es un deber del Primer Mundo por razones solidarias y por los principios que nos hacen trabajar para aliviar el fardo de la pobreza y la injusticia de los más desfavorecidos.

Es hora de que reconozcamos que parte importante de nuestra prosperidad está construida en políticas que han demostrado ser muy perjudiciales para África y otras regiones. En numerosas ocasiones hemos permanecido impasibles frente a la tiranía y la corrupción que padecen esos pueblos. Una guerra civil en un Estado fallido se estima que produce una bajada de la renta de un 15% y un crecimiento de la pobreza absoluta de un 30%. Al observar, como tuve ocasión durante el viaje que realicé a mediados de noviembre a la RDC, el panorama desolador de los campos de refugiados, las carencias básicas, las dificultades para la recolección de cosechas, el temor a una nueva epidemia de cólera, al comprobar sobre el terreno la devastación de un país rico en minerales, se llega a la conclusión de que la comunidad internacional debe aunar esfuerzos.

"Por favor, no nos olviden", me pidió un residente en el campo de refugiados de Kibati, en la provincia oriental de Kivu Norte. Acondicionado en principio para unas 10.000 personas, Kibati ha visto incrementar su población hasta 60.000. Desde finales de agosto, 250.000 desplazados se han sumado a los más de un millón de personas obligadas a abandonar sus hogares.

España ha estado demasiado tiempo ausente de África, donde se concentran 28 de los 30 países más pobres del planeta. En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria en la zona: se ha pasado de 200 millones de euros en 2004 a 800 millones en 2007. Esta política ha dejado de ignorar las imágenes de países inmersos en crisis violentas o en guerra, que conducen a veces a la intervención de la comunidad internacional. Pero la realidad demuestra, por desgracia, los efectos de la inacción: los costes del restablecimiento de la paz son infinitamente superiores a los que hubiera supuesto invertir en desarrollo y prevención.

La atención de la RDC para España no es de hoy. Se remonta a 2005 y se engloba en un programa especial del actual Plan Director de Cooperación (2005- 2008). El Gobierno va a aportar otros ocho millones de euros en ayuda humanitaria a través de Naciones Unidas y ONGs. Esta cantidad eleva a más de 30 millones la ayuda total al Congo en 2008. No es baladí recordar que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) apenas destinaba 27.000 euros en 2003. Con esta adicional aportación se pretende principalmente contribuir a la apertura de corredores que faciliten la llegada de alimentos y materiales básicos.

Todo ello no debe hacernos olvidar las serias dificultades que afronta la MONUC, la fuerza de interposición de la ONU, para realizar su misión y la conveniencia de revisar su mandato que expira a finales de mes. En cualquier caso, sería equivocado tratar de imponer una solución militar en un país roto por el enfrentamiento entre múltiples facciones combatientes.

Resulta esperanzador que de la cumbre el pasado noviembre del G-20, en la que participó España, surgiera el compromiso de cerrar cuanto antes la Ronda de Comercio; e igualmente, que en la que se celebró a principios de este mes en Doha sobre financiación al desarrollo, los países miembros de Naciones Unidas reafirmaran la voluntad de cumplir los Objetivos del Milenio en 2015. Es imperativo eliminar los perversos efectos del proteccionismo radical afrontando soluciones que con equilibrio posibiliten que los pequeños agricultores y sus familias puedan alimentarse con lo que cultivan, así como sacar de la exclusión de los beneficios del comercio mundial al continente africano, movilizar recursos nacionales e internacionales para el desarrollo, fomentar el buen gobierno, incrementar las inversiones directas, afrontar con seriedad los retos que supone la seguridad alimentaria y el cambio climático y acabar con los paraísos fiscales. Un dato: la pérdida de divisas provocada por la evasión fiscal en el mundo asciende en los países en desarrollo a 255.000 millones de dólares; la ayuda oficial al desarrollo no alcanza los 100.000 millones.

Por eso, resulta un error afirmar que la crisis obliga a frenar el nivel de ayuda a los menos avanzados. El Gobierno español no tiene intención de hacerlo y sigue empeñado en lograr el objetivo del 0,7% del PIB en 2012 pese a los nuevos desafíos que comporta, y confía en que los demás países del Primer Mundo cumplan con el compromiso de llegar a esa meta en 2015.




