Escrito por Francis Gracián
|
La madrugada vacilante y frÃa; un regalo de sol al horizonte;
los brillos de casitas por el monte, en nocturnal oficio de vigÃa.
Un tiempo lento, suave y cuidadoso se acompasa a los ritmos de otras Horas; aquà la soledad se hace sonora; aquà el ruido deviene silencioso.
Domingo de Diciembre. El Monasterio que parece dormido, en paz vigila, glorificando a Dios en la mañana…
Y la breve colmena del Misterio, despacio a la Capilla marcha en fila, obedeciendo al toque de campana.
---oooOOOooo--- Francis Gracián
Monasterio Benedictino. Sta. BrÃgida. 6-12-2.009
|