Soraya Rodríguez es secretaria de Estado de Cooperación Internacional.



http://www.elpais.com/articulo/opinion/Con...elpepiopi_5/Tes
Pepin
El cuñado de Obiang asegura que compró el chalet de Somió con su dinero

Elcomerciodigital.com
19.12.08 - J. A. GARCÍA
GIJÓN


Afirma haber adquirido todo su patrimonio con el fruto de su trabajo

Niega que exista una imputación judicial por presunto blanqueo de dinero

Teodoro Biyogo Nsue, embajador de Guinea en Brasil y cuñado del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, asegura que él fue quién adquirió el chalet de Somió, en Gijón, ante la investigación abierta por la Fiscalía Anticorrupción por presunto blanqueo de dinero del dictador procedente del petróleo.

Junquera & Anta Abogados, representantes legales del diplomático y su esposa, Elena Mensa, emitió un comunicado en el que asegura que el diplomático guineano «no ha recibido notificación alguna» relativa a una posible imputación en un procedimiento judicial por blanqueo de dinero ni por otro delito.

Biyogo responde así a la denuncia presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España en la que se afirma que Teodoro Obiang utilizó la sociedad Kalunga Company para comprar propiedades en Asturias, Madrid y Canarias con el dinero que de forma «irregular» salía de Guinea. Según consta en el escrito, el presidente guineano habría puesto la propiedad adquirida en Asturias a nombre de su cuñado y la esposa de éste.

El diplomático niega que se utilizara este procedimiento y asegura que él adquirió todo su patrimonio con el «fruto de su propio trabajo». Para despejar cualquier sospecha generada después de la denuncia formulada por la Asociación Pro Derechos Humanos, Teodoro Biyogo y su esposa están dipuestos a acreditar en sede judicial que el dinero utilizado para adquirir la vivienda en Gijón no proviene «en ningún caso» de la corrupción, tal y como se deja constancia en la denuncia. Por tanto, insisten en que la vivienda unifamiliar de 600 metros cuadrados, situada en la urbanización Verdesol, del barrio de Fuejo, en Somió es de su propiedad y rechaza, por tanto, que haya sido adquirida por su cuñado, elactual presidente guineano, Teodoro Obiang.


http://www.elcomerciodigital.com/oviedo/20...o-20081219.html


Francisco Alegre
Nuevo Plan de Cooperación reduce el número de países y redobla ayuda a Africa


Terra Actualidad - EFE
congreso cooperacion
18-12-2008


El Plan Director de la Cooperación para 2009-2012 reduce el número de países prioritarios, concentra los recursos en los menos avanzados y 'redobla su apuesta por Africa' sin por ello desbancar a América Latina como 'región prioritaria'.

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, ha presentado hoy en el Congreso el segundo borrador del plan, que pretende ser el paso de 'una política de cooperación a una política integral para el desarrollo', y que deberá ser aprobado a mediados del próximo mes de febrero.

En su intervención ante la comisión de Cooperación, Rodríguez ha explicado que el nuevo Plan Director pretende potenciar la eficacia y la calidad de la ayuda española y establece un 'riguroso sistema de gestión de resultados y rendición de cuentas'.

Con los Objetivos del Milenio y el Pacto de Estado contra la Pobreza como eje conductores, el documento apuesta por la coordinación entre las distintas Administraciones, el apoyo a los esfuerzos multilaterales y la cooperación con las instituciones de los países receptores en el desarrollo de sus políticas públicas.

Además, incluye una evaluación del Plan anterior e 'incorpora las lecciones aprendidas y sus recomendaciones', ha subrayado la secretaria de Estado en su intervención.

En el capítulo de prioridades geográficas, el Plan apuesta por la 'progresiva concentración de la ayuda' en 50 países, seis menos que en el plan anterior.

Fuentes del Ministerio de Exteriores precisaron que los países que se quedan fuera del proyecto de cooperación son: Chile, China y Sudáfrica; Turquía y los Países Balcánicos, por ser candidatos a la adhesión a la UE, y los países del sudeste asiático afectados por el tsunami, aunque las fuentes han precisado que se mantendrá la ayuda hasta el fin de los programas de reconstrucción.

Rodríguez ha explicado que estas nuevas prioridades geográficas buscan una mayor eficacia de la ayuda, para lo que se establecen cuatro criterios básicos:

La concentración de recursos en los Países Menos Avanzados (PMA); la reducción de países y sectores a los que se ayuda; la orientación de la ayuda hacia 'áreas que representan una ventaja comparativa' y el compromiso con los estados en situación de fragilidad.

También ha precisado que se establecen tres categorías de países:

Grupo A: países de 'asociación amplia', un total de 23 países que justifican el establecimiento de un marco de asociación a largo plazo. En este grupo se encuentran Guatemala, Haití, Bolivia, Marruecos y la Población Saharaui.

Grupo B: países de 'asociación focalizada', un total de 14 países en los que se trabajará con una 'máxima concentración sectorial y un 'usos selectivo de instrumentos'. Ente otros Colombia, Irak, Guinea Ecuatorial o Timor Oriental.

Grupo C: trece países de 'consolidación de logros de desarrollo', entre los que figuran México, Argentina, Cuba, Siria o Namibia.

La secretaria de Estado ha destacado que el 85 por ciento de la ayuda se centrará en los países A y B.

En sus intervenciones, los portavoces de los Grupos Parlamentarios han coincidido en aconsejar prudencia, transparencia y eficacia.



http://actualidad.terra.es/nacional/articu...ica-2963628.htm

Julian Navascues
Culpables de genocidio

La sentencia del tribunal de la ONU para Ruanda abre camino para liquidar la impunidad en África



EL PAÍS
Opinión
20-12-2008


En abril de 1994, un misil tierra-aire abatió el pequeño jet en el que iba a aterrizar en Kigali, la capital de Ruanda, su presidente, de la mayoría étnica hutu. Fue la señal para uno de los genocidios más vertiginosos y gigantescos de que se tiene noticia. En poco más de tres meses, soldados y fanáticos hutus instigados desde el Gobierno y sus emisoras de radio dieron muerte a machetazos y tiros a alrededor de 800.000 tutsis -la minoría étnica dominante desde la colonización belga- y hutus moderados. Los poderes occidentales no hicieron nada para impedir este genocidio tribal de proporciones bíblicas. Bill Clinton, entonces presidente de EE UU, diría años después que no comprendió bien lo que ocurría en el país africano, donde fue liquidada una décima parte de su población.

En un veredicto de gran trascendencia, pese a su tardanza y la duración del proceso, cinco años, el tribunal ad hoc de la ONU que juzga los crímenes de Ruanda ha condenado a cadena perpetua al que considera principal responsable de la masacre, el ex coronel Teoneste Bagosora, entonces al frente del Ministerio de Defensa, y a dos de sus cómplices, también oficiales. En las primeras horas tras el derribo del avión presidencial, Bagosora ordenó el asesinato del primer ministro de Ruanda, del presidente del Tribunal Constitucional y de tres líderes opositores. Lo que siguió después fue una orgía de sangre tan sistemática y bien organizada que todavía asombra a los estudiosos de los crímenes contra la humanidad.

La sentencia del tribunal internacional con sede en Tanzania, donde esperan otros 60 detenidos, ratifica, ahora en África, el final de la impunidad internacional para los grandes asesinos, además de levantar ampollas en otros frentes. No es menor la buena conciencia de las potencias democráticas, que asistieron como si no fuera con ellas a uno de los aniquilamientos más siniestros de la historia; hasta el año 2000, el Consejo de Seguridad no reconoció su incapacidad para prevenirlo. El fallo es muy importante también para Ruanda, donde todavía algunos niegan que hubiera genocidio, y representa un nuevo aviso directo para personajes como el presidente de Sudán, por su papel en Darfur. La justicia internacional, al igual que sucede en el caso de la antigua Yugoslavia -con Karadzic hoy en el banquillo- se toma su tiempo. Pero acaba llegando hasta donde hace muy poco tiempo parecía impensable.




http://www.elpais.com/articulo/opinion/Cul...elpepiopi_2/Tes
Pepin
Marruecos: Represión de derechos en el Sahara Occidental

Refugiados en campos administrados por el Frente Polisario permanecen vulnerables

December 19, 2008

(Rabat, 19 de diciembre de 2008) - Marruecos viola los derechos a la libertad de expresión, asociación y de asamblea en el Sahara Occidental, señaló Human Rights Watch en un informe hecho público hoy, en el que revela límites claros a los avances de Marruecos en la protección general de los derechos humanos. Las condiciones de los derechos humanos también han mejorado en los campamentos de refugiados saharauis, administrados por el Frente Polisario en Argelia, aunque el Polisario margina a los que se oponen directamente a su liderazgo.

Human Rights Watch instó tanto a Marruecos como al Frente Polisario a que adopten medidas concretas para mejorar la situación de los derechos humanos en los territorios bajo su control de facto; y apeló al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que asegure la verificación regular de la situación en el Sahara Occidental y Tinduf.

"La represión se ha reducido en cierto modo y actualmente los disidentes están poniendo a prueba los límites", señaló Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio y Norte de África de Human Rights Watch. "Sin embargo, las autoridades marroquíes tienen el mérito de no querer ser juzgadas con respecto a su historial, sino en función de sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. De acuerdo con este criterio, todavía les queda mucho que mejorar", agregó.

El informe de 216 páginas, "La situación de los derechos humanos en el Sahara Occidental y los campamentos de refugiados de Tinduf", se centra en la situación actual, más que en los abusos cometidos en el pasado. Human Rights Watch documenta el uso por parte de Marruecos de una combinación de leyes represivas, violencia policial y procesos judiciales injustos para castigar a los saharauis que defienden de manera pacífica la independencia o la total autodeterminación del territorio disputado del Sahara Occidental.

"El problema internacional del Sahara Occidental ha estado en segundo plano durante décadas", señaló Whitson. "No obstante, este conflicto sirve para que el mundo pueda entender y abordar los problemas más amplios de derechos humanos que siguen existiendo para Marruecos", agregó.

En el Sahara Occidental, las autoridades marroquíes consideran que toda oposición a su control del territorio en disputa constituye un ataque ilegal contra la "integridad territorial" de Marruecos, lo que utilizan como base para prohibir o dispersar las manifestaciones pacíficas y negar el reconocimiento legal a las organizaciones de derechos humanos. No obstante, el problema va mucho más allá de las leyes represivas: la policía maltrata a los pro independentistas que se manifiestan pacíficamente y, en ocasiones, tortura a los detenidos, señaló Human Rights Watch. Los ciudadanos presentan denuncias del abuso policial y el sistema judicial las desestima habitualmente sin realizar una investigación seria, lo que refuerza la sensación de impunidad de la policía.

Aunque en las manifestaciones saharauis se producen a veces actos de violencia, que las autoridades marroquíes tienen la obligación de prevenir y sancionar, esto no puede justificar una prohibición general de las reuniones pacíficas. Los tribunales marroquíes han condenado a activistas pro derechos humanos saharauis por incitar o participar en la violencia partiendo de pruebas dudosas y con procesos claramente injustos.

Durante la preparación de este informe, Human Rights Watch entrevistó a numerosos habitantes del Sahara Occidental y a actuales y antiguos residentes de los campamentos de refugiados de Tinduf. Tanto el Gobierno de Marruecos como el Frente Polisiario recibieron a la delegación de Human Rights Watch, no interpusieron ningún obstáculo significativo a su trabajo y ofrecieron respuestas extensas a las preguntas de Human Rights Watch, que se incluyen en el informe.

En los campamentos de refugiados de Tinduf, el Frente Polisario permite que los refugiados critiquen su gestión de los asuntos cotidianos, pero margina efectivamente a los que se oponen directamente a su liderazgo. Los residentes pueden abandonar los campamentos si así lo desean, incluso para reubicarse en la zona del Sahara Occidental bajo control marroquí. El hecho de que la mayoría transitan por la carretera principal a Mauritania, en lugar de utilizar rutas clandestinas, demuestra su confianza en poder viajar. Sin embargo, los que se dirigen al Sahara Occidental suelen ocultar sus planes, por temor tanto a los obstáculos oficiales como al rechazo de otros residentes del campamento si se da a saber su destino final.

La población de los campamentos sigue estando expuesta al abuso debido a su ubicación aislada, la falta de verificación regular e independiente sobre la situación de los derechos humanos e información sobre la misma; y la afirmación de Argelia de que el Frente Polisario, y no el propio Gobierno de Argelia, es responsable de salvaguardar los derechos humanos de los residentes en el campamentos.

"Los refugiados de Tinduf llevan más de 30 años exiliados de su patria, y gobernados por un movimiento de liberación en condiciones de dureza física y aislamiento", señaló Whitson. "Independientemente de la situación actual, tanto el Frente Polisario como el país de acogida, Argelia, tienen la responsabilidad de garantizar la protección de los derechos de esta población refugiada vulnerable", agregó.

Human Rights Watch señaló que el Consejo de Seguridad de la ONU debe garantizar que la presencia de las Naciones Unidas en la región incluya la verificación regular de la situación de los derechos humanos. Prácticamente todas las misiones de pacificación de la ONU en el mundo incorporan un componente de derechos humanos y, dado que las fuerzas de la MINURSO (acrónimo en francés para la Misión de Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental) operan con esta función el Sahara Occidental, esta región no debería ser una excepción. Francia y Estados Unidos, al ser los miembros permanentes del Consejo de Seguridad con mayor interés en la región, deben desempeñar un papel importante en esta cuestión.

Dentro de sus recomendaciones, Human Rights Watch insta a Marruecos a:

•Revisar o eliminar las leyes que penalizan las expresiones o las actividades políticas o asociativas consideradas un cuestionamiento de la "integridad territorial" de Marruecos y se emplean para reprimir la defensa no violenta de los derechos políticos de los saharauis.

•Poner fin a la impunidad de los abusos policiales garantizando investigaciones serias de las denuncias presentadas por civiles y, cuando se justifique, formular cargos o imponer medidas disciplinarias a los agentes responsables.

•Permitir que las asociaciones independientes de derechos humanos utilicen el procedimiento para obtener el reconocimiento legal.

•Garantizar que las sentencias de los tribunales se basen en el examen imparcial de todas las pruebas relevantes. Los jueces y los fiscales deben permitir que los sospechosos ejerzan su derecho, bajo las leyes marroquíes, a pedir un examen médico, y rechazar el valor probatorio de las declaraciones que se demuestre que han sido obtenidas mediante tortura policial.

Human Rights Watch insta al Frente Polisario a:

•Adoptar medidas pro-activas para que todos los residentes de los campamentos sepan que pueden salir libremente, lo que incluye trasladarse a la región del Sahara Occidental bajo control marroquí.

•Garantizar que los residentes de los campamentos tengan libertad para cuestionar por medios pacíficos el liderazgo del Frente Polisario y defender opciones alternativas a la independencia del Sahara Occidental.

•Eliminar o concretar los artículos demasiado vagos del Código Penal Polisario que penalizan, por ejemplo, la impresión de publicaciones o la participación en manifestaciones que "podrían alterar el orden público".

Marruecos ha gobernado de facto el Sahara Occidental desde que movilizó sus tropas a la región después de la retirada de España de su antigua colonia en 1976. Marruecos se refiere oficialmente a la región como sus "provincias del sur", aunque las Naciones Unidas no reconocen la soberanía marroquí.

Marruecos consideró inviable el plan promovido por la ONU para la celebración de un referendo sobre el futuro de la región y ha propuesto un plan de autonomía del Sahara bajo la soberanía marroquí. Sin embargo, Marruecos también ha dejado claro que el plan no prevé la anulación de las leyes que penalizan los "ataques contra la integridad territorial". Por lo tanto, la concesión de la autonomía no conllevaría que los saharauis puedan ejercer su derecho a reclamar la independencia o un referendo sobre el futuro de la región.

"Los saharauis discrepan sobre la manera de resolver el conflicto", señaló Whitson. "Pero independientemente de dónde residan, las autoridades deben permitirles expresar o defender sus opiniones por medios pacíficos. Cualquier propuesta de solución para la Sahara Occidental que no garantice estos derechos no resuelve absolutamente nada", agregó.

Human Rights Watch no toma ninguna posición sobre la cuestión de la independencia del Sahara Occidental o sobre la propuesta de Marruecos de autonomía para la región.




http://www.hrw.org/en/news/2008/12/17/marr...hara-occidental


http://www.hrw.org/sites/default/files/rep...hara1208web.pdf


http://www.hrw.org/sites/default/files/rep...psumandrecs.pdf


http://www.abc.es/20081219/internacional-a...0812191429.html


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